Capítulo 22...
POV Anastasia
Despierto en mi habitación por un olor desagradable en mi nariz, despacio recorro el ambiente con la mirada hasta encontrar los más perfectos ojos grises que me miran asustados.
-¡Gracias a dios despertaste!, me tenias preocupado.-
Lo miro confundida hasta que las imágenes y toda la información de hace un rato llegan a mi cerebro de golpe. Elliot... Christian ya sabe que es un Grey... Flynn...
Me siento en la cama rápidamente con la respiración agitada. Christian escuchó todo... y ese maldito enfermo del doctor que no se quedará tranquilo. Christian envuelto en mis mierdas cuando él solo tiene que preocuparse por recuperarse. La furia en sus palabras cuando habló... ¡Joder que no quiero que se involucre en esto! Sus palabras me dieron más miedo que todo lo que me dijo Taylor. No... esto tengo que resolverlo sola, no quiero que nada le pase a él y no se de que mierdas es capaz Flynn. YO-DEBO-PROTEGERLO.
-Estoy bien, gracias por cuidar de mi.-
Le sonrio tímidamente tratando de calmarlo y calmarme y al parecer funciona porque exala una gran cantidad de aire y sus hombros bajan liberando un poco la tensión. Mi dulce amor se preocupa tanto por mi.
-Mi niña, ¿Quieres algo de tomar o para comer?. ¿Seguro estas bien?. ¿No quieres que llame al doctor Lynch?.-
Gail habla rápidamente enredandose en las palabras, la preocupación reflejada en cada parte de su gentil rostro. No la habia notado hasta que habló, la miro y le sonrio para aplacarla, o me obligará a algo que en este momento no quiero.
-No nana, gracias pero estoy bien. Solo quiero dormir.-
Asiente y se acerca para depositar un dulce beso en mi frente, para luego desaparecer por la puerta. Miro a Christian, quizás necesito algo para distraerme.... para distraernos.
-No Anastasia, no te tocaré hasta que un médico te revise y me diga que estás bien. Así que ni lo intentes.-
Este hombre sabe leer muy bien mis ojos pícaros que solo lo quería entre mis piernas... esperen... ¿Escuché bien?.
¿Qué?. ¿Está loco?. ¿Enserio tengo que ver al doctor por un simple desmayo?
-No entiendo...-
- Lo que escuchaste Anastasia no te tocaré hasta que tenga el consentimiento por escrito del doctor. No voy a discutir por esto.-
Sentencia el recién adquirido autocontrol de Christian, he notado su cambio, su manera de hablar y comportarse, su postura. Ahora es más serio, más controlado y debo decir que esta versión de él no me agrada tanto.
-Eso es ridículo Christian, todo el mundo se desmaya y luego siguen con su vida normal. Entiende que la información de Taylor no fue agradable y yo no quería que tú lo supieras...-
-¿¡Qué no querías que lo supiera!?. ¿De qué carajos hablas Anastasia?. Un loco enfermo anda detrás de la mujer que amo, ¿Y quieres ocultarme eso?.-
Su voz dominante, contenida, solo logra encogerme aún más sobre el colchón, habla con los dientes apretados enfatizando cada palabra. Pero no me importa, recupero mi valor perdido por unos segundos cuadro mis hombros y levanto mi barbilla. No me intimidará señor Grey.
-No, no quería que lo supieras porque tú ya tienes demasiado con lo que lidiar y Taylor puede hacerse cargo de él. Y en cuanto al medico... no iré, no por un desmayo. ¡Así que superalo!.-
-Bien, yo cumpliré mi palabra y tú si realmente me quieres y quieres estar conmigo iras a una jodida consulta. No arriesgaré tu salud bajo ningún concepto. Y en cuanto al psicópata de Flynn... yo me haré cargo.-
Se pone de pie pasándose las dos manos por su cabello y se dirige al baño, a los minutos escucho el agua correr. Mmm se está duchando, quisiera desnudarme y entrar con él. Abrazarlo por la espalda y besar cada músculo de ella. Me debato entre ir a lamer cada gota de agua atrevida que se deslise por su espectacular cuerpo o dejarlo solo para que se le pase la bronca.....
(...)
Despierto maldiciendome, ¿En qué momento me quedé dormida?. ¡Joder que yo quería un poco de acción! Sacudo mi cabeza deslizando por mi garganta el trago amargo de la noche anterior. Miro el reloj despertador de mi mesita de noche que marca las 6:15 de la mañana. Me pregunto ¿Dónde estará Christian?
Entro al armario y escojo una falda tubo negra, una camisa blanca, chaqueta también negra y mis zapatos favoritos de aguja negros. Me ducho y me cambio, me maquillo solo un poco y ya estoy lista. Tomo mi maletín y bajo rumbo a la cocina por algo de desayunar.
Allí Gail y Christian hablan animadamente sobre algo que desconozco porque al sentirme llegar se callan. Ignoro esto ya que el aspecto de él de esta mañana me roba el aliento. Se ha afeitado y lleva un traje a medida de color azul oscuro, camisa de lino blanca y corbata negra. Su perfume invade mis fosas nasales haciendo que inspire con fuerza para tomar cada vestigio de su escensia.
-Buenos días a los dos. Nana me preparas algo rápido por favor... debo salir en unos minutos.-
-Buenos días pequeña. ¿Ya te sientes mejor?-
-Si, estoy mucho mejor, gracias nana.-
Le digo mirándo a Christian con una ceja alzada. Ves... no necesito ningún doctor. Él al entender mi indirecta sonrie de lado y sacude la cabeza concentrándose nuevamente en su café.
Gail me sirve yogurt con cereales y jugo de naranja. En la mesa hay panqueques pero no tengo mucha hambre esta mañana. Taylor llega y saluda mientras se sienta a tomar su café mientras lee el periódico. Su semblante es sombrio, como si hubiera pasado una mala noche y estoy segura que así fue.
Al terminar me dirijo a mi habitación para lavar mis dientes y tomar mi celular que dejé olvidado.
Cuando bajo las escaleras encuentro a Christian y Taylor parados junto al ascensor.
-Amor, no regresaré tarde. Te veré en un rato.-
Le digo cuando llego a su lado. Me pongo de puntillas de pie para depositar un beso en sus carnosos labios que estan unidos en una fina linea. Agacha solo un poco la cabeza para unir nuestros labios. Al separarnos me sonrojo ya que Taylor carraspea, sip... otra vez me olvidé de él.
-Lo siento Tay, puedes dejarme en la empresa y volver aqui para hacerle compañia a Christian si quieres.-
-Ana... yo iré contigo.-
Me habla por primera vez Christian desde anoche y su tono no deja mucho que discutir. Miro a Taylor que asiente con la cabeza en señal que está de acuerdo. Bueno... si mis hombres se pusieron de acuerdo, no hay mucho que pueda hacer. Suspiro y me encojo de hombros restandole importancia.
-Está bien, vamonos ahora.-
Christian toca el botón y las puertas se abren, entramos los tres y bajamos en silencio. Cuando llegamos al coche Taylor sube en el asiento del conductor mientras Christian mantiene la puerta trasera abierta para mi. Inclino la cabeza y entro seguida por él. Abrochamos nuestros cinturones de seguridad y Taylor arranca. Todo el camino es silencioso, ninguno de los tres rompe el silencio, Christian y yo miramos por la ventanilla, cada uno en su lugar. Me pregunto ¿Hasta cuando seguirá así?
Al llegar a mi oficina todo sigue igual, camina detrás de mi adoptando la postura de guardaespaldas igual a la de Taylor, quien ya se retiró a su oficina.
Saludo a mi secretaria que no quita sus ojos de la belleza de hombre que está tras de mi. La fulmino con la mirada y carraspeo para llamar su atención, ¡no me provoques amiga!.
-Andrea, ¿Qué hay para hoy?.-
Se recompone solo un poco bajando la mirada al escritorio y toma su agenda.
-Tiene una reunión con los ejecutivos de Stewart a las 11, a las 14 tiene una entrevista para la revista de la universidad de Portland. Y tiene una pila importante de documentos que firmar.-
-Bien, déjame la importante pila sobre mi escritorio y traemos un té para mi y café para mi novio y unas galletas también. -
Le digo dejando claro que es mio. Y que no debe pasarse de la raya si quiere conservar su puesto. ¿Y qué pasó con su novio?. Debe guardarle respeto.
Giro hacia Christian tomándolo de la mano y lo guio hacia mi oficina, cuando entramos cierro la puerta. No quiero que Andrea ande de mirona disfrutando de la vista espectacular de este hombre. Nop, ¡él es mio!.
Camino y me siento frente al escritorio que está impecable como siempre, Christian toma asiento frente a mi, sin quitar sus ojos de los mios mientras pasa ritmicamente uno de sus largos dedos por su labio inferior tratando de esconder la sonrisa boba que se le quiere escapar.
-¿Qué?.-
Le gruño ya cansada de su actitud. Primero no me quiere tocar hasta que vea a un jodido doctor, después no me dirije la palabra, me sigue como una sombra y ahora se ríe en mi cara.
Su sonrisa por fin escapa de sus labios y se encoje de hombros.
-¿Alguien por aquí está celosa?.-
¿Que coñ...? ¡Cabrón! Debo esconder mejor mis emociones...
-Nadie se mete con lo que es mio Señor Grey, recuerdelo.-
-Me gusta que me digas "Señor Grey".-
Me sonrojo y bajo la cabeza, este hombre sabe como ponerme incomoda y como hacer para calmar mis nervios que iban en aumento.
La puerta se abre y entra mi secretaria con una bandeja en sus manos, la deja sobre mi escritorio y mira de reojo a Christian. Estas jugando con fuego...
Se va y vuelve a los segundos con una pila enorme de papeles en sus manos.
-Si que era importante...-
Comenta Christian para aligerar el ambiente tenso que se estaba formando a nuestro alrededor. Andrea asiente en su dirección sonrojandose la muy descarada.
-Avísame cuando lleguen los de Stewart, ahora retírate.-
Escupo las palabras con la más contenida de las rabias, ella baja la cabeza avergonzada y se va por donde vino. Le entrego el café a Christian y yo le doy un sorbo a mi té. Empiezo a revisar los contratos que están arriba de la pila, firmo con los que estoy de acuerdo y separo algunos que no me dejan muy convencida. Todo esto lo hago bajo la atenta mirada grisácea de Christian, quien se mantuvo en silencio todo el tiempo.
-Me gustaría leer algo mientras estoy aquí si no es mucha molestia, claro.-
-¡Dios... que desconsiderada!. Perdóname, ¿Quieres algún libro en especial?.-
Hace tiempo que le enseñé, y ya lee a la perfección, claro que sabia... es dueño de la mejor empresa de telecomunicaciones.
-Quisiera revisar esos documentos de ahí.-
Me dice señalando la pila de la que no estoy convencida aún. Asiento y le acerco algunos.
-Si tienes alguna pregunta, no dudes en decirme.-
-Está bien.-
Responde abriendo el documento que es de la empresa China que quiere fusionarse con nosotros. Sus exigencias son demasiadas para ser una empresa pequeña a comparación de la mia. Lo veo cruzar sus piernas y recargarse en el asiento, totalmente concentrado. Sigo con mi lectura firmando hasta que el sonido del teléfono en mi escritorio me avisa de una llamada, Andrea me dice que los ejecutivos ya llegaron y están en la sala de juntas esperándome. Me disculpo con Christian y le pido que me espere aqui, no es necesario que venga conmigo. Acepta sin peros concentrado en su lectura.
El día transcurre tranquilo, almorzamos juntos en mi oficina, charlamos de cualquier cosa sin importancia y revisamos contratos. Él me pregunta cuando tiene alguna duda, lo veo leer concentrado al máximo formándose una hermosa V entre medio de sus cejas, no lo molesto ya que parece fascinarle cada contrato como si del mejor libro del mundo se tratara.
A las seis estamos listos para volver a casa. Llamo a Taylor para que nos espere en el garaje, una vez que tenemos todo listo bajamos por el ascensor, el ambiente a nuestro alrededor cambia. La tensión sexual entre nosotros nos atrae como a imanes, él mete las manos en los bolsillos tratando de disimular su erección que solo consigue calentarme más. Me acerco despacio hacia él poniendo mis manos en sus brazos acariciandolo a medida que voy subiendo, sus ojos de un gris oscuro y pupilas dilatadas me confirman que lo siente, siente lo mismo que yo.
-No hagas esto Anastasia, no me provoques si sabes que no puedo...-
-¿Por qué no?. Yo te deseo... tú me deseas, vamos amor... solo déjate llevar...-
Ruego y trato de besarle pero él gentilmente me aparta y niega con la cabeza.
-Aún no veo esa orden del doctor... solo hasta entonces bebé, tú decides cuando será eso.-
Bufo y me separo de él cuando las puertas se abren en el garaje. ¡Maldito autocontrol! Tendré que sacar la estupida cita... ¡Pero para ya! Lo necesito ahora...
-No hay nada que te haga cambiar de parecer, ¿Verdad?.-
Niega sonriendo y camina hacia donde Taylor nos espera con la puerta trasera del auto abierta. Subimos luego de saludar a Tay y nos ponemos en marcha hacia nuestro hogar.
En el camino hablamos de los contratos que leyó y me da su punto de vista, el cual es muy parecido al mio... solo que el de él es más acertado. Su talento natural para los negocios me deja aún más maravillada del hombre que es. Sus recuerdos están ahí, luchando por salir a la superficie de su cerebro. Y yo deseo tanto que los recupere... deseo tanto conocer su pasado, conocer esas lagunas que su familia no sabe, que confíe en mi pero a la vez tengo miedo de que cambie, que ese pasado lo aleje de mi, que esa otra vida sea más importante que la que tiene conmigo ahora.
Llegamos a casa y nos sentamos a descansar con una buena copa de vino, disfrutando del silencio y nuestra compañía, y aunque quisiera estar haciendo otras cosas sólo nos abrazamos recostados en el sofá.
El sonido de mi celular que aún está en mi maletín rompe con nuestro momento de paz. A regañadientes me levanto a atender. Es Elliot quien llama y los nervios vuelven a aparecer en mi, él me había dicho que hablaría con su madre hoy.
-Hola Elliot... ¿Pudiste hablar?-
-Ana, si... ¿Puedo hablar con él?-
-¿Estás seguro?-.
-Si... por favor ponlo al teléfono...-
El miedo hace temblar mis manos, Christian parado a mi lado me mira con el ceño fruncido esperando alguna explicación que no soy capaz de darle. Le extiendo la mano para que tome el teléfono.
-Es Elliot, quiere hablar contigo.-
Se relaja solo un poco y sonrie, se lleva el teléfono al oido y habla.
-Hola hermano, ¿Está todo bien?... ¿Quién es?. ¿Qué quieres que le diga?... ¿Estás seguro?... no lo conozco, ¿Qué quieres que le diga?... está bien hablaré...-
Espera en línea pasándose la mano libre por el pelo desordenandolo. Yo espero a su lado tratando de leer cada una de sus expresiones.
-Hola soy Christian... ¿Con quién tengo el gusto?.-
Se tambalea unos pasos y mis sentidos están en alerta, Elliot me dijo que hablaría con sus padres, pero... ¿Y si es la ex novia?. ¿Y si lo convencieron para que vuelva a su lado?. No... él no me traicionaria de esa manera... no sabiendo que amo a su hermano. Christian está blanco como el papel y su respiración es agitada, la confusión en su mirada eriza cada vello de mi piel.
-¿Mamá...?-.
Vuelve a pronunciar palabra después de lo que parecieron horas, su semblante cambia, suspira y camina devuelta al sofá tomando asiento, no deja de pasarse la mano por el pelo que ya es un completo desastre. Me mira a los ojos, en ellos un brillo desconocido para mí hace aparición. No quita su mirada de la mia cuando vuelve a hablar...
-Me acordé de todo...-
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Lamento la demora... espero que le guste....
Voten y comenten....
Besitos 😙 😙 😙
Andy.....
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