Para comenzar a leer este capítulo es IMPORTANTE que lo hagan con la canción "Perfect" de Ed Sheeran. Bienvenidas al capítulo 27.

Oh... y antes que nada, este capítulo contiene escenas que pueden dañar la susceptibilidad de nuestros lectores, se recomienda discreción.
(También se recomienda tener 50 rollos de pañuelos) Disfrútenlo mientras puedan.
CAPÍTULO 27

Junto con Ruggero, decidimos llevar a Luna a casa, pues era tarde y la fiesta era para adultos.

Tal vez fue la peor decisión que pude tomar, tal vez debí haberme quedado junto a Luna, aunque después de todo, parecería una aburrida, y Nicolás no me lo hubiera perdonado.

—Bueno, entonces llegó el momento de disfrutar —menciona Ruggero mientras entramos a el club donde sería la fiesta.

—Si, pero antes debo ir al baño —digo caminando, pero noto que Ruggero me sigue— Ehhh... Ruggero, voy al baño pero sola.

—Claro —se rasca el cuello— Si, lo entiendo—hace unas señas raras con sus manos— Yo en realidad voy hacia allá, solo que me confundí y sabes que... Sigue tu camino, nos vemos adentro.

Lo ignoro y continuo hacia al baño.

Muy bien. Está noche, será tranquila. Me repito una y otra vez. Respiro un poco y retoco mi maquillaje.

Al salir a la pista de baile, comienza a sonar "perfect" de Ed Sheeran. Podría considerarla mi canción favorita del momento. Podría considerar la idea de que por primera vez en mi vida encontrará una persona perfecta, que mereciera esta canción tan perfecta.

Las luces en la pista se ponen en un tono azul oscuro, y todos comienzan a bailar lento.

Camino entre la gente tratando de encontrar una mesa, o una silla en la cual sentarme pero no es así. Me choco con el pecho de una persona, y me abraza, no sé quién es, pero siento su respiración cerca, me abraza más fuerte y en ese momento me di cuenta.

Me di cuenta que lo que había pasado durante los últimos 7 años de mi vida, eran reales.

Y que algunas veces, estás destinada para ciertas personas, y que otras veces ellas lo están para ti.

Supe que era Ruggero en cuanto tomo mi cintura y seguimos el ritmo de la música. En ese momento solo éramos el y yo. El y yo bailando en medio de un montón de personas que no nos conocían, que no conocían nuestra historia, y es que a veces solo me preguntaba si lo nuestro era destino, o una simple casualidad.

Olvide a Fernando. Olvide a Luna. A Candelaria. A Nicolás. Olvide a todos en el mundo, y simplemente deje que sus brazos me protegieran.

Tal vez había sido un poco estupida al negarme a la situación con el, pero sentía que las cosas tomaban sentido.

Que por primera vez en mi vida (o tal vez segunda) admitía que quería estar con Ruggero, y que lo consideraba el amor de mi vida.

Tenía miedo de que todo acabara, tenia miedo de que despertara y todo fuera un sueño, tenía tanto miedo, que para ser feliz, simplemente disfruté el momento.

No sabría que sucedería al siguiente día, a la siguiente semana, e incluso el siguiente año. Solo quería recordar este momento por el resto de mi vida.

—Necesito que salgamos de aquí —sujeta mi mano fuerte y me saca de el salón de baile, llevándome al frío, a una noche llena de estrellas.

—¿Sucedió algo? —preguntó soltando su mano.

—Tal vez no sea el momento adecuado, pero hay tantas cosas que quiero decirte, Karol.

—Y yo quiero escucharlas —lo miro y le sonrió un poco, extrañaba tanto hacer esto.

—Ha sido un año loco... No sabía que volvería a verte, no sabía que volvería a ver esa sonrisa hermosa... —suspira— Todo esto es muy cursi para mi.

—Quiero que quede algo claro entre nosotros —digo caminando hacia el sendero de la calle.

—Ya lo se —me sigue—. Sé que solo somos amigos Karol —me agarra de el brazo y me gira— Pero yo nunca he podido verte como una amiga, eres más que eso para mi —siento cómo se tensiona—. No sabes las ganas que tengo de besarte, de hacerte mía, de gritarle al mundo entero de que eres solo mía, de alejarte de ese puto de Fernando, de llevarte a las estrellas y bajártelas si quieres, de que compartas conmigo, de irnos a otro país y formar una vida juntos, de que seas la mamá postiza de Luna, de que por favor... Seas el amor de mi vida.

—Ruggero... —la expresión en mi rostro cambia, me siento mal. Pero no se la razón.

—No Karol, cállate —se enoja— Todo este tiempo has hablado de ti, de lo estupido que fui y lo mucho que te hice sufrir, pero sabes realmente ¿Cuánto sufrí yo?. No es justo para alguien que te ama, odio verte en mi departamento, y tener que saber que no puedo tocarte, o decirte las cosas que quiero decir, porque tienes a otro, otro que te espera al llegar a tu casa. No sabes cuánto me enoja pensar que el tuvo la posibilidad de hacer lo que yo no hice, hacerte feliz.

—No es así, el simplemente me curo... Me quiso... Me dio a entender que yo valía la pena —entiendo su enojo, pero no es forma de tratarme así.

—Yo pude haber hecho todo eso por ti, y fui un idiota, un cínico, tenía el mundo por delante junto a ti y solo... te deje ir —se da la vuelta y camina dándome la espalda— Ojalá algún día puedas perdonarme.

Sigue caminando, y trato de decir alguna palabra pero no puedo, de mi boca no sale nada, ni siquiera puedo tener una expresión concreta. Pero entonces, él se gira y camina rápido hacia mi, noto su enojo, su malicia, noto que algo va a salir mal.

Pero en realidad salió mejor de lo que esperaba.

Sujeta mi cuello y acerca su cara a la mia. Y entonces nos besamos.

¿Recuerdan que prometí no volver a hacerlo? Bueno, me encanta romper las promesas, y más si es con el caballero Ruggero Pasquarelli.

Me besa tan fuertemente, que siento mi corazón acelerarse más de lo normal. Sujeta mis piernas y sube mi vestido.

—Espera, espera... —digo apartándolo de mi.

—¡¿ES EN SERIO?! PRIMERO ME CALIENTAS DE ESTA MANERA Y LUEGO ME DETIENES, ¡¿EN SERIO KAROL?!

—Solo quería decirte que no podemos hacerlo aquí.

—Si lo hicimos en un ascensor —menciona mientras se desapunta los botones de su camisa— ¿Por qué no podemos hacerlo aquí?

Vuelve a besarme, pero esta vez, vamos hacia su camioneta, el momento se vuelve cada vez más intenso. Abre la puerta de el automóvil y entro allí desesperadamente.

—Cuanto te extrañe, Karol Sevilla.

Siento su piel tocar la mía, y me siento en una película de amor y acción, algo así como Titanic, e incluso mejor...

Me quita el vestido, o mejor dicho... Me lo arranca desenfrenadamente.

Entonces, es una señal, abro mis piernas para darle camino a una noche llena de lujuria y pasión.

En la cama, en el carro, en el ascensor... No importa donde sea, lo que importa es la intención.

Ruggero sujeta mis piernas y presiona con fuerza, haciendo que mis caderas comiencen a hacer un movimiento.

El sexo es una de las cosas más naturales en el mundo, y odio que le pongan tanto tabú. Son necesidades fisiológicas, como ir al baño e incluso comer. Pero si podemos comer alimentos, ¿por qué mejor no nos comemos a nosotros mismos?

—Te amo —grito Ruggero—, en serio te amo. En serio —sujeta mis manos— Amo que seas mía. Y siempre lo serás.

El movimiento se hace cada vez más intenso y fuerte. Y aunque esta vez fue muy diferente a la primera, siento la misma pasión. Observó la expresión de Ruggero, y veo como lo disfruta de la misma manera que yo lo estoy haciendo. Hasta que llega un punto en el que todo explota, y ambos, hemos llegado al orgasmo.

(...)

No podía creer lo que acababa de pasar hace menos de una hora. Entre al baño a peinarme y vestirme.

Ojalá no hubiera aceptado venir a la fiesta, ojalá solo hubiera ido a la boda.

Pero debía admitir que había pasado una de las mejores noches de mi vida.

Querida Karol, si tan solo supieras que con el fuego no se debe jugar, porque es obvio que te vas a quemar.

(...)

No se olviden seguirnos en twitter en @ruggarolotp y cuéntenos con el HT #OLS2 que piensan acerca del capitulo y si tienen alguna duda preguntarnos. Estaremos leyendo todos sus comentarios.

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FF💕