Capítulo 32; Adiós Europa.
Desperté con la idea de que todo hubiese sido un sueño, pero me di cuenta que no fue así.
Era nuestro último día en Europa, volveríamos a Buenos Aires y... Tendríamos 6 meses de descanso, ¿cómo era eso posible?. Las cosas estaban mal y si no hacía nada para detener esto, terminarían peor.
No vi a Ruggero en todo el día, ni siquiera en el almuerzo. Mi madre pregunto por el un par de veces, y le dije no sabia. Me hubiese gustado contarle lo que había sucedido.
Pase la tarde viendo películas con Nicolás, pedimos comida y hablamos un rato. Me pidió perdón unas quinientas veces, pero sabía que esto no era su culpa.
Las cosas en la vida pasan por algo.
Tomaríamos el vuelo a las 6:00AM del siguiente día, y para despedirme de Europa decidí salir a pensar un rato, mirar el cielo y recordar la historia que estaba viviendo.
Sonaba un poco loco, lo sé. Cerré la puerta de la habitación y coloque la música de mis auriculares a todo volumen, ya estaba atardeciendo y los colores de la ciudad eran increíbles.
La mezcla del cielo era una maravilla, quizás siempre lo sería.
Me senté en una banca y comencé a escuchar 'Closer', me dolía saber que las cosas estaban mal. Muy mal.
Cuanto hubiese deseado que el estuviera ahí para mi.
Recuerdo aquella vez que me perdí, y el simplemente me encontró; me salvó.
Me hizo sentir segura y confiada de mi misma.
Se que rompí su corazón, sé que fui una estúpida.
Quite los auriculares para escuchar el leve sonido de los árboles, y pequeñas estrellas comenzaron a adornar la noche.
Una melodía peculiar captó mi atención, provenía de una guitarra, no estaba muy lejos de el lugar en el que me encontraba.
Y allí estaba, Ruggero sentado, con su guitarra en la mano, en el mismo parque en el que estaba yo.
Las casualidades existen, y eramos como almas gemelas.
Me acerqué lentamente y me senté cerca de él, no impidió que lo hiciera, ni siquiera me alejo, simplemente se mantuvo allí tocando la dulce melodía de la guitarra, mientras juntos mirábamos hacia arriba.
Nuestros cuerpos estaban tan cerca, pero a la vez tan lejos. Como Diciembre y Enero. Éramos como el Sol y la Luna. Estábamos a centímetros, con la necesidad de tocarnos, pero sin siquiera hacerlo. Y era una sensación confortable, no me sentía mal por hacerlo. Hasta que se detuvo, dejó de tocar esos pequeños acordes y sin querer nuestras manos se rozaron.
Sentí un escalofrío en mi cuerpo y el quito su mano rápidamente.
Las personas solemos mirar al cielo y contemplamos las estrellas; buscando en ellas lo que no encontramos en las personas. Una luz que siga brillando junto a nosotros a pesar de nuestra propia oscuridad.
Por eso Ruggero era considerado mi estrella, porque iluminaba mi vida, y me hacía sentir en el cielo.
Durante el tiempo que había pasado, no nos habíamos dirigido la palabra. Simplemente nos centramos en observar el cielo, las estrellas adornaban cada vez más el hermoso paisaje.
—Es una linda noche, ¿no crees?—Dijo Ruggero sin mirarme.
—Es la mejor manera de despedirnos de Europa.
—Y de nosotros también. —Fue como una espada directo al corazón, esas palabras me habían dolido lo suficiente.
—¿No crees qué estás siendo un poco exagerado?—Lo mire pero el no conectaba su mirada con la mía.
—Realmente no entiendes, Karol.
Agradezco que lleguen las vacaciones, me siento tan deprimido y solo.
—¿Recuerdas aquella vez en Cancun? Cuando estábamos junto a él mar... Y te hable de lo abuela. —Dije.
—Si, ¿qué sucede?—Giro su cabeza y me observó.
—Te dije que me sentía vacía, y cansada. Que mi abuela solía pensar que...
—Que las estrellas están tan separadas unas de otras que se encuentran totalmente solas, si, lo recuerdo.
Sonreí y el me devolvió la sonrisa.—Dijiste que querías que yo fuera tu estrella, y que observarías mi manera de crecer. Y llenaste ese vacío. Te dije que eras mi estrella, y quisiera llenar ese vacío.
—Es difícil, ¿sabes?—Aclaro su garganta.—Esto va más allá de un simple vacío, es como si la soledad se estuviera apoderando de cada parte de mi ser y...
—Perdóname, si esto que estas sintiendo tiene que ver con lo que paso con Nic...—Quise terminar la frase cuando me vi interrumpida por su voz.
—No quiero que me expliques que sucedió, no quiero saberlo. Y no necesito saberlo...
—Yo... solo quería que las cosas terminarán bien antes de que volviéramos a Argentina.
—Me temo que será imposible Karol, necesito tiempo, no sólo contigo, con el mundo entero, necesito encontrarme.
Suspiré y lo mire. No supe que decir, simplemente seguimos observando el cielo y el me dedicaba una sonrisa cada vez que me miraba.
—Wow, ¡mira eso!.—Dijo emocionado y tomó mi mano.
—¿Qué?—El señaló a el cielo y varias estrellas fugaces comenzaron a pasar.—¡Debemos pedir un deseo!—Respondí como niña pequeña.
Nuestras manos se juntaron, y quedamos frente a frente.
Cerré los ojos y pedí mi deseo, pedí que lo nuestro nunca se acabará. —Ya esta. —Abrí los ojos.
—Sabes algo...—Dijo tocando suavemente mi cara—Lo que deseo está justamente en frente de mi, gracias por brindarme cada minuto de felicidad en mi vida.
Tomó mi cara con sus manos y la acercó a la suya.
Nuestros labios se unieron levemente y sentí una corriente en ellos, al principio fue suave y dulce.
Tal vez era la única persona la con la cual me sentía tan viva, besarlo de nuevo fue fuego, fue sentir todo lo que parecía perdido, no pensé que volvería a hacerlo si soy sincera pero sus labios eran tan magnéticos y él era tan...
Tan...
Lentamente deje de pensar en todo y solo me concentraba en él y sus labios, sus dulces labios, nos separamos unos segundos, quería decirle cuanto lo sentía, quería que supiera cuanto le quería y que jamás quería perderle, quería decirle mil cosas pero mis boca no pude producir ninguna palabra, porque en él momento en el que que él iba a hablar le besé, tomé su cara y la acerqué rápidamente a la mia, si deseara tanto algo en este momento era jamas separarme de él, si otra estrella fugaz pasara desearía eso.
Le quería endemoniadamente y no podía sacarlo de mi cabeza, le tome su cara y la acerque aun mas a la mía, no quería que jamas se separara de mí, todo fue tan magnético y tan hermoso.
Y lo único que podía pensar en ese momento era lo mucho que quería volver a estar junto a él.
Separamos nuestros labios y lo observe.
Él era como una estrella fugaz, cuando lo veías deseabas que se quedará, pero el tan solo desaparecía sin decir nada.
Deje de creer en los deseos, porque el primero que había pedido a aquella estrella fugaz, nunca se cumplió.
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Se preguntarán porqué estamos publicando ahora.
Por si alguien quiere escuchar la letra de 'Closer' puede hacerlo, quizás le de un poco de sentido a este capítulo...
PD: Gracias por leer.
PD2: Perdonen si herimos sus sentimientos en los últimos capítulos que quedan...
... Realmente no es nuestra intensión.
PD3: Se que no les interesa, pero hace unos días el chico que me gusta, hizo un avión de papel y me lo dio... Me acorde de esta historia y si ustedes tan solo supieran el significado de los aviones de papel aquí... entenderían porque me sentí tan mal y bien cuando me lo dio.
PD4: Estoy escribiendo mucho.
PD5: Estén preparados, antes de lo que canta un gallo, saldrá un nuevo capítulo de OLS. (Para su recta final)
Con odio, FF.
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