━━「  03. Un Imperio para los dos 」━━

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—No… No Esperaba verte por aquí —Peter rió con nerviosismo. 

—Lo sé, vine de sorpresa. 

La chica sonrió ampliamente al chico castaño y se balanceó sobre sus pies con los brazos cruzados tras su espalda. 

Peter solo asintió con la cabeza lentamente, le parecía extraño que la chica estuviera allí esperándolo para contarle algo, solo habían cruzado un par de palabras por las mañanas. Más allá de eso, no sabía nada de ella. 

—Entonces… ¿Vamos a tu habitación? —preguntó la ojiazul. 

—¿A mi habitación? —el chico preguntó confundido y sorprendido por su propuesta. 

Cielle alzó una ceja divertida, su querido amigo actuaba de una forma tan confundida que lo hacía ver muy adorable. No pudo evitar gritar internamente por tanta ternura. 

—Pues sí, tonto, debo contarte algo privado que nadie más conoce —La chica negó con la cabeza divertida, su Peter siempre se perdía cuando una chica le hablaba, o cuando ella le hablaba. 

Por un segundo, a Cielle se le ocurrió que quizás su amigo estaba enamorado de ella y por eso es que actuaba así. Los hombres solían ponerse idiotas ante las chicas que les gustan. Eso la emocionó aún más de lo que estaba antes, pues ella también lo amaba en secreto. Pero aún no podía estar segura y no quería espantantarlo, así que se tomaría su tiempo, recién estaban comenzando a conocerse mejor. 

—Emmm…. —Peter balbuceó y miró a su tía nervioso. 

—Vayan, vayan —insistió la tía May —. Yo iré a preparar algo para almorzar. 

Peter no pudo evitar tragar en seco y con un asentimiento de cabeza, le indicó a Cielle que le siguiera. La chica dio un pequeño salto de emoción en su lugar antes de seguir a su amigo hasta la habitación. 

Podía ver cómo es que Peter actuaba con nerviosismo, sus manos se movían algo torpes tratando de despejar un poco. Pero a Cielle no le importaba el desorden que allí pudiera haber, ella no tenía intención alguna de reclamarle por su orden, ella solo quería contarle sobre sus poderes. 

Cielle cerró la puerta y un silencio invadió el lugar. 

—Tengo habilidades —la rubia soltó de golpe. 

—¿Qué? —Peter preguntó confundido, no sabía a qué tipos de habilidades se refería la chica y ya estaba buscando alguna manera de huir de ahí. 

Cielle rió. 

—Después de los chasquidos —comenzó —, algo en mí se activó y todo a mi alrededor se podía recrear a mi gana. 

Peter abrió los ojos sorprendido. La chica frente a sus ojos había ido a contarle que tenía poderes y él no sabía como reaccionar. 

—¿Cómo lo descubriste? 

—Solo se manifestó cuando estaba en mi habitación hace un tiempo, en un principio pensé que estaba comenzando a tener alucinaciones —explicó la ojiazul —. Pero empecé a controlar las imágenes que se formaban a mi alrededor a mí gana. ¡Eran ilusiones! 

Cielle lucía bastante emocionada contándole sobre sus poderes a Peter, sin embargo este no pudo evitar recordar a Mysterio. Aunque él usaba la tecnología para ello. ¿Era posible que los chasquidos hayan activado habilidades en algunas personas? Era demasiado poder, cualquier cosa se puede haber escapado en el proceso. 

—Entonces… ¿Puedes crear ilusiones? —preguntó el arácnido. 

Fue ahí cuando vio a Cielle levantar las manos y con las palmas abiertas, comenzó a mover sus brazos de adelante hacia los lados. Poco a poco la habitación del chico iba desapareciendo y en su lugar un campo montañoso se abría paso, en el fondo había un castillo de arquitectura antigua, construido con ladrillos oscuros. Las enredaderas y el musgo vestían los muros queriendo alcanzar la cima. 

—¿Lo ves? —Cielle preguntó emocionada. 

—¿Qué es? 

—Un imperio, para los dos. 

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