Cerdo en el Matadero - Zill



Un nuevo producto para el estante de salsas, otra más para el montón. Convenientemente a un lado de las frituras, sabía que estaba diseñado así para poder vender más salsas, todos han querido ponerle salsa a sus frituras al menos una vez. Así qué ¿Por qué no tentarlos y ver si muerden el anzuelo?

Al terminar con su simple y aburrido pero levemente agotador trabajo de reponer los productos en cualquier estante que lo requiriera. Zill no pudo resistirse a tomar su teléfono de su bolsillo y revisar WhatUp revisando el primer chat que tenía con su amigo Jack, el último contacto que tuvieron fue una videollamada accidental en la madrugada del día anterior, desde entonces no ah habido ni una sola línea de texto nueva de parte del Chacal, Zill lo llamó y le preguntó si estaba bien, pero nunca recibió respuestas. En un inicio de hecho pensó que tal vez Jack quería estar solo un día para pensar en algo o para estar mas tranquilo así que Zill desistió de la idea de seguir llamándolo o mandando mas mensajes...

Pero en la mañana no había recibido ningún otro mensaje, eso ya era extraño y ya le estaba enviando alarmas a su cerebro sobre que algo malo había pasado. Es Domingo por la tarde y Jack ni siquiera se había vuelto a conectar, y ni siquiera vino a visitarlo al trabajo, incluso si estaba lejos del hogar del Chacal. Jack siempre se tomaba la molestia de venirlo a visitar en el trabajo durante un Domingo ya que el Quimera ocasionalmente trabajaba ese día libre por una paga extra o simplemente para poder distraerse cuando no tiene nada que hacer. 

Si el teléfono de su amigo se hubiera dañado por alguna razón o hubiera tenido el infortunio de ser destruido, Jack hubiera llamado desde casa o hubiera venido a verlo para poder hablar con él y avisarle sobre esto.

Cuando estaba a punto de escribir otro mensaje con sus dedo preparados para escribir un nuevo mensaje, divisó por el rabillo de su ojo a alguien que reconoció al instante. Así que se acercó a ella para entablar una conversación rápida.


— ¡Hola mamá! ¿Pasó algo?, nunca te atrasas tanto — Preguntó Zill empujando el gran carrito donde traía las cajas vacías pertenecientes a los productos que estuvo poniendo en sus respectivos estantes —

— Recuerdame aprender los horarios y las rutas del metro, me lo perdí y tuve que tomar un autobús pero la policía cerró una calle entera y tomó la ruta larga... Al menos ya se acabó, tengo que ir a recoger el auto del mecánico — Al escuchar lo último Zill le mostró una sonrisa a su madre antes de contestarle algo que ella de hecho no esperaba —

— ¿Qué tal si voy yo a buscarlo?, te dije que ya me dieron mi licencia para conducir la semana pasada y me dijeron que no hay mas trabajo para mi hoy, si quieres yo voy y lo traigo aquí — Al escuchar aquello la mujer generalmente amargada o de mal humor no pudo evita sonreír cuando esas palabras llegaron a sus oídos —

— Oh, está bien Zill, muchas gracias... — Zill le sonrió a su madre antes de reanudar su paso hacia la parte trasera —


Al llegar dejó las cajas vacías con las demás y devolvió el carrito de compras a la fila con los demás. Puede que aprovechara el tiempo fuera del trabajo para buscar a su amigo, necesitaba saber si estaba bien o si necesitaba de su ayuda, tampoco sería la primera vez en la que Zill lo rescataba pero nunca pudo evitar preocuparse por su amigo y sabía que Jack haría lo mismo por el...



Una Hora Después



Zill estacionó el Volkswagen Jetta de su madre a un lado del café donde se reuniría con Scarlet, salió del auto y cerró la puerta sin molestarse en activar los seguros, estaba en un calle muy concurrida y estaría a un lado del auto todo el tiempo. Vio a la Zorra Roja saludarle desde la mesa donde estaba sentada, agradecía que la otra decidiera usar su media hora de descanso para poder ayudarlo un poco.


— Hola Scarlet ¿Que tal todo?, lamento consumir tu tiempo de descanso, sé que hubieras preferido estar con Harley  La otra mostró una sonrisa tranquilizadora mientras pedía un café para ambos, no hablarían demasiado pero por amabilidad ella sería quien le pagara un café —

— Esta bien, sé que esto es muy importante... Vamos al grano, Jack si vino a verme ayer, estuvo comprando unas cosas en el Century Mall y vino a comer algo. Unos Vampiros en un Hummer negro siempre vienen aquí y nunca los ví actuar raro, pero ayer ellos miraban demasiado a Jack y cuando el se fue ellos lo siguieron — Zill asintió tomando nota en su cabeza y juntando sus manos entrelazando sus dedos, un Hummer Negro y Vampiros, parece que esto era un asunto serio pero no podía llamar a la policía sin tener mas pruebas o datos de lo que pasó —

— Y... Esos Vampiros, ¿A que hora suelen venir? ¿Como es su Hummer? — Scarlet se detuvo a pensar y cuando uno de sus compañeros le trajo los cafés, ella los agradeció y pagó, generalmente se quedaba en el café donde trabajaba durante sus descansos incluso si podía ir a otro lugar —

— De hecho probablemente vengan dentro de unos 10 o 15 minutos, ellos siempre vienen a la misma hora cuando yo termino mi descanso. En cuanto al Hummer... Solo es un Hummer color negro ¿Cuando has visto un Hummer que no sea Amarillo?, seguramente lo notarás ¿Que tal si entras y comes algo mientras los esperas? — Zill al escuchar lo que dijo la otra se apresuró a negra con la cabeza, tenía dos razones suficientes para no estar a la vista cuando ellos aparecieran —

— Mejor me quedaré dentro del auto, tu sabes que los Vampiros me dan mucho miedo... Además ¿Recuerdas que contamos sobre los Vampiros que entraron a la Academia hace un año? — Scarlet asintió, claro que lo recordaba porque todos hablaron sobre eso durante un tiempo hasta que todo se calmó y pasó a ser solo un tema que mencionaba de vez en cuando —

— Bueno, escuché que esos dos de alguna forma ahora son los jefes de la mafia de este distrito... Y ellos ya me conocen y seguramente sus hombres también deben saber sobre mi — Scarlet bebió su café con una expresión claramente preocupada, ella suspiró y miró al menor el cual simplemente bebió su café mirando a otro lado —

— ¿Por qué no llamamos a la policía y les decimos lo que sabemos? — Zill negó con la cabeza nuevamente mientras suspiraba y bebía el último trago de su café —

— No es suficiente para que ellos hagan algo, necesito saber un poco mas — Scarlet asintió al sonar la alarma de su teléfono, vio que su tiempo de descanso ya se acabó —

— Esta bien, pero recuerda que aún eres muy joven y aunque seas un protector para tus amigos y para muchos en esta ciudad no puedes arriesgarte todo el tiempo — Zill asintió con una sonrisa mientras la otra se levantaba — 


Ya que estaban tomando su café a un lado del parque en la zona sin techo, el Quimera solamente se dirigió al auto y entró. Los cristales del vehículo no estaban suficientemente polarizados como para que nadie lo viera así que prefirió bajar el asiento para evitar que esos tipos lo vieran.




15 Minutos Después



Ambos Vampiros usando gafas oscuras salieron del café dirigiéndose a su vehículo, Zill se preparó e intentó encender el auto, sin embargo no encendía así que insistió mientras observaba como aquel Hummer se encendía y se integraba al tránsito.


"Todo arreglado", si claro... Maldito mecánico estafador — Zill insistió una última vez y el auto encendió, Zill se integró al tránsito del distrito, para hacerle las cosas mas fáciles, el Distrito Capital no era un lugar en el que abundaran las camionetas grandes, era un lugar de negocios donde casi todos usaban autos aunque comúnmente algún deportivo o vehículo de lujo resaltaba entre el tránsito —


Zill conducía por la concurrida carretera, desearía poder acercarse pero la carretera estaba demasiado llena como para poder cambiar de carril así que tendría que seguirlos desde lejos.

Los siguió durante un corto rato, estuvo a punto de perderlos de vista un par de veces ya que ellos estaban mas adelantados y al cruzar a una zona menos concurrida del lugar, aparentemente debieron tomar un atajo, ya no veía el vehículo en ninguna parte. Zill salió del auto y esta vez activó los seguros, caminando por el lugar escaneando con la mirada los estacionamientos de algunos lugares.

Caminó hasta que logró ver el vehículo estacionado a un lado de la zona de carga de un matadero, aunque no lograba ver a los dueños del vehículo. No sabía porque ellos vendrían a este lugar, pero prefirió mantenerse fuera de problemas y fuera del lugar, solo observando discretamente desde la calle. Sus oídos captaron una conversación que tenían un par de Serpios los cuales conversaban dentro de la casilla donde registraban que vehículos entraban o salían del lugar.


— No creo que nos dejen venir a la fiesta esta noche, es solo para Vampiros... Ya sabes, mucha sangre y Vampiros juntos en el mismo lugar es una combinación mortal para cualquiera que no sea un Vampiro  Dijo el de cabello Albino mientras fumaba su cigarrillo, Zill estaba parado a un lado de la ventanilla escuchando de que hablaban los otros —

— Bueno, cuando lo dices así ya no me dan tantas ganas de venir... ¿Y de que hablaban esos dos idiotas cuando entraron? — Al escuchar eso de parte de su compañero, el Serpio fumador le dio una calada a su cigarrillo antes de alzarse de hombros —

— No lo sé, estaban hablando de que tienen una atracción especial para los VIP. No se que harán esta noche, tal vez traigan a alguien — Al escuchar eso Zill pensó en que podría ser Jack, no sabía por qué estarían tan interesados en secuestrar a su amigo y no a cualquier otra persona o a que se referían con "Atracción Especial", pero ya sabía que hacer —


Zill se apresuró para irse del lugar rápidamente sin que nadie lo viera, entrando al auto de su madre y abandonando esa zona antes de que alguien supiera que el estuvo ahí. Devolvería el auto de su madre y aceleró, por suerte no habría clases mañana porque tendría que quedarse despierto hasta tarde...



Varias Horas Después



El chico suspira observando el desolado lugar, solamente estaban estacionados algunos camiones preparados para ser cargados con carne en la mañana, para ser llevados a supermercados y que fueran comprados por los residentes de la ciudad.

Zill notaba el como no se molestaron en disimular que algo sucedía en el interior, el ruido de la música que era ahogada por las puertas y muros del lugar, pero claramente audible para quien cruce a un lado del lugar. Mientras tanto su mirada notaba a un guardia caminando perezosamente balanceando su escopeta y aparentemente murmurando para si mismo o farfullando, ya que movía sus labios y arrugaba su cara en señal de molestia.

La Quimera saltó y uso sus alas para no caer de golpe encima del camión, al caer sobre el vehículo de carga, caminó agachado y asomó su cabeza viendo al guardia cruzando lentamente por la parte de afuera sin molestarse en revisar nada, ocupado en su propia molestia. Zill esperó a que se alejara bastante antes de dejarse caer frente a una puerta de la zona de carga la cual no tenía puesto ningún candado ni nada que pudiera evitar que fuera abierta.

Zill aprovechó la música fuerte que se filtraba por cualquier apertura que hubiera en el lugar, tomó con sus manos la puerta de carga y la levantó ya que la música ahogaba el ruido. La levantó lo suficiente como para que pudiera entrar agachado, cruzó la puerta y la cerró lentamente para no generar un estruendo que llamara la atención de nadie.




Zill observó la puerta que tenía frente a el, la verdad es que tenía sus dudas pero no podía dejar a su amigo ahí abandonado a su suerte. Zill no era religioso pero en ese momento hizo una señal de cruz y rogó a los dioses poder salir vivo de ese lugar junto a su amigo.

Abrió las puertas, el sonido ahogado de las música a través de las paredes y la segunda puerta le indicaron que estaba llegando a donde quería.

Al abrir la segunda puerta se encontró frente a una especie de piso de baile improvisada, altavoces a los lados, luces y muchos Vampiros bailando, el olor a óxido de la sangre a su alrededor y el olor desagradable de la carne cruda a su alrededor invadió sus sentidos. Ya entendía el porque estaba en una carnicería, sangre y carne por doquier, algunos cadáveres de animales colgados alrededor siendo atacados ferozmente por los Vampiros, cada vez que uno se secaba de sangre era reemplazado por otro más.

Debido a la iluminación tuvo problemas para distinguir lo que sucedía, especialmente por el humo que cubría el lugar, había un olor extraño que él no sabría reconocer, pero por la cantidad de pipas y cigarrillos alrededor debían de ser drogas. Abundaban en el lugar, polvos brillantes o blancos, una especie de droga que parecía una estampilla y pastillas estaban regadas sin cuidado por las mesas e incluso el suelo.

Un chorro de sangre cubrió su rostro y le obligó a cerrar los ojos cuando un Vampiro arrancó la pata de un cerdo para beber su sangre, el estimado de Zill y tuvo el sentimiento de que más temprano que tarde iba a terminar vomitando. Con sus ojos cerrados y tanteando la pared con su mano se dispuso a intentar avanzar como pudiera.


— ¡Mierda! — Zill resbaló en un charco de sangre ya coagulada cuando se acercaba a una puerta a la izquierda, nadie lo vio pero el si logro distinguir a alguien —


Un Canino, un Lobo Antropomórfico con un ojo dañado debido a un rasguño el cual estaba acompañado acompañado de un Gato Antropomórfico, ambos con máscaras antigás que cubrían sus rostros completamente, complementando su apariencia siniestra, usaban trajes elegantes entrando por la puerta donde él quería entrar. Supuso que en el caso del Lobo puede que ocultara su nariz para no sobrecargar sus sentidos con tanto olor a sangre...

Zill sintió como alguien lo tomaba de ambos brazos y lo levantaba, se encontró cara a cara con un Vampiro el cual lo observaba fijamente, sus ojos rojos lo estaban molestando un poco gracias al leve brillo que tenían como si fueran dos pequeñas bombillas rojas.


— Tu vienes conmigo — Dijo el hombre de voz gruesa colocando esposas en las muñecas de Zill antes de que esté mismo se diera cuenta, esposas reforzadas hechas para que la gente con fuerza sobrehumana no fuera capaz de romperlas —

— E-Espera, vamos... Solo busco a mi amigo — Zill empezó a temblar cuando fuera colgado en uno de los ganchos de carne que colgaban del techo, usados para transportar los cadáveres de los animales hasta donde los procesan —


Zill intentaba escapar del gancho retorciendo sus muñecas pero las esposas que lo mantenían indefenso y atado al gancho no se movían lo suficiente. No usaba sus alas por temor a que los Vampiros se las rompieran al ver que se le ocurría usarlas.

Fue llevado a través de un pasillo y antes de cruzar el pasillo fue llevado a la puerta que estaba a la derecha. Fue dejado ahí mientras una venda era colocada en sus ojos.


— ¿Qué especie crees que sea? — Pregunta el Vampiro que antes lo había atrapado, pasos se escucharon detrás de él mientras una mano presionaba sus garras contra él amenazando con desgarrar fácilmente su piel —

— No lo sé... ¿Crees que su sangre sea mejor que la de animal? — Ante la pregunta el otro solamente soltó una risa como si lo que pregunto la voz femenina fuera una broma —

— Todo es mejor que eso... Bueno, vamos a ver qué tal... Dame el cuchillo — Zill grito y empezó a retorcerse e intentar usar sus alas para volar cuando escuchó eso —


Logró elevarse batiendo sus alas frenéticamente lo más fuerte que pudo... Pero se elevó demasiado y estrelló su cabeza contra el techo cayendo al suelo sin poder ver nada de lo que sucedía.



"¡SLAM!"



La puerta fue abierta con tanta fuerza que creó un estruendo y seguramente tenía una marca o incluso una abolladura por aquel golpe. Los oídos de Zillion fueron aturdidos con un pitido fuerte cuando varios disparos dentro de la habitación hicieron eco arrancándole su audición con un pitido que ahogaba el resto del ruido...

Pero luego de unos segundos todo se calmó, el pitido permanecía pero se iba volviendo cada vez más silencioso. Sintió su cuerpo siendo alcanzado por un líquido cálido, primero algunas gotas cayeron sobre él, luego su mejilla contra el piso fue alcanzada por un creciente charco de este mismo líquido, sus muñecas fueron liberadas de las esposas y la venda de sus ojos fue cortada desde atrás y lanzada a otro lugar...



— Levántate Quimera. Tenemos un Chacal que salvar — Jill ayudo a Zill a levantarse, las heridas de disparos recién hechas estaban aún desprendiendo humo y la sangre estaba brotando de estás mientras se cerraban lentamente —

— ¿J-Jill?... Te dispararon — La Demonio insertó sus propios dedos dentro de su herida, usando sus poderes para alargarlos y arrancar las bala que se aferraba a su interior, la bala ardió en sus dedos mientras la removía y la dejaba caer escuchandola rebotar en el suelo —

— Calma, me han disparado más veces de las que podrías creer... Y mis poderes de Demonio me regeneran, no te preocupes por mi. ¿Necesitas un arma? — El brazo de Jillian se extendió al suelo ensangrentado tomando con su mano una pistola ubicada debajo del cadáver de aquellas Vampiresa que iba a usar el cuchillo con él, la había cortado en dos desde el pecho destrozando el corazón y bañando de sangre el suelo el cual por suerte contaba con un desagüe para la sangre, después de todo estaban en un matadero, la mirada de Zill observó a aquel Vampiro que lo había atrapado, el cuchillo que había tomado fue enterrado tan fuerte en su pecho que el mango se había roto —

— Ten esto. Kimber 1911 de 10 Milímetros. Te quedan 5 balas — La otra ofreció el arma, Zill la tomo aunque no había notado ni siquiera qué objeto estaba tomando, solo reaccionó cuando sintió el peso del arma en su mano y el cómo se resbaló debido a estar bañada en una fina capa de sangre convirtiendo su superficie en una más complicada de sostener el arma cayó al suelo ensangrentado con un desagradable chapoteo y Zill observó sus propios pies cuyas plantas calidad adquirieron una capa de rojo—

— N-No me hace falta... Espera un segundo — Zill volteó y tuvo un par de arcadas antes de expulsar violentamente el vómito desde su estómago, no le importaba ver los cadáveres, vio esa clase de heridas en Jack más de una vez, ya estaba acostumbrado. El problema era el olor a sangre, no ayudaba que la mitad derecha de su cara y cuerpo obtuviera un baño de sangre cuando estuvo en el suelo —

— Lo siento Zill... Si quieres puedes esperar aquí o irte a casa, yo puedo encargarme de esto — Zill se limpió la boca y escupió los restos de su vómito antes de contestar —

— No... Estoy bien, ya me he cubierto de sangre antes, solo me da asco el olor y el sabor. No dejaré a mi amigo aquí, solo déjame limpiarte — La Gata tomo a Zill del hombro y mostró una máscara antigás que estaba colgada en un muro cercano, la podía usar para cubrir su rostro y que el olor de la sangre no lo hiciera vomitar —

— Entiendo, solo limpia tu cara... No se si has visto en tus clases el hecho de que los Vampiros pueden distinguir el olor de alguien si está cerca, lo siento pero no puedes lavarte completamente si no quieres que esos vampiros bailando te detecten, tu no traes ropa para cubrir mejor tu olor así que... — Zill hizo una mueca en claro disgusto... Jill dio una expresión comprensiva respecto a esto, era un asco pero era lo que tenían que hacer —


Sin embargo comprendía el porqué tenía que hacer eso, observó un lavamanos cercano y suspiró... Las cosas que hacía por su amigo, casi parecía su novio con todas las cosas que han hecho el uno por el otro.



5 Minutos Después



Como si se tratara de una película de terror en su máximo esplendor, la sangre cálida cubría su cuerpo del cuello para abajo, su propia cola se mostraba tensa y alerta. En aquel pasillo tenuemente iluminado por bombillas azuladas, y con pasos pegajosos y desagradables. Zill y Jill avanzaban lentamente por el pasillo.


— Parece que la prima María está de visita en la fiesta — Ante el comentario aparentemente sin sentido, la Quimera alza su ceja y observa a la otra con una confusión notable —

María, marihuana. Están fumando marihuana, por eso este lugar huele así... Y también deben de estar fumando opio — Zill asintió ante el comentario, pero no lo dejó pasar y abordó el comentario con una pregunta —

— ¿Y tú cómo sabes exactamente qué drogas están usando? — Jill suelta una risa al escuchar la pregunta la cual no fue tan sencilla de escuchar gracias a la máscara antigás. Aunque no la esperaba, ya tenía una respuesta en su mente en caso de que alguien algún día preguntara eso —

Zill... Vivo en el Infierno, y soy guardia real, también he encontrado drogas en el palacio. Para dejarlo claro, no, no las consumo — Zill se disculpó con el comentario solamente rascándose la nuca y dando una risa incómoda —


Zill respiró profundamente detrás de la máscara antigás y abrió la puerta. Un espectáculo que resultaba en algo sacado de alguna pesadilla o de algún lugar del mismo infierno le esperaba detrás de la puerta. Docenas de Vampiros bailando, cadáveres de distintos animales que en un inicio serían destinados a ser cortados y procesados para el consumo de los habitantes de la ciudad eran atacados brutalmente por Vampiros que aferraban sus colmillos a estos mismos para saciar su sed de sangre.

Varios de aquellos seres tenían sus rostros cubiertos de sangre y se besaban entre ellos. La fobia a los Vampiros de Zill le hizo tener un escalofrío a él y su propia cola. Se sentía literalmente como un Cerdo en el Matadero, en ese instante cualquiera de esos seres podía tomarlo en un instante y convertirlo en el banquete principal de algún grupo de Vampiros que estuviera aglutinado alrededor del lugar. Se paralizó en su lugar y la Felina lo notó, sacudió su hombro suavemente pero causando incomodidad gracias a sus garras.


Zill... Estos tipos están demasiado concentrados consumiendo sangre y drogas. Ni siquiera nos notan, te guiaré solo sostente de mi mano — Jillian tomó la mano de Zill como una madre guiando a su pequeño por el supermercado, Zill se sentía exactamente como un niño en ese momento, inexplicablemente todo se sentía más grande que el, sobre el las figuras que apenas distinguía gracias a la baja iluminación se cernían burlonamente sobre él, sus risas dirigidas hacia él hacían su corazón palpitar como si estuviera por estallar y sus ojos amenazaban con brotar lágrimas —


Jillian lo tomó de la mano con fuerza y casi lo arrastró para poder avanzar más rápido, el rostro de Zill estaba vacío de cualquier tipo de expresión mientras sus ojos no evitaban observar las masas y multitudes de Vampiros reunidos unos alrededor de otros, algunos estaban incluso en las paredes, sus poderes les permitían caminar por esos lugares sin ser afectados por la gravedad.

Su corazón se heló al instante cuando golpeó a uno de ellos con su hombro accidentalmente, incluso la Felina se detuvo y ambos se miraron mutuamente. Sin embargo, aquel ser malvado parecía no siquiera haberse enterado de que le golpearon por accidente. Estaba muy ocupado relamiéndose la sangre de los labios y caminando hacia una multitud.

Jillian le hizo caminar a la fuerza para que no se quedará parado en medio de la multitud. Entre charcos de sangre, bebidas alcohólicas derramadas, restos de drogas y carne desperdigados por el piso como si todos abandonaran la decencia al entrar a ese lugar. La Quimera y la Gata lograron cruzar esa zona del club llegando a unas escaleras metálicas que subían al segundo piso..

Subieron la escalera sin siquiera hacer ruido y llegaron al piso de arriba. En total contraste con la planta baja, ese piso estaba casi completamente solo más no deshabitado. Ambos lo sabían por los ruidos pasionales y para nada disimulados dentro de una habitación cercana a la escalera.


— Espera... — Jill aspiró el aire profundamente casi olfateando su entorno, no era una canina pero sus poderes de demonio le permitían detectar el rastro de alguien maldito. Se concentró y sus ojos pudieron divisar una especie de aura verde la cual era como un rastro de humo que llevaba a unas puertas dobles —

Zill... ¿Tus poderes nos pueden ayudar? — Zillion asintió con dudas y rascó su nuca mientras se acercaba a la puerta. Observó la cerradura mientras miraba su palma —

— Sí pero... No tanto, digo... Puedo dar un golpe con super fuerza y lanzar bolas de fuego con energía mágica pero no creo que sea bueno causar un escándalo — La Gata observa la puerta, estaba cerrada con llave, y si la patean o la tiraban abajo, probablemente todos en ese piso los escucharán y llamarían refuerzos —

— Pero... Creo que sé que hacer. Solo por preguntar ¿No encuentras algo para cubrir mis ojos? ¿Como unas gafas oscuras? — Ante la pregunta, la Gata Demonio no supo que decir pero hizo una seña para que el otro esperará. Miro alrededor y observó a alguien que de hecho no había notado al llegar al piso —


Un Vampiro de cabello rojo estaba dormido sobre una mesa, juzgando por la jeringuilla en su brazo no se despertará pronto... Jill se acercó y le arrebató las gafas del bolsillo delantero de su chaqueta elegante y solo por precaución, revisó si traía armas. Tenía un enorme revólver Taurus en su pantalón, lo removió y lo descargó, a ellos no les haría falta pero no querían a alguien con un revólver cargado a sus espaldas. Dejó las balas ocultas debajo de una mesa cercana y lanzó el revólver por las escaleras antes de darle las gafas a Zillion.


— ¿Y bien? ¿Qué harás chico piñata? — Ante el apodo, Zill no pudo evitar reírse un poco. Cuando Rusty se lo decía era hiriente pero cuando un amigo se lo decía la verdad hasta a él le resultaba gracioso —


Zill aspiró aire a través de la máscara mientras su cola se ocultaba detrás de él. Encendió una pequeña llama verde en su palma apuntando a la puerta... Lentamente su llama se fue volviendo cada vez más grande y más brillante, cargada con más magia y concentrada en su palma. La presionó contra la puerta, lentamente derritiendo la cerradura, Zill podía observar a través de las gafas oscuras el cómo lentamente se derretían las cerraduras en medio de ambas puertas. Jill apartó la mirada mientras una luz verde se tragaba el resto de la iluminación del lugar hasta que en un minuto la llama se fue extinguiendo rápidamente dejando tras de su un humo leve en las manos de Zill el cual observó cómo la cerradura se había derretido.

Se alejó antes de que la Gata usará sus poderes, convirtiendo sus brazos en tentáculos empujó ambas puertas con el cuidado de no tocar la zona al rojo vivo y las abrió en su máxima capacidad observando que les esperaba detrás.

Era oscuridad pura, ni una sola luz encendida los esperaba. La nada misma estaba frente a ellos y los esperaba con los brazos bien abiertos y con una sonrisa malévola.



"Mira al abismo y el abismo te devolverá la mirada"



Eso es lo que pensó Zill mientras un par de llamas se formaban en sus manos creciendo desde una chispa, hasta una flama que se convirtió en una llama que cubría sus manos. Sus ojos se volvieron verdes mientras entraba a la habitación oscura. Por su parte Jill usó sus poderes para convertir sus brazos en dos pinzas enormes de cangrejo, en un instante cortaría cualquier extremidad o cuerpo a su alcance.

Ambos entraron y observaron alrededor. Había otra puerta a su derecha, cerrada y con una huella de zapato color carmesí justamente al frente. Ambos seres poderosos se prepararon y abrieron la puerta.

Sus fosas nasales fueron asaltadas por el olor de muchos aromatizantes de pino, tal vez demasiados, tirados o colocados sin orden, desperdigados por todo el lugar.

Jillian estiró su brazo hasta el interruptor de la luz, y la encendió. Frente a ellos, estaba Jack, colgado de cabeza en un gancho de carne. Estaba dormido o tal vez inconsciente, hasta que la luz impactó contra sus párpados y sus ojos se abrieron como platos. Tenía manchas de sangre en el pelaje, todas con rastros había abajo, su boca y su nariz debieron de sangrar para formar ese patrón hasta su frente y goteando en su cabello.


— ¡¿Zill?! ¡¿Jill?!... ¿Qué hacen aquí? ¿Cómo entraron aquí? — Pregunta el Chacal mientras la Felina estiraba su brazo y con sus pinzas cortaba la cuerda que ataba a Jack al gancho y Zill se encargó de atraparlo y dejarlo suavemente en el suelo —

— Te escribí para que me ayudaras con el asunto de mi padre y Kayla pero no contestaste... Sé que tú me hubieras contestado al instante, y rastree tu teléfono — Jack revisó el yeso de su brazo el cual usaba como amuleto de la suerte, dentro de el, seguro y protegido, su teléfono estaba ahí, aún encendido —

— Fue buena idea el rastreador... E-Esos tipos de fueron, tuvieron una emergencia y me dejaron solo desde hace unos minutos — Tanto la Quimera como la Gata Demoníaca alzaron una ceja, quienes estuvieron ahí debieron de haberse ido por otro lugar si no los vieron al salir —

— Oh está bien, es mejor que nos vayamos... ¿Qué te hicieron Jack? — Ante la pregunta de Jill, Zillion observa a su alrededor, había cajas y el lugar era realmente frío, ni siquiera lo notó hasta ese momento —


Abrió una caja cercana y vió múltiples bolsas de sangre. Había una gran cantidad de manchas pequeñas de sangre por todo el lugar.


— Bolsas de sangre, ellos te usaban para rellenar bolsas de sangre y alimentarse con ella. Eso explica todas esas bolsas sin marcar ¡Venían de tí! — Zill dejó caer la bolsa en la caja grande que las contenía, era una especie de unidad de refrigeración. Zill volvió a formar llamas en sus puños y sus ojos se volvieron verdes —

— ¡Zill espera!... Entiendo lo mucho que te molesta esto pero no puedes pelear con ellos. Solo vámonos ¿Sí? — El de piel amarilla cercano a anaranjado suspiró, se sentía impotente pero claro que nadie mortal podría ganarle a un montón de vampiros recién alimentados —

— Está bien... Vámonos antes de que alguien se de cuenta — Zill abrió sus alas y miro arriba, había un techo de cristal, podían escapar por ahí. Más de una vez Jack y Zill volaron juntos para llegar más rápido a la escuela. Jill hizo que le crecieran alas y ambos seres se impulsaron hacia arriba con fuerza mientras Jack cerraba los ojos —


El cristal fue destrozado cuando lo atravesaron y volaron lejos de ese lugar hacia el Suroeste, lo más rápido posible antes de que alguien siquiera pudiera verlos a lo lejos. Volaron y volaron hasta que llegaron al techo de una tienda donde decidieron que ya podían dejar de huir.


— Auch... Gracias por todo chicos, enserio. Ya puedes quitarte la máscara Zill, ya no estamos en ese lugar — Al escuchar a su amigo quejarse de dolor al principio de esa oración Zill lo observó, se había enterrado un cristal en una oreja pero lo removió sin más problemas. Zill removió la máscara antigás y la tiró hacia un callejón cercano. La cara le sudaba bastante y se sentía completamente sucio, lo cual tenía sentido tomando en cuenta que aún estaba cubierto de sangre de Vampiro para cubrir su propio olor —

— No es nada Jack, tú hubieras hecho esto y más si yo me encontrará en esta situación. ¿Te llevo a casa?, si me apuro puedo llegar a mi hogar antes de las 11 Antes de que el Chacal respondiera, fue la Gata demonio la que alzó una mano para hablar —

— No hace falta Zill. Ya hiciste mucho por él... Yo lo llevaré a casa y llamaré a Satanás para informarle lo sucedido... Tú puedes volver a tu casa a bañarse y descansar — Zill sonrió aunque dudó, no tenía una verdadera razón para hacer eso, tal vez era solo el hecho de que tal vez no estaba acostumbrado a que alguien más ayudará a Jack en estas situaciones excepto el y tal vez Kayla o Vanexa en ciertas ocasiones, era extraño saber que había alguien más además de el —

— Está bien, adiós y que no los ataquen en el camino de vuelta — Zill bromeó mientras su cola sonreía al mismo tiempo que el, Zill batió sus alas mientras los otros se despedían y empezó a volar hacia el Este


Mientras Zill se alejaba, no pudo evitar tener sentimientos entremezclados que de hecho lo avergonzaban y lo hacían enfadarse consigo mismo.

Ya había otra persona que podría proteger a Jack, y eso le aliviaba tanto como le... ¿Molestaba?, no sabría decirlo, nunca odiaría a Jill ni nada parecido. Pero había algo en saber que puede que lentamente él ya no fuera quien podría ayudar a su amigo en todo, y aunque le hacía sentir feliz saber que Jack podría contar con alguien más, la verdad le hacía preocuparse por su relación...

Que tonterías, no es que sean novios como para preocuparse tanto, puede que Jack ya tenga novia y ya tenga a alguien para pasar más tiempo que con sus amigos...

¿Tal vez así se sintió Jack cuando Zill empezó a salir con Kayla?



25 Minutos Después



Había empezado a llover como ya era costumbre en ese lado de la ciudad, se había detenido en ese lugar para poder bañarse y asearse. En pleno camino se dio cuenta de que sería extraño llegar a su complejo de apartamentos cubierto de sangre y sudor. Así que recurrió a alguien de suma confianza.



"Tock Tock Tock"



Tocó la puerta tres veces mientras esperaba, escuchó los seguros abrirse lentamente y sonrió al ver que la puerta se abría. Y cuando estaba a punto de hablar sintió un golpe que lo hizo retroceder mientras la puerta era azotada para cerrarla lo más rápido y fuerte posible.


— Auch, ¿Por qué me golpeaste hermana? — Preguntó Zill tomando su cabeza mientras la puerta era abierta nuevamente, detrás de la puerta estaba Alexis, la hermana mayor de Zill

— ¡Zill!, lo siento mucho pero si alguien cubierto de sangre y oliendo así aparece enfrente de tu puerta estoy segura de que harías lo que yo hice — Zill asintió acariciando el lugar donde lo golpeó la mayor, entró al departamento y estiró sus extremidades haciéndolas crujir —

— ¿Tienes una herida? ¿Por qué estás así?... ¿Y porque hueles como el auto de Ferrier? — Zill suspiró entrando al baño y suspirando con cansancio —

— Fui a una fiesta de Vampiros en una procesadora de carne para a rescatar a Jack, me encontré con una Gata Demonio que me cubrió en sangre para pasar desapercibido y luego salimos por una ventanas del techo — Ante lo que dijo su hermano, la chica no pudo evitar arrugar su rostro en una clara confusión antes de alzar los hombros —

— Supongo que es un día más en la vida de Zillion Martínez Zill asintió mientras entraba al baño con sus pies dirigiéndose directamente a la ducha —


Cerró la puerta detrás de él y procedió a abrir el agua para bañarse, el agua teñida de rojo bajaba por el caño mientras Zill se aseguraba de limpiar su cuerpo de cualquier mancha de suciedad. Observó el remolino rojo que se formaba en el caño de la ducha, era casi hipnotizante...



30 Minutos Después



Zill había tomado sus llaves las cuales estaban ocultas en la azotea. ocasionalmente las escondía ahí, así estaba teniendo que llevar ropa puesta solo para llevar sus llaves encima y nadie iba a encontrarlas ahí.

Bajó con sus alas en alto para planear lentamente volando en círculos como una espiral, bajando lentamente intentando aterrizar directamente enfrente de la puerta. Sin embargo sus oídos escucharon un ruido que juraría nunca haber escuchado hasta que de hecho lo asoció acertadamente con un animal. Más específicamente un Murciélago, pero el ruido era considerablemente más grave y lento...

El cuerpo de Zill fue embestido con violencia y velocidad enviándolo lejos de donde él pretendía caer. Su cuerpo fue disparado impactando contra el piso raspando su espalda contra el pavimento sin lograr desgarrar su piel resistente, sin embargo claro que le dolió y lo expresó con un grito de dolor.

Sus ojos se abrieron encontrándose cara a cara con unos ojos rojos los cuales lo observaban tan fijamente que casi sentía como algo intentaba hurgar con sus invisibles dedos entre los pliegues de su cerebro. Pero el sentimiento fue hecho a un lado cuando el rabillo de su ojo distinguió rápidamente la figura de un brazo levantándose con su mano apretada firmemente en un puño.

Hizo su mejor esfuerzo y movió su cabeza a un lado a costa de un dolor severo en su cuello. El puño impactó en el pavimento del estacionamiento con tanta fuerza que de hecho la superfuerza del vampiro causó que sus propios nudillos se rompieran al igual que sus dedos en un sonido sumamente desagradable. A aquel Vampiro no le importó aquello, ni siquiera debió de sentirlo.

Un silbido fue lo que hizo al Vampiro detenerse con su puño nuevamente levantándose para esta vez golpear a Zill, las gotas de sangre de los nudillos raspados caían sobre el rostro de Zill. El Vampiro frente a él tenía las claras características de un Murciélago, habían Vampiros que eran más parecidos a un Murciélago Antropomórfico más que un Vampiro.

El puño se mantuvo en alto y el brazo izquierdo del otro estaba justamente sobre su pecho impidiendo a Zill moverse sin encontrar resistencia.

El cañón o mejor dicho, el supresor acoplado de un arma se presionó contra su mejilla derecha, el cañón desnudo y frío de un rifle de asalto se presionó contra su mejilla izquierda. El Vampiro de ojos rojos que estaba sobre él bufó cual toro enfadado y batió sus brazos para usar sus alas, volando hacia arriba y aterrizando a un lado de su jefe.

El Lobo Gris, el cual era un viejo conocido de Zill mantenía una expresión seria pero casi serena. Tomó de su bolsillo derecho del pantalón un objeto grande y largo que en un inicio no logró identificar hasta que con un solo movimiento de mano lo reveló en todo su esplendor... Era una navaja, tan grande y con una hojilla tan larga que de hecho decirle navaja era poco, un mejor término para definirla era decirle "Espada Plegable". Su hojilla de acero inoxidable y su punta se reflejaban contra los postes de luz que estaban sobre ellos.


— Tú... — Cerniéndose sobre él, al igual que sus hombres armados. El Lobo se mantuvo sobre él pero sin tocarlo con sus manos, solo extendió un poco su brazo para presionar la punta del cuchillo contra la piel de Zill, la muy incómoda y dolorosa sensación le sacó un siseo a Zill mientras su cola siseaba haciendo su mejor esfuerzo para declarar su hostilidad pero lo suficientemente inteligente como para evitar entrar en una pelea —

— Debería enterrar la punta de esta navaja y empujar hacia abajo hasta que se te salgan los órganos como con los cerdos de ese matadero — Dijo Simon mientras apartaba el cuchillo del cuerpo de Zill, digiriendo el filo hacia la mejilla de Zill presionándolo contra esta y obligando a Zill a mirarle la cara —

— Pero no lo haré porque respeto el legado de tu tía... Esto es una advertencia, no te metas en mis asuntos o tendremos problemas. Metete en mis asuntos y... — Simon empujó el filo de la navaja por la mejilla de Zill en un instante causando un corte leve que empezó a arder con furia mientras hilillos de sangre se formaban debido a las gotas carmesí que gotearon desde su mejilla —


El mayor lamió el filo de su propio cuchillo sonriendo al saborear la sangre antes de darle una patada al otro sacándole el aire de los pulmones. Zill tosió y luchó por recuperar el aire causando una sonrisa de regocijo de parte de los Vampiros que lo rodeaban.

Los hombres siniestros soltaron una risa y casi al mismo tiempo se dirigieron a su vehículo, uno de ellos lo miró fijamente, observando su mejilla. Seguramente estaba tentado a atacarlo sin embargo simplemente se resignó y se acercó al enorme vehículo en el que llegaron mientras Zill estaba todavía contra el pavimento luchando contra su propio impulso de temblar, su fobia a los Vampiros estaba intentando romperlo para que temblara y su voz tartamudeara como si estuviera sufriendo hipotermia pero se negó con todas sus fuerzas. Sus ojos se aseguraron de observar a los Vampiros que entraron a su vehículo esperando que ninguno de ellos cambiara de opinión.



Zill intentó levantarse del suelo pero escuchó como el Hummer H2 se encendió ruidosamente y encendió sus faros. El motor del vehículo hizo cada vez mas ruido cuando empezó a acelerar estando a punto de pasarle por encima, Zill giró en el suelo para apartarse del camino del enorme vehículo el cual no redujo su velocidad en ningún momento.

Zill se levantó tosiendo un par de veces mientras recuperaba el aire, recordó lo último que dijo el Lobo que lo golpeó. La verdad es que no había pensado en su tía en un buen tiempo, pero esa frase le dio una buena idea, tenía que estar mas preparado en caso de que esta situación se repitiera y la influencia de su tía no lo pudiera proteger...



Al Día Siguiente



La camioneta Cadillac bajó por la colina dirigiéndose hacia aquella gran casa, en su interior, Zill estaba sentado en el asiento derecho de la segunda fila y a su lado estaba su tía Cierra.


— Entonces... Me estás diciendo que, quieres que yo te entrene para poder defenderte a ti y a tus amigos en caso de que alguien poderoso los ataque — Dijo la otra fumando un cigarrillo expulsando el humo por su boca, Zill asintió y observó a su tía terminarse el cigarrillos con una última calada antes tirarlo por la ventana, o eso hubiera hecho si hubiera recordado abrirla, solamente estrellando la colilla aún encendida contra ventana la cuál rebotó suavemente contra el cristal cayendo sobre las piernas expuestas de la mujer que usaba vestido —

— ¡Carajo! ¡Mierda! — Cierra se apresuró a abrir la ventana y lanzar la colilla la cuál le ocasionó una quemadura leve en la pierna, Zill se preocupó un poco sin embargo sus labios permanecieron sellados —

— Como sea... Debo decir que, tu motivo es justo... ¿Tu madre sabe que estás aquí? — Zill negó con la cabeza, a su madre no le agradaba para nada que sus hijos tuvieran que ver con su tía Cierra, la fama de esta mujer refuerza la preocupación de su madre y justificaba su rechazo. Pero Cierra es la única conocida de Zill que puede ayudarlo a ser más fuerte —

— No tía... Pero yo- — Un dedo fue presionado contra el rostro de la Quimera el cuál guardo silencio, la mujer se tomó unos momentos de silencio, tomó otro cigarrillo y con una llama verde en su dedo, lo encendió. El Demonio Serpiente el cuál conducía el vehículo no dijo nada y se mantuvo perdido en sus propios pensamientos mientras estacionaba el vehículo —

— Esto va en contra de los deseos de mi hermana, ella se enfadaría muchísimo si se enterara de esto... Pero por suerte para tí sobrino, yo soy la mayor y se mantenerla controlada. Ya puedes irte Mitchell, te llamaré si me hace falta algo — Ante lo dicho por su jefa el chófer asiente y al estacionar el vehículo, baja de el junto a los otros dos, el se dirigió al garaje mientras que Cierra y Zill cambiaban hacia el interior de la casa —


Aunque era una decisión un poco rara y probablemente no le gustaría a su madre, Zill sabía que era por un bien mayor, está vez fue Jack, pero ¿Que pasaría si secuestran a Kayla o si secuestraran a su madre?, el hecho de estar bajo la protección limitada que le podía dar su tía no podía protegerlo siempre no podría proteger a alguien fuera de su familia. Y se negaba a que otro de sus seres queridos terminará siendo un Cerdo en el Matadero...

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