━━「  06. No puedes negarlo  」━━
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Cielle se fue tranquila luego de su declaración, vio como Peter se había puesto colorado antes de marcharse de su habitación y no pudo evitar reír internamente. Aquella sensación dentro de sí le encantaba, amaba que el chico se pusiera nervioso a causa de ella, podía sentir que el chico correspondía sus sentimientos pero era un poco tímido con eso. De ahora en adelante ella daría los pasos. 

Quedaba poco para salir de vacaciones de vísperas navideñas y Cielle se propuso ser la novia de Peter Parker y la compañera de acción de Spider-man antes de que acabara el periodo escolar. Estaban destinados a estar juntos, el destino los había juntado, hizo que ambos terminaran casi de la misma edad, que justo fueran vecinos y que ambos tuvieran poderes. Eran tal para cual. 

Los días pasaron, al principio Peter trató de evitar en lo más posible toparse con Cielle al salir de casa, o trataba de salir antes y volver más tarde de proteger la ciudad. Sin embargo, la chica hallaba la manera de acoplarse a sus deberes. No sabía cómo, pero siempre terminaba allí hablándole de poderes, mutantes y de cómo serían tan buena pareja. Peter comenzaba a perder un poco la paciencia, pero no podía ser maleducado, iba en contra de sus principios. 

Un nuevo día comenzaba, Peter trató de salir un poco más tarde para ir a la escuela, sin embargo ahí se encontraba Cielle también. No lograba sacársela de encima sin decirle las cosas. 

—Hola, Pete —saludó animada. 

—Hey —Peter respondió con desgano. 

Ambos caminaron hasta el ascensor, pero Peter siguió más allá hasta dar con las escaleras, con la esperanza de que la chica no le siguiera por ahí. Pero Cielle no se molestó y solo le siguió. 

—Veo que estás algo distante —mencionó Cielle, pero manteniendo un tono neutral en su voz, esta provocaba que Peter quisiera huir lo más rápido posible de allí. 

—No sé de qué hablas —mintió. 

—Descuida, sé que entre nosotros hay algo, es innegable —la chica sonrió —. No debes huir de tus sentimientos, Pete, no puedes negar lo que hay entre nosotros. El corazón es el que manda. 

Ganas de lanzarse por la ventana más cercana no le faltaron, pero no podía huir, tenía que enfrentar a la chica y decirle que él no compartía el sentimiento. Él amaba a Michelle Jones, su compañera de clases. 

—Cielle… Lo lamento, pero creo que has malinterpretado las cosas —Peter trató de hablar las cosas con la mayor delicadeza posible. Temía la reacción de la chica, especialmente con esos poderes. 

Pero ella solo rió. 

—No seas bobo, no trates de negar lo que ambos sabemos que hay entre nosotros. Nos amamos, Pete y ese amor nada ni nadie puede romperlo —Cielle sin ninguna expresión más que una sonrisa, contestó a Peter. 

—Lo siento, Cielle… 

—Puedes decirme Cece —la rubia interrumpió —. Para navidad me voy de vacaciones a donde mis abuelos paternos, en el campo, en Tennessee —aclaró la chica —. Pero descuida, te mantendré informado de todo, te mandaré una postal incluso y cartas. 

Peter no pudo desear más que llegaran las vacaciones para no tener que ver a la chica, quería que el tiempo pasara rápido hasta entonces y luego que la navidad fuera eterna.

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