ღ09
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Jadeó bajito cuando sintió que su cuerpo no podía moverse con la libertad que deseaba, siendo que algo estaba evitando que pudiera estirar sus extremidades, haciendo que se quejara en voz baja, sin abrir los ojos.
Era temprano por la mañana y podría saberlo por la luz que daba sobre su rostro, sabiendo que siempre se olvidaba de cerrar las persianas y por ello el sol golpeaba de lleno en su rostro por las mañanas. Sin embargo, notó que el sol estaba dando al lado contrario del que solía hacerlo normalmente, por lo que frunció el ceño en confusión.
―Si sigues moviéndote así, vas a terminar ahorcándote con las mantas.
La voz conocida hizo que su ceño dejara de fruncirse, mirando en dirección por donde la voz de había escuchado, aunque era bastante inútil, ya que mantenía sus ojos cerrados ante la pereza de haberse despertado recién.
― ¿No vas a abrir los ojos?
Esas palabras hicieron que recordara en qué lugar se encontraba y con quién estaba. Si es verdad que cuando dormía profundamente se olvidaba de absolutamente todo al despertar, como si su cuerpo no deseara despertarse y lo obligara a mantenerse en un letargo infinito. O él lo veía de esa forma, siendo un poco exagerado, claramente.
Intentó mover su mano para poder restregar sus ojos, pero al moverla, esta fue detenida por algo, como cuando intentó estirarse segundos atrás. Aquello lo obligó a abrir los ojos de golpe, notando que estaba enredado con las mantas de la cama, en una prisión suave y aromática.
―Eres un desastre para dormir en camas más pequeñas, me tiraste de la cama durante la noche―dijo Yoongi con una sonrisa, dando real gracia el aspecto del menor al despertar, pensando que se veía demasiado lindo.
El menor abrió aún más los ojos al escuchar aquello, sentándose en la cama con algo de dificultad, mientras veía el montón de mantas que tenía envueltas sobre su cuerpo.
―Lo lamento, no suelo dormir en camas individuales y me hizo mucha falta el espacio―dijo con un puchero y voz ronca, comenzando a quitarse las mantas que lo atrapaban, aunque siendo algo difícil, ya que su cerebro no había despertado por completo para él y veía esas mantas como un rompecabezas por resolver.
El mayor rio y se acercó para ayudarlo.
―Mentiría si dijera que el golpe que me llevé no dolió, pero no te preocupes, entiendo que toda tu vida has dormido en una cama para cuatro personas―rio mientras quitaba con cuidado las mantas del cuerpo del menor, logrando liberarlo―Dormiste muy bien, por lo que veo.
Cuando se vio libre, pudo estirar sus extremidades sobre el colchón mientras jadeaba, haciendo que algunos huesos tronaran ante su movimiento. Un pequeño jadeo saliendo de sus labios.
―Dormí muy bien, como no lo he hecho en mucho tiempo―confesó con una sonrisa tonta, restregando sus puños sobre sus ojos, para quitar la pereza y las lagañas matutinas―Créeme que lo de tus padres es algo que nunca me dejó tranquilo.
Yoongi asintió con una pequeña sonrisa de costado, no logrando imaginarse realmente todo lo que había pasado desde la noticia de su desaparición, sabiendo que no pudo haber sido nada bueno.
―Mi madre me dijo que te había culpado por mi muerte―dijo con voz apenada, mirando cómo el rostro del menor se arrugaba ligeramente, dando a entender que le había afectado realmente.
―Lo dijo de una forma tan convincente, que por meses pensé que nosotros habíamos sido los culpables de todo. Yo ni siquiera era rey en ese entonces, yo no tenía control de la tropa de alfas y no entendía por qué me culpaban a mí. Después dejé de analizar las cosas y simplemente acepté todo lo que me decían, incluido eso.
El alfa negó ligeramente con la cabeza, tomando una mano del menor mientras la apretaba suavemente, no creyéndose realmente que su familia llegara a acusar al menor de algo como eso.
―No tuviste la culpa de absolutamente nada, nadie la tuvo. Bueno, nadie de este reino, los únicos culpables son los del reino de Gwangju―Jimin asintió mientras mordía su labio inferior, aceptando el agarre que el mayor le brindaba amorosamente―Sé que con todo el impacto de la noticia y el dolor que debieron sentir, querían encontrar a un culpable a toda costa, solamente que se enfocaron en las personas equivocadas.
Jimin siempre tuvo en claro quiénes habían sido realmente los culpables, por lo que con su padre llegaron a la decisión en que lo mejor era romper todos los lazos con ese reino, ya que solo había dado desgracias al reino de Busan. Igualmente, comprendió lo más que pudo a los padres del alfa, en aquel entonces, por lo que jamás les guardó rencor.
―Lo sé y es algo que les he perdonado. Como sabes, no es algo que no me haya afectado, pasé meses diciéndome a mí mismo que le había arrancado un hijo a una hermosa familia y mi amigo del alma, pero poco a poco logré comprender las cosas. Mi padre fue de mucha ayuda, también Taehyungie y Jungkookie, todos mis amigos lo fueron, hasta que logré comprender la realidad.
Yoongi comprendía las miles de razones por las cuales Jimin tuvo que cambiar su personalidad, al menos, aquella faceta que mostraba en el día a día. Se había vuelto más duro y serio. Dejando de lado aquellas características que eran más prominentes en los omegas.
Pero le gustaba que el menor haya logrado encontrar un equilibrio en su vida como rey, su cara como parte de la realeza, logrando mantener igualmente la cara que le entregaba a sus seres queridos, a la gente que ama.
No se había vuelto alguien duro con todos, no había dañado a nadie con su cambio drástico al que tuvo que someterse sin tener elección propia. Había logrado comprender qué es lo que está bien y lo que no, en especial, saber con quién puede ser débil y con quién no.
Lo admiraba mucho.
―Eso es lo más importante, el saber perdonar y sanar. Has crecido mucho y eso es muy admirable.
Jimin sonrió en grande y se abalanzó sobre el mayor, haciendo que ambos cayeran sobre el colchón, por suerte.
―No seas así de cursi, harás que me salgan caries―dijo con una enorme sonrisa, la cual no cuadraba mucho con sus palabras. Mucho menos el bonito sonrojo que se había extendido sobre sus mejillas.
―Siempre te ha gustado que sea así de cursi, cuando éramos más pequeños siempre me hacías decirte cosas bonitas―el rey rodó los ojos mientras se acomodaba sobre el mayor, ambos no siendo realmente conscientes sobre la posición en la que se encontraban. Aunque no se sentían incómodos.
―Eres un mentiroso, yo simplemente me odiaba mucho en ese entonces y tú aplacabas mis insultos hacia mí mismo con palabras bonitas―el mayor suspiró al recordar aquello, ya que realmente el menor tenía un pésimo autoconcepto años atrás.
―Eso es verdad también, pero debes admitir que mis palabras bonitas fueron las que te ayudaron, aunque sea un poco―el menor suspiró cuando sintió su rostro calentarse completamente, asintiendo lento ante las palabras del mayor. No tenía caso negarlo.
―Sí, ayudaron mucho. La que no se me olvidará jamás es la de la corona, eras un poeta incomprendido desde pequeño―Yoongi soltó una risa ante las palabras y es que sus cumplidos no eran cien por ciento suyos, en algunas ocasiones.
― ¿Sería una desilusión para ti el decirte que a veces buscaba en libros cosas bonitas para decirte?
Carraspeó con algo de vergüenza mientras caminaba por los pasillos de la biblioteca, intentando encontrar el área al que jamás se había asomado, ya que no pensó que le resultaría útil o siquiera interesante.
Los adultos lo veían con confusión, pero una pequeña sonrisa, ya que no era común el ver niños por ahí, mucho menos sin la presencia de sus padres. Y no es como que Yoongi fuera un niño tan pequeño, tenía doce años ya, pero comprendía que a ese lugar frecuentaban los adultos.
Muchos niños del reino no sabían leer en ese entonces, el programa para la incitación y estimulación a la lectura y escritura recién comenzaba, por lo que un niño que supiera si quiera entender el título de un libro, no era tan común.
Suspiró agradecido cuando encontró el área de "Romance" el cual había estado buscando por un buen tiempo. Encontró que el área tenía muchos libros, demasiados, más que en otras áreas que había visitado anteriormente.
Miró atentamente una de las estanterías, en donde encontró varios libros de muchos colores, no sabiendo cuál elegir.
―Tun, tun, tun...
Comenzó a cantar en voz baja mientras señalaba los libros en brinquitos, haciendo que el libro se eligiera de forma aleatoria, cuando la canción terminara. Su dedo se detuvo sobre uno azul, por lo que se estiró para poder tomarlo y leerlo.
"Rosas de amor"
Se llamaba el libro, no interesándole demasiado quién había escrito el libro. Se abrazó al mencionado y caminó al área en donde podía sentarse a leer. Le gustaba sentarse en el sofá, era muy cómodo.
Se lanzó con una sonrisa y abrió el libro con cuidado, sorprendido con la bonita letra que se encontraba dentro.
Leyó la primera página, en donde se describía la historia que se narraría en el libro. Se quedó totalmente enganchado, que estuvo visitando la biblioteca todos los días para poder terminarlo, ya que por ser pequeño no podía llevarse los libros.
El día en que logró leer que el alfa protagonista le regalaba flores a su omega, pensó en que podría ser una grandiosa idea hacer los mismo para Jimin. Ya que era un omega y le parecía muy lindo, así que cumplía con lo que el alfa veía en su enamorado.
Así que corrió al jardín con total emoción cuando salió de la biblioteca, cruzándose con el beta jardinero, quien era muy amable con él.
―Hyung, buenas tardes―dijo con una sonrisa, acercándose al señor mayor―Quería saber si podría regalarme una flor, una bonita.
El simpático señor lo miró con curiosidad y una hermosa sonrisa, pero aceptó el darle una hermosa rosa, ya que Yoongi le había descrito la flor que el alfa protagonista de su libro le había entregado a su omega.
Antes de la entrega el pequeño alfa estaba demasiado nervioso, manteniendo la flor detrás de su espalda mientras caminaba hasta la alcoba de su menor. Muchos lo veían con curiosidad, el hecho de que el pequeño mejor amigo del rey estuviera caminando a su alcoba con una rosa tras su espalda.
Cuando llegó, tocó la puerta con muchos nervios, balanceándose sobre su lugar para intentar disipar los nervios.
Jimin abrió la puerta con una sonrisa, la cual se hizo más grande cuando vio a su amigo en la puerta.
― ¡Hyung! ―chilló con emoción, lanzándose sobre el mayor para poder abrazarlo, recibiendo un pequeño abrazo de vuelta―Me alegra que vinieras, últimamente desapareces por las tardes.
El menor hizo un puchero, dándole espacio al mayor para que pudiera pasar a la habitación. El alfa caminó de forma extraña, intentando que el menor no viera lo que tenía tras su espalda.
Jimin cerró la puerta y se colocó frente al mayor con una sonrisa.
―Te traje algo―dijo el mayor con los nervios a flor de piel, mordiéndose el labio inferior―Pero cierra los ojos.
El menor asintió, atendiendo a la indicación.
Yoongi sonrió mientras temblaba ligeramente, tendiéndole la rosa con ambas manos.
―Ahora puedes abrirlos―el menor atendió a la indicación y los abrió, sorprendiéndose cuando vio una hermosa rosa roja frente a él, también logrando ver al pequeño alfa temblar sobre su lugar, casi sudando a mares por el nerviosismo que sentía.
El lobo del menor se emocionó completamente, dando vueltas sobre su lugar ante las sensaciones increíbles que su alfa le hacía sentir, aunque los pequeños aún no lograran verlo de esa forma.
― ¡Es hermosa! ―chilló con una sonrisa, tomando la rosa con mucha ilusión y acercándola a su nariz para poder olerla―Muchas gracias.
Pocos segundos después, el menor estornudó, pero eso no eliminó su sonrisa.
Después de ese éxito rotundo comenzó a darle flores todos los días, incluso haciéndose muy amigo del jardinero, al verlo a diario para pedirle variedad de flores para entregarle al pequeño príncipe.
Claro que el rey se enteró de eso, pero como no tenía nada en contra de la futura unión de su hijo con el alfa menor, no se interpuso. Sin embargo, siempre se encargó de explicarle a su hijo sobre lo que implicaba tener una pareja o lo que significaba las señales que el pequeño alfa le estaba enviando.
Eso había sido muy significativo siempre para Jimin, algo que siempre valoró y que, ahora que ya es un adulto, pensó que jamás habrá alguien más que haría algo tan hermoso como eso.
Las palabras cursis no faltaban, siempre que encontraba párrafos lindos que el alfa le decía a su omega, los anotaba en un papel que llevaba a la biblioteca exclusivamente para eso, eligiendo aquellas que pensaba podrían gustarle al menor.
Por ejemplo, Jimin siempre odió su panza, pensaba que no era bonita porque era un poco más redonda que la de otras personas. Por lo que al encontrar algún piropo sobre el cuerpo del omega, lo anotaba y los guardaba para después.
El día que el menor lloró porque no era bonito y que no podía cumplir con la imagen que debía tener para ser un buen rey, el pequeño alfa lo lleno de abrazos y besos en las mejillas, recitando que su cuerpo era perfecto y que nadie podría siquiera llegar a comparar su belleza con la de simples mortales, porque era un ser celestial y hermoso.
Todas esas palabras de las cuales a veces desconocía el significado, se las decía.
Cuando llegó el punto en la historia en el que el alfa y el omega tuvieron relaciones, fue en donde la mente de Yoongi estuvo sumamente confundida. No había terminado el capítulo, porque se había sentido bastante apenado por seguir leyendo, por lo que decidió cerrarlo y preguntarle a su amigo el jardinero sobre eso cuando le pidiera la flor.
―Hyung ¿Usted sabe qué significa "hacerte el amor toda la noche"? ―preguntó con una pequeña sonrisa nerviosa, haciendo que el beta comenzara a toser fuertemente por la sorpresa que le había dado la pregunta del menor, ya que jamás le había preguntado nada similar.
Claramente el pobre jardinero no fue capaz de contestarle aquello, diciéndole que sería mejor idea que le preguntara al rey Park, ya que él sabría darle la respuesta perfecta a su pregunta.
Y claramente el rey Park maldijo a su jardinero cuando el alfa menor llegó a su alcoba, preguntando sobre aquella oración que no había logrado comprender.
Y es que los padres de Yoongi no se encontraban en el pueblo en ese tiempo, por lo que no podía dirigirlo a sus progenitores, para que ellos le dieran la plática necesaria. Aunque siendo padre del omega al cual el niño querría cortejar debidamente en el futuro, tuvo que educarlo de una forma más protectora al omega.
Le explicó lo que significaba la oración y todo lo que implicaba la acción que iba detrás de ella.
"Solo lo hacen los adultos, cuando mi Jiminie tenga unos treinta años"
"No hagas nada de eso ahora o mi niño te golpeará por confianzudo"
"Solo lo haces con una persona y esa es a la que amas"
También tuvo que explicarle el tema de la mordida, la cual era un poco más complicada al igual que el nudo. Intentó que sus explicaciones fueran lo más adecuadas, todo para que el pequeño alfa no saliera asustado del lugar.
Pero su objetivo no fue conseguido, ya que el pobre Yoongi se mantuvo una semana alejado de Jimin, diciendo que no podía verlo sin ponerse nervioso al saber todo lo que harían cuando fueran adultos.
Todo volvió a la normalidad cuando Jimin se presentó a su casa llorando, escapándose del castillo para poder confrontar a su amigo, el cual había desaparecido de la noche a la mañana. El rey tuvo que explicarles la situación y los señores Min fueron los que le explicaron todo con el detalle que debían, logrando que él comprendiera que nada de eso era algo malo o que no podrían controlar.
Porque además de todo, el rey Park había sido sumamente explicito con el celo y el pobre Yoongi tenía miedo de dañar a su menor.
Y es que el primer celo de Yoongi había sido doloroso, pero no buscando placer sexual. En ese entonces los niños solían presentarse bastante temprano, por lo que las cosas eran un poco complicadas al explicarles todo.
Igualmente, Yoongi siguió visitando la biblioteca, leyendo muchos libros de romance, logrando conocer qué es lo que él quería ser de grande y lo que no, referente a su omega y al amor.
Después de desayunar en la casa de los Min, tuvieron que retirarse nuevamente al castillo, por lo que todos se despidieron con un fuerte abrazo y algunos besos, la madre del mayor disculpándose miles y miles de veces por el incidente de hace años, cosa que había quedado atrás.
Esa visita había sido buena para todos, bastante sanadora. Por lo que el regreso al reino fue bastante tranquilo, todos recibiendo al rey con tranquilidad.
Sin embargo, uno de los administradores que mantenía en el reino se acercó a él, antes de poder llegar a su alcoba con Yoongi.
―Mi rey, ha llegado una carta del reino de Gwangju―dijo mientras daba una pequeña reverencia, tendiéndole el sobre al menor―La hemos revisado por fuera y no presenta amenazas, pero como sabe, no podemos ver su contenido.
Jimin asintió y con seriedad miró el sobre, temiendo lo que el rey de aquel reino pudiera decir.
―Muchas gracias, lo leeré en un momento.
El administrador asintió y se apartó del camino, dejando que el rey y el alfa avanzaran hasta la alcoba del primero.
Yoongi estaba bastante nervioso, si era sincero, no sabía si el reino conocía de su escapada y mucho menos sabía si se habían enterado de que estaba vivo. Ninguna de esas opciones era buena para él. Si fuera por él, pensaría que el reino lo tomó por muerto, ya que asesinaron a todos los alfas que habían llegado al reino, sin embargo, el rey no sabía que él se había colado a la tropa, porque él no pertenecía principalmente a ese grupo.
Se sentó en la cama cuando llegaron a la alcoba, Jimin acompañándolo para poder abrir la carta.
"Rey Park Jimin.
He recibido su presente, bastante decorado, si me permite decirlo. Comprendo la situación y sé que habíamos estipulado esto con anterioridad, sin embargo, entienda que mi corazón está herido, porque ha asesinado a mi hijo y el que era el futuro heredero de este reino.
Sin embargo, entiendo también que ahora estamos a mano ¿No lo cree?
Quiero confesarle que el asesinato del que fue su amigo por muchos años no fue la verdad completa, ya que él no había muerto. Hemos descubierto que el alfa Min Yoongi se escapó entre la tropa y probablemente haya sido asesinado por sus propias manos.
¿No es curioso? Yo no fui el culpable del asesinato de su alfa, rey. Fue usted mismo en cuanto a la búsqueda de su venganza sobre mi hijo.
Creo que ahora estamos pares, por lo que no creo que una guerra sea lo más adecuado. Sabe usted que la separación de lazos con su reino no fue una variable ventajosa para el mío, no es un secreto para nadie.
Espero que esa noticia que le he brindado sea de ayuda para usted, al igual que la mía al ver la cabeza congelada de mi hijo en una caja.
Le deseo lo mejor.
Atentamente, el rey Lee."
Jimin gruñó con molestia y comenzó a arrugar el papel, haciéndola una bolita que lanzó hasta la cesta para basura, logrando atinar en su tiro.
―Ese trozo de mierda, es un descarado―jadeó con una sonrisa sarcástica―Se le caerían las canas al saber que no estás muerto, pero no le daré ese placer, ya que prefiero que piense eso antes de hacer una estupidez por capturarte nuevamente.
Yoongi suspiró con tranquilidad al haber escuchado eso, en especial en la parte que el rey pensaba que estaba muerto. Jamás se había sentido tan feliz de que alguien lo diera por muerto hasta en ese momento.
―Sí, es mejor no caer en sus provocaciones. Él sabía que eso podía pasar y no controló a su hijo de mierda―complementó Yoongi, tomando las manos del menor―Además, le hiciste un favor a su reino, porque definitivamente hubieran padecido de todo si ese imbécil se formaba como rey.
El menor asintió, lanzando igualmente el sobre a la cesta para basura.
―Tienes razón, no vale la pena responderle. Me alegra que le haya gustado cómo le decoré la caja en donde iba la cabeza de su hijo―sonrió de lado, encogiéndose de hombros―Eso me da más satisfacción que comenzar una tonta guerra, la cual probablemente terminaría en pocos días, ya que su reino está en la ruina.
El mayor asintió con una sonrisa, mirando sus medicamentos, los cuales descansaban en la mesita de noche.
Y es que ese reino había causado tantas cosas negativas en su vida, algunas que no se irían en poco tiempo y que aún no tenía idea de cómo resolver. Pero agradecía el que pudo siquiera tener la oportunidad de regresar a su hogar, que su omega haya logrado salvarlo antes de morir decapitado y que las cosas comenzaran a avanzar de mejor manera.
No quería preocupar al menor con nada, pero realmente tenía muchos conflictos consigo mismo después de todo, lo único que evitaba que se despertara con pesadillas o sufriera de insomnio eran los medicamentos que le habían recetado para mejorar físicamente.
Pero cuando la dosis finalizara ¿Qué pasaría con él? ¿Seguiría teniendo las pesadillas sobre todo lo que le habían hecho en el reino contrario? ¿Su lobo lo abandonaría por siempre?
No lo sabía y no lo quería pensar en ese momento.
¡Nos leemos prontooooo!✨
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