Desde la distancia, el nuevo Rey de Jotunheim y el Príncipe de Asgard, eran atentos observadores del volátil y decisivo encuentro entre Laufey y Odín. Aunque por supuesto, solo el primero de los dos sabía que la reunión era toda una patraña.

El rubio sujetaba su martillo con furia e impotencia, despidiendo las primeras chispas de la tormenta eléctrica que pudiese provocar tan simple como respirar. Mientras, el azabache saboreaba cada segundo con ese morboso placer que la venganza y satisfacción le provocaba.

El verdadero Rey de Jotunheim se mantenía impasible sobre su trono; sus ojos cerrados y aquel dispositivo adquirido para ese justo instante, finalmente activado.

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Una vez en tierra firme, Odín percibió como inclusive en el reino de hielo, la temperatura se sentía más agitada que como la recordaba. El anciano avanzó directo a la edificación en ruinas frente a él, esquivando columnas destrozadas, piedras y eventualmente varios gigantes que aparecían con recelo.

-Laufey¡.

Reaccionando al autoritario llamado, emergió de entre las sombras la viva imagen del imponente gigante de escarcha, que abandonando su arcaico asiento, se plantó a prudenciales metros de su homónimo.

-Padre de todo, me pregunto...¿A qué debemos el honor de su presencia?-Bramó Laufey.

-Te aseguro que no ha sido con la intención de compartir sátiras, Laufey.

-¿No?...en ese caso tal vez deberías volver por dónde has venido-Escupió el gigante con repulsión.

-Ha pasado un largo tiempo desde la última vez que vine a comprobar el planeta yo mismo-Se desvió del tema-Además, Jotunheim hace parte de Yggdrasil, por ende está bajo mi protección.

El mayor esperaba una reacción agresiva ante su declaración; a lo cual, lo que sucedió a continuación le tomó por sorpresa.

La ruidosa y tétrica carcajada de Laufey cortó ese tensionante silencio. Las montañas aullaron por el eco de su voz, sus súbditos permanecieron absortos observando a su Rey reír como no le habían visto en siglos, posiblemente nunca.

-¿"Bajo tu protección?. Mira a tu alrededor, padre de todo¡-Espetó Laufey con ira-Muerte y sangre es lo único que has blandido sobre Jotunheim...Di lo que tengas que decir y lárgate de mí reino.

Odín suspiró resignado a la esperada actitud rencorosa del gigante. Era esa una de las razones primarias a por qué estaba seguro de que Thor, no estaba listo aun para tal confrontación. Su vehemente hijo, con seguridad le habría arrojado a Mjolnir con el simple oír de sus arrogantes palabras.

A pesar de eso, en algo concordaba con Laufey: Nada bueno traería quedarse por más tiempo del necesario. Sus experimentados ojos observaban con cuidado el panorama; cada roca, cima y ser vivo que no se escapara de su visión periférica.

Buscaba algo, cualquier seña que le confirmara que sus temores eran ciertos.

-Laufey, estoy seguro que con todo el tiempo que has vivido aquí, ya te has percatado que el invierno se ha acentuado súbita e inusualmente-Habló de nuevo Odín-Ambos recordamos cuando fue la última vez que algo semejante sucedió.

-Oh si: "El tratado de paz". Es difícil olvidar algo como eso-La ironía se marcaba en cada palabra, al tiempo que los brutos pasos se iban aproximando más al Asgardiano-Un poco de frío, no es nada infortunado para nosotros-Una sonrisa se contorneó en el rostro azulado-Gracias a ti, ahora tenemos que verlo cómo una bendición de la naturaleza.

-¿Entonces lo niegas?-Preguntó Odín sin pelos en la lengua. Necesitaba la verdad cuanto antes, y el gigante solo divagaba en su contra.

-Tendrás que ser más específico, padre de todo.

-No me mientas, Laufey-Dijo más en una orden, que una petición-No hay necesidad ni deseo de mi parte, en que esto se resuelva ocasionando más muerte.

-Si eso es lo que quieres, vuelve a tu reino, Odín...si te quedas, no puedo asegurarte que este invierno no te enferme de muerte...

El mayor tuvo suficiente, pues entendió que el Jotun no iba a ceder, dejándole sin otra opción más que actuar; enseguida empuñó con firmeza su poderoso cetro Gungnir y con una certera sacudida, lo enterró en el suelo congelado. Una potente luz blanca emanó de la lanza dorada, la cual envolvió por completo a Laufey y sus soldados.

La onda expansiva de energía mística explotó, irradiando aquel ancestral y poderoso hechizo de anulación mágica; conjurado con el único fin de dispersar encantamientos y artes negras.

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-Padre a usado a Gungnir...combinada con su propio poder, no existe magia alguna que pueda superarlo-Dijo Thor con la mirada clavada, gracias a las inigualables habilidades de Heimdall, en el escenario expectante que se desarrollaba a años luz de distancia-Si es cierta la minúscula posibilidad de que haya algo místico de por medio, ese bastardo no podrá esconderlo ahora.

-No, no podrá-Susurró Frigga a su lado-¿Ya lo comprendes Thor?. Tu padre no necesita pelear para desenmascarar la verdad. Si la mentira cae, él forzara allí mismo a Laufey a replegarse y esta vez puede que no le perdone la vida. Mas si no es así...

-Lo se...tendré que aceptarlo aun si no esté convencido del todo-Se quejó el rubio-Que esto se debe a otra explicación diferente a Jotunheim.

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-Hijo de perra¡-Exclamó Quill emocionado, siendo también observador gracias a la ventana espectral que había conjurado Loki, y que les permitía a todos en el salón real, contemplar el espectáculo.

-Loki, ¿Te encuentras bien?¡-Chilló Farbauti alarmada al ver la escena y el cómo su hijo frunció el entrecejo.

-Tenías razón, Lok's; el viejo explotó como si no hubiese follado en milenios-La mujer lo miró de reojo, con un dejo de disgusto por su comentario-Quiero decir: Hacer el amor lenta y suavemente.

-No entiendo-Interrumpió Byleistr-¿Cómo es que Laufey sigue ahí?¡-Gritó, cuando la luminosidad fue disminuyendo y la silueta del inmenso gigante comenzó a reaparecer lentamente en la pantalla-El edificio y los soldados también son una ilusión, Odín debió...

-¿Subestimando a tu rey tan pronto?.

Luego de hablar, Peter caminó silbando y se recostó en la gradería adyacente al trono de hielo.

Desde ahí, el castaño dio un par de toques en una de las pantorrillas del hechicero, comprobándole sin dejar en mayor evidencia, esa minúscula preocupación que jamás de los jamases, admitiría que sentía por el azabache.

-No¡, es solo que...

-Loki es un infeliz bastante astuto-Elogió el castaño, a su peculiar manera-Si el anciano pudiese arruinarlo todo apenas unas horas luego de su ascenso al trono, bien podría haberse resignado al exilio.

-¿Infeliz astuto?.

Sobresaltando a la mayoría, Loki irrumpió en la conversación. Por la sonrisa pícara que le acompañaba, actuaba como si nada de lo reciente le afectase en absoluto.

-Puedo ofrecerle algunos sinónimos si lo desea, su "majestad"-Repuso Quill con sarcasmo.

-Mejor tráeme un Whysky triple en las rocas y una rodaja de limón con pimienta para chupar.

-Tengo algo para chupar, pero no creo que te vaya a gustar.

-No firmes cheques que tu polla luego no pueda pagar, perra.

Byleistr rotaba su mirada inquieta entre el hechicero y el mercenario, inseguro de cómo debía reaccionar.

Por un lado, la experiencia y sentido del deber le indicaba, que debía acabar con la vida de todo aquel que ofendiera e irrespetara de semejante manera su Rey; porque eso es lo que con certeza hubiese hecho 5 horas antes, cuando la realidad de Jotunheim era otra.

No obstante, en ese corto tiempo, Loki Laufeyson había demostrado que prefería lidiar el mismo con cualquier clase de agravio; sin mencionar el hecho de que era indudable para cualquiera con ojos y oídos, que la relación que llevaba con el humano aun si la consideraba anormal, no parecía ser algo que el hechicero tomase como amenaza.

Solo segundos más tarde, la guerra de comentarios venenosos dio paso a otro mar de risotadas.

-Cállate y déjame trabajar-Concluyó el hechicero, reacomodándose en su asiento-Y Quill...

-Jumm?

-No vuelvas a hablar de sexo con mi madre-Soltó, para luego perderse en su importante labor.

Peter bufó e iba a rezongar, sin embargo la voz del otro gigante le cortó.

-Explica, Humano-Demandó Byleistr-Necesitamos saber qué es lo que sucede, en caso de que el Rey necesite nuestra ayuda.

El mercenario quiso contradecirlo por simple placer, no obstante optó a regañadientes en hacer lo que Loki posiblemente optaría en esa situación.

-Lo que el anciano hizo es inútil; por el simple hecho de que lo que ves allí, no es magia-Aclaró-Entiendo la confusión: "Loki es un hechicero y blablablá"; pero él entiende a la perfección, lo estúpido y arriesgado que sería enfrentarse a un dios usando magia, si lo que pretende es ser sigiloso.

Incluso si intentó usar palabras sencillas, no creía que los Jotuns le estuviesen entendiendo.

-Es cierto que Loki usó ilusiones para evitar ser visto por ojos curiosos durante su batalla y la creación de Utgard, incluso desde antes de que aterrizáramos aquí; sin embargo, desde el preciso instante en que activó y fusionó el Arca con el núcleo del planeta, puso la siguiente fase de su plan en marcha-Explicó, ayudado por uno de sus hologramas-Loki comenzó a desplazar las placas tectónicas inferiores y superiores, haciendo que la parte interna y la topografía de la superficie en general, se alterara y moviera.

-Eso no es posible...Nosotros nos habríamos dado cuenta.

-Este idiota engañó al que se supone que es el mejor vigía de todo el universo. ¿No crees que podría engañarnos a nosotros también?

-El planeta entero...-Musitó Farbauti enmarañada.

-Yeah, en resumidas cuentas: Lok's ha estado cambiando la estructura misma de Jotunheim en frente de nuestras narices, desde que se hizo con el trono-Quill aguardó brevemente por alguna observación, al no oír ninguna continuó-Cuando se tiene el control y dominio total del hielo, frío y niebla, heredado del mismísimo gigante originario, manipular un planeta creado a base de esos tres elementos, no suena tan descabellado.

Farbauti tuvo que recostarse contra uno de los muros, pues toda la información que recibía era abrumadora.

-Y ese lugar donde ambos vejestorios están conversando con tanta cordialidad, esta de hecho ubicado en la misma zona donde Loki enfrentó a su padre, con la diferencia de que las ruinas, montañas y todo lo demás que el anciano ve, son replicas diseñadas a la perfección-Si otras fueran las circunstancias, el castaño no apostaría ni un peso a que alguien pudiese conseguir un poder de esa magnitud. Pero había conocido a Loki, con los beneficios y altibajos que esto le implicó-Ahora mismo nos encontramos a salvo, en el hemisferio completamente opuesto de Jotunhiem.

-¿Pero y Laufey?, ¿Qué hay de esos Jotun?, ¿Tienen que ser ilusiones, no?...magia-Masculló el soldado, aun embrollado.

-Como ya dije Frosty: De ese lado del planeta no hay ni una pizca de magia. Por tanto, no importa que tan fuerte sea el hechizo que esté usando Odín, está a cientos de miles de kilómetros de tener efecto-Incluso él estaba bastante impresionado por el detalle y la precisión con que Loki predijo y anticipó todo-Esos supuestos Jotun que vemos ahí, son de hecho la última generación de "Clones Flaux". No fueron fáciles de conseguir, créeme, su comercio no es precisamente "legal"; además, estos costaron un buen dineral extra por su tamaño.

-¿Entonces son clones?-Insistió Byleistr incrédulo-¿Clones de nosotros?.

-No exactamente-Afirmó Peter-Un cuerpo Flaux está compuesto a base de una nueva y mejorada aleación de materia bio-sintetica; superando los anteriores diseños de polialeación mimética, los Flaux replican cualquier composición orgánica e inorgánica por igual. Para funcionar requieren una muestra de ADN de la especie a imitar, así como una potente fuente de energía que les mantenga en movimiento y sincronía. De esto que a diferencia de modelos anteriores, no tienen vida ni autonomía propia, Loki debe controlarlos y manipularlos por medio de una conexión neuronal trasmitida por ese dispositivo.

Ninguno de los Jotun en la sala dijo nada, sus rostros boquiabiertos lo decían todo.

-Loki se los explicará mejor luego-Suspiró el mercenario rascándose la nuca.

-No es magia...existen, solo que no son gigantes en realidad-Intentó Farbauti con algo de vergüenza por su ignorancia-¿Es así?.

-Si¡-Gritó Peter entusiasmado por haberse hecho entender, al menos un poco-Eso es bella dama, ya veo de donde Lok's sacó esa astucia¡-Elogió con un guiño-Aunque tengo que admitir que Loki hizo un trabajo perfecto con el de su padre. No solo su apariencia, también su voz y expresiones...quien sabe, supongo que es algo que lleva en la sangre, lo quiera o no.

-Un truco-Masculló Byleistr con asombro y admiración-El Rey engañó al padre de todo y ni siquiera tuvo que hacer uso de su magia.

-Bueno, Loki no se ganó gratis el seudónimo de "The God of Mischief"-Admitió el mercenario-La hechicería, el poder congelante y su habilidad como cambiaformas, ciertamente son de temer; sin embargo, siempre he creído que su mejor cualidad es su cerebro.

Una sonrisa ladina sobresalió en el rostro grácil del azabache, aun con los ojos cerrados.

-Los Asgardianos me dan hasta pena-Siseó Quill con burla-No tienen ni idea del demonio que tienen por enemigo; mucho menos que esa supremacía de la que tanto alardean, se acabará en el momento en que Loki así lo desee.

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-¿Qué es lo que pretendes, Odín?¡-Laufey rugió con fiereza, aventando su puño en dirección al dios que ya había cambiado de posición-Osas venir a mi reino y retarme¡-Gritó fuera de sí-Lárgate antes de que te aplaste aquí mismo¡.

El hijo de Bor guardó silencio, aun ante la posibilidad de una inminente batalla.

"Mi Rey...". Susurró una voz en su cabeza. "Es mi deber informarle que ni yo o la Reina, hemos detectado rastros de magia, energía o artes místicas en Laufey y sus hombres...Si me permite llegar a una conclusión, esta sería que la única amenaza que el Rey Jotun puede ofrecernos actualmente, es su rencor y odio". Confirmó Heimdall. "Si buscamos una repuesta a la anomalía que ha afectado Yggdrasil...me temo que esta, no se encuentra en Jotunheim".

"Entiendo...".

-No me atacaras, y yo tampoco lo haré-Sentenció Odín-Concederé tu petición y me marcharé. Ya he cumplido como mi labor.

-¿Ni una disculpa por tu intromisión?. Y pensar que tu gente promulga que nosotros somos los salvajes sin modales-Gruñó Laufey, variando su tonillo resentido por uno de mofa.

Odín frunció el ceño al divisar por breves segundos, algo diferente en la manera con que Laufey se pronunció. La cruda y odiosa ironía solía relucir a veces en el presuntuoso y violento gigante; empero, su comportamiento inmediatamente anterior sonó más bien como si la situación en general, fuese un juego para él.

El Jotun gruñó y se giró, volviendo a sentarse sobre su decrepita silla-Aun me pregunto qué fue lo que te hizo venir en persona, en lugar de enviar a otro poco de tus despreciables súbditos.

-Cuando las circunstancias así lo ameriten, seré yo quien venga a discutir los asuntos con diplomacia-Intentó razonar el mayor.

-La diplomacia no existe, ni existirá jamás entre Jotuns y Asgardianos.

Odín arrugó los labios dispuesto a solicitar el viaje de regreso, no sin antes agotar un recurso final-¿Recuerdas cuándo fue la última vez que cayó un invierno simultáneamente sobre todo Yggdrasil, incluido Asgard?

-Así que eso era-Gruñó toscamente el de tés azul-Me entretiene ver cuando ustedes muestran el verdadero miedo que le tienen al frío.

-No te equivoques, Laufey-Contratacó Odín-Este no es otro tema del cual puedes mofarte.

El Jotun carraspeó cortamente, reclinándose en su trono y repicando sus dedos contra el brazo del asiento-No...al menos no desde mis días-Afirmó con rudeza-Hace 1.500 años nos privaste de nuestro mayor poder...pero incluso el Ataúd de los Antiguos Inviernos, solo alcanzó la potencia suficiente como para avasallar Midgard-Agregó con arraigada aversión-Aunque me siento halagado, lamentablemente no he sido yo.

-¿Tengo tu palabra?

-Padre de todo, si tuviese el poder para traer tormento y dolor a todo Yggdrasil, lo primero que haría es ir hasta tus puertas; congelar, triturar, masacrar tu hogar y todo lo que aprecias hasta sus raíces...de eso tienes mi palabra.

-Lo creas o no...nunca fue mí querer que las cosas terminaran así entre Jotunheim y Asgard. Tú más que nadie, sabes que no me dejaste otra opción.

-No...tu raza siempre nos aborreció. Somos enemigos naturales desde las épocas de Ymir y Audumla-Espetó Laufey-Desde la misma creación se creyeron superiores a nosotros¡. Ustedes decidieron olvidar que todo lo que ven y tocan, se originó gracias al hielo!. Tú y yo estamos destinados a detestarnos desde antes de nacer!-Las palabras surgían con ira verdadera, más allá de cualquier farsa-No existe otro ser vivo en el universo, que desee aplastar tu asqueroso cráneo tanto como yo lo hago¡.

-El odio te consumió, Laufey-Replicó Odín con una serenidad que solo avivaba la furia en el gigante-Toda la muerte que vez a tu alrededor fue tu obra, no de nuestros ancestros...tuvimos la oportunidad de cambiar el rumbo de las cosas, pero fuiste tu quien tomó la decisión equivocada.

-Tomé mi oportunidad y perdí; lo menos que podría hacer un genocida como tú, es aceptar la repugnancia que sientes hacia mi raza, tal y como yo lo hago¡.

-Y es por eso que fuiste derrotado...por creer que obraba guiado por la venganza, y no por mi responsabilidad y compromiso como protector de Yggdrasil.

-Cuan fácil debe ser para ti, justificar el asesinato a miles "Porque era tu responsabilidad".

-Adiós, Laufey.

Odín suspiró, no dispuesto a compartir sus inseguridades con un monstruo sanguinario como él, especialmente cuando sabía que su primogénito le observaba atento.

-Eso, vuelve a tu reino-Bramó el Jotun-Arropa a tu pequeña princesa, abraza a tu suave esposa y cobija cada rincón de Asgard-El Jotun arrastraba cada palabra con la entonación más sarcástico y asqueada, que su gruesa voz le permitía-Solo un recordatorio, padre de todo: El frío en las dosis adecuadas, puede matar al más fuerte de los dioses.

Sus miradas se cruzaron una última vez, interrumpidas cuando el intenso haz multicolor, rodeó al Asgardiano y lo trasportó de vuelta a su lugar de origen.

-Uno como tú.

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