Capitulo dieciocho \(#_#\)

No encontraba mi bendito separador así que pongo otro ;D

"En serio, tenemos que irnos" Repitió Spinner.

"¡No podemos simplemente dejarlos! ¡Eso sería lo mejor!" También repitió Twice.

Había pasado un día desde que Shigaraki bajó corriendo las escaleras gritando y desintegrando el pasamanos accidentalmente diciendo que Midoriya se había ido. De nuevo. Tomó varios quirks de AFO para poder calmarlo porque seguía desintegrando cosas, incluidos varios cuchillos de Stain.

"Spinner tiene razón, este lugar ya no es seguro" Habló Hisashi. "Secuestraron a Eri y Compress ¿Como eso puede ser seguro?"

"¡No hablamos de que sea seguro!" Gritó Dabi. "¡Hablamos de que Izuku sepa a donde volver! ¿Que tal si regresa y nosotros nos hemos ido? ¿Le dejarás una nota?"

"No podemos hacer eso, pero" Interrumpió Stain poniendo una mano frente a Dabi. "Piénsenlo de esta manera, Izuku jamás regresa al lugar de donde huyó, el no es así, además yo creo que cualquier persona con un mínimo de cerebro sabría que seguir viviendo en una casa propensa al peligro es estúpido, Izuku sabrá eso y sabrá que ya nos habremos largado".

Dabi se veía listo para contradecir pero decidió no hacerlo, en cambió empujó a Stain y se dejó caer sobre el sofá aún manchado de sangre.

"Y, ¿a donde piensan ir?" Preguntó Shigaraki estando extrañamente calmado. Tal vez todavía bajo el efecto de algún quirk calmante de AFO.

"Podríamos ir a esa ciudad" Twice hizo una mueca pensando. "¡Deika!"

"¿No quedaron sobrevivientes?" Preguntó sospechosamente Spinner.

"Como dije, cualquier persona con un mínimo de cerebro sabría que seguir viviendo en una casa propensa al peligro es estúpido," Repitió Stain. "Lo mismo va para una ciudad supongo".

"Podríamos intentarlo". Terminó Hisashi.

"Yo me quedo."

Todos se volvieron hacia Toga, estaba sentada en el marco de la ventana sin vidrio.

"Esto no es una cuestión de quiero quedarme o no, nos vamos todos". Habló Stain con un tono autoritario.

"Y yo no estoy diciendo que quiero quedarme" Toga se acercó al hombre sin inmutarse por su tono. "Voy a quedarme. Tengo que".

"No, no tienes que," Está vez todos se volvieron hacia Shigaraki, este sentado en la mesa observando las curitas alrededor de sus dedos. Levantó la vista mirando fijamente a Toga. "Sé que te sientes culpable por el secuestro de Eri, todos nos sentimos igual pero quedarte aquí solo hará que nos terminen matando a todos, incluyendote".

Toga parecía a punto de interrumpir pero Shigaraki se bajó de la mesa con desgano. "Mira a tu alrededor, ¿tu crees que esto es difícil para tí? Piensa en el resto. Nosotros también decidimos dejar a Eri aquí con Compress, si no lo recuerdas fue una votación unánime. ¿Crees que no sufrimos igual que tú?" Shigaraki señaló a todos en general. "Todos llegamos y vimos sangre derramada, todos vimos a Izuku irse, ¡deja de pensar que eres la única que carga con esto! ¡Piensa! ¡Nosotros también nos culpamos por lo que pasó!"

Cuando Shigaraki dejó de gritar Toga se veía casi asustada, como una niña que habían regañado.

"Solo, quiero que sepas que no cargas con este peso sola, todos lo cargamos y es por eso que solo decimos lo que sería mejor para todos ahora".

Y Toga le creyó.

Mierda, por supuesto que le creyó.

Shigaraki la había ayudado, toda la liga lo había hecho. Desde que los conoció no hicieron más que apoyarla. No la llamaron extraña o monstruo. La apoyaron, hablaron de sangre juntos. Era lo más parecido que había tenido a una familia desde... desde que descubrió su quirk.

No pudo haber sido peor que Izuku, ser quirkless. Pero sabía la discriminación que había, y la liga también la conocía por distintos motivos.

"Lo siento" Fue lo único que pudo pronunciar en un bajó susurro. Casi audible. Casi invisible.

Twice se tropezó hacia adelante, caminó unos pasos antes de lanzarse a Toga y abrazarla.

Los llantos bajos y calmados eran de Toga, los altos y alborotados eran de Twice.

Dos personas tan distintas cargando el mismo dolor.

"Creo que estamos listos para irnos". Sintió la mano de Shigaraki apoyarse en su hombro y no dudó en jalarlo al abrazo.

"Lo siento, solo estaba pensando en lo que le hice a mi familia, después de escapar de ellos, los vi una vez por la calle, se veían tan felices, jamás los había visto así, me dieron celos, envidia" Los dos chicos la abrazaron más fuerte. El resto escuchaba con comprensión. "Me transformé en mi yo de 10 años, cuando camine frente a ellos corrieron hacia mí, los atraje a un callejón ellos estaban llorando y no me importó, ellos me habían abandonado, los maté."

"Hiciste lo que cualquiera habría hecho, o al menos lo que cualquier persona dañada como nosotros hubiera hecho". Shigaraki hablaba mientras Twice pasaba su mano lentamente por su cabello.

"Quiero que Eri tenga algo mejor que eso, que la mierda por la que pasé, quiero salvarla de ser otro maldito Hawks, empujada por la Comisión a convertirse en un arma".

"Todos queremos eso, pero tenemos que reagrupar fuerzas, estamos indefensos aquí". Habló Stain. "Izuku sabe lo que hace y estoy seguro que Compress puede sobrevivir solo".

Toga vaciló un poco más antes de asentir y alejarse de los chicos pasando una mano no muy discreta para secar sus ojos. "Sí... bueno, ¡a empacar!"

Si la liga notó el tono decaído de su voz entonces decidieron no mencionarlo.

Despertar en una habitación desconocida hubiera sido algo mucho más alarmante para Izuku si no tuviera un gato echado sobre su pecho.

Calmó su respiración al recordar que el día anterior había asaltado el departamento de sus maestros y se había quedado a dormir. Genial.

Acarició al gato lentamente mientras veía a su alrededor.

El reloj en el microondas marcaba las 9:47. Para esa hora los dos maestros ya deberían estar en la UA.

¿En serio confían tanto en él como para dejarlo solo en casa con su gato?

Al parecer sí, de todas formas necesitaba recuperar a Eri, la mitad de un plan sería suficiente. Aunque si es la comisión de héroes... tal vez necesitaría un poco más de la mitad de un plan.

Se levantó del sofá con el gato en brazos y caminó hacia la isla dejándolo allí. Había una nota pegada en la refrigeradora.

Suaves flashbacks surcaron su memoria.

Caminaba lentamente hacia la cama. El cuerpo inerte de su madre yacía allí y al costado una nota manchada que decía:

"¿Qué harás ahora que tu querido rubio no está para protegerte?"

Sacudió la cabeza y recordó donde estaba, no había ni un cadáver, nada de sangre, solo toma la maldita nota y léela.

"Izuku, ya debemos estar en la UA, no hay casi nada de comida, si quieres hay latas de atún y agua. Preferiríamos que te quedases hasta que lleguemos para conversar sobre Eri.

Aizawa y Y̶a̶m̶ Mic :)"

Izuku ignoró deliberadamente el tachón que había tapando Yamada.

Quedarse hasta que lleguen son al menos 7 horas. ¿Debería esperar tanto?

Era fácil para ellos escribir esto pero no consideraron la desesperación de Izuku. Él sólo quería salvar a Eri lo antes posible y no podía hacer eso si esperaba 9 horas por una pareja de héroes que al final del dia tampoco sacrificarían su vida por Erí como él lo haría.

Debemos esperarlos, son héroes.

Ser héroes los obliga a seguir las reglas nosotros vamos a irrumpir en la Comisión.

Pero podrían ayudarte a crear un mejor plan.

¿Qué tiene de malo nuestro plan?

"Mi hermoso plan es ir a sus oficinas pedir a Eri y si no me la devuelven irrumpir violentamente matando a todo el que se interponga." Respondió Izuku en voz alta, "Es bueno, pero la Comisión tiene héroes en formación a montones, será muy tardado y no traje mi ropa de vigilante".

Bien hecho idiota.

"Cállate, ah pero si soy yo, ni yo me quiero" Izuku tomó un lapicero y escribió una nota en respuesta, iría a la casa y si la liga seguía ahí regresaría a esperar a los héroes, si no estaban simplemente se llevaría su katana y traje.

"Me voy, bye bye.

Izuku"

Si, eso bastaría.

Tomó un vaso de agua y salió del apartamento después de dejarle algo de comida al gato.

Mientras caminaba hacia la casa pensaba si la liga estaría allí. Probablemente no. Con suerte no. Y con suerte le dejaron su katana y no tendría que atacar una empresa con un cuchillo de cocina.

Al llegar a la casa subió por fuera hacia la única ventana que estaba abierta/rota.

Se quedó algunos segundos ahí esperando pero no hubo ningún ruido así que simplemente entró.

"Con permiso" No había nadie y no tenia sentido saludar.

Se dirigió al sofá donde vió el mango de su katana. Encima tenía una nota escrita a lapicero.

¿Que tienen todos con dejarle notas?

Por suerte no era una nota diciendo que secuestraron a toda la liga o algo así.

"Fuimos a Deika, no b̶a̶ vayas por Eri solo.

Tampoco por Compress.

Si vienes a Deika te b̶ veremos llegar."

"Ni siquiera lo firmaron, que malos" Arrugó el ya roto papel, la mala ortografía, tachones y demasiada presión en algunas partes le indicó que la había escrito Shigaraki, seguramente intentando no desintegrar la hoja.

Movió el sofá y debajo yacía su traje con otra nota encima. Genial.

"Te dijimos que no vayas por Eri."

Izuku arrugó esa nota tambien y la tiró llevándose el traje consigo.

Si ellos no hacían nada por ella entonces él lo haría.

Garaki no había visto a All for One desde hace mucho tiempo. Aunque el hombre se había mostrado interesado en sus investigaciones desde la aparición de ese mocoso peliverde no le había ni hablado.

¡Tantos avances científicos!

Todos tirados a la basura por un niño con problemas.

¿Porqué All for One de repente le prestaban más atención a un niño mortal que a toda su investigación?

¡Investigación que duró años!

Todo su trabajo era el resultado de demasiados años, dinero, pruebas y errores.

¿¡Un simple niño le cambió el chip al hombre más poderoso del mundo!?

Todo porque el hombre decidió sentar cabeza y vivir en paz.

¿¡Qué sería de Garaki después!?

Enviar al niño lejos era la prioridad.

El problema era que si lo mataba o secuestraba All for One sabía todos sus escondites, sería fácil encontrarlo y después no quería saber que haría con el.

No.

Necesitaba algo con lo que Midoriya se fuera por su propia cuenta. Si el hombre realmente cambió dejaría que su hijo se fuera en lugar de manipularlo para quedarse.

Parte de él esperaba que lo hiciera.

¿Así que a qué otra cosa estaba adherido Midoriya? Esa mocosa productora de balas.

Una llamada de un "benefactor anónimo" había bastado para esos héroes estúpidos que no pensaron dos veces antes de confiar en su información.
A lo que llegaba la desesperación del ser humano.
Bueno, mejor para él.

El mocoso era mentalmente inestable, seguramente iría solo hacia la HSPC en busca de la niña. Cuando se diera cuenta de la idiotez que había hecho ya lo estarían arrestando o matando.

En cualquiera de los finales el ganaba.

> "Se le agradece por la información brindada, recibirá la recompensa a las 14:00 del medio día".

Leyó el mensaje. El dinero le importaba poco, era lo de menos, lo que importaba verdaderamente era separar a ese niño.

Tiró el celular descartable y siguió con su trabajo.

Aún cuando la liga había caído en un grave arrepentimiento por la pérdida de una niña y Compress, que a decir verdad era de los mejores miembros, le dijeron que hiciera su mejor trabajo posible.

Y eso hacía.

El cuerpo destrosado de All Might era... aburrido.

Cuando se lo entregaron estaba muy destruido y lo que podía hacer ahora era ponerlo en un coma inducido para que todo su cuerpo pudiera restablecerse de manera "natural" dentro de lo que cabe, después trató de despertarlo.

Si no lo hubiese hecho simplemente habría usado su cadáver como repuesto de Nomu. Sin embargo si despertó y no sabe como exactamente, todavía tenía la fuerza de él gran All Might y pudo empezar con la creación de un Nomu increíblemente fuerte.

Actualmente estaba experimentando con su cuerpo, de vez en cuando abría los ojos, o bueno, el ojo que le quedaba y empezaba a gritar pero con la pérdida de casi toda su mandíbula el gritar solo le causaba un dolor extremo, aun con anestesia, y a los minutos volvía a quedar inconsciente.

Hasta ahora había podido recuperar sus brazos, siendo estos los menos afectados.

Su mandíbula era imposible de recuperar, de igual manera eso no era impedimento alguno pues lo único para lo que el rubio había necesitado su mandíbula era para sonreír y decir "Ya estoy aquí" y normalmente los nomus no hablaban así que no habría problema.

Le implantó un nuevo ojo, un poco más oscuro de sus ojos originales pero no podía importarle menos, mientras fuera funcional era todo lo que necesitaba.

Por ahora el desarrollo del Nomu iba bien, el problema es que por mucho que lo intentara su maldito estómago dañado seguía deteriorandolo poco a poco, esto afectaba a todo su cuerpo así que por ahora lo tenía que mantener en un tubo de preservación porque si no se consumiría y todo el esfuerzo seria por nada.

Aunque todo ese proceso probablemente tarde todo un día o incluso más.

Suficiente para causar estragos.

Un mensaje. UN maldito mensaje de confirmación de AFO que le decía:

"Lo necesitaremos si queremos que la sociedad entre en caos y salgan de las mentiras de los héroes, liberalo cuando creas que esté listo, de preferencia donde haya mucho público y periodistas".

Esa era toda la interacción que había tenido como él desde que ese mocoso se incluyó en la ecuación. Espiar conversaciones no era nada nuevo pero escuchar a alguien tan poderoso y respetado decir que quiere una "vida tranquila" era inquietante.

¿Como podía renunciar a sus planeas e ideales de un día para el otro?

¿El tiempo en el Tártaro le había hecho tanto daño?

¡Estuvo encerrado menos de un año!

No podía soportar ver tanto potencial desperdiciarse. No. Tendría que hacer todo un maldito espectáculo con el Nomu para que All for One recuerde todos sus motivos y deje esa mierda familiar.

Garaki se volteó hacia el Nomu que flotaba ligeramente en el tubo que lo mantenía con vida.

Un poco más y estaría terminado.

Izuku se puso su traje y colocó su katana a la espalda, sin mencionar algunos cuchillos de cocina que guardó en su chaleco. Había perdido casi toda la mañana peleando consigo mismo sobre si atacar o no así que ya era considerablemente más tarde de lo que había planeado atacar. Es más, en un par de horas Eraser y Mic regresarían.

Decidió que no tardaría más y salió por la puerta del apartamento hacia las escaleras que llegaban al techo, una vez arriba repasó mentalmente los edificios por los cuales necesitaba pasar para llegar al edifico principal de la HPSC.

Mientras iba saltando de edificio en edificio trató de pensar en como entrar, como sabría donde estaba, ¿tendría que pasearse por todos los pisos? Tenía 15 pisos sin contar los sótanos que seguro debía tener. Debería haber pensado esto mejor.

En fin, ya no hay vuelta atrás.

Si la hay.

Calla.

Izuku sacudió la cabeza eliminando cualquier charla mental que una parte de su cerebro y la otra estuvieran teniendo para concentrarse en no resbalar.

También podía intentar el sigilo.

No era de sus fuertes a decir verdad, Aizawa siempre le recordaba que era demasiado ruidoso, su quirk demasiado vistoso aunque decía que tenía una apariencia bastante normal así que pasarse por civil sería facil para él.
El problema es que su cara estaba en todos lados y la HPSC conocía mejor que nadie su rostro.

Oh bueno, demasiado para el sigilo.

Estaba a punto de pasarse el edificio, perfecto comienzo. Se detuvo en el techo e intentó abrir la puerta que daba a las escaleras para bajar. Obviamente estaba cerrado así que sacó una horquilla que mantenía siempre perdida en sus bolsillos y manipuló un poco el cerrojo.

Funcionó después de algunos intentos. Volvió a tirar la horquilla en su bolsillo antes de abrir la puerta y bajar por las escaleras hacia el piso de abajo. Cuando llegó a la puerta esta parecía tener un lector de tarjeta. Genial.

Bajó dos pisos más hasta que por fin encontró una puerta sin lector. Entró a un pasillo vacío con algunas puertas.

Desenvainó su katana y la mantuvo cerca suyo mientras intentaba abrir algunas puertas. Dudaba que Eri estuviera allí, probablemente estuviera en los pisos de arriba que estaban bloqueados pero necesitaba la tarjeta de algún pobre trabajador que se cruzara con él.

La mayoría de las puertas daban a salas de conferencia vacías así que decidió bajar al siguiente piso.

A mitad de escaleras escuchó vagas voces y abrió la puerta con cuidado para entrar a otro pasillo similar, tampoco había nadie e intuyó que las voces venían de las salas.

Respiró profundo antes de entrar a una sala, al abrir la puerta y asomar la cabeza vió a un grupo de cuatro hombres vestidos formal hablando sobre quien sabe qué.

Todos voltearon a verlo cuando entró. Al ver el destello de su katana abrieron los ojos de par en par y algunos temblaron.

¿Robaban niños y aún así tenían la osadía de tener miedo a las consecuencias?

Entró completamente y cerró la puerta tras suyo.

"¡Hola!" Saludó amablemente. "Miren necesito subir a los pisos de arriba pero se necesita una tarjeta, ¿nadie aquí tendrá una o si?"

Los hombre aparecieron morder sus lenguas pues no hablaron.

"Chicos podemos hacer esto de la manera simple o de la difícil" Levantó la katana y le dió algunas vueltas acercándose a uno de ellos, lo tomó del cabello bruscamente y puso la katana en su garganta.

"¿Tienes una tarjeta de acceso?" El hombre empezó a negar. Izuku rió entre dientes. "¡Okay eso necesitaba saber, nada más!"

Movió lentamente el filo alrededor de su garganta cortando lentamente su cuello. El hombre se retorcia pero Izuku lo mantenía puesto en su lugar, cuando terminó el corte lo soltó y este cayó al suelo muerto.

Escuchó los gritos de los demás allí y levantó al vista haciendo que se callaran.

"¡Siguiente!" Gritó felizmente.

El hombre a su mano derecha rápidamente se levantó y trató de correr a la puerta gritando por ayuda. En un vago movimiento Izuku le clavó la katana que atravesó su hombro y lo dejó clavado en la pared, casi como lo hizo Hawks con él.

"No dije que te levantes" le revolvió el cabello y se volteó hacia el resto. "¿Alguien me quiere explicar porqué no tienen una tarjeta de acceso?"

Con calma retiró la katana del hombro del chico.

Uno de los hombre parecía apunto de hablar.

"¡Tú, parece que quieres hablar!"

El hombre casi gritó ante su llamada y habló con voz quebrada. "Nosotros somos de rango bajo, esas tarjetas se las dan a los de mayor rango".

Izuku lo miró por un rato antes de soltar una risita.

"¿¡Y porqué no me dicen eso estúpidos!? ¿Esperaron que mate a dos de sus compañeros para decírmelo?" Escuchó quejidos del hombre tirado en el piso, bajó la mirada hacia él este se agarraba el hombro. "Dije, dos".

Volvió a clavar su katana esta vez en su frente, la sacó con cuidado y la limpió en el traje del hombre.

"Okay, entonces, ¿quienes tienen esta tarjeta?"

El hombre volvió a hablar.

"Principalmente los superiores- Takehiro, Mera, Yimao..."

"Ugh" Se quejó Izuku interrumpiendo al hombre. "Solo conozco a Mera, ¿sabes dónde está alguno de los que mencionaste?"

El hombre negó varias veces mientras retrocedía hasta casi chocar con la pared.

"Yimao está en el séptimo piso". Respondió otro de los hombres que tenía los ojos fijos en la sangre sobre la ropa de Izuku.

"¿Como es físicamente?"

"Cabello rojo, ojos marrones y alto". Respondió casi de inmediato.

"¡Okay, muchas gracias!" Izuku saltó sobre la mesa y alcanzó a los dos últimos hombres en pie. Estos gritaron pero Izuku golpeó sus cabeza contra la mesa repetidamente hasta que dejaron de tensarse bajo su agarre.

"Séptimo, séptimo" Se repetía Izuku varias veces, el no tener sus pastillas lo empezaba a afectar, olvidó llevarse un maldito pote de medicinas.

Izuku abrió la puerta viendo a una señora parada frente a esta, parecía que iba a tocar, seguramente atraída por los gritos de desesperación.

"Y-yo" Empezó a hablar la señora.

Izuku resopló y la jaló hacia la sala, dentro simplemente la mató de un corte al cuello y cerró la puerta al salir.

Se dirigió devuelta a las escaleras y bajó hasta el séptimo piso. En este se oían más voz que en los otros.

Oh bueno, más muertes.

Respiró onda y abrió la puerta, corrió hacia al primera persona que vio, la cual por suerte estaba de espaldas hablando con alguien, y le clavó la katana en la espalda donde suponía estaba el corazón, con el que hablaba gritó y trató de correr pero Izuku sacó hábilmente un cuchillo de su chaleco y lo tiró clavándose en su cuello.

Dos hombres salieron de la sala de al lado, uno de ellos coincidía con las características de Yimao así que lo jaló del brazo y lo tiró al piso mientras golpeaba la cabeza del otro contra el marco de la puerta.

"¡No me mates!" Notó que el aire a su alrededor de hacia denso. Tal vez su quirk. Se sentó encima de Yimao y recogió el cuchillo del cuello del otro hombre poniéndolo sobre el de Yimao.

"Dame tu tarjeta" El aire cada vez se hacía más denso y decidió que no necesitaba de la persona viva, solo su tarjeta.

Cortó el cuello de Yimao. Sus ojos quedaron abiertos al morir. No tuvo que revisar mucho sus bolsillos antes de encontrar la tarjeta.

"¡Ahí estás!" Gritó de emoción tomándolo y metiendola a su bolsillo. De pronto sonaron las alarmas del edificio. "Rápido, rápido"

Izuku corrió hacia las escaleras y subió todos los pisos hasta que vió la puerta cerrada con sensor. Pasó la tarjeta y la luz prendió roja.

Mierda, mierda, mierda.

Volvió a ver la tarjeta y esta estaba bañada en sangre.

Oh.

La limpió un poco con una parte de su traje que estaba limpio y la volvió a pasar. Esta vez prendió verde.

Abrió la puerta y se encontró en una zona mucho más hogareña habiendo solo cuatro puertas a lo largo del pasillo.

La primera estaba vacía, la segunda no, dentro había un chico que lo atacó ni bien abierta la puerta. Rápidamente la cerró escuchando un golpe seco. En la tercera habían dos niñas mirando hacia una pared, estás no voltearon a verlo y el sinceramente no se quedaría más tiempo allí, cerró la puerta. En la cuarta puerta casi que rezó, la abrió para encontrar otra niña de unos 7 años tirada en su cama, esta volteó a verlo.

La niña tenía el cabello largo de color rojo claro y de ojos verdes.

"Hola" La niña lo saludó con la mano. "Conoces a una niña, menor que tu, cabello gris y un pequeño cuerno en la frente?"

La niña pareció pensarlo, "Último piso, me hicieron entrenar con ella" Sonrió con suavidad y algunas lagrimas se acumularon en sus ojos. "Es una niña tan amable".

Izuku podía haber matado muchas personas y haber perdido algo de su humanidad pero decidió que esta niña no se quedaría aquí.

Le hizo una señal con la mano para que se fuera con él. La niña lo miró sorprendido, notando ahora la sangre.

"¿Me vas a matar, también a la niña?"

"No, no, ella es casi mi hija, vengo a rescatarla, ven". Respondió tranquilamente.

La niña ni siquiera lo pensó antes de levantarse y caminar hacia él. Izuku la tomó de la mano y la llevó corriendo hacia las escaleras, en estas encontraron a dos guardias, Izuku mantuvo a la niña detrás de él mientras los golpeaba, los guardias tampoco eran fuertes y fue fácil derrotarlos sin sacar algún cuchillo o la katana.

Subieron hasta el último piso, allí la niña le indicó que puerta era e Izuku tomó un gran respiro antes de tomar el pomo de la puerta y girarlo.

La puerta se abrió revelando a Eri sentada en una mesa pintando algo. Esta se detuvo al escuchar la puerta y volteó a verlo.

Izuku casi rompe en llanto al verla perfectamente bien.

"Eri..."

La niña lo miró por un largo tiempo, luego se peñizcó, vió el dolor en su rostro antes de ser remplazado por lágrimas y una hermosa sonrisa.

"¡¡Pa!!" Gritó mientras se levantaba y corría hacia él.

Izuku también corrió hacia ella antes de arrodillarse para poder estar a su altura.

Eri cayó en sus brazos y él la envolvió fuertemente.

"¡Pa, si viniste! ¡Pe- pensé que me habías dejado!" Lloraba Eri aferrándose cada vez más a su traje. "¡Viniste, viniste!"

Izuku también rompió el llanto.

"Claro que vine" Le acariciaba el cabello y la llenaba de besos. "Lo siento, tardé demasiado, te debo una"

Eri rió entre dientes.

"Pa, ¿podemos irnos?"

Izuku la miró entre lágrimas y sonrió.

"Claro linda" Le sonrió antes de levantarse y tomarla de la mano.

Eri no de había percatado de la otra niña hasta que ya iban a salir.

"¡Oh! Eres la chica del quirk inestable"

La otra chica se rió ante el nombre y asintió.

"Kyorie" Se presentó dándole un apretón de manos que Eri respondió alegremente.

Izuku las miró con amor antes de mirar el pasillo, vió al menos 10 guardias acercándose. Bueno, mierda.

"Okay chicas me alegra que se hayan reencontrado pero necesito que se queden aquí mientras arreglo esto".

Eri miró por el pasillo y se volvió decidida a Kyorie.

"Tu puedes detenerlos" La niña se vió completamente sorprendida.

"¡No, claro que no, sabes como es mi quirk!"

"¡Ellos son malos, necesitas detenerlos, si no, nos quedaremos aquí encerrados!"

Kyorie miró desesperada a Izuku buscando ayuda pero este solo le devolvió la mirada.

"No pierdes nada con intentarlo".

La niña miró entre Izuku y Eri antes de asentir aún temerosa.

Los guardias estaban cada vez más cerca y Kyorie se paró en mitad del pasillo, cerró los ojos y empezó a silbar.

No era ninguna canción en especial pero la era bastante relajante.

"Pa, tapate los odios" Dijo Eri tapándose los propios. Izuku siguió su ejemplo y rápidamente vió porqué.

Los guardias dejaron de caminar, y empezaron a golpearse contra al paredes. Aún cuando Kyorie dejó de silbar todos seguían golpeándose.

Con cada cabezazo, puñetazo o patada las paredes y pisos se llenaban de sangre y decidió que sería mejor sacar a las niñas de allí.

Eri se destapó los oídos en cuando dejó de silbar así que Izuku tomó a las dos niñas de las manos y las llevó a través del caos hacia las escaleras.

Kyorie parecía apunto de llorar así que mientras subían las escaleras le dijo.

"Bien hecho niña, nos salvaste la vida allí". Kyorie lo miró y sonrió levemente antes de asentir.

Al llegar arriba se encontró con talvez la peor situación del universo.

Había una mujer de cabello morado y tez oscura parada allí y a su lado nada más y nada menos que Hawks.

"Takehiro" Dijo Eri, supuso que era el nombre de la mujer.

Hawks lo miraba fijamente, su única ala aleteando lentamente movida solo por el viento.

"Hawks" Saludó Izuku.

"Raguel" Respondió Hawks.

Izuku no había notado que las niñas dieron algunos pasos atrás hasta que las recordó.

"Su quirk es como el de Eraserhead". Susurró Eri.

Así que la trajeron para mantener fuera de pelea a las niñas. Igualmente no las hubiera dejado ayudar.

Izuku corrió hacia Hawks, este puesto en pose de pelea dejó que sus plumas se desplazaran mientras corría hacia Izuku.

El peliverde intercalo entre cortar las plumas con la katana y con el cuchillo, algunas solo las desviaba.

Cuando estuvieron lo suficientemente cerca Izuku saltó hacia él haciendo que Hawks retrocediera e Izuku pudiera hacer una barrida al caer al piso pero Hawks saltó justo a tiempo para no caer y lanzó un puñetazo hacia el rostro de Izuku quien lo esquivó fácilmente. Él chico pudo notar de inmediato que Hawks no había sido tan entrenado en combate cuerpo a cuerpo.

Tomó eso como ventaja pero no lo subestimó, aún era un héroe después de todo.

Lanzó la katana hacia un lado para sacar otro cuchillo. Volvió a correr hacia Hawks, este planeaba patear pero Izuku lo rodeó y cogió su brazo, se impulsó con todo su peso para intentar hacerlo caer pero algunas plumas que había desviado lo empujaron lo suficiente como para hacer que lo soltara.

Hawks rodó hacia el frente mientras Izuku cortaba las plumas a su alrededor.

"Simpelmente rindete Raguel, no tener un ala no me hace menos ágil" Habló Hawks.

"En realidad sí" Corrió de vuelta a él, lanzó un cuchillo hacia arriba que Hawks no se molestó en seguir con la mirada pues Izuku volvió a intentar barrer sus piernas. Hawks saltó fácilmente hacia atrás pero el cuchillo que había lanzado antes cayó sobre su hombro.

Hawks gritó y también lo hicieron Eri y Kyorie.

Izuku volteó hacia el grito y vio que la chica Takehiro se había acercado sigilosamente a las niñas.

"¡Eri!" Logró gritar antes de lanzarle un cuchillo a la mujer. No pudo ver si el cuchillo la llegó a golpear antes de sentir una fuerte patada en la cabeza y toda su vista se nubló.

Debió haber prestado atención a las clases de sigilo.

Gran Torino no podía creer lo que pasaba mientras trataba de apresurar su paso hacia la estación de policía.

Ya eran pasadas las 5 cuando se dió cuenta sobre ese maldito video de baja calidad.

Estaba tomando té, tratando de relajar sus nervios al no poder contactar con Toshinori cuando en las noticias empezaron a hablar por enésima vez sobre el juicio de la señora Midoriya.

Gran estaba por cambiar de canal cuando notó que en la esquina superior apareció una mata de cabello verde, al principio no le preocupó, simplemente pensó un era Midoriya hasta que recordó que había ido con su padre. Y si no estaba mal había alguien caminando a su lado.

El hombre de cabello blanco, ojos rojos, estatura alta y ropa siempre formal que caminaba al lado del niño no era otro que el maldito símbolo del mal.

Mientras caminaba todo lo rápido que podía hacia la estación de policías pensó como pudo haberse perdido ese detalle, el resto fue fácil de unir.

Cuando llegó a la estación fue recibido por Sansa, este lo notó algo exasperado y le ofreció un vaso de agua que Gran rechazó pidiéndole hablar con Tsukauchi de inmediato.

Sansa no cuestionó mucho antes de llevarlo a la oficina del detective. Tocó la puerta y después de un fuerte "Pase" abrió la puerta dejando a Gran Torino solo con Tsukauchi.

El hombre apenas levantó la vista, como siempre, ante de señalarle la silla frente a él.

"No te esperaba hoy Gran Torino ¿que pasó? Estoy algo ocupado tratando de contactar a All Might".

"No lo vas a poder contactar".

Esta vez Tsukauchi si levantó la vista y cruzó los brazos sobre su pecho.

"¿Y porqué sería eso?" Respondió sin muchos ánimos.

Gran tomó sin permiso el control de la televisión y cambió al canal de noticias en donde por suerte pasan esa parte una y otra vez. Pasaron unos minutos en los cuales Tsukauchi se veía confundido y bastante perdido, hasta un por fin salió la noticia y Gran detuvo la imagen en la parte adecuada.

"¿Ves ese hombre de allí caminando con el chico?"

Tsukauchi pareció más aliviado. "Ah si, ya sabemos que es Izuku y su padre llegando a la corte, no hay-".

"No, el hombre que está a su lado es All for One".

El silencio pareció durar horas cuando en realidad fueron pocos segundos.

Tsukauchi sabía mentir, su quirk le permitía reconocer mentiras después de todo. Solo tenía que mentir.

"Mierda."

"¡Exacto!" Gritó el mayor. "¿¡Te das cuenta de esto!? ¡Izuku Midoriya es el hijo de All for One, probablemente su presencia en el juicio fue para encubrir el secuestro de Toshinori".

"Espera, que secuestro" Habló ahora si bastante perdido.

"Yo tampoco puedo contactarme con él y créeme cuando te digo que el JAMÁS rechaza una llamada mía a menos que esté de servicio pero no hay noticias de su aparición hoy".

La mente de Tsukauchi solo se pudo concentrar en Eraserhead. El siempre había sabido más que el cuando se trataba de Midoriya, esa vez sabia que escondía algo además de lo del padre pero no había manera que fuera algo como esto... no?

Tsukauchi se levantó siendo seguido por la mirada de Gran Torino.

"¿¡A donde demonios vas ahora!?" Le gritó el héroe veterano.

"Necesito hablar con alguien, espere aquí porfavor"

Tsukauchi salió de la habitación caminando firmemente sin detener el paso.

Esperaba estar equivocado.

Esa pausa duró un día literalmente antes que me golpeara la inspiración. Encima capítulo largo >:D

(5552 palabras)

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