━━「  12. No sabes lo que es amar  」━━
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—¿Qué estás queriendo decir? —Peter preguntó con preocupación. 

—El mundo me conocerá como L'architecte, mi amado —reveló la mutante —, en francés sonaba mejor que "La arquitecta", ¿no crees? 

Peter no dijo nada, solo miraba atentamente a cada uno de los movimientos de su vecina. 

—Ahora puedo armar, puedo crear materia para construir todas las ilusiones que yo quiera… aún eso implique nuestro amor —explicó la chica. 

—Cielle, la materia no se crea —intervino Peter, ahora el se acercaba —, tampoco se destruye. 

—Lo sé, siempre lo han dicho, ¡pero yo he venido a romper esa ley, ya verás! 

El inesperado alzar de voz de la chica sobresaltó a Peter, sin embargo se recompuso de inmediato. 

Cielle comenzó a levantar sus brazos, sus ojos se volvieron negros a la vez que toda su piel se agrietaba dejando salir una especie de humo negro desde su interior. La tierra a su alrededor se movió y el pavimento se alzó con ella encima. 

Spiderman no sabía que estaba pasando, se sorprendió de lo que sus ojos veían y solo atinó a lanzar una red para atrapar a la chica, pero esto solo provocó que la ilusión se entrecortara y desapareciera. 

—No otra vez, por favor —rogó Peter en voz baja y comenzó a mirar a todos lados en busca de la rubia, de verdad odiaba las ilusiones, Mysterio le había dejado un gran trauma con ello. 

—¡Demonios, Pete! Arruinaste mi performance —la voz de Cielle lo sobresaltó, ella se encontraba a dos metros de él sentada en el capó de un auto mirando. 

Peter rápidamente reaccionó a lanzarle otra de sus telarañas, pero la mutante usó de sus ilusiones de energía para desviarla. 

—Peter —la chica le habló con la voz como si estuviera al borde del llanto —. ¿Por qué no quieres que construya nuestro imperio? Yo te lo mostré y te lo prometí, ¡¿Por qué no me dejas cumplir mi promesa?! 

Saltó del destrozado automóvil y se acercó con rapidez. Con sus brazos lanzó dos redes para arrancar dos puertas de los vehículos abandonados y lanzarlas a Cielle, pero cuando estas colisionaron, ella ya se había desvanecido. 

—Yo te amo, Peter —confesó la rubia atrás de él, provocando que se sobresalte. 

—No sabes lo que es amar —Peter le encaró. 

—Haré que te des cuenta de cuanto me amas, amor. 

La mutante se desvaneció nuevamente, la ira en su interior era más fuerte que nada en esos momentos. No entendía cómo es que Peter Parker podía seguir negando su enamoramiento, estaban hechos el uno para el otro y él insistía en negárselo en la cara una y otra vez. Estaba hastiada. 

La rubia se encontraba al otro lado de la calle, Peter estaba desconcertado nuevamente mirando a todos lados en su búsqueda, pero con su poder tenía una pared que la mantenía oculta. Cielle podía elegir si sus poderes serían simples ilusiones o si podían hacerse de energía palpable, o lo que estaba apunto de hacer. 

Salió de su escondite y con una ilusión de energía, empezó a lanzarle cuchillos al hombre araña, el primero le rozó una de sus piernas generando un corte y los demás comenzó a esquivarlos. Cielle se desdobló dejando a una ilusión de ella que fuera a pelear con Peter mientras que la verdadera rubia trataba de concentrarse. Aún le costaba crear materia, requería de mucha concentración y fuerza, pero no importaba. Haría lo que fuera necesario por amor. Por su Peter. 

Cielle cerró sus ojos buscando canalizar todo su poder en una idea, construir su imperio, si bien Peter no quería cooperar, no lo necesitaba, ella tenía el poder para hacerlo y luego él volvería a suplicarle su amor de rodillas. 

Toda ilusión que antes estaba generando desapareció, ahora solo estaba ella y spiderman en el campo de batalla, pero él aún no la encontraba y eso le daba ventaja. 

Sintió como si cada uno de sus huesos se acomodaran nuevamente en su interior, como si algo oscuro se removiera dentro de ella llenándola de poder y poseyéndola, y al igual que en su ilusión, sus ojos se tornaron negros y sombríos, la piel de su cuerpo se requebrajó mostrando como la oscuridad misma fluía en su interior y quería acabar con toda la mortalidad de su cuerpo. 

Pero no estaba poseída, ninguna fuerza maligna recorría su ser interno. Solo era ella colapsando al uso de su propio poder. 

El viento comenzó a arremolinarse a su alrededor como un huracán, los portales que fluían por sus venas comenzaron a exteriorizarse y manchas negras a su alrededor comenzaron a crecer, saliendo de sus mismas grietas. La misma energía que se aglomeraba a su alrededor y la fuerza de su poder comenzaron a elevarla.

Peter miraba horrorizado la escena y la verdad no se le ocurría alguna forma de detenerla. No tenía idea de lo que la rubia estaba haciendo, pero estaba abriendo una especie de portal oscuro. 

—Mierda —fue lo único que el adolescente atinó a decir. En ese mismo instante precisaba de la ayuda de Doctor Strange, pero no tenía idea de como contactar con él. 

No sabía qué hacer cuando unos carros de fuerzas especiales comenzaron a aparecer en el lugar, podría jurar que eran de SHIELD si es que aún existiera. Pero si algo aprendió de los mutantes con Cielle es que estos eran capturados por agentes especiales y por la televisión sabía que estos eran llamados "centinelas". Ellos demonizaban a los mutantes y decían que no podían vivir entre nosotros,si bien Peter no estaba de acuerdo con que las personas con poderes fueran privadas de su libertad solo por ser mutantes, Cielle tenía un problema más allá de su mutación, algo psicológico que no la dejaba pensar con claridad. No estaba de acuerdo con el servicio centinela, pero quizás era un mal necesario que debía correr esta vez, por el bien de todos.

—Mírame, Peter —la rubia habló como si dos voces hablaran a la vez, una potente y una rasposa al unísono —, mira como voy a construir nuestro imperio, todos serán testigos de nuestro amor. 

Hombre armados comenzaron a bajar de las camionetas llevando diferentes utensilios para combatir con la mutante que flotaba frente a ellos, tenían lo necesario para bloquear su poder, sin embargo necesitaban que estuviera en tierra si querían colocarle el collar que inhibe los poderes de los mutantes. 

—¡Atrás, payaso! —uno de los sujetos le gritó a Spiderman —. Déjale el trabajo a los profesionales. 

—Temo decir que ella tiene poderes y yo también, ustedes están en desventaja —soltó el chico araña. 

Varios de los sujetos uniformados apuntaron sus armas a Peter y este solo alzó los brazos. 

—¡Eso no está bien! —se quejó el chico y con sus telaraña arrancó todas las armas de los sujetos de un tirón —. Cuidado, podrían lastimar a alguien. 

Lanzó las armas al otro lado de la calle, en lo posible, quería que nadie saliera lastimado o muerto, ni siquiera Cielle. No estaba entre sus planes matar gente, él solo capturaba a los malos para que la justicia se hiciera cargo y en este caso, la rubia necesitaba ayuda psiquiátrica. 

—Si me permiten, me llevaré esto —a uno de los sujetos le quitó el collar que bloquea los poderes y a todos decidió atarlos con sus telarañas. No dejaría que ellos se arriesgaran, la chica era más poderosa de lo que pensaba.

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