Segunda Ronda: Parte 3

Todo quedó en completo silencio en ese momento, Heimdall estaba totalmente confundido mientras en las gradas de los dioses, la emoción que más predominaba era desconfianza por la sorpresiva declaración del humano.

En el balcón de las valkirias, la mayoría se habían levantado de sus asientos mientras reflejaban sorpresa y desprecio, Goll ante eso miró a Nostradamus y quedó asustada cuando vio que el vidente francés estaba con una cara igual a la que se le quedó en el anterior torneo lograron ganar a Odín, pero esta vez eso se combinaba con indignación. "Esto no estaba en mi predicción, ¿Qué ha ocurrido?" El pobre seguía todavía en shock mientras la angustia se apoderaba de la joven valkiria, si los dioses lo aprueban la pelea habrá terminado ya que no tiene ninguna reserva en caso de que esto sucediera.

Caín escuchaba a la humanidad empezar a abuchearlo, lo le importaba lo más mínimo, solo le interesaba escuchar el veredicto que darán las divinidades, pero antes de que Heimdall se pudiera comunicar con sus superiores para discutir lo que ocurrirá, Asmodeus sorprendió a todos, incluido el propio Caín, cuando golpeó al humano en la cara con la fuerza justa para tirarlo al suelo, el rostro del demonio era pura ira e indignación como nunca antes había sentido. "¡Cobarde! ¿¡Cómo puedes tener semejante deshonor para interrumpir una batalla y vender a tu raza?!" Acusó el ser del infierno al chico el cual todavía se estaba sobando la herida hecha por ese puñetazo, pero contestó poco después. "Es la única manera de acabar con los hijos egoístas que hice por desobedecer a mi padre aquel día, debo dejar que sean purgados" esa contestación hizo que la pobre Eva parezca a punto de llorar desconsoladamente mientras Abel parecía tener una mezcla de emociones, todavía le tenía rencor a su hermano mayor por asesinarlo, pero aún así él sabía que su hermano ahora mismo solo intenta remediar el error que cometió hace ya tantos milenios.

Asmodeus pareció enfurecerse aún más. "Tú no eres Adán, maldito desgraciado de carne blanca" respondió de forma que cualquiera diría que podría echar ácido por su boca. "Pero ellos también son tus hijos, y lo quieras o no, matarlos no es la manera de redimirte, ¡La solución es luchar! ¿O acaso Satán te ha lavado tanto el cerebro que ya ni reconoces quién debes apoyar?"

Eso hizo que Caín quede con los ojos abiertos como platos, nunca le había dicho a nadie sobre el trato con el diablo. "No te sorprendas ingenuo, todos los demonios sabemos que Satán te engañó para que matases a tu hermano, tú realmente amas a tu gente como siempre has dicho antes de hablar con mi jefe" dijo con un tono más relajado que dejó a Caín en completo shock, nunca había debatido ese tema con nadie.

"Aún así, ahora soy una mala persona y siempre lo seré" esa respuesta hizo que Asmodeus agarre rápidamente los hombros del humano para sacudirlo un poco mientras le respondía. "¡Esa es la mayor mentira que he escuchado en toda mi existencia! Si fuera así te habrías convertido en uno de nosotros como le pasó a Judas, tú mismo te has puesto esa etiqueta e intentas aparentarlo, si fueras así de malvado no te estarías lamentando ahora ni tendrías remordimientos, y ahora, ¡Sigue peleando por la raza que amas y de la que eres parte!" Terminó declarando el demonio haciendo que el primer asesino de la humanidad parezca totalmente conmovido, miró a su madre Eva durante unos momento y lágrimas empezaron a caer. "¡Lo lamento mucho Abel!" Gritó entre sollozos mientras Asmodeus empezaba a separarse del chico, "¡Lo lamento Mamá!" volvió a gritar, pero esta vez a su madre, haciendo que esta se conmueva también y le sonría, Caín pareció al borde del colapso, la primera vez en tanto tiempo que su madre le sonreía.

La humanidad quedó en completo silencio mientras los dioses parecieron sorprendidos mientras otros simplemente estaban decepcionados porque de no ser por el orgullo del demonio podrían haber tenido su primera victoria.

En el balcón griego Zeus parecía todavía sin palabras. "¿Cómo es que alguien tan malvado como lo es Asmodeus puede soltar un discurso así?" Preguntó esta vez Dionisio el cual, aunque seguía bebiendo su botella de vino pareció estar más despierto y atento que los demás los cuales todavía estaban tratando de entender cómo alguien de pura maldad sacado del infierno podía decir eso.

"Yo conozco la respuesta" dijo una voz en ese balcón haciendo que los dioses griegos presentes se den la vuelta para encontrarse con Beelzebú, éste parecía ya calmado a comparación con su estado de ánimo durante la reunión. "Verán, aún siendo un demonio, Asmodeus llegó a enamorarse de alguien"

(Flashback, 1715 a.c. Hebrón)

En esta ciudad Asmodeus rondaba por las calles, disfrazado de humano joven y corpulento en busca de humanos débiles que fueran presa fácil para él o para alguno de sus compañeros, incluso puede que ese humano sea del interés de su jefe Lucifer.

Él había sido asignado en esta ciudad humana de grandes dimensiones para lo primitiva que era la civilización, porque no había ningún Dios asentado permanentemente allí, al contrario de Egipto o Mesopotamia que sí tenían a varios dioses allí, era el lugar perfecto.

Fue entonces que encontró a una presa perfecta, una chica joven de no más de 18 años la cual se encontraba caminando entre la poblada calle llena de transeúntes sin nadie más al parecer, lo cual era raro, normalmente una mujer iría acompañada por su marido, padre o hermano para evitar que ocurran acontecimientos como atracciones indebidas o violaciones, si una muchacha marchaba sola significaba algún tipo de conflicto, perfecto para él.

"Perdone señorita" llamó Asmodeus disfrazado de humano a esa chica joven, y ésta pareció brincar de sorpresa durante ese llamado, pero al notar que la llamaba un completo desconocido pareció aliviarse por algo, efectivamente, había salido de su casa sin el consentimiento de nadie, algo que le puede llevar un gran castigo.

La chica no pareció moverse, esperando a que el chico vaya hacia ella y así hablar entre la transitada calle, disminuyendo el riesgo de acabar abusada, podría haber corrido o ignorarlo, pero le picaba la curiosidad por saber la razón por la cual ese hombre fuerte y de aspecto rico la había llamado.

"Gracias por esperar señorita, estaba tranquilamente dando un paseo matutino y el hecho de que estás sola me ha llamado la atención, ¿Acaso ha ocurrido algo?" Habló el demonio, la tenía justo donde quería, ahora seguramente le diría sus problemas y él la ayudaría llamando a su amigo/jefe Lucifer, otro trabajo sencillo más.

La chica por su parte pareció reacia a contarle nada personal, ni siquiera sabía quien era. "Eso no le importa señor, simplemente estoy dando un paseo" dijo con incomodidad mientras Asmodeus parecía fruncir el ceño, pero se controló, debía ser caballeroso y todo saldría bien. "Lo lamento mucho, simplemente estaba preocupado de que le pesase algo, la ciudad es un lugar peligroso si vas sola" continuó hablando, Satanás le había enseñado muy bien el arte del teatro, la chica siguió dudando hasta que miró más detenidamente el cuerpo del sujeto, aunque era muy corpulento no se comportaba de forma ruda, todo lo contrario, parecía el hombre más caballeroso que había visto nunca, quizá podría ayudar con su problema. "No sé si podrás ayudarme aún si te cuento lo que me ha pasado" trató de excusarse la chica, pero Asmodeus no iba a dejar pasar la oportunidad. "No se preocupe bella dama, yo soy experto en hacer milagros" dijo provocando el sonrojo de la chica que esperaba, de hecho, algo raro sucedió durante ese momento donde la cara de la joven se volvió rojiza, sintió un pinchazo en su muerta alma, no sabía exactamente que se supone que había pasado y decidió no darle mayor importancia.

"Verá noble señor, mi padre me ha comprometido con un hombre de familia de mucho poder para alcanzar también ese grado de privilegio, pero yo no lo amo" explicó la joven, el demonio disfrazado simplemente rio en sus adentros, el amor no correspondido era la clase de asuntos que siempre traían tragedia lujuriosa bastante entretenida de observar. "Eso es complicado de solucionar pero no es imposible, mi amigo es un hombre muy rico, seguro que no le importa darle parte de sus intereses a tu familia para evitar el casamiento" dijo con una sonrisa noble por fuera pero con pensamientos perversos por dentro, la humanidad todavía era demasiado ingenua a veces, sobre todo cuando vio como a la chica se le iluminaba la cara de felicidad, había caído muy fácilmente, se notaba que era la típica mujer sin ninguna idea de los peligros de la sociedad.

"¿De verdad?" Preguntó ella retóricamente incapaz de creerlo, estaba muy feliz por ello. "Por supuesto señorita, pero evidentemente tendrá un muy bajo precio, pero eso lo hablaremos después, no te preocupes, no es tu virginidad ni ninguna cosa sucia por el esti" su frase fue interrumpida cuando la chica de un salto lo abrazó como si se tratara de un juguete gigante al que achuchar, normalmente se sentiría insultado por eso, pero esta vez simplemente lo dejó pasar por alguna extraña razón. "Sígueme... ¿Cual es tu nombre?" Dijo con curiosidad, la chica respondió felizmente mientras lo seguía. "Me llamo Sara, ¿Y usted?" Preguntó inocentemente, Asmodeus no era muy imaginativo inventando nombres, simplemente respondió con lo primero que se le ocurrió. "Me llamo Asmo" dijo, para después pensar en una cosa y preguntar a la chica. "Por cierto, ¿Cómo es que me has creído tan fácilmente?" Preguntó, sabía que eso le podría poner en una situación sospechosa, pero el deseo de saberlo lo superaba, Sara no pareció sospechar nada. "Porque he visto nobleza en tus ojos, buen señor" dijo con una sonrisa que por alguna razón provocó que el disfraz humano que estaba usando se sonrojase, ¿Por qué? Los demonios son seres de pura maldad, no puede sentir amor ni atracción, solamente ganas de coger y ya.

Mientras guiaba a la chica y hablaba con ella ese sentimiento extraño volvía, pero de una manera distinta, se sentía extrañamente bien a su lado, muy cómodo, y se había quedado atontado en más de una ocasión por mirar su rostro, él había tenido, al igual que todos los demonios de élite, una gran variedad de mujeres humanas caídas al infierno que ellos usaron como juguetes sexuales, pero esto era distinto de las ganas de tener sexo, era otra cosa, ¿El estúpido y mitológico amor a primera vista podría ser una opción? Por supuesto que no, eso es imposible, y más para un demonio.

Finalmente llegaron a la calle que Satanás había elegido para que él traiga a humanos de los que beneficiarse, Satanás estaba vestido de la misma manera que cuando Caín se encontró con él, no le gustaba inventar más disfraces innecesarios. "Llegamos, él te ayudará" dijo, pero notó que la joven pareció volver a desconfiar, por lo que tuvo que volver a fu papel de hombre noble y caballeroso. "No te preocupes, si es necesario, te puedes quedar pegada a mí todo el tiempo" dijo como excusa para que ella se acercara, aunque aún así se sintió extrañamente bien verla confiar en él.

"Saludos jovencita, sea cual sea el problema te pueda ayudar" dijo con un tono de voz casi paternal haciendo que Asmodeus abra los ojos un poco, se notaba que él era el maestro del engaño. La chica procedió a contarle sus problemas al igual que hizo con el demonio disfrazado y Satanás simplemente sonrió. "Eso es muy sencillo, os puedo dar toda la riqueza que ustedes quieran, pero con la condición de que te mantendrás soltera y virgen hasta que yo lo decida, ¿Hay trato?" dijo extendiendo la mano para confirmar el trato y unir su alma a la voluntad del diablo, cosa que no sabía Sara y que aceptó de inmediato, Asmodeus sintió alegría por la condición, era perfecto, si un demonio no le quitaba la inocencia, nadie se la quitaría, él sentía algo más que deseo sexual, tenía un deseo extraño de seguir junto a ella, por surrealista que parezca.

Sara saltó una vez más a los brazos de Asmodeus, el cual se sonrojó una vez más, Satanás vio eso de lleno y tuvo lo que podría llamarse como una sonrisa malvada.

(Luego de esto, la familia de Sara tuvo riqueza gigantesca al punto de respetar el deseo de su hija de no casarse con ese hombre en concreto, pero algo ocurriría unos meses después)

Asmodeus hacía meses que había vuelto al inframundo, desde ese momento tuvo un vacío considerable, probó a tener relaciones de una noche con varias prostitutas que acabaron en infierno, pero nada de eso lo saciaba, era la primera vez que pasaba. En un momento de su aburrimiento y vacío fue informado de que Sara, la humana que le había enamorado perdidamente se iba a casar, eso lo dejó paralítico, no sólo se sentía extrañamente enfadado por ello, sino que había roto el trato que hizo con Satanás, eso lo hizo preocuparse, estos sentimientos lo estaban volviendo más loco de lo que ya estaba.

"Está bien, yo me encargaré" dijo al demonio de rango medio que le había dado la información, éste quiso decirle que Lucifer no lo iba a aprobar, pero no le dio tiempo a decir nada ya que en un abrir y cerrar de ojos se disfrazó del mismo humano de nuevo y volvió a esa ciudad, iba a acabar con ese pretendiente, aunque le cueste su reputación.

(Asmodeus asesinó al primer esposo de Sara en la noche de bodas justo antes de que el amor se consumara, pero la chica se volvió a casar una y otra vez, y Asmodeus los mataba una y otra vez transformado en su forma real de demonio, así hasta siete veces hasta que Tobías apareció)

Asmodeus estaba tomando esto ya como una rutina, pero también se estaba sintiendo extremadamente mal, ella lo había ignorado y acabó casándose con un puñado de hombres, uno más tonto que el anterior, y sorpresivamente Satanás no le había dicho nada, él estaba harto, después de matar al octavo esposo, sería el en su forma humana quien le quitaría la virginidad a Sara, costase lo que costase.

Tobías era un joven prometedor al que no le importó lo más mínimo las advertencias sobre que casa hombre que se casaba con Sara moría, incluso se sospecha que fuera la propia mujer la culpable, eso al muchacho no le importó.

Pero el día de la boda algo ocurrió, justo antes de la ceremonia, se le apareció un hombre con alas blancas llamado San Rafael, el cual le dijo que un demonio era el causante de todo esto y le enseñó el modo de evitar que vuelva a ocurrir, Tobías no sabía mucho sobre esa clase de cosas, pero sí quería deshacer a su esposa de ese demonio que impedía su casamiento.

La noche de bodas, Sara estaba bastante triste, siete hombres ya habían muerto allí y no quería que Tobías fuera el siguiente, aunque, siendo sincera, ni ella recordaba la razón de porqué quería casarse tan desesperadamente con cualquier hombre que se encontraba, además se sintió mal porque rompió el trato que hizo con el amigo de Asmo, ese apuesto hombre se le vino a la cabeza, pero rápidamente lo eliminó y se dispuso a prepararse para intentar que Tobías no muera en la noche de bodas.

Asmodeus por su parte estaba ya escondido en la casa de Sara, en su disfraz humano, había cambiado de planes y planeaba quitarle la virginidad a Sara primero, no podía aguantar más.

Cuando se estaba acercando, nota un tipo de vapor que lo hace retroceder ligeramente, de un momento a otro ese vapor empezó a debilitarlo, cosa que lo confundió, ¿Qué estaba pasando?

No pudo aguantar más y de arrodilló del debilitamiento mientras su disfraz se desvanecía, afortunadamente todavía estaba en otra habitación y Sara no podía ver nada de lo que estaba pasando, entonces el chico llamado Tobías apareció. "Es corazón, riñones e hígado de pez a la brasa, parece que eso te debilita tal y como dijo San Rafael" habló haciendo que Asmodeus apriete sus dientes con frustración, al parecer los mensajeros de los dioses infinitos habían decidido intervenir. "Deja en paz a Sara y no vuelvas jamás demonio" ordenó el chico. "O en el caso contrario llamaré de nuevo a San Rafael para que acabe contigo"

Asmodeus nunca huiría de una pelea, pero no merecía la pena, no tenía fuerzas para mantener su disfraz humano, Sara nunca lo aceptaría así, su negra alma acabó por partirse en mil pedazos, era la primera vez que un demonio de élite sentía enamoramiento y eso también conlleva dolor.

(Asmodeus huyó a Egipto para asegurarse estar lo más lejos posible de los ángeles, fue conocido como el demonio de la lujuria y el vicio, y aunque siempre le dio igual la humanidad, hoy todavía tiene la ilusión de volver a ver a Sara)

(Fin del Flashback)

Volviendo a la arena, Caín se recuperó de sus llantos y se empezó a poner en guardia, haciendo que Heimdall parezca emocionarse de nuevo.

"Parece que Caín al final no ha cambiado de bando y se acaba de poner en guardia para continuar con la batalla"

Eso provocó que la pequeña Goll caiga en su asiento mientras suspiraba de alivio, pero seguía preocupada, ya no solo por la batalla, sino porque Nostradamus seguía con su expresión anterior.

Caín se puso en guardia mientras pensaba en las razones por las que cambió de opinión, la humanidad le seguía dando asco, pero debía enmendar su error peleando por su madre y por su hermano menor, y también para cumplir el deseo de Asmodeus, ya que él fue el responsable de que rectificara, y solo hizo falta un puñetazo y buenas palabras.


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Hola a todos, soy el escritor, en el siguiente capítulo  terminará la segunda ronda, lo más normal es que cada batlla dura 4 capítulos, pero no es algo garantizado, seguramente habrán varias que duren más, también me gustaría agradecer a vosotros lectores por votar y comentar ya que eso me da ánimos. 


Y me gustaría que cuando estemos a un capítulo antes del final de una ronda me digaís quien quiereís que gane. 


En este caso, ¿Apoyas a Caín o a Asmodeus?


Sin más que decir, nos vemos. 

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