Gigan Adolescente

- 10 años después -



A sus ya 16 años, habían pasado varias cosas que se irán contando con el paso de las palabras de este escrito.

En ese momento no había nada especial... En su día por lo menos, en este momento aquel joven se encontraba saliendo de comprar algunos víveres del supermercado ( ni idea si eso existía en Skullgirls ), como era costumbre la gente se le quedaba viendo con un poco de pavor ya que a simple vista era un candidato mas que perfecto para ser un matón de los medici, lo diré de la siguiente manera. Apesar de sus 16 años ya llegaba a una altura considerable de 2.10m por lo menos, uno de sus cuernos había crecido y estaba roto por la mitad dándole un signo de rudeza, tenía algunas marcas a lo largo de sus brazos que parecían más líneas rojas y que venían de los pómulos de su rostro, osea hasta ahí se extendían, la masa muscular de aquel joven era notablemente mas desarrollada, su cabello largo lo tenía atado en una cola de caballo hacía atrás, cabe decir que sus ojos carmesí se habían intensificado mas a lo largo de los años, llevaba una camisa interior o camisa de lana blanca sin nada mas, haciendo que se notara mas sus músculos, llevaba un pantalón algo holgado y unos zapatos cómodos, diferentes a los de la época. Así se podría resumir lo imponente que era la simple presencia del chico.

Pasaba sin mucho mas, de hecho pasaba por ahí como si fuera algo normal, no muy conciente de su propia presencia, no se tomaba el tiempo de detenerse ya que por su aspecto todas las personas se hacían a un lado para dejarlo pasar, cosa que no parecía molestarle ya que se acostumbró mucho a ese trato – ( Me pregunto que estará haciendo Leduc y Hive... Seguramente algo divertido, pero bueno al que le tocó ir de compras es a mi, es algo vergonzoso... ) – Pensó para si mismo el muchacho, todas esas miradas para un chico de su edad lo hacían sentir extraño, aunque no lo demostraba.

Estaría caminando un largo trayecto hasta lab-8, la razón era simple, debido a su enorme tamaño y resaltables características, tenía que tomar una ruta muy diferente a la que solían tomar los demás miembros del laboratorio para que no le siguieran y poder descubrir el laboratorio, pasando muy cerca de las zonas mas alejadas de Maplecrest, prácticamente tratando de rodear esta parte, por esta razón le molestaba mucho tener que hacer los mandados o cualquier otra cosa que sea irse muy lejos, no utilizaba el transporte público porque aparte de que se lo tenían prohibido, no le gustaba usarlo – Esto me servirá para hacer cardio por lo menos, esas calorías que comí en el almuerzo si que eran bastantes el día de hoy, espero que eso no sea un problema – sus pensamientos en voz alta se vieron interrumpidos cuando unos sonidos de pelea llamaron su atención, se vió ciertamente emocionado pero decidió calmarse y no intervenir, en los segundos en los que pensaba eso pudo escuchar algunas palabras "no es personal niña" "no te daré una mierda" "hoy y ahora te vas a morir", palabras que le parecieron bastante extrañas por lo que sin soltar las bolsas de víveres se comenzó a acercar lo mas cuidadoso que podía.

Detrás de los callejones de aquel sitio tan tranquilo se encontraba una chica, rubia y de ojos azules, de piel blanca y bastante desarrollada, parecía tener un uniforme escolar y de hecho había una maleta escolar tirada por ahí, aquella chica estaba siendo amenazada con un largo cuchillo, por poco pareciendo una daga, el acto siendo perpetrado por un hombre de aspecto elegante, con un esmoquín y toda la cosa.

– Me enviaron a por ti, no vas a salir de esta, esto les pasa por traicionarnos.

– ¡¿De qué estás hablando?! ¡Déjame en paz! – Dijo la muchacha mientras que daba pasos hacía atrás para alejarse del sujeto quien solamente le seguía el paso.

– No hagas esto mas difícil, con una señorita como tú, juro que será MUY rápido – Fue así donde el hombre decidió dar una estocada al frente para atravesar el pecho de la chica, pero cuando la punta estaba cerca de atravesar siquiera las hebras del uniforme se detuvo por completo, ahora había una tercera presencia ahí, agarrando fuertemente la muñeca del hombre, de hecho, era una presencia de mucha mas fuerza y altura – Tenga mas cuidado con ella, a las personas débiles no se les abusa de esa manera – Mencionó con una mirada algo seria pero no parecía enojado.

Se trataba del muchacho Gigan, quien miraba desde arriba al sujeto que no terminaba de comprender aquella situación, pensando que era un secuaz de su objetivo trato de mover su brazo con una llave pero era imposible mover el enorme cuerpo de ese sujeto con cuernos – Oye, no quiero sonar entrometido pero si sigue con esas intenciones hostiles tendré que usar la fuerza – Dijo el joven con un tono de voz realmente preocupado – Jaja, inténtalo si es que tienes las agallas, talvez seas fuerte pero no mas que yo, para nada – Dijo el hombre trajeado mientras empezaba a emanar un aura, al parecer estaba empezando a entrar en forma de combate y poco a poco parecía liberar unos tentáculos de su ropa.

– ¡Ok! – Respondió alegremente al recibir permiso y sin mas dilación le daría un poderoso golpe en el estómago al sujeto, parando su dramática entrada a la batalla, este golpe posiblemente había reventado sus huesos y órganos. Después fue tomado del su esmoquín después de haber sido aturdido por aquel impacto y usando una poderosa fuerza con sus mismas fibras musculares lo lanzaría volando hacía afuera del callejón para que se pierda de la vista en el horizonte – Uyy... Creo que me pasé un poco la mano, Illeum me va a regañar... – Se encogió de hombros mientras recapacita de sus acciones y tomaba las bolsas que había dejado en el suelo

– ¡O-Oye! ¿Quién eres? y ¿Por qué me ayudaste?

– Eh, bueno, Illeum dice que debo de usar mi fuerza para ayudar a las personas débiles y eso hice.

– ¿Quién es Ill-? Un momento ¿Me estás llamando débil? – Mencionó un poco ofendida la muchacha.

– Bueno... Si, perdóname si te veo así, no leo muy bien las situaciones, pero ese sujeto te iba a hacer daño así que tenía que ayudar – Rascó su cabeza un poco incómodo pero su objetivo de volver a casa seguía ahí, así que comenzaría a caminar ya teniendo las bolsas en la dirección que conocía.

Aquella rubia solamente se quedó pasmada mientras veía sus manos un poco, en silencio y dejando que el joven se comenzara a alejar, rápidamente volteó hacía el para llamar su atención – ¡E-Espera! ¿Cuál es tu nombre?

Se detuvo por unos momentos y miró con unos ojos inocentes cuales serían los de un perrito a ella – Soy Darnam, un gusto.

– Mi nombre es Filia, Filia Me- solamente llámame Filia ¿Ok?

– ¿Filia? ¿Llamarte? ¿Eso quiere decir que ahora somos amigos? – Sus ojos rojos, antes siendo lo mas parecidos al mismísimo demonio, ahora resultaban como dos soles llenos de esperanza, aunque esto no fuera la gran cosa, le emocionó un poco.

– Uhm... Si lo quieres tomar de esa manera ¡Claro que si! Te debo una por salvarme.

El joven mestizo esbozaría una sonrisa, una muy tonta pero linda sonrisa – Entonces te veré luego Filia, cuídate y no andes por estos lugares de nuevo, es peligroso.

Antes de que ella hubiera podido decir algo mas, el ya se había retirado por completo.

De camino a casa, con una buena actitud en ese momento ya que ¡Había hecho un nuevo amigo! y eso parecía ser razón suficiente para ponerlo feliz, pues sentía que el día no fue completamente desperdiciado, estaba tan feliz que ni siquiera se acordaba de la chinga que le iban a meter.

Eventualmente llegó a lo que el llamaba "hogar" que sería mas bien una especie de edificio delgado sin mucho de interesante en un lugar bastante olvidado de la mano del Reino Canopy y hasta de le propia mafia Medici, bueno, esa realmente era la fachada. Rápidamente se escabulló por uno de los callejones al costado del edificio, por la parte de detrás, había una puerta trasera donde la cual tocaría lo mas suave que pudo hacerlo con sus nudillo.

– Identifíquese – De un altavoz oculto en alguna parte de ese sitio surgió la voz de un hombre en alerta.

– Hola Stanley, soy yo, Darnam, vengo con las bolsas de compra.

– Si realmente fueras Darnam ¿Qué diría el?

Esto último dejó pensando al mestizo por unos instantes – Bueno, te gusta mucho ver Annie de las estrellas a so-

– ¡Ok! ¡Ok! Si eres Darnam, no termines esa oración, pasa – Fue así como la puerta se aflojó de pronto, mostrando que en vez de una puerta de madera normal, era una fortificada puerta de hierro con bastante grosor.

Ahí entró y rápidamente se encontró con unas escaleras que llevarían hacía abajo y después de bajar finalmente miraría una sala repleta de cosas de administración, una oficina de guardia, olor a hospital, papeles desperdigados por doquier, sep, hogar dulce hogar.

No tardó mucho y rápidamente fue a la cocina donde dejó todo lo que le habían encargado, cabe mencionar que gracias a su fuerza, aprovecharon por encargarle demás cosas que el mismo podía llevar sin muchos problemas, terminó guardando y dejando una nota en el refrigerador que decía "Ya hice el mandado, todo está guardado, - Los quiere: Darnam" y un dibujo de un gatito al lado.

Darnam ahora sin mucho mas que hacer, decidió hacer su actividad favorita de todos los días, ejercicio, por lo que fue a su habitación para prepararse y una vez en la sala de entrenamiento que mas bien sería una sala completamente vacía y de color blanco, vería a alguien conocido.

Un chico rubio, notablemente mas pequeño, con brazos y piernas al parecer robóticos de los cuales emanaba electricidad, estaría atacando al aire y dando diferentes movimientos ágiles.

– ¡Leduc! – Gritó el mestizo contento de ver a su amigo, corriendo rápidamente para darle un abrazo fuerte – ¿Ah? ¿¡Darnam?! – Tomó desprevenido al rubio y lanzó un ataque de energía que terminó electrocutando a ambos, apesar de esto, el gigan no soltó en ningún momento a su contrario – ¡No te había visto en todo el día! ¿Qué se supone que estabas haciendo?

– ¡¡SUÉLTAME PRIMERO!!

– Oh, si, lo siento – Dejó caer al rubio para que este se pusiera de pie y comenzará a tomar aire.

– En primera, Darnam, no entres así de abrupto, en segunda, estaba ayudando a Big Band con una misión.

– Ay... ¿Y no me invitaron? – Dijo notablemente desanimado el adolescente de gran tamaño.

– Ah, no es que no quisiéramos, es que fue muy temprano y ya conoces como es tu humor cuando despiertas temprano – Dijo Darnam un poco nervioso y tratando de evadir la inminente furia del contrario.

– Talvez tengas razón en eso, pero eso no es lo importante Leduc, el día de hoy cuando fuí de compras conocí a una chica, se llama Filia ¡y ahora somos amigos!

El rubio alzó una de sus cejas – Me sorprende lo inocente que eres y lo increíblemente rápido que puedes hacer amigos, Darnam

– ¿Eso es algo malo?

– No dudo que puedas hacerlo pero ¿Cómo fue?

– Un señor la estaba asaltando y lo mandé a volar, así la salvé y se hizo mi amiga – Esta última frase empalideció aún mas de lo que estaba al rubio.

– ¿Qué?... Oye ¿Qué te dijeron acerca de sobrepasarte con tu fuerza, Darnam?

– Ahora que lo mencionas...

Ambos se vieron interrumpidos por un azote de la puerta abriéndose, al fondo de la puerta se podía ver una figura femenina, con una máscara inexpresiva y una cruz violeta en la frente, su cuerpo estaba completamente conformado por mangueras de carne, tenía una bata de enfermera, guantes y tacones, aparte llevaba una radio.

– «En las últimas noticias, un sujeto indentificado como Carl Medici, un sicario de la familia Medici, cayó desde una gran altura y estrellándose contra un árbol, el hombre dice no recordar nada y tiene graves heridas internas, lo llevaron a un hospital y está en proceso su detención» – La radio dejó de sonar y solamente se podría reconocer a la aura agresiva de aquella mujer – Darnam... –

– Ho-Hola, mamá – Rápidamente entró en un estado de miedo y pavor al ver a quien identificaba como su figura materna totalmente furiosa.

– Vamos a tener que volver a tener una charla, Darnam – Dijo la mujer, reconocida como la antes referenciada como, Illeum.


Nota del autor: Hey, gracias por haber llegado hasta aquí, aviso que el día de ayer publiqué el capítulo por error cuando no estaba terminado, disculpen las molestias.

Nota del autor: Simón gasté un párrafo entero para describir lo mamadisimo que está este wey.

♪ Gracias por leer ♪

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