Final de la Tercera Ronda

En el balcón de las valkirias, Goll estaba muy confundida, ¿Por qué Stalin se enfrentaría a Sekhmet si ya sabe que no le va ha hacer nada? Esa es su gran pregunta, pero no le quedó de otra que confiar en que lo tiene todo planeado y que en cuanto pueda sacará el arma de fuego más poderosa que se le dio.

"¡Veamos a ver como de eficaz es tu inmortalidad!" Dijo Stalin en la arena de batalla, sus heridas se habían abierto más, pero eso daba igual, si conseguía acabar con esto sería curado.

Con ese grito empezó a lanzar una lluvia de balas sobre Sekhmet la cual no parecía inmutarse ante eso, simplemente estaba parada esperando a que sus balas acaben, daba igual si convertía su cuerpo en un colador, se curaría por su técnica.

"¡Stalin no para de lanzar una gran cantidad de balas sobre Sekhmet, pero ella ni siquiera parece importarle!"

En los asientos de honor de la humanidad, Simo Hayha parecía no tener ningún tipo de emoción por fuera, al fin y al cabo, el hombre que tenían como representante también es el causante de la terrible Guerra de Invierno que lo hizo sufrir tanto a él como a su país. Aún así por dentro si estaba deseando suerte, la humanidad necesitaba ponerse de nuevo por delante en el marcador, aunque él sea quién se alce con la victoria.

En la ciudad rusa que hace de arena, Stalin se había quedado sin balas en su ametralladora, la tiraba al suelo mientras veía como el cuerpo de la diosa se empezaba a regenerar, eso provocó una risa. "¡A ver si tu regeneración puede aguantar esto!" Gritó mientras de su bolsillo sacaba el arma más poderosa que tenía, de repente algo muy pequeño aumentó su tamaño, viendo todo el mundo que se trataba de una bazuca.

"¡Stalin ha sacado una bazuca del bolsillo!"

Todos estaban totalmente sorprendidos menos Goll la cual sonrió temblorosamente, algunas armas divinas de Hefesto dada a Stalin tienen capacidades especiales, como la cuchilla en la escopeta, en este caso, su mejor baza tenía la característica de poder encogerse.

Stalin rápidamente preparó su mejor arma, solo tenía un disparo y apuntó hacia Sekhmet ahora que estaba a mitad de su regeneración. "¡Fuego!"

La bazuca lanzó su único proyectil que impactó de lleno en la leona la cual al estar tan cerca la explosión mandó a Stalin unos cuantos metros hacia atrás, haciendo que se choque contra un muro.

Heimdall tuvo que alejarse un poco desde su silla voladora para evitar ser víctima de la honda del arma, aunque estaba sin nada que comentar debido a la sorpresa.

La explosión dejó grandes daños y Stalin se levantaba lentamente y con cuidado por si algún edificio caía encima suya, sonreía un poco pensando que eso sería suficiente mientras observaba como la nube de polvo de disipaba.

Pero grande fue la sorpresa de todos al ver el cuerpo de Sekhmet regenerándose de nuevo, se habían caído brazos y piernas e incluso eso volvía a su sitio como si nada hubiera pasado, todo lo contrario, parecía aún más enfadada que nunca.

"¡El impacto de la bazuca no ha sido efectivo contra Sekhmet!"

Eso provocó alivio en los dioses y preocupación en la humanidad al ver cómo un arma de destrucción como esa había impactado y ella seguía igual.

En el balcón egipcio, Isis parecía incluso asustada ante eso. "No tenía ni idea de que Ira Devoradora le daba tanta invencibilidad" dijo con algo de miedo a ella, Nut por su parte la miró como siempre mira a los de su panteón, como un montón de idiotas.

"Por supuesto Isis, hija tonta, recuerda que fue creada por Ra y por ende esa técnica fue hecha por el mismísimo Dios del Sol" dijo con un tono de obviedad, como si le estuviera enseñando el abecedario a un niño, eso provocó que Isis se quede avergonzada mientras el resto cada vez estaba cada vez más enojados con la cúpula celeste, pero Nut no les hizo el menor caso y volvió a observar la batalla.

Las valkirias parecían todas con los ojos como platos por ver de lo que era capaz Sekhmet, Goll ya daba la batalla por perdida.

Sekhmet empezó a correr a cuatro patas, dispuesta a acabar ya con ese humano, por su parte Stalin trató de agarrar cualquiera de sus armas para al menor poder usarla de escudo, pero un dolo de su abdomen lo impidió, sus heridas habían vuelto a aumentar su sangrado y fue demasiado tarde ya que la diosa leona agarró al humano se su uniforme y lo lanzó fuertemente contra un edificio.

"Sekhmet ha lanzado a Stalin contra un edificio, el humano parece bastante herido, ¿Será la segunda victoria de los dioses?"

Todos los humanos ya estaban dando todo por terminado, en la arena, Stalin no se podía ni mover sin sentir un dolor tan fuerte que lo deja en el sitio, mientras que Sekhmet se acercaba lentamente hacia él. "Te mataré lenta y dolorosamente por todo lo que dijiste de Ra-sama, maldito humano" dijo ella con un enfado tan grande que es comparable o incluso mayor al que sintió la primera vez que atacó a los humanos.

En cuanto llegó a su lado le dio un zarpado en el estómago al líder de la URSS, haciendo que suelte un grito de dolor, habiendo mostrado su dolor con ese grito, miró fijamente a la diosa, lo cual hizo que ella pareciera vacilar un poco, al parecer su presencia terrorífica no tendría más efecto en ella más que incomodarla un poco. Durante esos momentos empezó a pensar en si esto era considerado el karma por haber asesinado a tanta gente, pero rápidamente se quitó esas ideas de la cabeza, él hizo lo que tenía que hacer para continuar siendo el líder, y si tenía que morir, pero fastidiando a su rival, que así sea.

Débilmente, antes de recibir otro zarpazo, sacó su revolver que aún tenía algunas balas y, juntando toda la fuerza que le quedaba la apuntó, Sekhmet parecía entrar en ira por tratar siquiera de intentar disparar aún sabiendo que es inútil. "¡¿De qué te va a servir eso?!" Preguntó la leona, exigiendo una respuesta al menos coherente del humano, al fin y al cabo, estaba acabado y todavía quedaba tiempo de sobre como para disfrutar de matarlo.

Antes de contestar, Stalin escupió algo de sangre, pero pudo todavía sostener el arma de fuego en su mano. "Nunca me matarás, Salve a la Unión Soviética" dijo, confundiendo un poco a Sekhmet por esa frase sin sentido hasta que, tomando a la diosa totalmente desprevenida, el dictador usó todas sus fuerzas para acercar rápidamente el revolver a su cabeza, y apretó el gatillo.

Todo el estadio escuchó el disparo, momentos después el silencio se hizo presente, Goll estaba con las manos sobre su cabeza mientras Heimdall fue el primero en hablar.

"Stalin, representante de la humanidad se ha suicidado, ¡La victoria es para-"

Heimdall no pudo terminar su frase ya que un grito de ira se hizo presente, se trata de Sekhmet, la cual parecía estar en una mezcla de emociones. "¡No puede ser! ¡No puede estar pasando! Eso significa que yo acabaré..."

No terminó su frase antes de arrodillarse, eso hizo que todo el mundo estuviera aún más confundido, el balcón egipcio fue el primero en darse cuenta de lo que había pasado, específicamente Nut.

"Claro, Sekhmet no tiene a ningún objetivo que devorar ahora que el humano ha muerto por sí mismo" dijo Nut con indiferencia, pero eso fue como una jarra de agua fría para el resto del panteón, Sekhmet no tenía a nadie que matar ella misma.

La diosa leona estaba arrodillada mientras su ira empezaba a ser reemplazada por frustración y, sobre todo, por desesperación por vivir. "¡No, por favor!"

Finalmente, al irse su ira, Ira devoradora acabó y el cuerpo de Sekhmet pasó a convertirse en un montón de trozos de carne muerta en mitad de la calle nevada, apenas era reconocible, algunos del público vomitaron ante eso mientras otros estaban intrigados por lo que acababa de suceder, todos los panteones estaban con la boca abierta.

"Sekhmet también ha muerto"

Dijo Heimdall mientras se notaba su horror en la voz, muchos en ambos bandos empezaron a pensar en un posible empate, pero Heimdall volvió a hablar para sacarlos a todos de dudas.

"Aunque hayan muerto los dos, según las normas del Raganarok, el perdedor es el primero en morir, por lo que aún así la victoria de la tercera ronda es de Sekhmet"

Anunció mientras el cuerpo de Stalin empezaba a convertirse en cristal para desaparecer de la faz del universo, y a él los restos de Sekhmet también lo hicieron unos minutos después.

Duración de la Batalla: 19 min y 50 según.

Golpe Definitivo: Disparo en la cabeza.

Ganador: Sekhmet 2-1.

Anunció Heimdall haciendo que la humanidad y las valkirias parezcan conmocionadas por ello, los dioses por su parte, aún estando por primera vez por delante en el marcador, ninguno pareció celebrarlo.

En un lugar específico de las gradas humanas, Lennin pareció algo triste, pero orgulloso. "Stalin ha logrado llevarse a la tumba a una diosa que parecía invencible, tiene mis respetos" dijo mientras Trotsky simplemente miraba la arena con seriedad, aunque tiene que admitir que peleó como nadie más en Rusia lo haría.

Los dioses estaban devastados aún habiendo ganado, la razón es que el único Dios ganador superviviente hasta el momento ha sido un demonio que ni estaba en la lista y encima ganó con métodos sucios, necesitaban aumentar su respeto y no quedar al mismo nivel que los humanos.

El balcón egipcio parecía el más afectado, muchos de ellos lloraron por la pérdida de otro miembro más de su panteón, Nut por su parte, aunque no lloraba, se notaba que su tono burlón y con superioridad había desaparecido.

Amos bandos, por primera vez en este torneo estuvieron de acuerdo en una cosa, esta ronda ha sido la más devastadora, además de demostrar como la astucia de un hombre ha podido con la inmortalidad de Sekhmet aún si eso le costó la vida.


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¿Cómo os ha parecido? Me gustaría saber vuestra opinión y también agradecer mucho por vuestro apoyo, ahora sin nada más que decir adiós.  

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