Capitulo veintidós \(U_U\)

Había sido un día algo atareado, con la recuperación de Endevour habían demasiados ladrones de cuarta robando tiendas, Aizawa no estaba directamente en la zona de patrullaje de Endevour y aún así se podía notar el gran incremento de delincuentes menores.

Aparte de todo esto, había pasado toda la noche sintiendo que alguien lo perseguía, y normalmente pensaría que es Izuku o algún ciudadano entrenado y curioso porque, siendo honestos, que villano lo seguiría a él? Hasta que sintió que había más de una persona, quizá tres o incluso cuatro pero no se podía ir a casa, a decir verdad no tenía a donde ir, odiaba admitir que se le estaba acabando el poco efectivo que tenia en los bolsillos y no podía regresar porque Zashi ni si quiera le respondía y mucho menos habría la puerta, tendría que entrar por la ventana cuando fuese al estudio o a dictar clases, siempre lo hacía cuando se enojaba con él... aunque ahora sabía que ese enojo no se le pasaría con otro gato.

Escuchó a alguien tropezar.

Volteó.

No había nadie.

Le sorprendía la tenacidad de estas personas si no fuera porque ese tropiezo sonó... demasiado, como demasiado peso cayendo y entonces se preocupó, porque si alguien de verdad lo quisiera lastimar, enviaría mutantes, la gente dedicada tardaría mucho en encontrar algo sobre su quirk o de él como héroe pero el primer y último ataque nomu deja bastantes pistas.

Mientras seguía pasando por los techos sacó su celular y escribió un mensaje, enviarle un SOS a Zashi sería un desperdicio, seguro lo tenía bloqueado y el mensaje se perdería, Tsukauchi obviamente no, Nezu, bueno, el hombre lo había obligado a tomar un descanso pues vio que sus ojeras eran peores que nunca y lo mandó a casa, además, creia que Nezu habia empezado a notar algo raro pasando entre él y Tsukauchi, y sobretodo entre él y Zashi así que sabiendo esto lo interrogaría y la rata siempre conseguía lo que quería por lo que tratar de ocultarle algo estaba fuera de diálogo.
Así que con mucha razón le escribiría a Izuku.

> SOS <
> MUTANTES <
> 3 <

Adjuntó su ubicación y dejó el chat abierto por si sacaba más información antes de bajar a un callejón cerrado, mientras menos espacio para ellos mejor. Solo esperaba que el niño no hubiese cambiado su número.

Guardó su celular y tomó ambos extremos de su arma. No tardaron mucho antes de que dos bajaran, podía ver al otro medio apoyado en el muro del techo de donde habían bajado. Definitivamente mutantes, uno parecía un puma, el otro una especie de oso. Dejó el arma de lado, no tenía la fuerza para jalar a ningún de ellos y el puma sería lo suficientemente rápido para evadirlo, solo quedaba usar un cuchillo y rezar porque el niño corriera.

"¿Quienes son?" Preguntó cuidadosamente, viendo alrededor, si pudiese usar algo cerca, callejón limpio, vaya suerte la suya.

"No debería importar" Respondió el puma antes de agacharse y correr hacia él, Aizawa notó con sólo esquivarlo que el hombre era predecible, regresó con una barrida a sus piernas, al esquivarla notó al oso estirando sus brazos hacia él, con el cuchillo trató de cortar su brazo pero él se dio cuenta y retrocedió.
Sintió al puma corriendo hacia él por la espalda, levantó la vista hacia las escaleras del edificio de al lado y con una leve mirada hacia atrás saltó hacia estas sujetándose de la baranda con la esperanza de que el puma chocara contra el oso pero tenía bastantes reflejos y simplemente se frenó resbalando y cayendo al suelo. Mientras el oso trataba de bajarlo de la escalera el saltó hacia el otro lado cayendo cerca de la cabeza del puma, lo sujetó del cuello con ambas manos y lo tiró hacia un lado con fuerza haciéndolo estrellarse contra la pared, al otro no pareció importarle así que no podría usarlos entre sí como rehenes o parecido.

Sabiendo esto trató de correr devuelta al puma pero el oso sujetó su brazo con el cuchillo y mierda como dolía, Aizawa lanzó con poca fuerza el cuchillo hacia su mano izquierda y antes que reaccionara clavó varias veces el cuchillo en su brazo, después del segundo ataque recién soltó su brazo y él corrió rápidamente hacia el puma quien ya se había levantado pero se apoyaba contra la pared tratando de alejarse. Aizawa tomó su bufanda con el brazo lastimado y la usó para atraerlo, cuando lo tenía lo suficientemente cerca clavó el cuchillo es su cuello y lo soltó antes de darse la vuelta de frente al oso y saltar hacia atrás cuando notó que estaba demasiado cerca.

No bajó la mirada hacia su compañero pero sus oídos reaccionaron cuando algo pesado cayó detrás de Aizawa, se dió la vuelta y había un hombre con espinas por toda la espalda, probablemente un puercoespín, debia ser el que se quedó en el techo, este si que se veía molesto por la muerte de su compañero. Lamentablemente se quedó demasiado tiempo mirándolo y el oso lo sujetó de los brazos y lo jaló hacia el piso, su cráneo chocando contra el suelo haciendole ver todo borroso, el puercoespín sonrió de lado y se agachó frente a Aizawa sujetando el cuchillo con el que mató al otro y clavandolo en su mano izquierda, gritó, gritó esperando que alguien putas oyera.

"Nos envían de la Comisión, tengo entendido que no estuvo de acuerdo con algunas cosas que mencionó el funcionario estadounidense, por eso nos mandaron a eliminarlo, hasta nos dijeron que podíamos divertirnos pero vemos que te subestimamos, mataste a mi hermano imbecil." Seguido de esto lo soltó y se levantó para encajar su maldito pie sobre su estómago, Aizawa solo pudo gritar mientras el hombre seguía patendolo.

No sabía cuánto tiempo había estado pateándolo pero en un momento giró la cabeza vomitando sangre y lo que esperó fuera su almuerzo y no pedazos de su estómago.

"Sujetalo" Dijo calmadamente el hombre al otro, el oso lo agarró fuertemente de la cabeza y le regresó la cabeza hacia el otro haciendo que casi se atragantara con la sangre. "Oh, que es eso?". El puecoespín acercó una mano a su cuello y tomó el anillo que colgaba como collar.

Aizawa reaccionó tratando de alejar su cabeza pero el oso seguía sujetándolo, "¡Oh, ¿estás casado?! Haberlo mencionado antes hombre, dime, como es ella?"

Ni si quiera podía sentir el cuerpo ya pero si respondió, algo vago: "Él" corrigió.

La sonrisa falsa del hombre se borró  "Que asco, puto maricón". Volvió a levantarse y se paró sobre una de sus piernas presionando cada vez más. "No entiendo como existe gente como tú, me dan asco."

Sintió su pierna quebrandose aún cuando todo se sentía borroso. El oso al menos soltó su cabeza.

"Hey, sujetalo bien."

A los ojos de Aizawa el hombre oso parecía estar tambaleándose pero estaba tan mareado que no podía asegurarlo hasta que de verdad cayó hacia atrás, apenas pudo retroceder la cabeza para ver a Izuku parado ahí con la katana ensangrentada, mirandolo.

"Eraserhead"

Y dios que él sonrió, "Niño".

"Quién es este, tu hijo? Como va a ser si eres un maricón de mierda." Sintió su pie clavándose más en su pierna y apenas dejó escapar un grito cuando Izuku cortó el pie del hombre.

"Infeliz" Podía jurar que el hombre estaba mordiéndose la lengua pues empezaba a salir sangre de su boca antes de caer al suelo. Izuku se dio la vuelta hacia Aizawa y notó que el menor tenía algunas lagrimas en los ojos, se agachó hacia el y lo ayudó a sentarse apoyándolo en la pared.

"Lo siento, lo siento, llegué tarde, de nuevo, maldita sea porque no puedo salvar a nadie, ni a mi madre, ni a Eri, ahora a tí tampoco, soy un asco maldita sea, lo siento tanto." Izuku se tapaba el rostro y aún así podía ver las lágrimas cayendo por su barbilla hasta su regazo.

Odiaba no poder decirle mucho, su garganta dolía como la mierda pero si levantó su mano y trató de destapar el rostro del niño, este coperó y lo miró a los ojos sujetando su mano aún sin dejar de llorar y susurrar una que otra disculpa.

Y... y Aizawa solo pudo sonreirle mientras sentía como se debilitaba. "No- te culpes, porfavor, vive, ya tienes-" Tosió otro montón de sangre.

"No, no, ya no hables, te llevaré a un doctor, esta bien? El te ayudará estoy seguro, solo para... porfavor" Aizawa lo miró fijamente mientras lloraba.

"Ya tienes amigos... en la liga, no? Vuelve" Ojalá pudiese decirle algo más, pero sentía todo su cuerpo entumecido y las palabras no salían se su boca. Así que lo acompañó, y lloró con él.
Normalmente no mostraba sus emociones tan abiertamente pero, mierda, está muriendo y es una de las personas que más ama, no lo iba dejar solo.

"Eraserhead no, no, no porfavor, quédate conmigo, eres lo único que me queda, porfavor no."

Quería hacerlo, claro que quería quedarse con él, pero sentía sus parpados muy pesados y ya no podía respirar bien.

"Zashi"

Chico... déjalo

"... ¿Qué?" Izuku levantó el rostro hacia donde venía la delicada voz, lo que vió fue como todo a su alrededor se oscurecía rápidamente hasta que todo quedó negro con neblina esparcida, Aizawa todavía en sus brazos, todavía sintiendo la débil respiración del hombre.

Va a morir... déjalo

"¿Y tú quien mierda eres para decir eso?" Frente a él se unió la neblina en una persona, se veía frágil, el cabello blanco le cubría los ojos y usaba ropa holgada.

"... Soy el primer portador del One for All, Yoichi Shigaraki"

¿Qué mierda?

"...El primer portador? Shigaraki?" Se limpió las lágrimas con una mano mientras que la otra sujetaba con fuerza a Aizawa.

El hombre asintió con una sonrisa delicada. "Disculpa por presentarme en este momento pero... no te preocupes por él, estas en un espacio mental, no pasará el tiempo afuera... digo, si quieres tratar de... quiero que sepas que no puedes salvarlo, al menos no de la manera que piensas".

"¡Cállate!" Izuku gritó con enojo, este hombre no tenía derecho a venir de la nada y simplemente... de la nada? "Espera, tu voz... tu eras esa voz? La amable?"

Esta vez no asintió pero su silencio era suficiente para entenderlo. "Izuku..."

"No me llames Izuku solo porque haz vivido en mi cabeza todo este tiempo, para empezar como mierda haz vivido en mi cabeza!? Ya no tengo el One for All, no deberías estar con Mirio?"

El hombre tensó un poco los brazos y parecía incómodo. "Verás, no esperaba que lo supieras pero Mirio perdió el One for All, después que te llevaras a Eri le dispararon con una bala borra quirks."

Izuku no supo como reaccionar, fue una mezcla entre risa y un profundo enojo. "¿Lo perdió?" Habló entre risas. "¿Lo perdió?" Sus risas cesaron y empezó a gritar. "¿¡ALL MIGHT ME TIRÓ DEBAJO DE UN BUS POR UN IDIOTA QUE NO PUEDE CUIDAR UN QUIRK NI UN PUTO MES!?"

Su rostro estaba lleno de lagrimas y rojo por la ira, podía sentir una corriente atravesando su cuerpo. "¡Eso no lo responde! ¿¡Qué haces aquí!? ¡Deberías haber muerto con ese estúpido quirk!"

El rostro de Yoichi se contrajo en tristeza. "La verdad no estoy del todo seguro, tengo algunas teorías, puede que sea porque al momento de pasarlo en realidad no querías darlo de verdad, tu subconsciente nos bloqueó aquí y aunque nuestro poder se transfirió nosotros no, o puede ser nuestra conexión sanguínea."

"¿Conexión sanguínea?" Su voz sonaba áspera y aún sentía la ira burbujeando por su cuerpo.

"Yoichi Shigaraki, soy hermano de Hisashi, tu padre".

Oh.

Se quedó bastante tiempo observándolo, lo único que pudo encontrar similar en ellos era el color de cabello y los ojos cansados. "Osea que... puede que por nuestros lazos consanguineos me haya quedado con... esto?"

Yoichi asintió. "O puede que simplemente sea porque Mirio perdió el quirk antes de que tú lo terminaras de perder y simplemente regresamos, pero recordamos hablar contigo y verte todo ese tiempo asi que..."

"Es improbable." Izuku pensó por un momento. "¿Quién era la otra voz?"

"Oh, el es Daigoro, quinto usuario del OFA, lamento su comportamiento." Hizo una leve reverencia. "Por ahora solo estoy yo aunque si sigues así de molesto puede que liberes su poder."

"Espera, que? Liberar su poder?" Yoichi pareció un poco sorprendido pero luego lo miró con empatia.

"Ese rubio de verdad no te enseñó nada del quirk, verdad?" Izuku negó con la cabeza. "No ha pasado con los anteriores portadores pero contigo siempre parece que va a pasar, One For All es un quirk acumulativo de fuerza y también de quirks, solo ciertas personas podrían desbloquearlo y en esto estoy seguro que es porque somos familiares."

"... y cual es el quirk de Daigoro?"

"Ese es su terreno para hablar contigo, solo, trata de controlar tus emociones cuando salga a la luz, puede llegar a ser muy... peligroso e inestable."

Miró hacia abajo, sus manos empezaban a adormecerse al igual que sus piernas y Aizawa se veía... tan tranquilo.
Jamás lo había visto así.

"Deberia... dejarlo ir?" Izuku apenas levantó la mirada hacia Yoichi, este se había arrodillado a su lado.

"Lamentablemente tu amigo ya ha sufrido mucho, creo que lo mejor sería dejarlo descansar... no lo crees?"

"Pero- que le diré a Hizashi?"

"Su esposo, verdad?" Izuku asintió. "Niño, entiende que hiciste algo mal, no deberías haber arrastrado a Aizawa a todo este problema pero igualmente el se hubiera involucrado porque te ama, y puede que Hizashi te odie, tienes que tomarlo con calma, no puedes agradarle a todos, no puedes ayudar a todos."

"Lo sé, mierda claro que lo sé pero-" Las lágrimas volvieron a caer ensuciando el rostro de Aizawa. "Desde que salvé a a Kouta siento que no he salvado a nadie, me han dejado de lado, convertí a un héroe increíble en un monstruo, nunca debi intentar ser un heroe."

Las lágrimas de Izuku no hacían más que recordarle lo sensible e idiota que era.
Sintió una mano pasando por su hombro y atrayendolo hacia el hombre a su lado, se apoyó en su pecho y se dejó ir.

Lloró, gritó y maldijo, sacó todo lo que tenía dentro.

Yoichi solo oyó.

"Lo siento tanto, lo siento Shouta, de verdad lo siento." Bajó su cabeza apenas tocando su frente con la de Aizawa. "Te quiero demasiado pero... te voy a dejar ir, creo que estarías mejor así... no? Respondeme.... porfavor, no sé que hacer." Levantó la cabeza y observó el tranquilo rostro de su maestro y recordó la primera vez que se vieron, Izuku se había cuestionado si un profesor podría tener esa manera de ser o vestir pero rápidamente supo que era un hombre respetable y de temer, daba igual, había sido como un padre para él y siempre lo amaría por eso, por lo que...

"Lo dejaré ir." Lo lanzó al aire como una respuesta sin camino a lo que Yoichi había preguntado.

Sintió la mano de Yoichi en su hombro una última vez antes de desaparecer y volver a ver el callejón en el que se encontraban.

Miró por unos segundos el pecho de Aizawa... si no había pasado nada de tiempo eso significaba que su corazón había dejado de latir hace tiempo? Solo había visto lo que quería ver? Últimamente tendía a hacer eso de todas formas.

Lentamente se levantó del suelo con Aizawa en los brazos y... solo pudo retener las lágrimas mientras caminaba hacia su casa, sintiendo el liviano peso del cuerpo que ahora cargaba.

Por el camino lo vieron algunas personas pero pasaban de largo o murmuraba entre ellos, probablemente alguien ya llamó a la policía, pero en realidad no le importaba.

Llegó al edificio y entró buscando el apartamento de Aizawa, al llegar se paró ahí por al menos un minuto antes de golpear con su pie la puerta.

No volvía.

Le carcomía la mente.

¿Estaba bien?

¿Le importaba?

Maldito asesino, puede morir por todo lo que le vale.

Yamada paseaba de lado a lado por la sala.

Después de pelar contra un nomu ni siquiera lo pasaba a ver, bueno, si lo había pasado a ver pero solo una maldita vez. Y si estaba muerto? Que haría él entonces, ah?

Maldito traidor. Habían sido pareja desde hace tanto tiempo y aún más amigos y ni siquiera lo hablaba con él.

¿Porqué? Oboro sabría que hacer, pero su muerte sólo había tenido tantas consecuencias en la mente de Shouta que incluso ahora se apegaba a alguien solo porque le recordaba a su difunto amigo.

¿Porqué tuvo que morir? El hubiera ayudado.

El anillo de compromiso pasaba entre los dedos de Yamada con ansiedad.

Siempre le perdonaba todo, al final del día siempre se enojaban por idioteces, como que olvidó comprar comida o que se saltó algunas horas de sueño, cosas simples, no... cómplice de asesinato.

¿Que haría ahora?

El gato maulló hacia la puerta.

"¿Shou?" Susurró esperanzado. Caminó hacia allí justo cuando tocaron la puerta del otro lado.
Mientras levantaba la mano al pomo pensó, lo voy a dejar pasar? Y si está aquí para hacerme daño?

Recogió la mano. Shou no haría eso... no?

Ya no lo conocía.

"Yamada." Llamó levemente la voz de fuera.

No es Shou.

Pero le resulta familiar.

"¿Midoriya? No está Aizawa, vete." Hubo un silencio corto antes de oír al niño hablar.

"Lo sé, podrías-" Escucha como su voz se ahoga en lágrimas, porqué está llorando? Él? Se alejó de la puerta. Este niño convirtió a su marido en un maldito asesino. "¿Podrías abrirme?"

¿Como?

¿¡Cómo se atreve a venir después de lo que le hizo a su esposo!?

Avanzó a zancadas hacia la puerta y la abrió de un tirón. "¡No está, ya no-!" Sus gritos cesaron cuando vió lo que Midoriya cargaba en sus brazos.

No.

No.

"¿Shou?" Su voz entrecortada por las lágrimas que empezaban a caer por sus mejillas pegando su cabello suelto a su rostro. "¿¡SHOUTA!?"

El rubio gritó y saltó hacia el hombre haciendo que Midoriya cayera de rodillas con Aizawa aún en brazos, Yamada lo tomó del rostro con desesperación. "¡¿Shou? Hey! Despierta, amor, amor porfavor despierta."

Puso una mano en su cuello, no sentía el pulso, intentó en la muñeca, tampoco.

Sintió que su mundo se derrumbaba.

Shou.

"No, no, Shou despierta, Aizawa porfavor no" Lo jaló de tal forma que quedara más sobre su regazo. "Hey, despierta, vamos porfavor." Pegó la oreja hacia su pecho.
Su rostro estaba lleno de lagrimas cuando intentó moverlo desesperadamente.

Sintió una mano pozandose sobre la de él. Sacó la vista del rostro de su pareja para ver al niño negando con la cabeza. "Él- dejó de respirar hace mucho."

Se quedó mirandolo antes de estallar.

"¿¡QUE MIERDA LE HICISTE!?" Apretó al hombre más sobre él, como si temiera que se lo fuera a llevar.

"Lo atacaron, me mandó un SOS, llegué-" Algunas lágrimas rodaron por sus mejillas. "Llegué muy tarde."

"¿Llegaste tarde?" Midoriya asintió. "¿¡Llegaste tarde!? No es una maldita excursión, ¡se trata de la vida de una maldita persona! ¡Lo mataste!"

Izuku levantó la cara con desespero. "¡No lo maté! ¡Traté de ayudarlo!"

"¡CLARAMENTE FALLASTE!" La voz de Yamada se cortaba cada vez más, sentía que se ahogaba con sus lágrimas.

El amor de su vida acaba de morir.

Maldita sea, dios porfavor, díganle que era mentira.

"¿¡Crees que no lo sé!?" Le gritó de vuelta Izuku, pudo ver la sangre manchada en su ropa. "¡Traté! ¡Juro que lo intenté maldita sea!"

Yamada estaba harto.

Lo golpeó.

Lo golpeó en el rostro.

Izuku tenía sangre saliendo por su nariz, no lo miró a los ojos, no regresó el golpe, se levantó, retrocedió, hizo una reverencia y se largó.

"Esto no hubiera pasado si no fuera por tí." Susurró Yamada mientras seguía llorando sobre el cuerpo de Shouta.

El niño se largó.

"Shou, lo siento, no estuve allí". Las lágrimas empezaron a cesar. "Pero- para esto querías ser heroe no? Esto, venía en el contrato, sabíamos que podría pasar, no?"

Y aunque lo dijera, aunque lo supiera, no lograba que dejaran de salir lágrimas... y siguieron cayendo mientras abrazaba el cuerpo inerte del hombre que amó por tantos años.

Izuku salió corriendo de aquel edificio en donde dejó a la única persona que le mostró apoyo incondicional.

Un apoyo del que tomó ventaja.

Tomó todo lo que le ofreció y más.

Porque lo hizo?

Tranquilo.

No lo merecía, claro que no, lo mató, esas personas seguro querian información sobre él.

Eraserhead jamás había tenido esa clase de enemigos, jamás.

Fue su culpa.

Izuku de detuvo cuando escuchó las sirenas de los carros de policías.

¿Recién aparecían?

¿¡Cuando alguien ya habia muerto!?

Malditos infelices.

Volvió a sentir su ira recorrer su cuerpo como rayos.

Izuku, tranquilízate.

La misma voz ahora tenía otro significado. No era él mismo, era otra persona, parte del legado que pensó haber dejado atrás.

Ese maldito legado que fue arrebatado de sus manos y que ahora tenía de vuelta.

Vió un carro pasar, luego otro. Caminó hacia la pista, se paró al medio y vió el siguiente venir.

Intentó activar el One for All y pudo sentir la antigua energia familiar que recorría su cuerpo además de esos rayos de ira que pasaban por sus músculos.

Levantó su brazo derecho sin importar la velocidad a la que iba el carro.

Sintió una corriente pasar por su brazo hasta la punta sus dedos y luego un destello negro.

Una especie de látigo salió de su brazo y atravesó el carro, atravesando también al policía que iba conduciendo.

Estaba tan enojado que ignoraba las voces que le gritaban que se calmara. No necesitaba calmarse, a la mierda todo, acababa de matar a alguien, uno más no haría la puta diferencia, se sentía demasiado cansado y todo estaba borroso.

La policía que iba al lado de copiloto trató de saltar del carro. Izuku quizo sacar el látigo incrustado en el carro y clavaron en su cráneo pero otro látigo negro salió del anterior y le atravesó la cabeza.

Odiaba esto, solo quería descansar, que eran estos látigos? Dolían, le dolía la cabeza, no soportaba otro segundo más.

El látigo regresó a su brazo antes de que Izuku cayera sobre sus rodillas, sentía la energía recorriendo su cuerpo, trataba de mantenerla dentro pero explotó y de pronto escuchó gritos a su alrededor.

¡Izuku!

Una voz femenina sonó frente a él, no sabía cuando había cerrado los ojos pero se obligó a abrirlos para ver su procedencia.

Una mujer de cabello negro recogido en una media cola con un disfraz de heroínas se arrodilló frente a él y preocupada tomó su rostro.

"¿Mamá?" La mujer sonrió tristemente negando con la cabeza.

"No Izuku, cálmate porfavor, estas lastimandolos."

"¿A quienes?" La mujer lo soltó del rostro y volteó la mirada levemente antes de cerrar los ojos con fuerza.

Izuku se volteó hacia donde ella había volteado y vió como los látigos se habían incrustado en el pecho de un hombre, seguía vivo, respiraba, gritaba.

Izuku gritó y más gritos lo acompañaron, volteó la cabeza y vió más látigos saliendo de su cuerpo, no pudo evitar seguir con la mirada el final de cada látigo, había gente y mucha mucha sangre, seguían vivos, se retorcian aún cuando tenían látigos atravesando sus cuerpos.

"No, no, yo no-" Se volvió hacia la mujer desesperado buscando soporte. "¡Yo no quería!"

Observó sus manos, envueltas en chispas verdes y negras. La mujer lo tomó de las manos. "Vamos, respira, tranquilízate, Yoichi te lo dijo."

¿Esto era?

¿El quirk de Daigoro?

Se obligó a respirar profundamente, concentrándose en la marca de belleza que tenía la mujer en el rostro, sus ojos tristes, sus manos delicadas. No le tomó mucho hasta que los látigos volvieron a su cuerpo y cayó al suelo desmayado.

"Te dije que te calmaras, niño." Escuchó la voz de Yoichi  triste y nostálgica como siempre.

Sintió que alguien lo agarraba de la parte de atrás del cuello disfraz y lo levantaba. Abrió los ojos y paró pies firmes en la tierra cuando lo soltaron.

"Vaya uso de mi quirk."

Escuchó la ya conocida voz áspera que lo odiaba tanto.

"Te odio demasiado." Apenas dijo Izuku mientras se sentaba en la oscuridad de su espacio mental.

Daigoro camino frente a él y se paró al lado de Yoichi quien los miraba con ese rostro de cariño y pena característico.

"Eres realmente distinto a Hisashi, seguro que son hermanos?" Escuchó la suave risa de la mujer a su lado a quien había olvidado. "Disculpa por llamarte mamá."

"No hay problema niño." Ella también se paró al lado de Yoichi. "Nana Shimura, séptima usuaria del One for All."

"Shimura... séptima, oh, claro, Gran Torino y All Might te mencionaron, eras su maestra no?"

"Exacto! Yo le enseñé a ese tonto rubio aunque al parecer- Ugh! Ese niño no ha crecido nada, no aprendió nada." Nana renegaba sobre Toshinori cuando Daigoro la interrumpió.

"Bueno, bueno, sigamos con lo importante, activaste mi quirk, felicidades, mal momento" Balbuceó como si hubiera estado practicándolo. "Mi quirk es Látigo Negro, látigos que pueden salir de cualquier parte de tu cuerpo aunque casi tienen vida propia, son influenciados por tu enojo y emociones realmente fuertes, tuve peores accidentes que el que tuviste allí, pueden cargar mucho peso y son muy filosos."

Sacó algunos de sus brazos para mostrarlos, estos se retorcian bajo su mando, para nada lo que había pasado con él.

"Aunque, no son conscientes solo parecen tener vida propia pero no la tienen.... ah y vas a necesitar unas clases de yoga porque no te puedes dar el lujo de tener otro ataque de ira."

"Genial, hermosa información, me hubiera servido antes de matar a esas personas."

"Discúlpanos, no pensamos que saldría ahora." Yoichi volvió a hacer una reverencia.

"... vaya porqué Hisashi no puede ser como tú, eres tan... amable." Habló Izuku asombrado por cómo actuaba el hombre cuyo hermano podía destrozarte con una sola mirada.

Nana se volvió a reír al igual que Daigoro y Yoichi se sonrojó. "¡Este hombre es un perro dócil!" Se rió Nana sujetando a Yoichi.

"Nana, porfavor" Ahora se rieron los tres de la actitud de Yoichi. "En fin, bien por haber despertado un quirk, veamos, creo que tienes alguna pregunta?"

Izuku lo miró por unos segundos, claro que tenía preguntas, siempre las tenía.

"Si disculpa, Nana, siento que te conozco, tu rostro se me hace familiar."
La mujer sonrió abiertamente.

"Conoces a mi nieto." Izuku ladeó la cabeza confundido. "Una pista, tenemos la misma marca aquí." Señaló el lunar que tenía al lado del labio.

Solo tuvo que pensar pocos segundos antes de recordar a alguien con la misma marca. "¿¡Tomura!?" Nana asintió. "Wow, es tu nieto? Que mundo más pequeño."

"Exacto, muchas gracias por cuidar de él, en serio, puedo notar que te ve como un hermano."

"Es mi hermano." Le pareció ver una mueca en el rostro de Yoichi.

"Por cierto, mi quirk es flotar así que no sucederá nada similar a lo de Daigoro... solo trata de no saltar mucho porque al principio marea demasiado." Asintió y se volvió a Yoichi.

"Hemmm, ahora que lo pienso, es raro estar frente a... mi tío fallecido?" Yoichi abrió los ojos como si recién se diera cuenta.

"Oh, cierto, lo es un poco" Parecía nervioso. "Disculpa, aparte de Hisashi en realidad no había tenido familia así que... puedes llamarme tío, si quieres, digo..."

Los tres se volvieron a reír del mayor.

"Vamos Youchi trata bien a tu sobrino." Nana le dio un codazo cómplice mientras reía. "Me sorprende que alguien saliera con All for One..." Pareció pensarlo y cruzó miradas con Izuku. "Nah, si es guapo."

"¡NANA!" Gritó Daigoro. "¡Él te mató!"

"A ti también ya? Aparte, es mentira? No, acéptalo." El hombre murmuró algo y ahora Yoichi se rió.

"Supongo que mi hermanito tuvo suerte."

"Ojalá no la hubiese tenido, sufro las consecuencias." Izuku de hizo el dramático haciendo reír a los otros. "Aunque bueno al menos es un buen... maestro? Nah, solo es guapo, de ahí no pasa."

Nana y él se rieron fuertemente mientras que los dos hombre se veían acabados. Al menos Nana se tomaba su muerte y la enemistad con humor.

"Bueno, supongo que tengo que regresar, no?" Nana se detuvo y lo miró.

"Oh, cierto" Pareció pensar algo por un segundo antes de hablar. "Puedes decirle algo a Tenko- bueno, Tomura?"

Izuku vió la tristeza en sus palabras y asintió.

"Dile que me disculpe, no quería dejarlo  ni al ni a su padre, pero la vida de un héroe es difícil y que... me encantaría conocerlo."

"Se lo diré" Se volteó a Yoichi. "No querrás decirle algo a Hisashi?"

Lo miró sorprendido, talvez no lo había pensado. "Umm, en realidad, no lo creo, solo dile que lo voy a matar si no te trata bien."

Izuku rió y pensó que después de 100 años decirle algo a tu hermano debería ser algo difícil y raro.

"Entonces, me voy"

"Cuando salgas corre porque la policía a de estar en camino." Daigoro mencionó y eso le entró una duda.

"Oigan, antes de irme, no les preocupa que no sea un héroe? Digo, ahora que tengo el OFA..."

"Es tu desicion, nosotros solo estamos aquí para guiarte, no eres un villano sin motivaciones y deseo de matar, eres un antiheroe, lo cual es distinto." En serio, ese hombre no podía venir de la misma madre que el símbolo del mal.

"Y tampoco les preocupa que esté trabajando con All for One?"

Yoichi le sonrió antes de negar, "Es cierto que este quirk nació para combatirlo pero lo hemos visto atraves de tus ojos y parece haber cambiado... parece que lo hiciste cambiar. Lo que importa es que somos un adorno en un quirk antiguo que a evolucionado, si la persona por la que se creó a cambiado entonces no tiene sentido seguir protegiendo este legado, no? Todo está bien."

Izuku se sintió aliviado de saber que no tenía nada de presión encima así que por fin se despidió y salió de su espacio mental.

Seguía en la misma situación. Cadáveres a su alrededor. Sirenas sonando a lo lejos. Se levantó ignorando todo y corrió lejos de allí, necesitaba hablar con Hisashi y Tomura.

... ta heavy el asunto no? Jaksjsk

Por fin acabé con el sufrimiento de Aizawa maldita sea pobre hombre.

Lamento el mes completo que me fui, ya tenia el capitulo hecho pero no me terminaba de convencer.

(5106 palabras) ~♡

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