💌 ɪ ɴ ᴛ ᴇ ʀ ʟ ᴜ ᴅ ɪ ᴏ 💌

Dentro de un mes sus pequeños parecían mucho más activos que antes, por supuesto que también sus llantos también parecían haber sido entrenados para llamar fácilmente la atención. Como ese día donde JungWon se comportaba rebelde y evitaba tomar su biberón mientras que los otros dos lo escuchaban llorar y poco a poco también aumentaba en ellos su ansiedad.

—Carajo —murmuró al alfa tallándose el rostro y dejó al menor en la cama viéndolo moverse de inmediato y su esposo entrando con varias libretas, lápices y una goma de borrar casi cayéndose. JiMin había decidido trabajar nuevamente porque era demasiado cansado ser solamente un padre encargado de tres bebés al mismo tiempo, el alfa los cuidaba en sus tiempos libres aunque la mayoría de las veces los hacía dormir para acostarse durante un rato también.

—Está bien, yo me haré cargo —besó la frente del alfa dejando todo sobre el escritorio en la habitación y tomando al castañito que ya estaba pateando las almohadas a su alrededor.

YoonGi se sentó en la orilla suspirando cansado y llamando la atención de su esposo que se acercó a él sosteniendo a su hijo con un solo brazo y el otro acariciándole el cabello bajando hasta sus mejillas donde pasaba sus dedos anonadado por el amor que sentía al ver a su pareja siendo tan vulnerable ante él sin temor a exponer su orgullo y dejarlo de lado. YoonGi siempre había sido muy liberal, nunca le importo que JiMin lo llenará de su aroma cuando se suponía que debía ser al revés, se enorgulleció de llevar su marca y le dejaba tomar las riendas de la relación y en la cama también.

Supuso al principio que todo aquello se debía a la buena crianza de sus madres siendo ambas mujeres ejemplares y dedicadas tanto a sus empleos como sus familias sin desatender ninguna de sus obligaciones.

—Lo siento si te he cargado demasiado, debes estar cansado del trabajo —YoonGi negó y se levantó para tomarlo de la cintura suavemente con su hijo entre ellos cayendo dormido en cuanto sus aromas se mezclaron y lo rodearon.

—La obligación no es solo tuya, además es mi deber como padre aportar a la casa y nuestros gastos —junto sus narices moviendo de manera lenta a los lados ambos sonrientes y tranquilos con su cercanía. El omega se acercó a sus labios y el alfa le cedió el control del beso, dejándose llevar por el movimiento iniciado por JiMin, el alfa sonrió pasando sus manos a los glúteos de su esposo que de inmediato soltó una carcajada alejándose y caminando a la cuna donde puso al bebé junto a los demás.

De inmediato regreso para pasar sus brazos sobre el cuello y hombros del alfa acercándose para besar los escasos lunares en su rostro, adicto a su contacto y las caricias que iba dejando como un camino grabado en su cuerpo. Cuando los dedos del alfa se pasaron sobre su vientre cerró los ojos con fuerza porque se sentía extraño ser tocado sobre la cicatriz que comenzaba a ser inexistente por el tratamiento que comenzó para que desapareciera la marca.

—Si haremos algo que sea en la otra habitación, no quiero que los bebés tengan que oír algo innecesario.

El alfa asintió poniendo sus manos en la cadera de JiMin y mientras él daba un saltito para aferrarse a él su esposo beso con vehemencia su cuello de manera perezosa, cepillando su piel con la carnosidad de sus labios recorriendo cada fibra sensible de esa zona que lo estremecía mientras caminaba afuera de la habitación donde sus pequeños ya dormían profundamente.

El omega ni siquiera espero para estar en la habitación cuando ya se había quitado la camisa lila que llevaba, había desordenado su cabello y desde sus mejillas a sus orejas estaba sonrojado tomando su cabello negro con sus dedos e ir tomando su boca con más ansias que antes al sentir que de su entrada se comenzaba a escurrir por sus piernas y glúteos el lubricante.

YoonGi no lo acostó inmediatamente sobre la cama, sino que estando aún de pie metió sus manos en la ropa de JiMin y tocó directamente a su entrada mojada, empapó sus dedos y viendo el semblante de JiMin introdujo un dedo que hizo al omega gemir bajito sobre la unión de su cuello donde la vieba marca que llevaba su alfa ya debía ser renovada.

—Gi... —suspiró atontado cuando ya no era un dedo sino tres los que se movían en sus paredes e intentaban llegar más profundo otorgando más placer.

Su esposo parecía un poco ansioso por los rápidos movimientos de su mano, se removía sin parar de gemir su nombre en un anhelo insaciable por sentirse en la cúspide de un delicioso placer. YoonGi sabía cómo estimular su cuerpo, conocía los lugares que le gustaban para ser tomado por él, las zonas donde su placer siempre se incrementaba de golpe y lo hacían terminar tocando el cielo con la punta de sus dedos mientras su cuerpo era consumido por un calor infernal que se volvía adicto.

—Ya... ya —pidió con su voz rota y sus ojos cerrados con las pestañas húmedas, las pecas de su rostro resaltando por el color rojizo que se extendía y el cabello rubio dándole una gloriosa imagen de JiMin expresando su placer acompañado del sonido melodioso de su voz llenando los rincones de la habitación donde sus calores se unían junto a sus aromas en una mezcla exquisita de sexo y amor casi inexplicable, así que lo dejo sobre la cama ubicando su cuerpo en el centro de las mantas calientes.

YoonGi no quiso esperar mucho más luego de ver a su omega rogando cuando él realmente no lo hacía constantemente a menos que realmente deseara sentir que lo iba llenando. Su pantalón de pijama desapareció terminando de arrancar el shot que JiMin usaba para estar en casa y lo arrojó a las orillas de la cama dejando un camino de ropas que demostraban lo que pudo haber ocurrido dentro de esas cuatro paredes que los acogían.

Y aunque ambos fueran adultos responsables que se hacían exámenes de salud y asegurarse que estaban limpios, con JiMin tomando anticonceptivos y el alfa agendando una futura cita para una vasectomía permanente ninguno quería más hijos, estaban totalmente seguros de no necesitar más infantes corriendo en su casa, por eso siempre eran precavidos y YoonGi se aseguro de mantener los condones en un lugar adecuado y revisando antes que la fecha no hubiera expirado o que pudiera estar roto por alguna razón.

La respiración de JiMin se lograba ver errática gracias al movimiento de su pecho en un constante sube y baja marcando un ritmo irregular, de sus piernas seguía sintiendo la humedad del lubricante que se extendió por los dedos del alfa y su cuerpo rogando por tener la intimidad que deseaba con su esposo buscando deshacerse del calor de la excitación con la libertad de su orgasmo manchando las sábanas.

Tomando las piernas de JiMin el alfa se adentró en él con calma, disfrutando de la sensación de tener intimidad con su pareja luego de un tiempo, viendo con dedicación las expresiones de JiMin para descifrar lo que sentía o lo que consumía a su cuerpo mientras él se aseguraba de mantener las piernas de su esposo separadas cuando por instinto buscaba cerrarlas con él preso entre ellas.

Llegando a la base de su miembro YoonGi puso una pierna de JiMin en sus hombros y se inclinó sonriendo por la grata sorpresa de su esposo reflejada en cada parte de su rostro abriendo su boca para gemir y jadear en una combinación excitante que lo dejo sin aire y le provocó clavar sus uñas en la espalda ancha de su esposo que estaba casi encima de él moviendo sus caderas sin que nada de su pene saliera de él para mantenerlo en un limbo de sorpresa y placer.

Se apresuró en dar inicio a sus embestidas por las expresiones de JiMin y su pequeña mano viajando a su vientre bajo tocando suave ahí gimiendo porque le encantaba ser tocado en esa zona cuando YoonGi lo penetraba. El alfa entendió su pedido silencioso y su mano libre se posó sobre la suya para presionar con su pene resbalando entre sus paredes con una facilidad insana y abrumadoramente deliciosa. La espalda de JiMin era un leve arco que guiaba el pene en su interior a tocar su próstata, su boca rojiza abierta sin detener sus gemidos; el alfa lucía extasiado con sus expresiones y mientras iba sintiendo que JiMin lo encerraba en su interior por el orgasmo que le manchó el vientre echó su cabeza hacia atrás moviéndose más rápido escuchando ese sonido de pieles húmedas chocando.

Sus manos temblaron cuando su orgasmo de libero dentro del látex, su torso marcándose por la irregularidad de su respiración mientras se acercaba y jadeaba entre la unión del cuello de su esposo que seguía buscando descanso luego de su abrumador orgasmo, temblaba bajo su cuerpo y lo sentía claramente.

JiMin por su parte se sintió satisfecho al oír los gemidos bajitos que seguían saliendo de vez en cuando de la boca de su esposo acompañado de sus jadeos húmedos que mojaban su piel con los dedos del alfa marcados en cada rincón de su cuerpo.

—Podemos dormir mientras los bebés descansan, ¿está bien? —Preguntó el alfa sin salir de su cuello aspirando perezoso su aroma y rozando sus labios a lo largo mientras cerraba los ojos con cansancio.

—Luego me encargaré de preparar la cena, tú lavarás las sábanas —se río abrazando la espalda de su esposo y sintiendo que al alfa manejaba su cuerpo hasta dejar una orilla del edredón libre para ponerlo sobre sus cuerpos con JiMin buscando refugio en su pecho con sus manos pasándose a su espalda y aferrarse a él con su esposo tomando con posesión su cintura y su mentón encima de su cabeza embelesado por su aroma impregnado.

Como vieron ya comenzó el segundo arco en la historia, ahora empezaré con lo más importante que es darle desarrollo a la familia de los chicos.

¿Parte favorita?

Los amo bebés. 💜

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