Capítulo 45

Kakashi avanzó -¿cómo hicieron eso?, hemos tratado de detenerlo de muchas maneras, su poder era demasiado -el rubio rascó su nuca -si iba vivir en otro mundo, tal vez estos animales aparecerían, todo este tiempo me estuve preparando para ese momento, mi madre me regaló los pergamino de la abuela Mito y del abuelo Hashirama, no sabía que tenía Mokuton hasta que quise usar el senjutsu, no recordaba que en ese mundo no tenía contrato, con el tiempo los bijus llegaron a mi, los estoy protegiendo, cree un paraíso para ellos en mi interior. El Hiraishin estaba en los pergaminos de tío Tobirama, mamá me entrenó cuando era niño, mi yrio ninjutsu y su súper fuerza fueron su regalo, después papá Jiraiya me dio el contrato de los sapos, ha sido bastante duro, pero me han apoyado demasiado, ¿puede creer que tenía nueve años cuando entré a anbu?-

La mano de Itachi cubrió su cabeza para que dejara de presumir -vayamos a que te despidas cariño, los niños nos esperan -Gaara abrazó a su amigo con cariño, Itachi y Sasuke lo vieron con molestia -te extrañaré, sé muy feliz en ese mundo amigo -Naruto lo abrazó de igual forma -gracias Gaara, cuídate mucho -Boruto observaba a su padre, el pelirrojo sonrió con precaución -hiciste otra familia y te olvidaste de mí -el Senju negó -siempre te tuve presente Boruto, pero siempre me has rechazado, necesitaba seguir y tratar de encontrar por primera vez felicidad en mi vida, ven conmigo una semana, allá serán dos a tres años, no pido mucho, dame la oportunidad de enmendarme contigo-

Itachi sonrió con cariño a su pareja, Boruto al ver la sonrisa cálida de su padre sintió tristeza, su corazón latía con fuerza, estaba enojado por muchas cosas, por la ausencia de su padre durante su periodo como Hokage, la indiferencia de su madre, su divorcio, el que no lo entrenara, estaba enojado porque creyó que nunca pensó en él, creía que lo había abandonado, tal vez lo hizo porque lo rechazaba, bajó la cabeza con indecisión, giró su rostro hacia Sasuke -haz lo que quieras Boruto, puedo ir por ti en siete días si quieres ir -Sarada también quería ir, ver la imagen del que debió ser su tío y su poder la emocionaba, mordió sus labios con vergüenza, Naruto la vio, sonrió -si Sakura y Sasuke te dejan, puedes venir también -la pelinegra abrió sus ojos enormes a su padre pidiendo permiso, su padre la vio con molestia, le dio la espalda.

La generación llegó a excepción de Hinata junto a los kages y Tsunade -¿ya te vas mocoso? -el Uzumaki sonrió feliz, asintió -mamá y Kushina-san ya debieron castigar a mis hijos, no creo que aguanten más sin nosotros ttebayo -Tsunade rió divertida -no hiciste desatinar mucho a mi yo de ese mundo ¿verdad? -el pequeño sonrió divertido -bueno, al principio no, pero cuando papá llegó, inevitablemente y continuamente nos golpeas -la rubia rio divertida -lo imagino. Una vez al año de tu mundo ven a visitar, tu marido no creo que se oponga a unas cuantas horas, ya estoy vieja recuerda -Itachi y Naruto sonrieron -eso haremos abuela, la siguiente vez crearé un sello especial para los más pequeños, Itaru y Naruko pienso que ya pueden aguantarlo, ahora mismo, abuela, sensei, me llevaré una semana de este mundo a Sarada y Boruto -el rubio menor levantó el rostro con sorpresa -tiene una cosa rara en la mano a consecuencia de los otsutsukis, el karma, allá con calma lo eliminaré y sellaré, los entrenaré, el tiempo corre demasiado diferente, quiero disfrutarlo un poco, ya sabes, un mes aquí son once años allá, buscaré alguna manera de ajustar los tiempos o en menos de un año aquí mi vida terminará -Tsunade lo abrazó con miedo -por favor hazlo -la mano de Kakashi apretó su hombro, sus amigos lo abrazaron con cariño -rubio problemático, estaremos esperando tus visitas, le explicaré a Hinata, sólo serán siete dias -Naruto sonrió con emoción, tomó en un abrazo a ambos menores, sus cuerpos brillaron -Minato-san inventó el sello, ¿verdad que es increíble? -Sarada sonrió divertida, el rubio susurró -no saben que tu clan desapareció -la azabache asintió, estaba emocionada, sabía que las personas que verían no son su familia, pero eran iguales. Sakura abrazó a su hija, besó su frente -será una semana, pero cuando te vea serás toda una señorita, no crezcas tanto -la azabache sonrió -no te preocupes madre, estaré bien -Sasuke la vio, sonrió un poco, giró su vista al rubio viéndolo con anhelo y tristeza, debió explicarle, esto no estaría pasando. Itachi observó a Sasuke con molestia, su mirada no le agradaba, veía con ilusión a su marido, su rinnegan brilló abriendo un portal, tomó de la mano a Naruto y este a los pequeños, desaparecieron al cierre.

….

-Abuelaaaaa ya me portaré bien ttebaneeeee -Tsunade negó -a Menma aún le duele el trasero, ¿cómo demonios se les ocurrió incendiárselo? -las gemelas tenían el rostro bajo, estaban paradas contra la pared, con un chichón en la cabeza cada una. Un portal se abrió dejando ver a la pareja y a un par de pequeños, los cuatro tenían una gota en la nuca -demonios, hasta que aparecen mocosos, las gemelas le incendiaron el trasero a Menma, ¿quienes son ellos? -el rubio adquirió su sello pelirrojo, Boruto y Sarada veían con sorpresa a la Senju -mamá, te presento a mi hijo Boruto y a Sarada Uchiha, la hija de Sasuke -la rubia vio al pequeño rubio, jaló de él y lo apretó en un abrazo -ven aquí mocoso, soy tu abuela ¿Jiraiya, muévete!, los mocosos llegaron, trajeron a tu nieto -el sannin con un mandil llegó corriendo -renacuajo, te extrañé tanto -Boruto recordaba de su viaje al pasado al sannin, abrió sus ojos con sorpresa al verlo abrazar a su padre, el mayor giró su rostro -es igualito a ti, ven aquí renacuajito, tus hermanos no tardan en llegar-

Boruto se sentía extraño, aunque le gustaba tener más familia -¿hermanos? ¿cuántos son? -dos gemelos, uno azabache y una pelirroja entraban con una pequeña rubia de cuatro años, las gemelas pelirrojas subían sobre el sannin -abuelito Jiraiya, la abuela nos castigó, sólo quemamos un poco el trasero de tío Menma -las carcajadas del sannin resonaban con fuerza, Itachi apretó los hombros de Sarada -sé que no soy tu tío, pero me agradaría que me vieras como si lo fuera, en este mundo también tus padres son pareja, tú existes en una versión más pequeña -la pequeña lo vio con sorpresa, sonrió divertida, asintió -se lo agradezco… tío -un grito los desconcertó, Boruto gritaba por ayuda, tenía a cinco Uchihas Senju sobre él -anikiiii eres tan genial, que emoción, te presumiré con Sarada-nee -los pequeños giraron su rostro -otra Sarada-nee, esto es genial -los pequeños atraparon también a la azabache. Itachi susurró a su marido -me sentí celoso bastantes veces en este viaje, debes compensarme cariño -Naruto tragó saliva -mamá, se nos olvidó algo, ahora volvemos -ambos desaparecieron en un Hiraishin a su habitación.

….

El tiempo pasó, Naruto recuperó a su hijo mayor, Itachi lo aceptó como un hijo más con gusto y agrado, Boruto creó un lazo con él, era amable e inteligente, Sasuke era inteligente y fuerte, pero siempre debía estar tras de él, Itachi simplemente sonreía y comenzaba a escucharlo, su relación con Minato de inmediato se hizo buena, el pequeño lo veía con admiración, lo buscaba continuamente para pasar tiempo a su lado. Sarada seguía a su tío Itachi para todos lados, estaba fascinada con él, creó un pequeño enamoramiento platónico, se quedaba por días en casa de su mamá Mikoto y su papá Fugaku, trataba de convivir lo menos posible con la familia de Sasuke de ese mundo para no ilusionarse y decepcionarse al regresar, en su mundo su familia no era tan real como esta.

Itachi se encargó de entrenar también a Sarada, junto a sus hijos mayores, sus sharingan ya estaban activos, como Naruto prometió a los dos años los regresó, pero ambos buscaban la manera de regresar de nuevo, se sentían felices a su lado, Itachi y Naruto crearon un sello para sincronizar los dos mundos, el tiempo dejó de correr con velocidad, tampoco querían alejarse de los pequeños, tenían siete hijos, con Boruto y Sarada nueve, la vida le dio a Naruto la oportunidad de alcanzar la felicidad y equilibrio entre ambos mundos, tenían una enorme familia y las amenaza mundiales ya no existían, su amor crecía con los años, la familia crecía también, ahora lo tenía todo y no lo perdería.

Fin

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