La Imagen Completa - Tom
El cielo de Safe Haven era extraño pero en un buen sentido, observarlo era un manjar para los ojos de todos y era imposible para los recién llegados no pasar horas y horas mirando el cielo mágico de la ciudad. Y para Thomas, siempre resultaba reconfortante mirar al cielo y perderse mientras dejaba que su mente divagara; siendo diferente a cuando decidía reflexionar y solamente mirar al frente o tener la mirada perdida durante un buen rato...
Por desgracia el ruido de un auto deteniéndose a su lado le distrajo de su momento de calma, solo pudo girar su cabeza en dirección al sonido y observar el Hummer que acababa de llegar al lugar. Estaba sentado encima de un sofá pequeño que siempre estaba en la calle del vecindario, ahí se sentaban los vigías durante el día pero en la noche preferían esconderse o mirar discretamente desde sus ventanas.
— Ahí estas enano... Tienes suerte de que no te estuviera buscando porque si no te daría una paliza — Comentó Paxton quien bajó de su auto al mismo tiempo que un Aviano que salió desde el asiento trasero —
— Tienes suerte porque si me estuvieras buscando yo me escondería — Tom siguió acostado encima del sofá mientras observaba el cielo, al Incubo mas joven no le importó el Aviano desarreglado que salió del auto y prefirió ignorarlo totalmente —
— Muy gracioso. Al menos ya puedo reportar que no hay que buscar tu cadáver... ¡Ahora vamos! — Sin ningún tipo de delicadeza, Paxton lo tomó del cuello de su chaqueta antes de literalmente lanzarlo dentro del Hummer causándole un gemido de dolor cuando chocó contra el asiento —
— ¡Carajo! Pudiste decirme que entrara y ya — Paxton no dijo nada y entró a su enorme vehículo mientras encendía la música a todo volumen, Tom acomodó cierto objeto que tenía escondido dentro de su chaqueta, algunos pensarían que era algún tipo de arma o chaleco antibalas pero resultaba ser un libro —
Se lo había encontrado en la mañana cuando esa chica pelirroja se tropezó con el en los pasillos de la academia, estuvieron cerca de besarse por accidente y estuvieron incluso mas cerca de romperse la nariz si la otra hubiera estado corriendo mas rápido. Todos hicieron ese castroso sonido de "Ooooh" al verlos en esa incomoda posición, por suerte solo necesitó estrellarle la cara a alguien contra el casillero para que se fueran corriendo como gatitos asustados.
Esperaba encontrarse a la chica mañana y darle devuelta su diario, no era tan chismoso como para empezar a ojearlo a penas lo encontrara ( Incluso cuando se veía tentado a hacerlo)...
Al Día Siguiente
A Tom no le gustaba el Ala de Artes de la academia... De hecho no le gustaba la academia, lo único que le gustaba era mirar las especies del acuario interior o la estatua que estaba afuera del lugar. La verdad solo asistía para no estar cerca de su familia y porque su padre le había obligado cuando se dio cuenta de que Tom era un inepto en todo lo que tuviera que ver con el negocio familiar:
"No robas, no matas, no golpeas, no vendes y ni siquiera tienes sexo ¿Acaso solo sirves para gastar mi dinero?"
Eso es lo que le decía constantemente su padre cada vez que le pedía que solo le dejara volver a trabajar con el, y no ayudaba que luego se negara a pagar todo lo que tuviera que ver con la academia, no quería pagar un dormitorio, ni tampoco los semestres y ni hablar de donar cuando la escuela lo pedía. Pero siempre terminaba pagando de todas formas cuando el lo molestaba lo suficiente, y cuando no, solo tomaba su dinero y pagaba todo, luego se podría encargar de soportar la paliza que le daría cuando se enterara.
Se encontraba en este ala solo para entregar el diario a aquella chica cuyo nombre no recordaba, no le importaba y no es como si ella estuviera en su radar de chicas con las que se quería acostar, era linda y todo eso pero no era el tipo de chica que le gustaría tener en su cama.
Atravesó las puertas del auditorio e inmediatamente escuchó los sollozos de una voz joven y femenina, no le tomó mas de un par de segundos encontrar la fuente del sonido cuando vio a una chica sentada en uno de los asientos de la primera fila. Le costó verla entre la iluminación tenue y por su cabello rojo que la hizo complicada de distinguir de los asientos que tenían el mismo color, dio un paso para acercarse pero se detuvo al instante al escucharla llorar.
¿Debería acercarse en ese momento?, tal vez la molestaría o no era el momento correcto como para dárselo ¿Y si ella creía que lo había leído?, no es como si eso le sorprendiera y tampoco sería capaz de negar que tal vez si quería leerlo.
Miró a la chica antes de alojar el libro directamente dentro de su chaqueta, no era el momento correcto, tal vez sonaría como un idiota pero no quería dárselo a ella mientras estuviera llorando y tener que hablarle directamente. Un mejor plan sería seguirla a su casillero y aprender su combinación, luego lo abriría y se lo dejaría cuando ella no estuviera ¿Debería dejarle una nota? ¿Qué podría decir?
"Te juro que no lo leí"
"Soy el chico con el que te tropezaste, aquí esta tu diario"
"Ten mas cuidado con tus cosas"
"Llámame si quieres hacer algo mas que solo tropezar"
Lo último no sonaba tan mal en su cabeza aunque dudaba lograr algo mas que irritar a la chica... Pero no perdía nada.
Se colocó la capucha antes de salir por la puerta causando un ruido muy leve que hizo a la pelirroja mirar por encima del hombro a la dirección del ruido, pensó que simplemente fue alguien que se asomó a revisar si el auditorio estaba vacío, a veces a los estudiantes les gustaba ir ahí, lo que hicieran en el auditorio a esas horas no era su asunto ni es como si le importara pero si no fuera tan tímida, al menos recomendaría cerrar las puertas principales si no es hora de clases...
Día Presente
Addison recogió una piedra del suelo y con un rápido movimiento de su brazo la lanzó al lago con fuerza logrando así hacerla rebotar hasta el otro lado sin muchos problemas, era bueno lanzando, jugó un tiempo como lanzador en el equipo de béisbol de la ZPA aunque tuvo que dejarlo cuando resultó que estar tanto tiempo en el sol le irritaba la piel, un partido entero le dejaba la piel tan roja como la de un diablillo... O al menos así lo describía Damian.
Debería haber ido a clases ese día pero había tenido un mal resfriado y siempre era recomendable no ir a la escuela para no arriesgar a los estudiantes a enfermarse también, aunque el resfriado no le impidió salir un rato en la mañana a tomar sol y mirar el lago un rato para distraerse de lo aburrido que estaba en casa.
El Híbrido alzó sus orejas y miró a su alrededor al escuchar un ruido extremadamente leve que lentamente se hacía mas fuerte, caminó en dirección al sonido y se escabulló entre los arboles cuando reconoció el ruido como las sirenas de un auto de la policía.
Logró notarlo cuando se asomó a la carretera y notó una gran camioneta con sus luces de emergencia encendidas cruzando la calle con prisa mientras la seguía un auto negro. Era raro que pasara algo malo en el condado de Southside Falls, generalmente eran desapariciones de algún chico que entró al bosque o algún auto que ignoraba el límite de velocidad al ser un condado con una sola carretera principal casi recta.
Addison siempre fue alguien curioso por naturaleza, no era chismoso pero en un caso así, le interesaba seguir los autos para ver hacia donde iban y que había pasado, puede que alguien hubiera robado o un auto o detuvieron a alguien en un bote en el lago. Sea como sea, ya había empezado a correr a través de los arbustos a un lado de la carretera, agradeciendo que los autos no se detuvieron muy lejos de donde los había visto pasar.
Pronto había llegado a cierto punto que el conocía, era solo un camino de tierra a un lado de la carretera principal que terminaba en la orilla del lago. Los únicos que lo usaban eran personas que quisieran tener "Diversión" en sus autos sin que los molestaran, después de todo ese lugar al sur de la ciudad era solo un lugar de paso, al Este y al Oeste estaban el Distrito Residencial y el Distrito Bajo respectivamente, mas al sur estaba la playa y al norte estaba la ciudad tras cruzar un muy largo puente.
Escondido entre los arbustos y tan silencioso como siempre, Addison se agachó y observó entre las hojas como un par de oficiales de la policía estaban tomando fotos de un cuerpo a un lado del lago, aunque no lograba verlo correctamente, le recordaba un poco a alguien.
"¿Un Íncubo?"
Eso se preguntó cuando un par de Aquianos quienes ya habían llegado en una ambulancia tomaron el cuerpo y lo transportaron directamente a una bolsa para cadáveres de color negro, distinguía bien la piel pálida y cabello negro, le recordó un poco a Tom...
De hecho todos los Íncubos de cabello negro le solían recordar a Thomas, después de todo casi todos lo de su especie se ven prácticamente igual a el...
Suspiró antes de retirarse, un cadáver encontrado en el río era algo raro pero no tan poco común como para que valiera la pena seguir mirando. Aunque por un segundo se preguntó como estaría Tom, aunque lo vio últimamente en la escuela, no habían vuelto a interactuar y de hecho así le gustaba aunque se preguntara que estaría haciendo ahora ¿Estaría con MacKenzie? ¿O estaría perdiendo el tiempo en algún barrio de mala muerte?...
...
Tom se despertó de una forma un tanto extraña, no despertó vomitando y llorando del dolor, solamente se despertó suavemente pero con una incomodidad inimaginable. Había llegado a la orilla de alguna parte del sur de la ciudad, lo supo por la hierba verde que lo rodeaba y lo despejado que se veía todo. Debió de viajar mucho con la marea cuando se quedó dormido y también debió de sumergirse durante un buen rato ya que sus oídos al igual que su nariz estaban inundados de agua.
Estaba acostado sobre una orilla barrosa y casi pantanosa, el no sentir dolor le hizo sentir un poco de pánico que no lograba expresar debido a que no tenía las fuerzas suficientes como para poder abrir mas que sus ojos, como si se tratara de una parálisis del sueño que era tan aterradora como relajante.
"Si tu dolor se detiene, significa que la magia está teniendo problemas para curar las heridas e impide que entres en shock por el dolor. Si tu vista se está tornando blanco y negro, tu magia está a punto de acabarse y en el mejor de los casos entrarás en coma si no te ayudan lo mas rápido posible"
Había leído eso en alguna parte ¿O tal vez alguien se lo dijo?, sea como sea, esa era la explicación de lo que le sucedía. Los Incubos y las Súcubos generalmente no solían vivir para experimentar esa parte, generalmente cuando morían lo hacían al instante o siendo rematados.
Empezó a respirar con fuerza mientras intentaba levantarse con todas sus fuerzas, incluso si su ropa no hubiera absorbido tanta agua, no sería mas sencillo levantarse entre el barro. Su reserva de almas de por sí era poca, si ni siquiera pudo regenerar su ojo derecho dudaba que le quedara mucho tiempo.
Optó por intentar salir primero del barro de una forma mas sencilla pero humillante, volteando su cuerpo y arrastrándose con las manos, sus piernas se sentían como espaguetis y casi todo su cuerpo se sentía vibrando como si estuviera entumecido, la vibración era constante e iba de arriba abajo lo cual le causaba temblores y escalofríos.
Al menos sus costillas y sus pulmones estaban recuperados, no estaban intactos y de hecho algunas costillas estaban fracturadas pero al menos no estaban completamente rotas. La hemorragia interna se detuvo al igual que la sangre que debería salir de su cuenca vacía pero su boca aún sabía a sangre. Su pregunta se respondió antes de poder ser formulada cuando se miró en el charco frente a su rostro y se encontró con una herida digna de alguna película de terror.
Su rostro tenía un corte diagonal profundo que atravesaba desde su labio interior hasta su ojo derecho, por todo su rostro rezumaba sangre negra que constantemente caía directamente en el charco frente a el; puede que estuviera alucinando pero juraba que veía la carne palpitar muy levemente a través de toda su herida, desde sus labios divididos hasta su pómulo expuesto. Debido a esto mismo evitó mover la boca y su rostro para no empeorar la herida estirándola o desgarrándola por accidente.
Las únicas teorías de Thomas respecto a su herida eran que algún animal acuático lo atacó cuando se quedó inconsciente, o tal vez alguna coral u objeto en agua le cortó el rostro en algún momento cuando terminó boca abajo o sumergido.
A pesar de que no podía sentir ningún dolor, eso no evitaba que su cuerpo temblara al igual que su respiración la cual se escuchaba como un motor defectuoso que sufría por continuar encendido. El de piel pálida se arrastró a través del barro y la hierba hasta sentir que sus manos tocaron el asfalto cálido, de alguna forma logró reunir fuerzas para mover las piernas y levantarse al encontrar una superficie fija.
— No puedo... — Tom se quejó temblando mientras se lograba levantar, sentía como si pesara mil veces mas y sus rodillas estuvieran por dislocarse, pero esto no lo detendría de caminar tomándose su tiempo por cada paso que daba —
No tenía ni una sola idea de que hacer en ese momento, no habían autos en la carretera y estaba en medio de un hermoso campo sin dueños, a su alrededor solo había hierba verde, nada de cultivos, granjeros o tractores. En cualquier situación sería un lugar bastante lindo para pasar el rato, pero en este momento era el peor lugar donde podría estar al inicio de la mañana.
Sus ojos notaron cierto lugar cerca de él, una especie de parada de autobús donde comprensiblemente no había absolutamente nadie en ese momento. Por lo que se acercó y cruzó la puerta para luego dejarse caer en la banca para descansar, la verdad se sentía tan mal que la banca era tan cómoda como una cama...
No era capaz de concentrarse lo suficiente como para cambiar de forma y ni hablar de abrir algún portal para cruzar al Infierno, en este caso solo podía acostarse y esperar que tal vez alguien llegara para ayudarlo... Ahora que lo pensaba, dudaba que la ayuda llegara tiempo aún si lo encontraban en ese momento.
Tosió un poco y posteriormente notó que los colores a su alrededor se estaban tornando muy apagados. Tenía demasiado sueño como para preocuparse realmente por esto, a este punto solo podía descansar y esperar que despertara dentro de poco tiempo, realmente estaba cansado y sentía que su cerebro estaba apagándose al igual que los colores a su alrededor...
...
Ambos BMW de apariencia siniestra mantuvieron sus motores encendidos sin importar si se veían sospechosos o no, no es como si los fueran a molestar en ese momento o al menos eso esperaban. Las ventanillas de ambos vehículos permitiendo que los ocupantes de los autos hablaran entre ellos y el chico en el asiento del acompañante del BMW M8 habló primero...
— Solo encontraron un cuerpo — Comentó el Incubo de cabello bicolor mientras miraba al mayor en el vehículo mas grande al cual todos llamaban "Cuatro Dedos" debido a que le faltaba el dedo anular de la mano izquierda —
— ¿Y para eso me llamaron con tanta urgencia idiotas? — Antes de poder regañarlos, el conductor del auto de dos puertas quien era igual a su gemelo exceptuando por sus gafas y el patrón de su cabello el cual era inverso al de su hermano —
— No era el cadáver de Tom, era el cadáver del tipo muerto en su apartamento ¿Y si sobrevivió? ¿Y si va a contarle a Castello sobre esto? — "Cuatro Dedos" hizo una mueca y se encogió de hombros —
— Lo dudo, ustedes lo vieron. Esta muerto y si no lo mataron las balas, las pocas almas que tenía no lo dejarían curarse... Además, Castello odia a los Incubos, dudo que el vaya a pedirle ayuda — El Incubo con gafas lo miraría por un momento frunciendo el ceño mientras decía —
— Por eso eres solo un subordinado mas, no ves el panorama completo y tu pequeña mente no es capaz de ver La Imagen Completa, donde algo nos salga mal, porque crees que todo lo que hacemos sale bien siempre... No esperaba mas de alguien de Ojos Anaranjados que solo sirve de saco de boxeo — El mayor al escuchar aquello apretó el volante de su vehículo mientras sus ojos cambiaban a su verdadero color dejando atrás del color Dorado que usaban para camuflarlos —
— ¡Repíteme eso! ¡Maldito malcriado! — El deportivo mas pequeño subió su ventanillas y ambos gemelos aceleraron en reversa evitando el vaso de café late que el contrario les lanzó tras arrancarlo del portavasos casi regando el contenido dentro de su propio auto —
— ¡Malditos Ojos Azules! ¡Tienen suerte de ser hijos de Timothy! — Al alejarse lo suficiente ambos Íncubos jóvenes bajaron las ventanillas y mostraron su dedo medio al contrario antes de retirarse quemando sus ruedas en el pavimento —
— Paranoicos de mierda, iguales al idiota de su padre... — Como no esperarlo, los Íncubos de Ojos Azules siempre han sido unos sabelotodo que se creen mejores que los demás porque son mas inteligentes y de no ser porque estaban en autos distintos les hubiera dado una paliza a esos dos —
"Cuatro Dedos" aceleró y se retiró cruzando la calle dirigiéndose a comprarse un nuevo café para reemplazar el café que le había intentado lanzar a los gemelos, aunque debía admitir que le habían contagiado la paranoia ¿Y si Tom estaba vivo todavía? ¿Y si pidió ayuda a Castello?. El Íncubo de cabello negro miró a los lados asegurándose de que no había nadie y tomaría su teléfono marcando un número que tenía anotado en un papel arrugado que guardaba en la guantera de su auto.
...
Un Felino que pasaba cerca del callejón observó momentáneamente el Bentley Flying Spur que estaba estacionado a un lado de un edificio residencial pequeño, el Gato observó el hermoso vehículo de color particular pero sin embargo no tomó ninguna foto del curioso auto que se encontró de casualidad, el auto no tenía matriculas y en el Distrito Bajo, era claro a quienes les pertenecía y por esa misma razón decidió retirarse.
De la puerta del edificio saldrían tres Incubos vestidos de negro, Timothy el "Padre" de todos ellos y su jefe era el único vestido de forma elegante a diferencia de sus acompañantes los cuales solo vestían con chándales deportivos negros y zapatillas deportivas.
— Muy bien, un poco de dinero arregla todo. Ahora, vamos a la refinería de petróleo y luego al Vertigo — Dijo el mayor mientras su acompañante mas alto tiraba al suelo la colilla del cigarrillo que fumaba y luego la pisaba para extinguir la llama totalmente —
— Claro — El mas alto respondió y entró al auto sentándose en el cómodo asiento del conductor mientras su jefe se sentaba detrás de el, su amigo mas bajo por su parte se sentaría a un lado de su jefe quien lo miraría alzando una ceja —
— A no ser que me digas que me baje los pantalones para pasar un buen rato no te quiero sentado a mi lado ¡No bajes la ventanilla! — El mas joven miraría al mayor tras escuchar aquello aunque esto no impidió que bajara la ventanilla totalmente —
— ¿Por qué?, estos autos tienen lo mas lujoso en los asientos de atrás y siempre me dejas bajar la ventanilla en el asiento de adelante — El contrario miraría a su subordinado mientras se acomodaba las gafas —
— Porque yo soy el jefe y yo decido donde me sentaré y si quiero que un idiota se siente o no a mi lado... ¡Sube la ventanilla! ¡Las ventanas blindadas no sirven de nada si están abajo! — El mas joven le miraría y suspiró —
— Vamos, se supone que arreglaste ese problema con Thomas ¿No?. No seas tan paranoico... — Para evitarse mas problemas, el contrario tomaría su teléfono el cual dejaría anteriormente en el separador de ambos asientos y lo metería en su bolsillo antes de salir del vehículo —
Al hombre albino cerró sus ojos momentáneamente cuando su visión se cubrió de rojo y sus oídos zumbaron cuando la sangre negra le cubrió el rostro, la masa liquida se esparció sobre su rostro al igual que se dispersó a su alrededor, aunque ningún proyectil impactó contra él esto no impidió que empujara su propio cuerpo contra la puerta y agachara un poco la cabeza esperando otro disparo.
Los dos individuos vestidos de negro y con cascos continuaron acelerando en su motocicleta sin detenerse, escondiendo la escopeta con la que acababan de disparar y alejándose antes de que alguien lograra tomarles una foto o los identificara. El conductor se había agachado para evitar que le dispararan incluso si la ventana hecha con gruesas capas de vidrio blindado estuvieran cubriéndolo desde su lado,
— ¡Mierda! — Gritó Timothy quien desenfundó su arma la cual anteriormente descansaba en una funda de cuero a medida y escondida dentro de su chaqueta, no serviría de nada ahora que los tiradores huyeron pero era mejor ser precavido en caso de que regresaran —
— ¡Si no estás herido sube las ventanillas y conduce! — El interior negro del Bentley quedó hecho un desastre a penas notable pero igual de desagradable y el tapete del suelo estaba llenándose con la sangre que se derramaba desde el separador de los asientos —
El hombre de lentes se limpió la sangre de la cara y apartó del cadáver del separador de los asientos empujándolo para apartarlo, las ventanas del auto no estaban polarizadas totalmente y alguien podría sospechar algo si viera que la ventana de su lado estaba salpicada de un líquido oscuro, así que el mayor tomó un pañuelo blanco de su bolsillo y "Limpiaría" la ventana, cabía resaltar que solo esparció el líquido arruinándola todavía mas pero su único objetivo era que no fuera tan notable y deshacerse de la carne y materia cerebral que se deslizaba por la ventana.
— Cambio de planes, vamos al taller a que limpien este desastre y cambiaremos a un auto distinto. Enviaré a los gemelos para encargarse de los negocios de hoy — Timothy tiró el pañuelo al suelo del auto antes de limpiarse las gafas con la manga de su chaqueta elegante, a pesar de su apariencia elegante al Albino no le molestaba estar cubierto de sangre pero tampoco quería tener la visión obstruida gracias a la sangre en sus gafas —
El mayor aprovecharía el espacio en medio de los asientos para acceder al refrigerador del vehículo situado entre los asientos traseros, abrió el refrigerador y tomó la botella de medio litro de champaña la cual abrió sin importarle que la espuma se regara sobre el tapete y luego empezaría a beber directamente de la botella ignorando las copas que estaban situadas también en el refrigerador.
...
La limusina Cadillac bien mantenida a penas hizo ruido al estacionarse, aplastado cualquier piedra o guijarro debajo de sus llantas, la música pop era a penas audible desde afuera lo cual era impresionante al ser un vehículo blindado y casi hermético. El chofer, un Íncubo de bajo nivel y piel rojiza usó el botón para bajar la ventanilla que lo separaba de su jefa.
— Ya llegamos señorita — Lolly Gag, la personificación del pecado capital de la Lujuria dio un trago a su vaso de vodka antes de dejarlo en su sitio —
— Muy bien, vete y deja la limusina aquí — El chofer asintió mientras su jefa abría la puerta por si misma —
La mujer bajó del vehículo largo y caminó a las escaleras que daban a una enorme puerta doble, sus pasos resonaban al chocar con el concreto de las escaleras. Y como si se tratara de arte de magia, ambas puertas se abrieron a penas había subido el último escalón del lugar, un par de Diablillos fueron quienes abrieron las puertas para ella mientras un par de Íncubos jóvenes de piel pálida estaban sentados en las escaleras fumando unos cigarrillos.
— Está arriba, ya lo vio el médico un par de veces... — El Incubo que usaba una gorra negra extendió su mano recibiendo un fajo de billetes que empezaría a contar uno por uno mientras su "Hermano" esperaba que los dividiera en dos para darle su parte —
— Ahora que no parece un Zombie, solo se ve como una Momia — Ambos se retirarían al dividir su pago sin importarles lo que sea que la otra hubiera estado a punto de decirles mientras subía las escaleras —
La mujer entró a la habitación de la derecha, una habitación a penas usada cuyo balcón tenía una buena vista de la montaña hacia una playa lejana donde algún que otro yate o bote pequeño cruzaba lentamente el campo de visión de cualquiera que se asomara.
Lolly se acercó a la cama observando la figura cubierta de vendajes, casi el costó reconocerlo de no ser porque ese peinado era perfectamente reconocible para ella. Por esto mismo jalaría muy levemente las gruesas mantas que usaron para cubrir al menor y tomaría el grillete atado a su cuello añadiendo una gran cantidad de almas, no tantas como para hacerlo crecer y volverse mas poderoso pero suficiente como para que pudiera curarse en algunas horas, además de añadir suficiente energía como para que finalmente despertara.
El Íncubo despertó tosiendo un poco y sintiendo como todo su cuerpo parecía estar comprimido de una forma dolorosa, sentía su cuerpo temblando y entumecido siendo increíblemente incomodo, intentó mover su cuerpo pero era mas doloroso e incomodo que solamente dejar que todo su cuerpo estuviera entumecido hasta que la sangre llegara a todas sus extremidades.
Se confundió al intentar abrir los ojos y sentir algo obstruyéndolos, parecía tener algún tipo de tela sobre sus ojos la cual no le permitía abrir sus ojos, su visión no era negra, era solo un gris intrínseco complicado de describir.
— ¿Dónde estoy? ¿Por qué no puedo ver nada? — Thomas preguntó débilmente, su boca se sentía seca al igual que su garganta —
— ¡Hola! ¡Hola! ¡Bienvenido a casa! — Una voz chillona asaltó los oídos sensibles del mas joven quien gruñó del dolor y posteriormente gimió del dolor al intentar doblar sus brazos para cubrírselos —
— ¡Mamá! ¡Por lo que mas quieras no hables así de fuerte! — Thomas exigió al escuchar la voz conocida de su madre quien por esta vez prefirió no torturar al menor, de hecho decidió cambiar de su forma joven vestida de pirata a su forma de soberana del Infierno, de por sí ya medía casi dos metros y medio en su forma joven, en su forma de soberana medía cerca de los cinco metros y esa era una de las razones por la que a penas usaba dicha forma —
— Okey, lo siento... — Contestó la mujer esta vez usando una voz mucho mas maternal y menos irritante, la mujer se sentó junto al contrario en la enorme cama mientras lo examinaba desde cerca —
— ¿Puedes responder mis preguntas? — Ante la pregunta, la contraria simplemente miró a su alrededor intentando recordar el nombre de la propiedad donde estaba, la habitación iluminada solo por el brillo de la luna a través de las cortinas del balcón era lo único que la ayudaba a ver un poco los detalles de la habitación los cuales no la ayudaban a recordar —
— Bueno, estás en una mansión cerca de la playa... En el Anillo de la Lujuria claro. Y creo que me dijeron que solo te faltaba el ojo derecho pero el doctor te puso la venda sobre tu ojo bueno. Déjame corregirlo — La mujer alzó la venda lo suficiente como para dejar el ojo izquierdo de su hijo poder mirar alrededor y acostumbrarse fácilmente a la poca iluminación que provenía de la ventana —
— Dime que tan mal me veo y se honesta — Dijo el Incubo quien volvió a cerrar su ojo el cual sufría de un dolor punzante muy leve, no comprendía el porqué le dolía sin tener ninguna iluminación fuerte apuntando directamente a su ojo pero esto no impidió que lo cerrara con molestia —
— Te seré honesta... Estas casi albino pero las puntas de tu cabello aún son negras, tienes mas vendajes puestos que una momia y los vendajes están manchados de sangre, pareces un trapo sucio — Ser llamado "Trapo Sucio" era algo que no esperaba, pero ser casi albino sonaba incluso mas raro y pudo ser testigo cuando su madre le mostró su rostro en un espejo de mano que estaba en un cajón de la mesita de noche—
— ¡Por qué me parezco a papá! — Exclamó Tom al abrir sus ojos y notar su cabello casi totalmente blanco, estaba tan despeinado como esperaba aunque su cabello naturalmente seguía cubriendo su ojo derecho ahora también cubierto con una venda —
— Verás cariño, a veces cuando un Íncubo se muere muy lentamente y esta muy cerca de la muerte, la magia que nos ayuda a cambiar nuestro cabello de color también intenta actuar y abandona el cabello para intentar curarte — El menor suspiró mientras chasqueaba la lengua y miraba a su alrededor antes de volver a cerrar su ojo —
— Estarás bien, en uno o dos días te verás mejor... En cuanto a tu ojo derecho, es la primera vez que pierdes un órgano importante y tardarás en recuperarte pero confía en mi, estarás bien — Tom la miraría con su único ojo funcional y simplemente usaría las fuerzas que estaba ganando gracias a las almas regaladas por su madre para poder sentarse —
— Muy bien, gracias por todo... Tengo que irme — Rápidamente la mujer lo detuvo y lo empujó devuelta para que se acostara causando un quejido al sentir que sus costillas aún lastimadas fueron empujadas de manera brusca —
— ¡Nada de eso!. Ni siquiera sé que te pasó y no eh de recordarte que estás tan débil como un gatito — La mujer le dio una bofetada muy leve al menor quien no lograba moverse lo suficientemente rápido como para evitar que la otra hiciera eso una y otra vez —
— ¡Carajo! ¡Detente! ¡Ya entendí! — Tom tosió un poco al intentar gritar y recordó su garganta seca la cual le dificultaba hablar en voz alta —
— Al menos consigue un poco de agua — La mujer al instante chasquearía sus dedos y en menos de diez segundos un diablillo le trajo una jarra con agua y un vaso con agua los cuales sostenía en una bandeja de plata la cual sostenía en una sola mano —
— Oye antes que nada ¿Qué tanto tiempo estuve en coma? — Ante la pregunta, la contraria tomó su teléfono y revisó la fecha, luego empezó a hacer cálculos con los dedos y procedió a mirar la hora de su teléfono nuevamente —
— Tomando en cuenta la diferencia de horas calculo que estuviste en coma... Unos seis meses — El menor abrió los ojos como platos al escuchar eso y ni siquiera reaccionó cuando su madre le ofreció el vaso de agua, hasta que su madre le golpeó con un dedo para que reaccionara y se diera cuenta de que ella se estaba riendo —
— ¡Es broma! ¡Te la creíste! Solo estuviste en coma por tres días — El menor se abstuvo de tirarle el vaso de agua a su madre y solo suspiró de alivio acomodándose al poder relajar su cuerpo —
Tom alzó su mano y sostuvo cuidadosamente el vaso mientras dejaba que el líquido fresco hidratara su garganta, tenía que explicar que había pasado y así otorgarle un poco de contexto a su madre quien tal vez podría ayudarlo, no se le ocurría una forma en la que ella podría ayudarle pero al menos le podría dar un consejo.
Mientras Tanto
Mackenzie jugaba con una bola de estambre mientras su gatito estaba dormido en un sofá cercano, no estaba en su hogar, cuando salió de la escuela uno de los amigos de su madre la recogió y le trajo a su hogar o al menos eso decía.
Sam, el Gato Negro que la estaba cuidando en ese momento estaba sentada a un lado de la ventana mirando su teléfono y ocasionalmente apartando las cortinas para mirar afuera, sin embargo este ocasionalmente la miraba jugando con la bola de estambre y su mirada se fijaba en la bola de estambre la cual lo mantenía un tanto ansioso, lo único que se escuchaba eran los ruidos de MacKenzie jugando con la pelota y algún ronroneo ocasional de parte de su mascota.
— Oye MacKenzie tu mamá llegó, ve a abrirle — Comentó Sam quien se asomó entre las cortinas antes de avisarle a la pelirroja —
MacKenzie se levantó del sofá y se dirigió a la puerta, la luz del pasillo de la entrada no funcionaba por lo que se le complicó encontrar la perilla para abrir la puerta hasta que sintió el frío metal contra sus delicadas manos y procedió a abrir la puerta sintiendo el aire frío de la tarde golpearla causándole un escalofrío.
La Humana salió de la casa observando el vehículo frente a ella, luego miró a su madre abriendo la puerta y saliendo del auto mientras le sonreía. Margo bajaría del auto mientras se colocaba su chaqueta para el frío y saludaba a su hija con un abrazo.
— Hola cariño ¿Sam te esta cuidando bien? — Preguntó la mujer mientras abrazaba su hija alzándola lo suficiente como para levantarla del suelo —
— ¡Claro mamá! ¿Y que pasó con la Range Rover? — MacKenzie miró la Mercedes Clase G que su madre usó para llegar a la casa esta vez, su madre tenía dos autos, un Cadillac y una Range Rover —
— Oh bueno, ya era una camioneta un poco vieja así que decidí comprar algo mejor, mas lujoso, mas rápido... Y mas pesado. Ya sabes, si te chocan es mejor que tu auto sea pesado para que no se voltee — Comentó la mujer mientras acariciaba su muñeca adolorida por el accidente de anoche, por suerte MacKenzie ni siquiera se dio cuenta de que tuvo que llegar en taxi anoche —
— Entra y mírala por dentro, es muy cómoda — MacKenzie caminó hasta la parte trasera y abrió la puerta, usando el peldaño hecho para subir de forma mas sencilla. Mientras tanto su madre se acercaría al Gato Negro de traje elegante que estuvo cuidando a MacKenzie —
— ¿Conoces a alguien que pueda ponerle blindaje? — Ante la pregunta que a penas pudo escuchar debido a ser un susurro a penas audible el de Ojos Amarillos la miró de reojo mientras buscaba algo en su bolsillo —
— ¿Qué tanta resistencia necesitas? — Ante la pregunta la contraria tardó un poco en responder debido a que vigilaba que su hija adoptiva no saliera del auto y los escuchara —
— BR6, solo para estar segura de que será suficiente... Esta es una G-63, creo que aguantará una tonelada de blindaje extra — Sam miraría su teléfono nuevamente y notaría un video que alguien le acaba de enviar, el Gato Negro bajó el volumen y mostraría el video a la mayor —
Ambos miraron la pantalla de alta calidad del teléfono la cual mostró un video que empezaba con el pasajero de una motocicleta amartillando una escopeta cuyo modelo era complicado de identificar, posteriormente notaron como la motocicleta entraba a un callejón y el tirador levantaba su escopeta para disparar a alguien que estaba en el interior de un auto negro. Un clásico video de un asesinato, las mafias de la ciudad solían enviar estos videos entre ellas para mostrar lo que eran capaces de hacer y para adjudicarse la autoría de ciertos asesinatos.
— ¿Pusiste un contrato sobre la cabeza de un Íncubo? Sabes que tienes que avisarnos ¿No? — Margo alzó una ceja ante la pregunta y luego se cruzaría de hombros —
— Claro que lo sé muy bien... Pensé que Castello era quien lo había hecho, el video me llegó esta tarde pero solo lo subieron a internet sin decir quien lo hizo — El hombre joven repitió la misma acción que la contraria mientras quitaba el video de la pantalla del teléfono —
— Claro que no, Castello no sabe nada de esto. Está ocupado en el Distrito E! haciendo un trabajo para que Husk acceda ayudarlo con el negocio de las partes de autos de lujo... Algo pasa, tu vete a casa y yo haré unas llamadas ¿Si?. Creo que no estamos viendo La Imagen Completa, no fuiste tu y no fuimos nosotros, alguien mas debe estar haciendo esto — Margo asintió y tomó un papel que el contrario le había dado con una dirección, llevaría a MacKenzie a casa y mañana se encargaría de dejar el auto donde le pudieran añadir casi una tonelada de blindaje —
— ¡Vamos a casa MacKenzie! ¡Trae a Huzzy y despídete de tu primo! — MacKenzie se apresuró a buscar a su mascota mientras su madre entraba al auto lentamente —
Margo suspiró y extendió su gran mano abriendo la guantera para tomar algo del interior de la guantera, al abrirla tomó un objeto pesado y luego cerró la puerta para evitar que MacKenzie la viera. La Gata de gran tamaño amartilló la pesada pistola Glock 20 que tenía en sus manos, le había colocado una mira óptica para ayudarla a apuntar y con su poderoso calibre de Diez Milímetros era suficiente para deshacerse de cualquier Íncubo o Súcubo con dos o tres disparos, por esto mismo situó el arma en una funda que había pegado bajo el asiento y posteriormente cerraría la guantera sintiéndose mas segura con el arma a su alcance...
Diez Minutos Después
Cuando el Íncubo termino de contar lo sucedido a su madre la cual se distrajo mirando su teléfono mas de una vez, la mayor lo miró y entonces empezó a reírse, primero era una risa leve pero lentamente la risa fue aumentando su volumen hasta casi volverse una carcajada.
— ¡Carajo! ¡Lo jodiste todo por una chica! — La contraria continuó riéndose ahora bajando el volumen de su risa mientras se cubría la boca intentando inútilmente no verse como si se burlara —
— Lo que hace un chico por acostarse con la rarita ¿Eh? — Tom gruñó mientras golpeaba su cabeza contra la almohada —
— ¡No es por sexo! ¡Si fuera por eso iría por cualquier otra chica! — Tom al poder mover sus brazos nuevamente decidió tomar una almohada cerca y cubrirse el rostro —
— Lo sé, lo sé, solo te molesto un poco... Pero no te puedo ayudar esta vez — El menor gritó en su almohada ahogando el ruido para que solo el y su madre pudieran escuchar el grito ahogado —
— No hagas una rabieta ¿Si?, tu padre sigue casado conmigo y eso lo hace un Rey del Infierno como yo. Claro, podría ir con Satanás a pedirle su aprobación pero tu padre cumple bien su rol de tener Demonios en Safe Haven y de traer almas así que... — El Íncubo se mantuvo con la cara cubierta gracias a la almohada deseando ahogarse con esta misma mientras su madre lo escuchaba gritando otra vez en la almohada —
— Ya, no llores. Te daré un pequeño consejo, en Safe Haven hay gente que podría matar a tu padre, solo encuentra la forma de recurrir a uno de ellos y deja que ellos hagan el trabajo ¿Si?, después de todo si ellos lo mataron el problema con Satanás será de ellos y no tuyo. Mucha gente poderosa estaría dispuesta a matar a tu padre si les das la información que necesitan — Al escuchar esto, Thomas se calmaría y dejaría la almohada en paz a su lado tras un suspiro cansado —
— Necesito pensar en eso — El de cabello decolorado gruñó del dolor mientras se estiraba para aliviar el entumecimiento de su cuerpo —
— Oye, mi deber como madre es que mis hijos estén vivos y estoy intentando lo mejor posible cumplir ese requerimiento. Así que como tu madre te recomiendo que te quedes uno o dos días hasta que al menos te funcione el otro ojo ¿Qué tal suena eso? ¿Quieres ir al bote y jugar a los piratas? — Thomas negó con la cabeza aunque al menos mostró una sonrisa leve antes de contraer el rostro debido al dolor ardiente en su rostro —
— Oh, es cierto. Tienes la cara cosida desde tu labio hasta tu ojo derecho así que no muevas mucho el rostro durante un rato... ¿Y no quieres acompañarme al puerto a ver mi barco pirata? — Al no saber que hacer además de mirar alrededor, el Íncubo aceptó y se levantó con lentitud de la cama sintiendo su cuerpo temblar levemente —
Su madre le ayudó a mantenerse en pie hasta que pudiera caminar sin verse amenazado por caerse, al menos su madre le ayudó a ver La Imagen Completa y analizar su mejor opción, era como su padre lo decía.
"Si no eres capaz de matar a alguien por ti mismo, siempre puedes recurrir a otra persona para que te haga el trabajo sucio"
Tom siempre lo olvidaba o no le prestaba importancia pero el era el hijo biológico de Lolly Gag, eso lo hacía un Príncipe del Infierno y por lo tanto tenía autoridad suficiente como para exigir que le dieran algún objeto valioso o solo un montón de oro como pago para alguien. Por menos que le gustara a todos, siempre hay una primera vez para abusar de tu poder...
Mientras Tanto
Fitch no solía comer en restaurantes pero esta vez su trabajo lo pedía y necesitaba esperar a un individuo peligroso y seguirlo. Lo menos que hubiera esperado es que otro individuo apareciera frente a el y empezar a hostigarlo para que le ayudara.
— ¿Cuánto tengo que pagarte para que mates a mi hijo? — Preguntó el hombre de lentes mientras miraba al Dragón Cambiaformas —
— No trabajo para Demonios de ningún tipo — El contrario contestó mientras el mayor suspiraba —
— Vamos Fitch, que el racismo no nos separe ¿Si? ¿Un millón? ¿Una chica? ¿Dos? — Fitch negaría con la cabeza mientras miraba de reojo un espejo del restaurante manteniendo vigilada un deportivo negro al otro lado de la calle —
— Te lo repetiré, yo no trabajo para Demonios de ningún tipo... Además, eso es un problema familiar y como el patriarca de la familia, eres tú quien debería encargarse ¿No crees? — La única razón por la que Fitch no tomaba su arma y atacaba al contrario era solo porque estaban en público, no podía arriesgar a los civiles. Por su parte el Íncubo mayor solo hizo una mueca y encogió de hombros antes de retirarse de lugar —
— Bien, entonces vine al Distrito Industrial para nada... Pero esto no ha acabado — Comentó el Incubo quien se retiró acercándose al Mercedes negro de la entrada y retirándose, siendo seguido por un deportivo azul —
El más joven mantuvo la mirada fija en la puerta antes de reaccionar cuando le habían traído su comida nuevamente, Fitch suspiró y empezó a comer su almuerzo mientras hacía una pequeña anotación mental, recordaría contarle sobre esto a Adina, solo en caso de que tuviera que hacer algo más que solamente alejarlo y rechazar su oferta.
...
Tom estaba sentado en el muelle observando la infinita extensión de mar que había ante sus ojos, al menos ya era capaz de levantarse y caminar aunque aun se sentía débil, como si una caminata fuera el equivalente a hacer un maratón.
El chico con el cabello aún decolorado simplemente apretó un juguete antiestrés en su mano, le ayudaba a que las manos no se le entumecieron y que supiera cuando recuperó su fuerza muscular.
— Oye Tom, ¿No quieres subir a mi barco pirata?, adentro tiene espadas, cañones y todas esas cosas de piratas— Tom miró el barco de su madre el cual estaba situado a su lado, la extraña afición de su madre por los piratas no era un gusto compartido... Pero el suéter que siempre usaba fue regalado por ella, le gustaban los cráneos y las peleas con cuchillos, al menos compartían ese gusto —
— No gracias mamá, ya estar sentado me da ganas de vomitar, no quiero subirme a un barco que se mueve sin parar... ¿No puedes al menos usar el yate normal? — Preguntó Thomas mientras miraba a la más alta que había vuelto a usar su forma más joven pero aún más alta que su hijo —
— Claro que no, no entraría en la estética que busco y no sé dónde pondría mi ron y mis espadas — El más joven dejó de lado lo que dijo su madre y simplemente se acostó sobre la madera para mirar el oscuro cielo nocturno del Anillo de la Lujuria —
Tom chasqueó la lengua cuando pensó en cómo podría encontrar una forma de deshacerse de su padre, podría recurrir a los Incubos que estuvieran cansados de estar bajo el yugo de su padre... Pero no podría caminar más de una calle en el vecindario sin que alguien le hiciera al menos un agujero nuevo.
El chico alzó una ceja al recordar algo que su padre había dicho hacía bastante tiempo, cuando había regresado con el diario de MacKenzie y le comentó lo que pasó con Gustav y con Addison.
Tres Meses Antes
Cuando entró a la mansión de su padre, lo primero que recibió fue burlas de algunos de sus "Hermanos" quienes estaban en el pasillo. Vio a sus dos hermanos menores quienes murmuraron algo entre ellos antes de reírse en voz baja, Thomas gruñó caminando a la sala donde su padre estaba sentado acariciando a su tigre mascota.
— Mira eso, el hijo pródigo regresa a casa — Comentó el hombre de lentes quien acariciaba al tigre albino que descansaba a su lado en el sofá y masticaba lo que Tom solo pudo identificar como el brazo de algún animal antropomórfico —
— Ya se a que vienes, me vienes a chillar porque ese Serpio te hizo ver como una perra en medio de la escuela — Tom se sonrojó y estuvo a punto de ocultarse el rostro con su bandana a cuadros pero prefirió no verse tan débil aún habiendo mirado en otra dirección —
— Jaja, ya sabía yo... Adivino, quieres que lo mate o que te dé un arma para matarlo, porque tú crees que esto es un juego donde puedes ir haciendo lo que quieras. Bueno, cuando se habla de estás cosas yo no juego — Timothy tomó algo que estaba situado en la funda de su bolsillo y luego mostró una pistola pequeña de acero inoxidable —
— Oye papá, calma ¿Si?. No pretendo matarlo, solo asustarlo o darle una paliza — El hombre bajo el percutor de la pistola y luego la colocó en la mesa de cristal, posteriormente la empujó y la deslizó a través de la mesa hasta que estaba frente al menor —
— Vamos, tómala... — Tom alzó una ceja y tomó la pistola SVI TIKI-T, una muy bonita pistola de edición limitada, no tenía mirillas lo cual podría ser un problema para cualquiera y además era pesada, como cualquier arma de fuego —
— Ve y hazlo pero luego no vengas corriendo conmigo cuando su tío te mate. Porque no se si sepas, pero ese chico es sobrino de Fitch, ya sabes, el tipo que es mitad Ángel, y eso lo vuelve peligroso para todos los Demonios... Y no solo eso, también es hijo del tipo que sale con Castello — Tom suspiró frustrado y deslizó el arma devuelta a su dueño quien la recogió mientras sonreía —
— Recuerda, la gente tiene familia y esa familia puede tomar represalias. Así que abstente de hacerle algo a las personas que tienen a alguien a quien les importe su miserable existencia.. Ahora vete — Al escuchar lo que dijo su padre, el contrario suspiró frustrado y se retiró del lugar escuchando las risas de sus "Hermanos" y "Hermanas" detrás de el —
Al salir por la puerta principal, el Íncubo lo pensó mejor y lentamente embozó una sonrisa muy leve al pensar en una mejor forma de vengarse. Golpearlo o dispararle, el dolor es temporal y Thomas lo sabía muy bien, su padre le daba una paliza cuando hacía algo mal y una o dos horas después de los golpes ni siquiera recordaba que tanto le dolió. Los golpes y patadas rompen los huesos, pero el dolor emocional y un orgullo herido rompen a la gente...
Día Presente
El Cadillac CT6 se detuvo frente a un edificio pequeño, la música de jazz se escuchaba en el interior del vehículo el cual era conducido por un Gato Negro acompañado de su hermano gemelo quien observaba una gema que sostenía en su mano.
— Vaya, creo que esto debe de ser un rubí — El Felina sostenía la hermosa gema de tamaño pequeño en su mano —
— Oye idiota esa es una esmeralda, desde aquí veo que es verde — Comentó el conductor del vehículo quien usaba su teléfono personal para mandar un mensaje y desviando la mirada para mirar la gema que sostenía su hermano —
— ¿Verde? Yo la veo roja... ¡Castello! ¿De que color es esta gema? — El mafioso Serpio que estaba sentado en el asiento trasero observando su teléfono a penas se tomó un par de segundos para mirar la gema que sostenía el menor —
— Es verde... ¿Te drogaste o algo así? — El Felino erizó levemente su pelaje ante la pregunta y volvió a mirar el objeto en su mano —
— No esta vez... ¡Creo que soy miope! — Exclamó el joven horrorizado casi dejando caer la joya en su mano enguantada —
— Definitivamente estas drogado si estas confundiendo miope con daltónico — Comentó el conductor quien simplemente guardaba su teléfono hasta que ambos Gatos Negros erizaron su pelaje y alzaron sus orejas al escuchar un siseo detrás de ellos —
— ¡No me importa si es miope o daltónico o drogadicto! ¡Entren y díganle al joyero que revise si es real o si tengo que cortar unos cuantos dedos! — Castello alzó la voz causando que ambos esbirros salieran del auto lo mas rápido posible para evitar enfadar aún mas a su jefe —
El hombre suspiró mientras rebuscaba en su traje algo para calmarlo, a veces eran increíblemente efectivos y a veces eran dolor de cabeza. Claro que podía disciplinarlos a golpes si quería pero dudaba que eso sirviera de algo, después de todo lo hizo varias veces cuando se lo merecían y no sirvió de mucho.
"Malditos niños me van a volver loco"
Pensó Castello quien estaba a punto de encender un cigarrillo hasta que sus instintos de serpiente sintieron una vibración extraña a su lado, no era la vibración del auto debido a su motor ni la de sus hombres por lo que rápidamente soltó lo que tenía en las manos e instantáneamente se abalanzó sobre el invasor que encontró la forma de acceder a su auto sin abrir la puerta por si mismo.
Pero a pesar de morder con toda su fuerza, sus colmillos no pudieron atravesar una especie de tela gruesa y resistente lo único que quedaba era la ruta ruidosa y que iba hacer sufrir a sus tímpanos. Por lo tanto se apresuró a tomar de la funda interna de su chaqueta un enorme revolver Colt Anaconda cuya elección no era una coincidencia tomando en cuenta la especie de Castello, pero antes de poder dirigirlo a la cabeza de su atacante el cañón fue tomado bruscamente antes de que Castello sintiera un par de puntas presionando contra su su mandíbula inferior.
Lo único que pudo sentir fue un dolor punzante que recorrió todo su cráneo hasta su cuello causando que todo su cuerpo se tensara y convulsionara lanzándose hacia atrás tanto por instinto como por simple reacción ante el dolor que lo invadió, sus dientes se apretaron tanto que sus dientes crujieron y se sintieron adoloridos.
— Te gustan las armas grandes ¿Eh? — Respondió un Incubo que se cubría un ojo con su cabello mientras sostenía el revolver personalizado de Castello sosteniendo el cañón y sosteniendo un taser en la otra mano, su cuello estaba cubierto por una bandana pero logró divisar como se asomaba un trozo de tela grueso, un protector antipuñaladas para el cuello —
Antes de tomar la pistola provisional de su tobillo sintió como el pesado revolver era lanzado a su regazo y notó como el menor bajó su taser sin soltarlo pero alejando su dedo del botón para liberar una descarga eléctrica que podía dejarlo incapacitado momentáneamente.
— Eres tu, el pequeño Thomas... ¿Por qué no estás muerto? ¿Y porqué te teñiste el cabello como el de tu padre? — El Íncubo gruñó mientras se acomodaba en el asiento ignorando lo que le dijo el contrario respecto a su cabello —
— Sin comentarios, lo único que te debe importar es que estoy vivo y que te puedo ayudar a dejar a mi padre en un lugar mucho mejor... Bajo tierra — Castello enfundó su arma al escuchar aquello y retomó su cigarrillo al igual que su mechero procediendo a encenderlo aunque por pura amabilidad le ofreció uno al menor —
— No gracias, no me gusta el sabor que te deja en la boca — El Serpio se encogió de hombros y simplemente le dio una calada al cigarrillo tras bajar levemente la ventanilla para que el humo no arruinara el olor del aromatizante del auto —
— Mira niño, odio a tu padre como todos pero no tengo ganas de empezar una guerra con los Incubos y mucho menos ahora que tienen a los Vampiros de su lado. Seguro que encuentras a alguien que quiera matar a tu padre pero créeme que no arriesgaré mi territorio por tomar el distrito mas pobre de esta ciudad — Para sorpresa de Castello, el menor ni siquiera se inmutó ante la respuesta y solamente dijo —
— Ya sabías que me ibas a decir eso- — El joven fue interrumpido cuando el mayor soltó una risilla adelantándose a lo que sea que estuviera por decirle —
— ¿Entonces para que me preguntas? — Tom esperó a que el contrario terminara de hablar y luego aclaró su garganta —
— Déjame terminar, no te pido que tu o tus hombres hagan el trabajo. Solo necesito que me ayudes a contactar con Fitch... No se quien carajos es, pero se que es hermano del tipo con el que te acuestas — Castello se atraganto con el humo y tosió si parar al escuchar eso, necesitó tomar aire por unos momentos antes de contestar —
— ¡No me acuesto con Marx!... Y su hermano me mataría si me viera, pero al menos a mi me dispararía pero a ti, a ti te llevaría a Xirxine y nadie nunca sabría de ti otra vez — Tom mostró una sonrisa engreída que mostraba sus dientes incluyendo la falta de uno de sus dientes frontales —
— Oh, de eso me encargo yo. Ya has de saber que soy hijo biológico de Lolly Gag y eso me hace un Príncipe del Infierno a diferencia de mis "Hermanos" creados a base de magia, es como un pasaporte diplomático que dice que no me puede tocar ¿Por qué crees que dejaron en paz al hijo de Lucifer después de su "Numerito" en el mercado? — Castello le dio una calada a su cigarrillo al escuchar eso, las leyes del Infierno eran confusas y eso lo sabía muy bien —
— Bueno, en ese caso... Te arreglaré una pequeña reunión con el, si te mata antes de que hables no es mi problema — Thomas se encogió de hombros y aceptó, mostrando su mano cubierta parcialmente con un guante sin dedos ofreciéndose para un apretón de manos —
— ¡Ja! "Nunca le estreches la mano a un Demonio sin importar su tipo"... Eso es lo que dicen ¿No? — Tom soltó una risa leve y su ojo brilló momentáneamente al apartar su mano lentamente —
— Lo acepto... Si me disculpas, creo que tengo que irme — Castello alzó una ceja y notó como ambos Felinos que lo acompañaban, Tom chasqueó sus dedos y se convirtió en una nube de ceniza que salió del vehículo al mismo tiempo que el contrario expulsaba humo de su boca al dar una calada a su cigarrillo y al igual que el humo, la nube de ceniza salió por la ventana, el único rastro que dejó fue un pequeño papel que tenía escrito un número de teléfono —
Tom se aseguró de alejarse en su forma de ceniza antes de volverse a transformar al doblar la esquina, afortunadamente nadie se percató de su presencia pero necesitaba asegurarse de que nadie lo reconociera y por lo tanto se dirigió detrás de una minivan que estaba estacionada a un lado del pequeño edificio, se aseguró de que ningún transeúnte lo notara antes de concentrarse y cambiar rápidamente su forma, siendo cubierto por una nube de ceniza momentáneamente antes de salir de su escondite como un Lobo Antropomórfico.
Si alguien veía a un "Humano Monocromático" en la calle, podían identificarlo como un Incubo sin ningún problema. Pero si veían a un Lobo de pelaje Blanco y Negro en la calle, solo era un Lobo cualquiera sin ningún tipo de característica que lo hiciera destacar de cualquier otro Lobo con el mismo color de pelaje. Probablemente algún conductor lo notó transformándose pero no es como si fueran a detenerse para mirarlo detenidamente, probablemente al llegar a casa le contarían a su familia como vieron a alguien transformándose y en una ciudad como esta, no era algo muy fuera de lo normal.
El Íncubo suspiró y para añadir una capa extra de seguridad, decidió cubrirse la cabeza con el gorro de su chaqueta incluso si hacía bastante calor, prefería sudar y permanecer incomodo antes de arriesgarse a que alguna persona que conociera a su padre lo notara caminando por el distrito. Podría solo volver con su madre a esconderse pero necesitaba estar en Safe Haven para recibir la llamada en el teléfono desechable que compró, y además, quería hacer una pequeña visita a MacKenzie.
Tom agradeció que pudiera hacer que Castello viera todo desde una perspectiva mas grande por decirlo así, el veía solo a un Íncubo queriendo vengarse de su padre y un potencial problema en caso de ayudarlo, pero Tom solo necesitó hacerlo ver que ni siquiera tenía que arriesgarse a ser el quien lo ayudara en realidad, solo necesitaban que alguien claramente mas preparado pudiera ayudarlo y el ganaba una oportunidad para tomar territorio. Solo hizo falta hacer que viera La Imagen Completa...
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