No había cosa que más le gustase a Reaper que llegar a casa y descansar después de estar horas enteras trabajando.

Nada más aparte de estar con Geno.

Normalmente solían sentarse en el sofá del templo del mayor uno al lado del otro, abrazándose con cariño mientras veían alguna película que R!Papyrus encontraba por los pueblos de los mortales, pasando un momento tranquilo.

Pero hoy Reaper no tenía ganas de nada después de aquella pequeña conversación con el guardián, por lo que, al llegar a casa, subió directamente a su habitación compartida con el menor.

-¿Reaper? ¿Estás bien?- un preocupado Geno entró a la habitación, llamando a la puerta antes de entrar.

-Si, estoy bien.- dijo Reaper sin ganas, tumbándose boca abajo en la cama.

-... sabes que no puedes mentirme, ¿verdad?- Geno se acercó con cuidado a la cama, sentándose al pie de esta, al lado del de capucha- Por favor Reaper, ¿qué te pasa?

-Estoy preocupado, una cosa del trabajo. No te preocupes.- habló con tranquilidad Reaper, abrazando con fuerza al menor cuando este se tumbó también en la cama, delante del de bufanda.

-¿De verdad es eso? ¿Me lo prometes?- aún no se lo creía. Reaper no era de actuar así por "cosas sin importancia".

-Te lo prometo- dijo juntando su frente con la del menor, mirándolo fijamente-. Solo... quiero estar un rato contigo.

-Je, bien, pero luego me ayudas a hacer la cena. Tu hermano tiene charla esta noche con Undyne.

Reaper asintió, volviendo a abrazar a Geno sin decir ni una sola palabra, sintiendo la suave mano de Geno acariciar su columna para relajarlo.

Le dolía ocultarle cosas a su amado, pero era lo mejor.

Le dolía hacer esto otra vez.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo

*Inhala fuerte* MALDITA RUSIAAAAAAAAAAAAAAA!!!! >:V

Que gane México el mundial, ahre.

Ahora si me disculpan, me desahogare un poco escribiendo algo sad del próximo capítulo (?