Capítulo 11;

Hoy será un gran día, un nuevo día.

Luego de haber visto a Ruggero en la cafetería, trato de decirme algo pero lo interrumpí, y le recordé, que no quería volver a molestarlo y que aquello era una promesa. Por suerte, no había escuchado lo último que le había dicho, o eso creo.

—Te extraño mucho hermosa.

—Yo también —sonreí, me sentía estúpida sonriéndole a la nada, pero no había nada mejor que saber que al otro lado del teléfono el también estaría haciendo lo mismo—, amo hablar contigo.

—Mira —rió— llevamos hablando casi 2 horas.

—Sí, y creo que ya es momento de irme, no tarda en llegar Nicolas y debemos ir a lo de su sesión fotográfica.

—¡Genial! ¿Cómo se llama la empresa? —sabia que si le decía el nombre a Fernando de la empresa probablemente buscaría el gerente y sabría que Ruggero está cerca mio... Los celos acabarían con el.

—¿Puedes creer que no lo sé? Aunque el Jefe es super mala onda.

—Bueno, linda. Te dejo. Y te amo.

—Yo más, bye —colgué.

Lleve una de mis manos a mis labios, no podía dejar de pensar en la sensación del momento en que Ruggero me besó... Sólo, era inevitable.

(...)

—Listo aquí vamos otra vez, de vuelta a la compañía de tu ex.

—Cállate Nicolas, alguien te escuchará y podríamos meternos en problemas —suspiré—, anda que Ruggero debe estar esperándote.

El asintió y entro por la puerta de cristal. Mientras yo, pensaba en que hacer. No quería cruzarme con la cafetería, solo quería respirar un poco de aire libre, así que decidí salir a el parque que había cerca de la compañía. Que para ser sincera, parece que era parte de la empresa también.

"Cuenta la leyenda que del cielo cayo un papel, destinado a cambiar la vida de muchas personas. Venía atado a unas cuantas instrucciones que indicaban la creación de un avión, un avión hecho de papel... Atado a un montón de sentimientos, que se los llevo el viento, y los destrozo en la marea.
Pero ese no es el final de la historia, al pasar los años, los trozos de de papel no fueron unidos, pero ayudaron a crear un nuevo avión de papel, una nueva canción y una nueva historia.
-Ruggero Pasquarelli.
Gerente Oficial P's Company."

Aquello decía una lápida muy bonita a la entrada del parque...

No entiendo por qué todo debía recordarme a Ruggero. Detestaba que eso sucediera. Solo una semana más, y estaría de vuelta a Nueva York con mi novio. Pero lo que no sabia, es que esa semana más, podría convertirse en meses e incluso... Años.

(...)

Estuve cantando durante la mañana en aquel parque, pocas personas se acercaban a el, y no entendía el porqué.

—¡Karol! Aquí estabas, te estuve buscando por todo el edificio.

—Hola, lo siento —gire a verla para abrazarla—, este lugar es  muy agradable y decidí pasar tiempo aquí —la pequeña asiente.

—Tengo algo para darte —dice sacando de su pequeña maleta un papel— pronto será mi cumpleaños, y quiero que vayas.

—Luna... Qué lindo de tu parte pero... En una semana viajaré nuevamente a casa —digo recibiendo la invitación.

La nena coloca una triste mirada.

—Yo quería verte allí, Karol... Por favor, solo quédate unos días más, por mi, ¿si?

—Está bien —reí— pero no prometo nada.

—¡Luna! —escuchamos a alguien a lo lejos llamarla, era Candelaria— ¡Que te dije! —dice enojada— Que no te alejaras, ¿verdad? La puta madre, cuantas veces tengo que decírtelo.

Luna se ve tan asustada.

—No la trates asi, solo estaba hablando conmigo...

—Vos no te metas, pedazo de vagabunda.

—¿Disculpa? —digo levantándome del asiento— La nena solo quería hablar con alguien, ya que se ve que tú eres una mala madre.

—Vos no sos nadie para decirme si soy o no soy una buena madre —veo como toma a Luna de su brazito y la empuja para que salga— Andate a la camioneta que ya nos vamos —le dice a la pequeña, ella simplemente asiente y sale corriendo— No te vuelvas a meter conmigo, Karol.

—Estas loca, como la vas a tratar así... Solo tiene 5 años.

—Yo trato a mi hija como se me cante el orto.

—Tu tratas a cualquiera así —digo tomando mi bolso y caminando hacia la salida.

Camine lo más rápido posible sin siquiera voltear a ver si Candelaria me seguía o no, gire la mirada hacia la camioneta y allí estaba Luna, con la cabeza agachada y sus manos sobre sus piernas.

Cuanto detesto la gente que es capaz de maltratar a un niño, y mas cuando no tiene la culpa.

—Para dónde vas tan rápido —me golpeó con alguien y mi mirada sube hasta sus ojos.

—No te importa —lo esquivo pero el me detiene con su brazo.

—No —me sonríe sarcasticamente—. Si me importa.

—No —digo tratando de empujarlo pero el me detiene— No te importa. Ya te dije que no te volvería a molestar mas.

—Tu novio te busca, linda —me guiña el ojo.

Hago una mueca y ruedo los ojos — No me llames así, Ruggero.

—Está bien, como digas, LINDA —dice dándome espacio para pasar y pronunciando la ultima palabra con una tonada más fuerte.

(...)

—Tranquila, ya pronto te libraras de el —dice Nicolas.

—Lo sé, pero me estresa verlo —coloco mi cabeza sobre sus piernas y el comienza a acariciarme la cabeza.

—Entonces no vayas, te lo he dicho un montón de veces.

—Es que no voy por el Nicolas —digo tomando un montón de pasabocas en mis manos—, voy por Luna.

—¿Luna es la hija que no es hija de el pero el considera hija?

—Sí —rió—, es una nena tan linda. Es tan dulce, tan tierna, que me dan ganas de tener una hija así. Pero Candelaria a veces es tan cruel con ella... Parece como si...

—¿Cómo si no la quisiera? —añade— Mira mi amor... Solo te diré que no te encariñes de la pequeña, porque luego será difícil dejarla.

Asiento— Me invito a sus cumpleaños —digo levantándome, y tomando mi bolso para buscar el papel— Mira —tomo la invitación y la abro, y allí... Me encuentro una rosa, la invitación era una rosa de muchos colores... Azul, amarillo, rojo, verde, morado, rosado...

—¿Qué pasa? —dice mirándome Nicolas.

—Nada... Solo se me hace extraña la forma de la invitación.

—Solo es una rosa —dice y asiento. Pero todo va más allá de una simple rosa.

Ruggero tiene que ver tanto con esto, primero me da dos rosas de papel en donde ¡Ninguna tiene nada escrito! Y luego... esto. ¿Hasta donde quiere llegar?

—Che, pero la fiesta es luego de que nos vayamos.

—Sí, pero siento que debería acompañar a Luna... —Nicolas rueda los ojos y continúa pasando los canales del televisor.

Me quedé observando la rosa por unos segundos, era una invitación bonita. Y acompañaría a Luna a sus 6 años.

Pero lo que no sabia es que  aunque fuera la primera vez que pasaría un cumpleaños junto a ella, también podría ser la última... Porque luego volvería a casa.

...

¡Hola amorsitooos! ¿Como van?

Espero que súper súper bien, bueno ¡tenemos nuevo capitulo!

Sólo diré que no se confíen mucho en lo aburrido o en lo tranquilo que está todo.

Somos malas, me meo 😂😂😂

Ya el martes salimos a vacaciones por acá. Entonces se vienen muchos caps más😱

SPOILER: van a sufrir mucho mucho.

¡Los amamos muchooo! Besos 💕

-ff