ღ13
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Respiró hondo cuando sintió el terrible calor azotar su cuerpo con fuerza, alejándose del cuerpo del cual anteriormente se aferraba, sintiendo como si fuera a morir entre el sofoco.
Se sentó en la cama casi de golpe y se quitó las mantas de encima, intentando que ese espantoso golpe de calor dejara su cuerpo o al menos, que la pequeña brisa que había en la habitación lo ayudara.
Podía notar que era muy temprano por la madrugada, ya que la noche estaba completamente oscura y la habitación también, por lo que se estiró hasta la mesita de noche que estaba en su lado de la cama y la encendió, siendo una luz leve la que pudo orientarlo en su alcoba.
Estaba sudando a mares, completamente mojado por su propio sudor, cosa que lo hizo avergonzarse al saber que no dormía solo y que probablemente haya mojado a Yoongi con su sudor. Claramente era algo vergonzoso. Tenía calor, muchísimo calor y era algo que no podía tolerar.
Colocó sus pies sobre el suelo y se impulsó para levantarse de la cama, teniendo que aferrarse a las cortinas y la pared para no caer de golpe al suelo, ya que sus piernas estaban temblando de una forma exagerada. Respiró pesado y juntó sus piernas, jadeando cuando sintió una humedad recorrer sus piernas, por encima del pijama de seda.
Sabía lo que le estaba pasando, claro que sí, no era la primera vez que pasaba por eso. Pero en definitiva se encontraba extrañado, ya que no tenía todos esos síntomas desde hace muchos años atrás. La humedad que salía por su retaguardia no era algo que hubiera sentido en todos sus celos anteriores, eso era algo que se había detenido tiempo atrás. La fiebre se mantenía, pero jamás a ese punto de despertarlo por el enorme pesar que sentía en su cuerpo.
Todo era mayor y no sabía si eso era algo bueno o malo.
Intentó no hacer mucho ruido y caminar hasta el baño, no quería que el mayor lo viera en ese estado, en especial al saber que no podía hacer algo para ayudarlo realmente. Y no es como si buscara ese tipo de ayuda, pero no era algo que pudiera pasar en ese momento.
Ellos mantenían esas características gracias a sus lobos, ya que ellos eran los que brindaban su parte animal a la humana. Sin embargo, cuando sus lobos habían estado alejados, no manteniéndose presentes dentro del cuerpo humano, aquello síntomas habían cambiado por otros, no siendo el punto principal la procreación.
Mientras caminaba al baño con las manos en la pared, recordó en la lejanía de sus recuerdos la pequeña conversación que había tenido con su padre sobre sus futuros celos. El pobre Rey Park no tenía mucha idea de cómo funcionaba el celo de un omega o cómo podía cambiar dependiendo al desino de su pareja predestinada. Aún así, se informó lo mejor posible con las conocedoras omegas del pueblo y algunos omegas hombres, para poder darle una idea a su pequeño hijo de lo que vendría.
Habían pasado ocho meses desde la pérdida de Yoongi y las cosas habían cambiado en el reino, en especial para el pequeño príncipe de Busan.
Ese día se encontraba con el médico del reino, ya que el omega no había tenido su celo en ninguno de los meses anteriores, desde que el alfa había desaparecido y eso era algo que no dejaba tranquilo al rey.
―No encuentro nada malo con el pequeño príncipe, su majestad―dijo el amable anciano con una sonrisa, dejando sus utensilios en la mesa. ―Por lo que la irregularidad con sus celos es algo que tiene que ver con su lobo, no un problema físico.
El rey asintió ante las palabras del anciano beta y es que las y los omegas a los que había consultado le habían dado casi la misma respuesta a su cuestionamiento, el cual era bastante grande, en realidad. La cuestión no era del físico de Jimin, ya que era un omega saludable, pero en cuanto a su salud mental, era algo que no podía asegurar.
La muerte de Yoongi había sido algo duro para todos, en especial para su pequeño cachorro, por lo que sabía que su lobo podría encontrarse muy lastimado por la noticia. Sin embargo, no llego a esperar que eso también afectara en sus celos, no hasta ese momento.
―Sabe que no estoy especializado en lobos, pero sí puedo garantizarle que su salud física está en excelentes condiciones―dijo el hombre mayor, ganándose como recompensa una sonrisa de parte del rey.
Jimin suspiró cansado y se bajó de la cama, dándole una reverencia en agradecimiento al doctor antes de acercase a su padre.
Ese día se sentía muy cansado, se supone que tendría que estar en sus días de celo, pero no había pasado nada nuevamente. Siempre que le tocaba tener su celo se sentía más perezoso de lo normal, le daban ganas de dormir todo el día y no despertar pronto, pero su padre había insistido en llevarlo con el doctor y él no podía negarle nada a su padre.
―No se preocupe, muchas gracias.
Ambos Park salieron de la habitación, el omega con su mano entrelazada con la de su padre. Desde que se había separado permanentemente de Yoongi, su padre era un gran punto de apoyo para él, igualmente para su lobo. Por lo que estar con su padre durante su debilidad ante su celo era muy reconfortante.
―Vamos a tu alcoba, si deseas dormir puedes hacerlo después de comer tu merienda―el mayor vio con preocupación a su hijo, quien simplemente se abrazó a su brazo y asintió, ambos caminando hacia la habitación del menor.
Las sirvientas habían llevado la comida del menor a su habitación, por lo que al entrar el príncipe pudo sentarse en su cama y colocar la bandeja sobre sus piernas, comenzando a comer tranquilo.
― ¿Cómo se siente tu lobo? ―le preguntó al mayor mientras se sentaba en la cama, Jimin masticando la fruta. Cuando terminó, le contestó.
―No me habla, tampoco lo siento tanto. Está escondido, creo yo―dijo mientras comía un mordisco de su emparedado, suspirando. ―Extraña a Yoongi y no quiere salir si no regresa.
El rey sonrió de lado con tristeza, colocando una mano sobre la pierna de su hijo mientras suspiraba.
―Hablé con varios omegas, tanto hombres como mujeres, para intentar saber qué es lo que estaba pasando y cómo solucionarlo. Me dijeron que tu celo será bastante irregular, aunque eso ya lo hemos comprobado, pero también me dijeron que cuando tu celo se presente, será muy diferente a lo que conoces.
Jimin asintió mientras tomaba un sorbo de su jugo, prestando atención.
―Como sabes, nosotros tenemos el celo por nuestra parte animal y el celo consiste en la búsqueda de la procreación―Jimin asintió―Yoongi era el lobo que tu lobo quería para completar la procreación, por lo que ahora que no está, no tiene intenciones de buscar a alguien más para completar el proceso―el menor sintió sus mejillas colorearse, pero eso no evitó que se sintiera triste―Por lo que me dijeron que ahora tus celos puede que sean diferentes, algunos solo serán dolor en tu vientre, puede también que te de fiebre o dolor de cabeza, pero la lubricación no será tan común, ya que tu lobo no está interesado en encontrar una pareja, ni siquiera durante su celo.
El menor tomó su servilleta y limpió la comisura de sus labios, suspirando.
―Comprendo papá, gracias por investigar. Cuando toca mi celo me siento muy cansado, también me duele la cabeza, pero suele dolerme en el segundo o tercer día. Mi vientre duele, pero es soportable―dijo mientras terminaba de comer su emparedado, cubriendo su boca con su mano para que su padre no viera la comida masticada en su boca.
―Esperemos que pronto tu celo pueda normalizarse―dijo con una sonrisa de costado, levantándose de la cama e inclinándose para poder darle un beso en la frente al menor, ganándose otro beso en la mejilla de parte del menor. ―Te dejo descansar, cuando termines tu comida dejas la bandeja en la mesita y le diré a alguna de las empleadas que venga por ella.
Jimin asintió mientras sonreía, despidiéndose de su padre mientras lo veía desaparecer detrás de la puerta.
Cuando su padre salió de la habitación, dejó la bandeja a medio comer en la mesita de noche, yendo rápidamente a cepillarse los dientes para poder irse a dormir.
Suspiró cuando pudo llegar al baño, comenzando a quitarse la ropa con velocidad, lanzándola al suelo sin mucho cuidado. Abrió el grifo de la bañera y se sentó de golpe en la tapa del inodoro, sintiéndose apenado por llenarla de líquidos asquerosos que brotaban de su cuerpo.
El hecho de que no era el único que dormía en aquella habitación, era lo que lo ponía nervioso.
El agua estaba terriblemente helada, pero ese era el punto de lanzarse al agua, contrarrestar los síntomas del celo. No quería tomar supresores, porque si lo hacía, la poca cercanía que su lobo había presentado en ese momento iba a desaparecer y no quería que eso pasara.
Una cosa es que prefiriera que se alejara de las decisiones importantes, otra muy diferente era el que se alejara siempre de él. Eso no le gustaba.
Colocó una pierna dentro de la bañera y chilló lo más bajo que pudo, sabía que podía enfermarse por lo que estaba haciendo, pero no quería que el mayor se despertara y él se lanzara sobre él como un animal para intentar tener relaciones con él, no podía.
Tembló terriblemente mientras se terminaba de sentar en la bañera, apretando la mandíbula mientras cerraba los ojos e intentaba concentrarse en otra cosa que no fuera el frío apretando su cuerpo.
― ¿Jiminie?
La voz del mayor hizo que pegara un brinco dentro de la bañera, cubriéndose el torso con las manos para ver a su mayor, el cual estaba completamente despeinado, por recién haberse levantado.
―Hyung, l-lamento haberte d-despertado―intentó hablar sin tartamudear demasiado, pero el frío no le permitía el hablar sin que sus dientes castañearan.
El mayor negó, reparando el desorden que había en el baño. Inclusive el inodoro.
― ¿Tu celo se ha desarrollado más? ―fue más una pregunta para sí mismo que para el menor, ya que era algo obvio que los síntomas comunes habían regresado a Jimin de golpe.
Jimin bufó bajito, sintiendo el frío que se calaba por sus huesos helarle el cuerpo completo.
― ¿T-tú qué c-crees? ¿Qué me e-estoy bañando en la mad-drugada por gusto propio? ―preguntó con ironía, haciendo que el mayor soltara una risita―Sí, ríe de mi d-desgracia.
Yoongi sonrió enternecido y comenzó a recoger la camiseta del menor, porque realmente tenía un pequeño desastre en el baño. Aquello hizo que al menor le diera un pequeño susto, ya que en verdad no quería que el mayor tomara su ropa sudada o peor, su ropa interior con su lubricación natural. Le daba vergüenza y asco el tan solo pensarlo.
―Deja eso, deja eso―chilló mientras agitaba una de sus manos, llamando la atención del mayor, quien lo miró con una ceja alzada―Está sucia de mucho sudor, la levantaré yo después.
Yoongi rodó los ojos y siguió recogiendo la ropa, importándole muy poco que estuviera llena de sudor o lo que fuera.
―Me viste en los huesos, con heridas asquerosas en proceso de infección, créeme que esto no es nada en comparación―Terminó de recoger las prendas, colocándolas en la cesta para ropa sucia―Además, caerás dormido cuando te coloques nuevamente el pijama y no tendrás fuerzas como para recoger todo esto.
Jimin suspiró, sintiéndose lentamente un poco mejor después de bajar un poco los síntomas del celo. Hizo una mueca mientras veía cómo el mayor limpiaba con papel la tapa del inodoro, sintiendo mucha vergüenza.
―No debes avergonzarte, pensé que ya habíamos pasado esa barrera ayer―dijo con una sonrisa, lanzando el papel en la cesta para basura.
El príncipe rodó los ojos con una sonrisa.
―Es diferente, esos son líquidos raros de mi cuerpo que ni yo me siento cómodo de tocar―dijo con una mueca apenada en su rostro, ganándose un encogimiento de hombros del contrario.
―Me sigue dando igual, para mí mis heridas son cosas asquerosas que no quiero ni ver, pero tú las aceptas e incluso dormiste sobre mi pecho, así que estamos en igualdad de condiciones. Además, te tengo el afecto suficiente como para que este tipo de cosas no sean de importancia, con tal de que tú estés bien.
Una sonrisa decoró su rostro, sintiéndose bastante cálido ante las palabras del mayor, siendo algo contradictorio al estar dentro de una bañera con agua que se sentía como si viniera del polo norte directamente.
―Ahora, te ayudaré a salir.
Yoongi se acercó a la bañera con la bata esponjosa y estiró las manos, para poder ayudarlo a levantarse. Jimin tomó las manos y se levantó con cuidado, ya que sus piernas se encontraban bastante temblorosas desde que se levantó, aferrándose al alfa para no caer de golpe.
Intentó no darle demasiada importancia a su desnudez.
―Aférrate a mis hombros, te colocaré la bata―Jimin atendió y sonrió pequeño cuando sintió la bata en su parte trasera, colocando un brazo por momento para poder acomodarse la bata correctamente, el mayor haciendo un nudo algo flojo, ya que el cuerpo estaba muy cerca y no era realmente necesario atarla.
Lo ayudó a salir, cargándolo desde la parte del trasero para poder elevarlo y ayudarlo a elevarse, Jimin se mantuvo abrazado a sus hombros mientras salían de la habitación, sintiéndose un poco mejor que antes.
―Traeré un té con miel o vas a enfermarte ¿Te gustaría que consiguiera algún supresor? ―Jimin suspiró mientras colocaba una mano sobre su vientre, pensando en que, si tomaba uno, su lobo podía alejarse nuevamente y a penas estaba mostrando señales de querer aparecer―Por mí no hay problema de cuidarte, pero no podrás salir en dos días más.
―No quiero que mi lobo se siga alejando, hace mucho tiempo que no tenía mi celo de esta forma―dijo con un suspiro, recibiendo un asentimiento.
―Sabes que te comprendo al cien por ciento, solamente te traeré el té.
―Muchas gracias, hyung.
Yoongi asintió y salió de la habitación, notando que estaba algo oscuro, pero que la poca luz que entraba por las ventanas era algo de ayuda. Jadeó cuando supo que tendría que bajar el montón de escalones, pero sabía que el menor había mandado a colocar un pequeño ascensor en el castillo.
Intentó no chocarse con nada, arrepintiéndose de no haber llevado ninguna linterna para bajar, logrando llegar a la cocina poco tiempo después. Encendió la luz y vio que no había nadie por ahí, lo cual era algo lógico por la hora, por lo que se acercó a la cocina y comenzó a colocar agua en la tetera, para ponerla a hervir.
Cuando encendió el fuego, saltó del susto cuando vio una sombra a su lado, viendo que se encontraba ahí alguna de las sirvientas, de la cual no conocía el nombre realmente, pero sabía que era la que se encargaba de llevarle el desayuno. La misma que le dejaba la comida frente a la puerta.
―Oh, lo lamento si la asusté, solo venía a prepararle un té al rey Jimin―dijo con algo de incomodidad, dándose vuelta nuevamente en su lugar, para colocar el sobre de té en la taza.
―No se preocupe, mis disculpas a usted por haber aparecido de repente―dijo acercándose un poco al mayor, comenzando a olfatear en el aire de la forma más disimulada que pudo.
Pero claramente no fue muy disimulada, ya que Yoongi miró por sobre su hombro a la chica, atrapándola en medio de su olfateo incómodo. Se alejó de ella con confusión, suspirando y rogándole a la tetera que chillara para poder irse de ahí.
― ¿El rey se encuentra bien?
La tetera comenzó a chillar y Yoongi pudo respirar tranquilo, colocando el agua en la taza.
―Sí, no se preocupe, es solo para que no pesque un resfriado―terminó de colocar el agua y dejó caer un chorro de miel a la taza, colocando también una pequeña cucharita en la taza. ―Uh ¿Se quedará aquí?
La mujer asintió con las manos sobre su propio cuerpo, siguiendo con su plan de olisquear el aire como un can, haciendo que todo fuera más extraño que desde el inicio.
― ¿Le gustaría que le brindara algunos supresores? Tengo para alfas y omegas―Yoongi apretó la taza en sus manos, comprendiendo ahora un poco lo que realmente estaba pasando.
El olor de Jimin no era un secreto para los empleados del castillo, en absoluto, por lo que el notar que el alfa que se mantenía con el rey omega tenga el olor del rey impregnado en todo su cuerpo, era algo que podía llamar la atención. Había ayudado a salir a Jimin de la bañera, apegándolo a él y logrando que su olor se mantuviera en su cuerpo.
―Uh, no gracias, estamos bien―dijo con una sonrisa incómoda, dando una pequeña reverencia para poder salir de la cocina rápidamente.
Sabía que los rumores sobre su relación con Jimin no tardarían en llegar, de hecho, se sintió extraño de que hayan tardado tanto. Muchos no sabían de su historia y es porque varios de los empleados eran nuevos o simplemente no habían tenido mucha cercanía con Yoongi en sus tiempos de la tropa, por lo que llegaba a comprender que muchos no supieran las cosas.
Y es que ellos claramente tenían sentimientos amorosos, por el contrario, aún cuando en un inicio su unión fue algo que estaba planeado para que pudieran llevar la realeza juntos, pero como las cosas habían salido un poco diferentes, los planes cambiaron en totalidad.
Pero en definitiva los sentimientos que había adquirido por el menor no eran parte del plan en absoluto, porque realmente se había enamorado del menor y podía admitir que en ese momento sus sentimientos se mantenían intactos, pero quería que las cosas se fueran dando con naturalidad entre ellos, todo tranquilo y conscientes.
Sus lobos no habían reaccionado como locos a su pareja destinada porque ambos estaban lastimados, han sido lastimados durante varios años que no pueden presentarse a su pareja en ese momento, ya que no están en sus mejores condiciones. Por lo que, sin realmente hablarlo, ambos sabían que el ritmo que llevaban era adecuado para ambos.
Cuando llegó a la alcoba nuevamente vio que el menor estaba sentado sobre la cama, con su pijama listo y los ojos casi cerrados por completo. Sonrió con ternura y cerró la puerta de la habitación, avanzando mientras extendía la taza con té al menor, quien lo veía con una sonrisa perezosa.
―Sopla un poco, no te vayas a quemar―Jimin asintió y sopló un poco, suspirando cuando el delicioso olor del té de manzanilla y miel llegó a sus fosas nasales―Me encontré con una de las sirvientas, casi me saca el alma del cuerpo del susto.
Jimin rio mientras daba un pequeño trago a la bebida.
― ¿Qué hacía en la cocina a esta hora?
―Al parecer se levantó porque escuchó ruido en la cocina, pero fue bastante incómodo, si te soy sincero―Jimin frunció el ceño ligeramente.
― ¿Te dijo o hizo algo que no debía?
―No, no te preocupes. Bueno, hizo algo raro, pero no precisamente malo. Como he estado bastante pegado a ti se siente mucho tu olor en mi cuerpo y la sirvienta no paraba de olfatearme, siendo poco disimulada, en realidad―dijo mientras el menor se terminaba su bebida, intentando recordar cuáles eran las sirvientas que tenían sus habitaciones cerca de la cocina.
― ¿Sabes quién es?
―Es la mujer que me dejaba la comida en el suelo, pero en realidad no sé su nombre―Jimin asintió mientras tomaba el último trago, dejando la taza en la mesita de noche―Sabes que la gente habla sobre nosotros, era algo que me esperaba, en realidad. No me molesta, no te preocupes.
Jimin asintió y tomó la mano del mayor, dándole un beso en el dorso en agradecimiento.
―Gracias por ayudarme, realmente sentía que me moría hace unos minutos―Yoongi hizo una mueca, apretándole la mano ligeramente―Hace mucho que no tenía estos síntomas y fue sofocante el sentirlo nuevamente, pero fuiste de mucha ayuda y te agradezco el que lo hagas sin ser obligado.
Yoongi sonrió y se separó del menor para poder apagar la luz, acomodándose sobre el colchón para poder quedar al lado del menor para poder atraerlo y abrazarlo, dándole un pequeño beso en la frente mientras suspiraba.
―Sabes que teníamos una gran confianza desde pequeños y sé que la seguimos manteniendo, independientemente de lo que haya pasado o lo que pase después, así que haría esto por ti y mucho más.
Jimin asintió mientras dejaba un pequeño beso en la mandíbula del contrario, acomodándose para dormir.
―Mi padre estaría muy feliz de escucharte decir todo eso, siempre te extrañó muchísimo cuando pasó lo del ataque. Le decía a los demás que jamás me juntaría con otro alfa, porque sabía que el único que había sido su candidato indicado había fallecido y no me obligaría jamás a conocer a alguien más.
Yoongi sonrió pequeño, sintiendo un punzón al pensar en que no pudo volver a ver al rey.
―Tu padre siempre fue bueno, sabía que eras lo suficientemente capaz de llevar el reinado solo, aún cuando yo estaba en el camino. Para él fui el plan de alfa de compañía, jamás te rebajó de puesto por el simple hecho de ser omega.
Eso hizo que se sintiera ligeramente emocional, pero no quería ponerse a llorar en ese momento.
Yoongi interpretó el silencio del menor y lo abrazó para dormir, sintiéndose nuevamente tranquilo con todo lo que había pasado.
No sabía si su celo se alteraría por la presencia del menor, solo esperaba que nada se saliera de control, porque realmente le encantaba el tiempo que llevaban para poder reforzar la relación que pensaban mantener.
¡He aparecido entre las cenizas!
Realmente no creo que muchas personas sigan leyendo la historia, pero trataré de terminarla igualmente, es mi meta personal jejeje. ¡Feliz año nuevo! Espero que la hayan pasado muy bien y tengan propósitos para este año, uno de mis propósitos es el seguir y terminar las historias que dejé pendiente y espero poder cumplirlo❤️
¡Nos leemos prontooooo!✨
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