Tercera Ronda: Parte 3
(Flashback, Antiguo Imperio Ruso, 1885 d.c.)
Un pequeño niño de 7 años estaba en una humilde casa de lo que hoy conocemos como el país de Georgia pero que por ese entonces se trataba del gran Reino de la Rusia de los Zares, sus padres eran extremadamente pobres, su padre trabaja en una zapatería mientras su madre es sirvienta, ese pequeño niño se trata de Iosif Stalin, el cual ahora estaba viendo como su padre estaba tomando una gran botella de alcohol,siendo este un gasto innecesario, sobre todo ahora que lo echaron de los bares por su agresiva conducta.
Iosif lo observaba todo con atención, desde que su zapatería tiene menos clientes todo ha estado yendo cuesta abajo, es solo cuestión de tiempo, y el poco dinero que gana su madre es gastado en alcohol.
Su padre notó la penetrante mirada de su hijo, aunque solo desprendía curiosidad, también lo hizo sentir una incomodidad que lo enfadó. "¿Qué coño quieres cucaracha?" Preguntó mientras se levantaba del lugar de donde estaba sentado para levantarse y espantar al pequeño niño, éste no pareció pensar mucho su respuesta. "Papá, tengo hambre, ¿Puedo ir a la iglesia a pedir comida?" Preguntó el niño mientras tocaba su barriga, el padre, totalmente borracho, le contestó mientras se acercaba cada vez más.
"Te aguantas, así nacen los verdaderos hombres, además, ¿De verdad crees que la iglesia te dará comida? Solo le importa el dinero, como a todas las personas que viven en Rusia" dijo burlescamente mientras acercaba su botella de alcohol a la cara de su hijo. "Y si te oigo reprocharme re golpearé con esto en tu hueca cabeza, ¿Ha quedado claro?"
Iosif asintió mientras se alejaba de su padre, mientras éste reía un poco. "Déjame darte un pequeño consejo antes de irte" le dijo haciendo que el niño pare en seco y se gire para mirarlo a los ojos, haciendo que su padre vuelva a sentir incomodidad una vez más.
"Es una norma de vida esencial, en la vida no existen los amigos, ni personas en las que confiar ya que todos hacemos lo que hacemos para tener beneficios. Nadie hace nada gratis, si quieres comida, búscala tú mismo ya que si pides a alguien que te dé, luego lo tendrás comiendo tu muslo por no haber pagado el precio" explicó mientras Iosif parecía algo afectado por las palabras de su padre, el cual siguió hablando.
"Por ejemplo: eres el jefe de una carnicería y vives bien, tan bien que la gente te empieza a hacer favores, ¿Pero sabes por qué? Simplemente para robarte y cuando te lo quiten todo te matarán sin piedad o simplemente te dejarán en las calles para que te pudras allí, así es la vida".
Terminó su duro discurso haciendo que el pequeño Iosif piense en lo que su padre le había dicho, en mitad de esa reflexión su madre apareció en la sala después de haber ido a la iglesia a rezar y pedir piedad. Cuando vio a su esposo bebiendo alcohol de nuevo, la ira fluyó dentro de ella. "¿Por qué te has vuelto a gastas todos mis ahorros en una puta botella de vino?" preguntó con ácido en sus palabras, el hombre se enojó notablemente mientras se acercaba a su esposa. "La puta aquí eres tú, seguro que mientras haces de sirvienta te has acostado con alguien por tres monedas" dijo mientras soltaba una risa por saber que tenía razón, la mujer levantó la mano ante ese comentario. "¡Maldito...!"
No tuvo tiempo de hacer nada ya que el hombre le dio un golpe a su esposa, haciendo que caiga al suelo mientras el hombre procedía a seguir con sus golpes.
Iosif lo miró todo y corrió rápidamente a tratar de ayudar a su madre, pero su padre paró su paliza y ahora los golpes pasaron a su hijo, dándole un gran golpe al joven que lo mandó al suelo con un fuerte dolor.
"¿Qué te dije antes, puta cucaracha? No confíes en nadie, eso incluye a tu madre, seguro que ella se querrá aprovechar de ti si consigues dinero, es una zorra con todas las de la ley" dijo mientras sonreía, desde ese entonces las palabras de su padre se le quedaron en su mente para siempre, lo que nadie sabía era que Iosif Stalin es un psicópata en potencia y esa actitud y consejos solo están acrecentando su inestabilidad mental.
(Los años fueron pasando y al final su madre logró que Iosif lograse conseguir estudios y se fueran a vivir lejos de su padre, pero todo fue distinto cuando estalló la revolución rusa contra los zares. Stalin fue uno de los principales responsables de provocar disturbios a favor de la revolución, las ideas del líder bolchevique, conocido como Lennin, le habían cautivado y dio todo lo posible por él, al punto de que se volvió la mano derecha de Lennin, quien, aunque consiguió el poder estaba en su lecho de muerte y... Stalin ganó las elecciones).
(Unión Soviética, Año 1929 d.c.)
Nos situamos en el gran edificio donde Stalin viviría como nuevo líder de la recién fundada URSS, su mente pensaba en lo lejos que había llegado y que si algún día veía a su padre se lo restregaría para luego enviarlo al pelotón de fusilamiento, ahora mismo tenía delante a Leon Trotsky el cual era otro que ganó la confianza de Lennin y a quién se tuvo que enfrentar por las elecciones hace ya un tiempo. "Seré directo Trotsky, tienes 24 horas para abandonar la URSS" dijo fríamente mientras miraba a quién en los años de la revolución era un compañero.
"Entiendo, no hace falta que digas tus razones porque creo que yo las sé, simplemente estorbo en su nación perfecta, que sepas que Lennin estaría decepcionado al ver lo que estás haciendo" dijo mientras le temblaban sus músculos, desde siempre hablar seriamente con Stalin te hacía temblar de terror por alguna razón, era como si cuando lo tuvieras cerca tus instintos de supervivencia te dijeran que huyeras lo más rápido posible.
Stalin simplemente sonrió mientras continuaba haciendo contacto visual con su antiguo compañero. "Algo de razón tienes, no deberías haberte vuelto contra mí" dijo, tomando su enfrentamiento electoral como un intento de traición, Trotsky no podía creerlo todavía aún sabiendo como es el hombre que tenía delante. "Simplemente me presenté por hacer honor a nuestro maestro Lennin, pensaba que confiabas en todos los de tu bando" dijo con rabia mientras Stalin sonreía un poco ante esas palabras. "Trotsky, yo nunca confié e n ninguno de ustedes, ni siquiera en Lennin, aunque era un buen hombre con buenos ideales, solo lo utilicé para mi propio beneficio, y tú ahora eres una piedra en mi zapato, fuera de mi vista" ordenó mientras lo miraba penetrante, eso hizo que a Trotsky por un momento le fallase la movilidad, pero rápidamente trató de salir y en cuanto lo hizo, Iosif sonrió. "Aunque seas un cabrón, me enseñaste la ley de vida más importante de todas, querido padre" dijo mientras se sentaba en una gran silla que sólo él tendría durante el resto de su vida como gobernante de la URSS.
(Stalin, aún siendo un monstruo y habiendo asesinado a miles de personas, incluidas de su propio bando, acabó ganando la Segunda Guerra Mundial y murió feliz sin haberse hecho nunca justicia por sus actos, en otras palabras, el consejo de su padre lo hizo convertirse en el hombre más poderoso de Europa durante la primera mitad del siglo XX).
(Fin del Flashback)
Todos estaban sorprendidos porque Sekhmet, aunque no hubiera sentido el mínimo dolor se tocó el cuello con algo de terror, pero no el suficiente como para ser reemplazado por su ira, mientras, en las gradas de la humanidad, habían dos figuras viendo todo que parecían no estar muy sorprendidas, se trataba de Lennin y Trotsky.
"Parece que Stalin está logrando aterrorizar incluso a un dios" dijo Trotsky mientras su antiguo líder le contestaba, "Iosif siempre se mantuvo como ateo, seguramente ve a su oponente como un ser con más fuerza de lo normal, él no tiene el más mínimo miedo a morir al igual que cuando hacía atentados a mi favor en las calles de Rusia, aunque luego hizo lo que hizo, sigo apoyándolo" dijo mientras Trotsky no parecía muy por la labor de hacer lo mismo, al fin y al cabo, aún habiendo abandonado el país y yéndose a vivir a México Stalin mandó un sicario a por su cabeza.
En la arena, Stalin aprovechó el breve momento de Sekhmet donde se palpó su cuello para volver a huir por las calles de San Petesburgo, debía de esperar el tiempo suficiente para que a esa diosa leona se le acabe el efecto de su invulnerabilidad y entonces habría ganado, mientras iba por las calles nevadas de la ciudad empezó a pensar en su rival mientras sonreía al pensar a Sekhmet como una estúpida. "Mira que querer vengarte de alguien, seguro que a Ra no le importaba" decía para sí mismo mientras recordaba la filosofía de vida dicha por su padre.
En el balcón egipcio los dioses presentes no tenían idea de lo que había pasado y la razón de que Sekhmet estuviera así de despistada como para dejar a su rival escapar, sobre todo teniendo en cuenta las consecuencias que tendría no matar ella misma a su enemigo antes de que la media hora termine.
"¿Qué le ha pasado a Sekhmet?" Preguntó Horus mientras miraba a su madre Isis, pero ella tampoco parecía tener la respuesta, Nut por su parte pensaba mientras seguía sentada en el trono de Ra. "¿Ese humano podría hacer que Sekhmet reemplace su ira por otra emoción?" Se preguntó mientras el resto del panteón estaba confuso. "¿Pero,cómo ese humano podría calmar a Sekhmet?" dijo Sobek, tratando de pensar, Nut respondió con obviedades. "No hablo de calmarla cocodrilo inútil, hablo del terror" dijo ella haciendo que todos se queden sin palabras a excepción de Sobek quién seguía con ganas de enseñarle a esa diosa con cuerpo de infante su lugar en el panteón.
Volviendo a la batalla, la diosa leona empezó de nuevo a buscar a su adversario por las calles de la nevada ciudad humana, ella estaba más enfadada de nunca por lo ocurrido, aunque también pensaba en ello con curiosidad, pero eso no importaba ahora, ese sentimiento de duda o terror nunca más se asomarían por su mente, devoraría a su enemigo pase lo que pase, y no es por ella, le daba igual morir, sino para vengar la vida de Ra.
Tanto pensaba en Ra que su ira aumentó por las palabras que dijo el humano antes, por lo que empezó a acelerar el paso por los tejados nevados de la ciudad europea hasta que logró verlo, estaba en una calle algo más ancha que la anterior donde pelearon y debido a sus heridas no avanzaba muy rápido, aún con su sangre chorreando insistió en salir huyendo, Sekhmet solo podía pensar en lo tonto que es.
En un instante trató de abalanzarse encima de Stalin, pero éste ya la vio venir debido a lo predecible que se estaba volviendo.
"¡Sekhmet ha intentado de nuevo emboscar a Stalin, pero él esta vez ha logrado esquivarlo! Ahora están de nuevo frente a frente en una calle"
"¡Acabaré contigo de una vez!" Gritó Sekhmet, Stalin respondió mientras sacaba su ametralladora de nuevo. "Pues inténtalo leona, y demuéstrame que eres algo más que la perra obediente de Ra" provocó y la diosa se lanzó a por él, de nuevo volverían a medir a invencibilidad de la diosa egipcia contra la frialdad e inteligencia del dictador soviético.
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Hola a todos, el siguiente capítulo será el que concluya la batalla, ¿Os está gustando? Comentad vuestra opinión si queréis.
¿Team Stalin o Team Sekhmet?
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