Segunda Ronda Parte 1

(Flashback, intermedio entre rondas, zona de reunión de los dioses)

Los Dioses más importantes estaban reunidos de nuevo para decidir quién sería el segundo peleador, después de ver la atroz muerte de Ra todos estaban callados y nadie parecía presentarse voluntario, entre los egipcios Bastet ni siquiera se había presentado, ella era de las más cercanas al Dios del Sol por lo que es comprensible, después de unos minutos Shiva fue el primero en hablar. "Entonces... ¿Quién será el siguiente? Si queréis puedo hablar con mi hijo Ganesha, ¿Te animas Rudra?" Shiva parecía el que mejor lo estaba llevando, su mejor amigo negó con la cabeza, todavía no era el momento.

"Debemos enviar a alguien que deje en claro el poder de los dioses, nuestra existencia está en juego" dijo Zeus mientras Thor parecía fruncir el ceño ante esa afirmación. "No hace falta que nos resaltes lo obvio viejo griego" habló el dios del trueno sin ningún tipo de honorífico, no estaba de humor para soportar los delirios de Zeus.

"Si tan creído estás, envía al gigante de fuego ya mismo" dijo burlescamente haciendo que Thor estuviera cerca de golpearle con su martillo, ellos sabían perfectamente que Surt únicamente puede ser enviado en las últimas rondas del torneo.

Justo cuando la indecisión empezaba a extenderse una voz grave y perversa se hizo presente en la sala, esa voz la reconoció beelzebub, y les heló la sangre a todos los presentes.

"Creo que es un buen momento para intervenir en el torneo" Dijo el demonio llamado Asmodeus.

"¡Un demonio! ¿¡Qué haces aquí?!" Preguntó Rudra poniéndose en guardia, el ser del infierno empezó a reír ante esa reacción del dios hindú. "No te aconsejaría pelear conmigo señor cuatro brazos, no durarías ni medio segundo" dijo tratando de provocarlo, Rudra se mantuvo sereno, pero Shiva si se enfadó ante esa declaración hacia se amigo del alma.

Asmodeus se paseó por la sala y miró brevemente a Beelzebub. "Hola compañero, ¿Cómo está Satanás? Quizá es un poco tarde, pero te ofrezco mis condolencias por la muerte de Hades, sé que eran algo más que maestro y alumno, ¡Seguro que tú eras el pasivo!" Se burló el demonio, pero Beelzebub se controló y simplemente le gruñó de rabia y enfado.

Luego de eso se dirigió hacia Zeus. "En fin, no pasa nada, he venido a ayudaros, los demonios como yo también queremos erradicar a la humanidad, entraré sustituyendo a algún inútil que tengáis en la lista y os daré una victoria rápida" dijo satisfactoriamente, pero Zeus mantuvo su punto de vista sobre la situación. "Me niego, ya tenemos bastantes problemas con los dioses infinitos para que vengan más de sus enemigos a aliarse con nosotros" dijo el viejo griego, pero Asmodeus no pareció estar de acuerdo con eso. "Escúchame viejo pellejo, en el infierno hay cientos de demonios mucho peores que yo deseando pelear en este torneo y yo he decidido ser el que venga. ¿Acaso preferís a Legión, Apolión o Azael en vez de a mí?" Dijo mirando a su compañero Beelcebub el cual sabía claramente que el resto de élites del inframundo eran maldad pura y Asmodeus era el más decente de ellos.

Esta vez fue Thor quien se dirigió hacia el demonio del vicio. "No os necesitamos, nos da igual quien venga de todos ustedes, no os vamos a aceptar nunca en nuestras filas" sentenció el dios nórdico haciendo que Asmodeus empiece a reír como un demente. "Parece que sois más cabezotas de lo que parecéis, pero os lo advierto, os arrepentiréis, de hecho, el mismísimo Judas Iscarionte me advirtió que pasaría algo así" dijo para luego desaparecer en una niebla roja, dejando un charco de sangre donde él estaba, los dioses quedaron perplejos, ¿Judas Iscarionte no era un humano?

El silencio volvió a reinar en la sala después de aquello, pero afortunadamente Ares rompió el silencio. "Padre, yo seré el siguiente" dijo firmemente, como nadie se opuso a la idea, Ares fue a prepararse para su batalla.

(Unos minutos antes del inicio de la segunda ronda)

Ares caminaba por el pasillo hacia la arena, totalmente armado y preparado para lo que sería la batalla más importante que había librado en toda su vida, estaba determinado a ganar su ronda y enorgullecer a su padre, dejaría atrás las humillaciones que las divinidades han sufrido, esos eran sus pensamientos hasta que sucedió algo inaudito. Ares de repente se encontró con un niño pequeño llorando en un rincón del pasillo, totalmente extraño, por sus rasgos el dios de la guerra pudo deducir que ese infante no era humano, pero ¿Qué hacía aquí? ¿Y por qué estaba llorando?

"Oye pequeño, ¿Qué ocurre?" Preguntó acercándose al niño el cual seguía mirando a la pared mientras sollozaba, el dios de la guerra no era bueno tratando con niños y lo único que se le ocurrió fue girarlo por la fuerza para verlo cara a cara, pero al hacerlo vio que el rostro del niño estaba totalmente deformado y lleno de heridas mientras su boca se agrandaba y empezaba a reemplazar el llanto por risa, eso hizo que Ares se aleje y se ponga en guardia, pero no pudo hacer nada ya que otra figura desde atrás con una maza lo golpeó fuertemente haciéndolo caer al suelo, el responsable era una especie de demonio lleno de rostros sufrientes y suplicantes, con piel y almas de distintas personas a la vista, de hecho ese niño corrió hacia ese demonio y volvió a formar parte de él, entonces Asmodeus volvió a aparecer.

"Bien hecho Legión, ahora usa una de tus almas en pena para poseerlo y así darle su consentimiento a que yo lo sustituya en combate" dijo, pero Legión parecía ciertamente dubitativo. "Nosotros también queríamos pelear Asmodeus, estamos ansiosos de llevarnos más almas mortales a nuestra Legión" exclamó con algo de amenaza, pero Asmodeus pareció tomarlo bien. "No te preocupes Legión, de verdad te prometo que yo haré sufrir a aquellos mortales tontos, tú cuenta conmigo, además, seguro que disfrutarás jugando con tu nueva marioneta" dijo y Legión pareció sonreír brevemente.

(Fin del Flashback)

Los dioses en el balcón querían protestar ante lo que acababa de suceder, pero sabían que era inútil, Asmodeus por alguna razón había recibido el consentimiento de Ares, de hecho, le acababa de dar a Heimdall un papel con la letra del dios dando su consentimiento.

En el balcón de las valkirias, todas estaban impactadas por lo sucedido, Goll miró a Nostradamus. "¿Viste esto en tu predicción?" Preguntó, haciendo que el vidente asienta con la cabeza. "Por supuesto, lo que desconozco es si el resultado de esta batalla saldrá igual a mi presagio" dijo con curiosidad mientras la pequeña valkiria parecía empezar a estresarse por el cambio tan favorable en poder que ahora tienen los dioses.

"Está bien, con todo aclarado, ¡Demos comienzo a la segunda ronda del Ragaanrok! ¡A pelear!"

Anunció Heimdall, Asmodeus nada más oír eso empezó a andar lentamente hacia su oponente, Caín por su parte se estaba aprovechando de la confianza de su rival para analizarlo, es, seguramente, igual de poderoso que el mismísimo Zeus o incluso mucho más, eso lo hizo sonreír, por fin triunfará en algo en lo que su padre fracasó, brevemente miró hacia las gradas para encontrarse en primera fila con su madre Eva y su hermano Abel, como los odiaba, en realidad, odiaba a toda la humanidad, pero sobre todo a sus familiares cercanos, Eva es una sumisa y Abel no se enteraba de nada y aún así era el favorito, e demostrará al mundo su superioridad ante su padre y hermanito.

Caín cuando tuvo a Asmodeus a una buena distancia agarró firmemente su cuchillo y saltó en busca de hacerle un corte profundo en la cara, ya que su pecho estaba totalmente cubierto por esa armadura satánica que seguramente tendría alguna función escondida.

Asmodeus no se molestó en esquivarlo y recibió de lleno un corte dirigido a la boca ya que no pudo saltar más, la diferencia de altura es considerable, lo que no esperaba era que Asmodeus movió su cabeza en dirección al arma haciendo que en vez de a la boca se clave en su frente, Caín volvió a tierra con el cuchillo todavía clavado allí.

"¿Qué ha ocurrido? Asmodeus se ha dejado apuñalar en la frente, ¿Seguirá vivo?"

Todas las gradas parecían sorprendidas ante eso, de repente, Asmodeus empezó a reír, mientras sacaba en cuchillo de su frente como si no fuera nada. "No ha estado nada mal humano, pero lo que no sabes es que mi piel es más resistente que cualquier otra divinidad, los demonios somos a prueba de armas afiladas" dijo enseñando que su puñalada apenas le había hecho un pequeño agujero del que salía sangre.

Asmodeus lanzó el cuchillo al otro lado de la arena mientras empezaba a pasar su sangre por toda su cara, Caín no se quedó embobado y aprovechó ese extraño ritual para ir a por su arma.

Asmodeus no hizo nada por detenerlo, Caín agarró su cuchillo y se volvió a lanzar contra él, aunque tuviera la piel más dura del universo, tarde o temprano acabaría muerto si seguía así, pero cuando se giró para ubicar a su adversario vio que estaba usando todavía su sangre para hacer alguna especie de ritual.

"Parece que Asmodeus está usando su propia sangre para activar alguna especie de habilidad"

"Benedicite benedicat hostiam sanguinis. ¡Que Satán me conceda la fuerza y las armas de los caídos con este sacrificio de sangre!" Gritó haciendo que el ritual termine y la sangre de su cara desaparezca, Caín se lanzó de nuevo a por él, pero de repente sintió como era golpeado, Asmodeus lo acababa de golpear con gran velocidad, lanzándolo contra la pared y perdiendo su cuchillo en el proceso.

"Eres inteligente humano, lograste hacer que mi puñetazo te diera en el hombro en unos pocos milisegundos se reacción, bravo" aplaudió el demonio mientras Caín se recuperaba del golpe que le habían asestado.

Asmodeus pareció mucho más fuerte de lo que era. "Me toca a mí, ¡Aura de vicio!" Recitó, de repente una niebla negra se empezó a extender por toda la arena, Heimdall subió a las gradas por precaución, Caín estaba aprovechado para ir con su arma a atacarlo de nuevo, pero esa niebla le dio de lleno.

"Caín ha quedado entre una especie de niebla"

El humano trató de ignorar esa especie de niebla, pero de repente empezó a sentir que algo no andaba bien, visualizo entre la niebla una figura que no era la de Asmodeus, "¿Qué carajo?" Se preguntó para luego ver como esa figura se dirigía hacia él, era él mismo, o al menos un clon de niebla el que se acercó. "¡Asesino! Únete a nosotros en el infierno asesino" dijo el clon de niebla para luego sentir como del suelo unas manos empezaban a salir con la intención de llevárselo con él al más allá. "¡No, dejadme!"

Estuvo así durante varios minutos, hasta que finalmente no pudo soportarlo y entró en desesperación, por más que trataba de escapar la niebla no terminaba, Caín acabó arrodillado en el suelo. "¡Parad ya!" Gritó y de repente escuchó una voz que le heló la sangre. "Tu deseo es una orden para mí humano" ese era Asmodeus quién le volvió a golpear, pero esta vez en el estómago, únicamente para hacerlo sufrir. Con ese golpe la niebla desapareció, todo habían sido ilusiones creadas por la niebla, pero nadie en las gradas vio lo que realmente estaba asustando a Caín, el cual ahora yace en el suelo de la arena.

"Por alguna razón Caín ha entrado en desesperación y Asmodeus lo ha aprovechado para golpearlo"

El demonio sonrió mientras lo levantaba a la fuerza. "Vamos humano, pelea, todavía no estoy entretenido"

El chico frunció el ceño mientras trataba de activar lo que se prometió no volver a hacer nunca más, esos malos recuerdos volverían de nuevo a su mente.

Caín logró levantarse por sí mismo mientras Asmodeus esperaba impacientemente que intente golpearlo para luego volverlo hacer entrar en desesperación.

"No me has dejado otra opción, ¡Reflejo Divino!"

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