ღ15
👑
Taehyung siempre había sido un gran apoyo dentro de la vida de Jimin, ya que no solo eran mejores amigos, sino que sus lobos siempre habían mantenido una conexión sumamente especial de omegas, en la cual ambos podían apoyarse mutuamente de muchas formas, logrando así que sus lobos no entraran fácilmente en una depresión ante los acontecimientos que tuvieron que vivir ambos.
Por lo que una cosa que siempre se habían prometido al otro, era el mantener la seguridad del contrario asegurada, lograr de alguna forma que la integridad de su mejor amigo se mantuviera intacta, por lo que la vergüenza pública era algo que no buscaban para el otro.
Por ello, Taehyung se encontraba al pendiente del pasillo en donde la alcoba de su mejor amigo se encontraba, custodiando que nadie fuese a andar de curioso a la alcoba. Sabía que nadie de los empleados podía entrar sin la previa autorización del rey, pero de igual forma, sabía que muchos eran sumamente curiosos y no dudaría en ver qué pasa y por qué el olor de Jimin era tan fuerte.
Porque sí, el olor del rey podía sentirse fuera de la habitación.
Llevó, de la que era su habitación en esos momentos, su abanico, dando de forma disimulada aire hasta la ventana, para que el olor se disipara y la gente no comenzara a llamar la atención sobre aquello, en especial porque no era común que el rey dejara su olor de omega fluir.
―Joder, se la está pasando de lo mejor―dijo con algo de burla mientras seguía agitando su abanico en el aire, jadeando cuando sus brazos comenzaron a doler.
No es como si le hiciera mucha ilusión estar frente a la habitación de su mejor amigo cuando sabía que se estaba masturbando, pero definitivamente no dejaría que alguien lo molestara en aquel momento o supiera lo que estaba haciendo.
Además, los rumores en el castillo se expandían más rápido de lo que deberían, aunque en muchas ocasiones Jimin había dejado en claro la importancia de su privacidad.
Ya habían pasado cuarenta minutos desde que dejó a Jimin con el juguete de autocomplacencia, el cual se llamaba Lin, pero que no le diría a su amigo. Sabía que no sería algo tan largo, ya que como omega que él era, sabía que la primera vez era demasiado intenso como para un omega virgen, por lo que no tardaría demasiado.
Aunque el tiempo que llevaba era considerable, pero intuía que había tardado más en convencerse de hacerlo.
Solo esperaría a que su olor disminuya, siendo esto una señal de que estaba o había terminado, para poder entrar y ver si todo había salido bien, cosa que realmente no debía preguntar, ya que era más que obvio que se lo estaba pasando de lo más lindo ahí adentro.
Se había sentado sobre uno de los muebles que se encontraban en el amplio pasillo, dándose un poco de viento mientras contaba los puntitos que decoraban el techo, intentando pasar el tiempo de alguna forma.
Sin embargo, unas manos sobre sus caderas hicieron que brincara del susto, chillando mientras abría los ojos exageradamente, suspirando con tranquilidad cuando pudo ver a su pareja frente a él, quien lo había asustado al verlo tan distraído.
―Hola, cariño ¿Qué haces aquí? ―preguntó Jungkook con una bonita sonrisa, acercándose al menor para poder dejarle un beso en su mejilla.
Taehyung se mordió el labio con una sonrisa, aceptando los pequeños besos que el alfa dejaba en su mejilla, olvidándose por completo de lo que se suponía, estaba ocultando y también lo que implicaba el que su alfa estuviera nuevamente en el castillo.
―Estaba esperando a que...―calló sus palabras cuando recayó en la realidad, abriendo nuevamente sus ojos y viendo a su pareja con algo de pánico―Mierda, ya estás aquí.
Jungkook frunció ligeramente el ceño ante aquellas palabras, mirándolo con una ceja alzada ante la curiosidad. Sabía que su omega estaba ocultando algo, era muy malo para mentir, pero no sabía si debía indagar sobre eso o hacerse el ignorante.
―Sí, estoy aquí...―dijo con algo de duda, viendo cómo el menor sonreía tonto y nervioso, intentando ocultar su nerviosismo― ¿Ocurre algo?
― ¿Yoongi hyung está aquí también? ―preguntó mientras veía por los lados del pasillo, no logrando ver a nadie más, pero manteniéndose al pendiente de su futura llegada.
―Él se quedó hablando con Namjoon hyung, pero dijo que pronto subiría para ver a Jimin ¿Por qué la pregunta, cariño?
Taehyung no sabía si Jimin ya había terminado, realmente lo dudaba, porque su olor era bastante fuerte y poco a poco aumentaba, por lo que quizá estaba culminando en ese mismo momento.
―Y-yo, es solo que, sabes que Jimin está con su celo ¿No? ―Jungkook asintió lentamente. ―Bueno, me comentó que su celo estaba siendo más largo de lo normal, ya más de tres días no es algo que deba suceder, entonces yo pensé que podría encontrar la solución a eso y es que su lado omega no ha sido complacido como debe ser ¿Me entiendes?
Jungkook comenzó a tener sospechas en su cabeza en el momento que sintió el olor de Jimin más fuerte por el pasillo, pero realmente no pensó que fuera algo de ese tipo, ya que de por sí el olor del rey estaba más fuerte por su celo.
― ¿Está con alguien en la habitación? ―preguntó con voz dura, ya que la idea no era algo que le agradara en absoluto, mucho menos al conocer los sentimientos que Yoongi tenía sobre el menor.
―No seas bobo ¿Crees que Jimin haría eso cuando está hasta el culo por Yoongi hyung? ―le entregó un golpe en su hombro al alfa, haciendo que se quejara bajito―Le di a Lin para que pudiera pasar el rato.
Jungkook soltó una pequeña risita al escuchar aquel nombre, ya que claramente sabía quién o mejor dicho qué era Lin. Pero jamás pensó que Jimin se atreviera a experimentar con algo así, ya que era bastante centrado en sus cosas, lo cual definitivamente no era el autocomplacerse.
―No te burles tonto, el caso es que estoy vigilando que nadie venga y si Yoongi hyung sube...
No pudo terminar la oración cuando el mencionado apareció por el pasillo, caminando hacia ambos chicos con una bonita sonrisa, totalmente ignorante a lo que estaba sucediendo en ese lugar.
―Hola, Taehyungie ¿Cómo ha estado Jimin? ―preguntó mientras se acercaba, comenzando a sentir el olor que invadía ese trozo del pasillo.
Taehyung se bajó del mueble de un salto, siendo ayudado por su pareja, acercándose a Yoongi con un poco de nervios.
―Él está bien, hyung. Sabes que no debes preocuparte―sonrió lo más natural posible, sintiendo la mano de su pareja colocarse sobre su hombro.
― ¿Qué ha dicho Namjoon hyung? ―preguntó Jungkook al mayor de forma inesperada, intentando así que la conversación se desviara lo suficiente como para que Yoongi no entrara de golpe a la habitación.
―Dijo que hablaría con Jimin y que haría todo lo posible por ayudarnos, así que nos reuniremos a hablar cuando el celo de...
Justo el momento en el que Yoongi se encontraba hablando, un grito se escuchó desde la habitación del menor, haciendo que todos en la habitación se asustaran y Taehyung chillara aterrado, no por el grito específicamente, sino porque aquello había hecho que Yoongi se asustara y se dirigiera a la habitación.
Taehyung se colocó frente a la puerta con los brazos extendidos, haciendo que Yoongi frunciera el ceño en confusión.
―Taehyung, Jimin acaba de gritar, déjame pasar―el alfa no empujaría a su amigo ni algo similar, pero debía admitir que ese grito lo había puesto de los nervios y no estaría tranquilo hasta saber que Jimin se encontraba bien―Déjame pasar.
―No, hyung. Respeta la privacidad de un omega―dijo con una mueca en el rostro, rehusándose a quitarse de la puerta.
Existía la posibilidad de que el rey estuviera en la cama con las piernas abiertas y Lin en medio de ellas, por lo que definitivamente no dejaría que Yoongi entrara hasta saber que su mejor amigo había terminado y estaba limpio.
O al menos que ya no tuviera un pedazo de plástico en su trasero.
―Pero Taehyung, Jimin gritó y además he estado con él durante todo su celo―Yoongi se cruzó de brazos, sintiendo su pecho picar ante la necesidad de entrar a la habitación, pero no iba a hacerle daño al omega castaño.
Jungkook intentó encontrar algo qué hacer, pero no lograba encontrar algo con lo que ayudar a su novio.
―Yo iré a ver si está bien, espera aquí.
Yoongi avanzó para poder entrar cuando Taehyung abriera la puerta, pero el menor lo notó y detuvo sus movimientos, viendo al menor con el ceño fruncido, enfadado.
―Hyung, no seas intenso, pronto podrás entrar―el castaño colocó sus manos sobre el pecho de Yoongi y comenzó a empujar, no siendo algo muy efectivo, ya que el alfa no se movía en absoluto, pero igualmente intentaba dar lo mejor de sí.
Yoongi miró la puerta de la habitación mientras intentaba ser empujado, haciendo una mueca.
― ¿Hay alguien más en la habitación con Jimin? ―preguntó el pálido con una mueca de tristeza y es que muchas cosas podían concordar con la situación y el que el rey estuviera con alguien más, era algo que podría cuadrarle.
Sin embargo, el golpe en su hombro hizo que dejara de ver la puerta y viera al furioso omega delante de él.
―Oh no, tú entre todos no puedes pensar eso, cuando sabes que Jimin no ha tenido ni un abrazo de más de cinco segundos con otro alfa desde que desapareciste―el menor colocó sus manos sobre sus caderas, en forma de jarra―Ahora te callas y te esperas a que yo te diga que puedes entrar, no me interesa lo que me digas.
Jungkook quiso soltar una carcajada ante la mueca regañada que Yoongi tenía en el rostro, viéndose como un cachorro siendo reprendido por su madre.
―Espera junto al mueble y no quiero que espíes nuestra conversación―Taehyung señaló el mueble en el que anteriormente estaba sentado, suspirando cuando Yoongi le hizo caso sin renegar―Y tú...―señaló a su pareja, quien abrió los ojos en sorpresa y algo de temor―Ve a traerme un postre de frutas que Jin hyung dijo que prepararía para mí, tengo mucha hambre.
Jungkook soltó una risita y asintió, acercándose a su pareja para dejarle un beso en sus labios antes de atender a su orden.
Taehyung dio media vuelta sobre su lugar, sintiéndose orgulloso de su posición y cómo había mandado a callar y a obedecer a un alfa que no fuera su pareja.
Abrió la puerta de la alcoba de Jimin y asomó la cabeza para ver, viendo el desastre de mantas, pero sin el omega sobre ellas. Entró a la habitación y cerró la puerta con seguro detrás de él, encaminándose a la cama para poder cambiar las sábanas y llevarlas a lavar, para que Yoongi no viera aquello.
―Jiminie, estoy cambiando las mantas ¿Estás bien? ―habló un poco fuerte, sabiendo que su amigo se encontraría en el baño.
―E-estoy bien ¿Ya regresaron Yoongi hyung y Jungkook? ―preguntó con voz suave el menor a través de la puerta, haciendo que el castaño sonriera pequeño, ocultando las mantas en una maleta pequeña, para poder llevarla a lavar sin que nadie la viera.
―Sí, pero he hecho que se queden afuera hasta que yo les diga, así que no te preocupes―se acercó a la puerta del baño con la maleta en una mano― ¿Necesitas que te ayude?
Jimin, al otro lado de la puerta, veía sus piernas completamente temblorosas y sentía su cuerpo cansado, sabía que no podría salir de la bañera por su cuenta, por lo que debía aprovechar que su mejor amigo estaba ahí.
―Necesito que me ayudes a salir de la bañera, por favor.
Taehyung dejó la maleta en el suelo y abrió la puerta, sonriendo mientras tomaba la bata del pelinegro para ayudarlo a salir. Colocó la bata sobre su hombro y extendió las manos para que pudiera aferrarse a ellas.
Nada de aquello era nuevo para ellos, tanto Jimin como Taehyung se han apoyado durante sus celos, cuidándose mutuamente y manteniéndose juntos, por lo que no había vergüenza entre ambos omegas. El castaño lo tomó por la cintura después de ayudarlo a salir, ambos caminando hasta la cama para poder vestir a Jimin.
Taehyung sabía que el rey estaría muy cansado, después de todo el celo no es algo precisamente relajante, por lo que lo ayudó a vestirse rápidamente para que pudiera descansar. También ayudó a colocar las mantas nuevas.
―Yoongi se preocupó por el grito que soltaste, tuve que empujarlo para que no pasara―dijo con un poco de mentira, ya que realmente no lo había movido ni un centímetro, pero eso no era relevante.
―Yoongi hyung es precioso, siempre se preocupa por mí―dijo con un puchero mientras cerraba ligeramente los ojos, bastante cansado.
―Tuve que ser duro para que no tirara la puerta, ahora está en una esquina esperando a que yo lo deje pasar―soltó una risa orgullosa, inclinándose sobre la cama para dejarle un beso en la mejilla a su mejor amigo―Descansa, le diré que pase.
El castaño se colgó la pequeña maleta sobre su hombro, apagando la luz de la habitación y manteniendo la linterna de noche encendida. Revisó en la habitación si había algo más que debía llevarse, pero no pudo ver nada. Sentía que algo se le estaba olvidando, pero no lograba recordar qué era aquello, por lo que salió en silencio.
Cuando salió de la habitación sonrió al ver a Yoongi en el lugar que lo había mandado, mirándolo con ojos redondos cuando salió, como si fuera un cachorro pidiendo aprobación.
―Ya puedes entrar, hyung. Pero Jiminie está cansado y probablemente esté dormido ahora―Yoongi asintió y en ese momento llegó Jungkook con el postre de frutas en mano, sonriendo al ver al mayor aún como un niño pequeño.
Taehyung tomó su postre con una mano y con la otra la mano de Jungkook.
― ¿Él está bien? ―preguntó con cautela.
―Que sí, no te preocupes, pasa―rodó los ojos con una sonrisa, tirando de la mano de su novio para poder irse―Nos vemos más tarde, descansen.
Yoongi asintió con una sonrisa y se despidió con la mano de ambos, ajustando su maleta en su torso para poder pasar.
Abrió la puerta y asomó su cabeza por la misma, viendo que todo estaba mayormente oscuro, a excepción de la pequeña lámpara de noche. Las cortinas estaban cerradas, por lo que la luz del exterior no lo molestaba en absoluto.
Realmente veía todo normal, no lograba encontrar algo que estuviera fuera de lugar, por lo que entró, cerrando la puerta detrás de él. Dejó su maleta en el suelo, ya que sacaría la ropa y todo lo que había comprado después y se quitó los zapatos, colocándose las pantuflas para poder andar por la habitación.
No quería molestar a Jimin, por lo que buscó su pijama en los cajones para poder cambiarse en el baño y no hacer ruido, porque estaba realmente dormido y no quería despertarlo. Tomó sus cosas y se acercó ligeramente a la cama para poder verlo, también pensó en que podía tener algo de fiebre por el celo, por lo que colocó una mano sobre la frente del menor, notando que estaba bien, nada cálido.
Incluso aquello se le hizo un poco extraño, ya que el menor solía mantenerse cálido por el celo, pero no le dio mucha importancia.
Entró al baño y encendió la luz después de cerrar la puerta, suspirando mientras colocaba su pijama sobre la tapa del inodoro, comenzando a desvestirse.
Había comprado algunas cosas para él y otras para Jimin, también había visitado por poco tiempo a su familia y había regresado rápido, esperando que Jimin se encontraba bien en su ausencia. Aunque sabía que no debía preocuparse de más, su pecho dolía ligeramente cuando se mantenía demasiado lejos de él y sabía que su indiferente lobo era causante de aquello.
También había tenido la oportunidad de hablar con Kim Namjoon, quien no solamente cumplía el papel de electricista en el castillo, sino que también tenía el título en salud mental. Al principio pensó que era broma, ya que no pensaba que alguien pasaría de tener una carrera a ser electricista, pero el mayor le había explicado que siempre le había gustado el ser electricista y que la psicología era un ingreso extra que también disfrutaba.
Por lo que pensó en que ser ayudado por él para los problemas que tenía en esos momentos, era buena idea. Su lobo no estaba cooperando con él y realmente no sabía qué hacer para que las cosas mejoraran. Podía ver que el lobo de Jimin mejoraba con el tiempo, poco a poco, pero el suyo se rehusaba por completo a aparecer.
Por lo que pensó que tener ayuda profesional sería una gran idea, pero aún no tenían fechas ni horas claras, por eso mismo hablaría con Jimin.
Terminó de colocarse su pijama, tomando la ropa sucia para poder dejarla en la cesta.
Sin embargo, antes de salir del baño notó que había algo en el lavamanos, un objeto morado que no podía ver exactamente qué era, por lo que soltó la perilla de la puerta y se acercó para ver.
Al principio no comprendió del todo la forma, por lo que lo tomó de la base para poder verlo. Cuando supo lo que era sus mejillas se tornaron sumamente rojas, dejando caer el objeto nuevamente en el lavamanos, soltando risas al saber la razón del por qué Jimin había gritado antes de que pudiera entrar.
Aguantó una carcajada y tomó el objeto con cuidado, comenzando a lavarlo para poder sacarlo del baño y molestar a Jimin cuando despertara. Sería divertido ver su cara totalmente sonrojada mientras intentara explicarle que no es lo que parece, aunque en realidad no necesitaba explicarle absolutamente nada.
Sabía que probablemente se sentiría mucho mejor una vez despertara, por lo que podría molestarlo sin culpas.
Terminó de limpiarlo con el jabón de manos y se lo llevó de vuelta a la habitación. Abrió el cajón de la mesita de noche que quedaba a su lado y lo guardó, acomodándose para poder dormir un poco con Jimin.
Jamás había visto uno de esos en persona, había escuchado sobre ellos, pero jamás lo había visto y mucho menos había tocado uno.
Se acomodó junto al menor para poder dormir, todavía manteniendo una sonrisa en su rostro debido a la situación.
Suspiró mientras estiraba su cuerpo sobre la cama, sintiendo sus músculos destensarse al estirarse, jadeando gustoso cuando su cuerpo se relajó ante su estiramiento. Un ligero dolor invadió su parte trasera, pero no fue nada insoportable, por lo que se dio el gusto de levantarse poco a poco.
Abrió los ojos lentamente y vio el techo de su habitación, notando que su cuerpo no estaba ardiendo en llamas y su despertar no había sido sofocante como en los últimos días, algo que lo hizo sonreír de gusto.
Iba a acomodarse para dormir un poco más, pero al darse vuelta sobre sí mismo, notó que Yoongi se encontraba despierto a su lado, con la cabeza apoyada en su mano y de costado, observándolo con una sonrisa.
―Buenos días, bello durmiente―Jimin sonrió por el apodo, pero sus cejas se levantaron al escuchar las primeras palabras, moviendo rápidamente la cabeza para ver por la ventana.
― ¿Ya es de día? ¿Ya estamos en sábado? ―preguntó con voz rasposa, viendo al mayor con preocupación, ya que no esperó que se quedaría toda la tarde y noche dormido.
―Sí, estabas bastante cansado así que me acomodé contigo por la tarde, después desperté y llamaron a la puerta sobre el televisor que ordenaste―el mayor señaló el objeto que tenían al frente, el cual Jimin no había visto hasta ese momento―Lo instalé, lo probé y cayó la noche. Pensé en despertarte para cenar, pero realmente estabas dormido, así que preferí que no.
Jimin pasó una mano sobre su rostro, restregando sobre sus ojos para poder quitar la pereza restante y estar en sus cinco sentidos.
―Oh, entiendo ¿Cómo estuvo tu día de compras? ―preguntó con real curiosidad, olvidándose por completo de que había dejado el juguete sexual en el lavamanos del baño y que probablemente, cosa que sí, el mayor lo había visto.
―Muy bien, compré bastante ropa en el pueblo y también visité a mis padres un momento. Jungkook no los había visto desde la noticia, así que fue bueno para ellos el verlo de nuevo―Yoongi sonrió, apretando con su dedo pulgar e índice la mejilla sonrosada del menor, quien sonrió más― ¿Cómo estuviste tú?
Fue en ese momento que recordó lo que había dejado en el baño de su alcoba, sus mejillas sonrojándose aún más y su sonrisa flaqueando ligeramente, intentando mostrarse tranquilo ante la pregunta.
―Bien, Taehyungie cuidó de mí muy bien, como siempre―dijo con la mayor naturalidad posible, incluso encogiéndose de hombros. Aunque en ese momento también pudo recordar que su mejor amigo le había contado que Yoongi había escuchado su grito, por lo que la vergüenza comenzó a invadirlo lentamente.
Con que no hubiera visto a Lin en el baño, todo estaría bien.
―Me imagino, Taehyungie es muy bueno―dijo Yoongi con una sonrisa tranquila, haciendo que Jimin pensara que todo estaba en orden y que aún podía sacar a Lin del baño―Incluso supe cómo es tan bueno cuidándote.
Yoongi se acomodó en la cama para poder alcanzar el cajón, abriéndolo y sacándolo mientras aguantaba una risa. Jimin aún no lo había visto, porque su cuerpo cubría el objeto.
―Creo que pudimos pensar en uno desde el inicio ¿No crees? ―en ese momento el mayor se dio vuelta y mostró al objeto Lin en sus manos, haciendo que Jimin pegara un pequeño chillido por la sorpresa y la vergüenza―Por lo que escuché, este amigo de aquí es muy bueno.
― ¡Hyung, deja eso!
El rey se escondió debajo de las mantas con la vergüenza a flor de piel, sintiendo que su cara explotaría por lo roja que se encontraba. La risa del mayor no era de ayuda, solo lograba que sintiera más vergüenza y se cubriera el rostro por debajo de las mantas.
―Me lo encontré en el baño, creo que podemos guardarlo para usos próximos ¿No lo crees?
Jimin chilló nuevamente y se acercó al mayor para morderle la pierna en venganza.
Todos merecemos un Lin en nuestras vidas🤭
¡Nos leemos prontooooo!✨
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top