Capítulo 6
-Rose, es una gran chica- hablo la mujer quien colocaba su bolso en el sofá.
-Lo es- sonrió Tom.
-¿Te gusta?- pregunto picaramente
-Por supuesto, es mi amiga.- una vez que captó a lo que se refería rodo los ojos- de esa manera no.
-¿Y porque no?
-Ambos sabemos porque. No soy mi nieto. Sólo estoy aquí por ese estúpido hechizo de renacimiento.
-Naciste de mi. Y además esto es una nueva oportunidad. Cometiste muchos errores, pero eso es pasado.
-Lo sé- se frustraba al recordar quien era y la razón por la que había regresado a la vida. Había cambiado eso era cierto, y ese era el gran problema. Ante todos él era su nieto e incluso ya estaba comprobado. Magia antigua y muy poderosa.
-Hijo de mi propia hija- bufo.
-No digas eso.- lo regaño- Tom, mirame- hablo sosteniendolo del hombro- tú eres mi hijo. Y has sido muy valiente.
-Ni tanto, no quiero dormir porque mis pesadillas regresan. Tanta gente inocente murió por mi culpa y fingir que yo no tuve la culpa, no me va mejor. Debiste dejarme donde estaba, porque quizás ni siquiera eh cambiado.
-Yo te necesitaba y cuando Marvolo te tuvo entre sus brazos también comenzó a necesitarte- sus ojos empezaron a cristalisarse- ¿Sabes? Si no hubiera sido por ti quizás él y yo nos hubiéramos convertido en los siguientes magos tenebrosos. Tú fuiste la luz que nos iluminó.
-Por favor Delphini, ¡SI POR MI CULPA MARVOLO MURIO!- exclamó con una mezcla de enfado, tristeza y culpa.
-NO FUE TU CULPA- se apresuró ella- nunca digas eso. El murió por su familia. TU ERES NUESTRO HIJO. - para ese momento la mujer ya comenzaba a llorar.
-Lo siento. Pero ambos sabemos que Lord Voldemort siempre será mi pasado, presente y futuro.- el moreno se levantó la manga de la camisa, mostrando su antebrazo izquierdo donde podía observar un tatuaje, el que alguna vez fue conocido como la "marca tenebrosa"
Y los recuerdos de cuando le fue echa llegaron fugazmente.
-SUELTEN A MI HIJO- gritaba y lloraba la rubia azul quien veía el cuerpo sin vida de su esposo Marvolo II Gaunt y tratando de zafarse de quienes la sostenían.
-Mami ¿Quienes son ellos?- pregunto un pequeño niño azabache de sólo 5 años, quien se hallaba sentado en la gran alfombra roja.
-Así que tu eres el pequeño nieto de Voldemort, si que te pareces a él.
-ALEJATE DE EL- grito una vez más Delphini. El hombre sólo sonrió y se acercó a ella estampado fuertemente su mano contra su mejilla, provocando que ella cayera.
-Mami- grito el niño tratando de acercarse a ella, sin embargo una figura se poso delante de él.
-Primero acabaremos contigo y después nos divertiremos con ella- sonrió el hombre con morbo a los demás que lo acompañaban- tu abuelo destruyó a nuestras familias al igual como a mucha gente. Sólo le devolveremos el favor.
-NOOO- grito él. Arrebatando parte de su magia, las cosas comenzaron a moverse, elevándose y atacando a los intrusos en la casa. Uno de ellos comenzaba a gritar de dolor, unas cuántas sogas tomaron de los tobillos a otro y otros dos fueron lanzados hacia las paredes.
-Crucio- se escucho una voz detrás de el pequeño. Quien cayó al piso tratando de aguantar las lágrimas.- ahora si. Pequeño voldy- tomo el brazo izquierdo del niño y con la varita inició grabando a fuego aquella marca que era perteneciente al mismo Señor Tenebroso. El conocimiento que fue resguardado por un obliviate echó por su "padre" acerca de quien era y lo que había cometido fueron regresados a su dueño.
El pequeño Tom cerraba los ojos fuertemente, dolía demasiado sin embargo no lloraria. Sabía de que lo culpaban y creía que se merecía tal dolor, tal vez no había echo nada en esta vida pero si en la pasada.
El dolor se hacía cada vez más grande, sentía que perecería, pero eliminó esos pensamientos no podía abandonar a Delphini, no podía fallarle a su padre, quien había dado su vida para defenderlo. Si estaba ahí era por su "madre", debía defenderla.
Las puertas se abrieron entrando varios aurores, fue en ese instante en que él niño se permitió cerrar los ojos, prometiendose que nunca más alguien volvería a verlo débil, no volvería a ver a nadie desde abajo, siempre miraría a los demás desde arriba. Y sin mas cerro los ojos viendo que su madre se encontraba a salvo.
-Debí haberte defendido- murmuró Delphini.
-¿Estas loca? Lo has echo muy bien.- sonrió con un poco de melancolía.
-¿Hasta cuando entenderás?- suspiró cansada- Tú eres mi hijo. Naciste de mí, todo lo que hayas echo antes quedó en el pasado. Ahora tienes una segunda oportunidad para tener una vida normal. No puedes hacer nada para arreglar el pasado, vive tu presente. Eres Tom Marvolo Riddle Gaunt, hijo de Marvolo II Gaunt y Delphini Riddle.- sonrió acariciando la mejilla del chico- eres igual de terco que tu padre, creo que Al final si que has heredado bastante de él.- rió besando la mejilla de su hijo.- fuiste lo mejor que nos pasó. No lo olvides- y sin más se dirigió abrir la puerta que tocaban, dejando al chico pensativo.
¿Era buena idea? Había cometido más que errores, sin embargo ahí estaba, vivo con una buena vida, ¿y todas las personas que murieron a manos de él y por él? La mayoría quizás estaba enterrados y algunos otros ni siquiera eso. Él no se merecía nada de lo que tenía. Pero si estaba ahí quizás debía aprovecharlo, se lo había prometido. En esta vida no cometeria los mismos errores ¿Y como hacerlo? Si en esta vida tenía mucho más de lo que en su otra pudo haber tenido. En esta tuvo un padre quien lo amaba y enseñó muchas cosas, tenía una madre que se preocupaba por él, un hogar, unos cuantos amigos que estaban por ser él y un par que lo habían perdonado. Tenía a la pelirroja, que aunque no la viera como algo más, tenía ese sentimiento de querer cuidarla y verla feliz. Sin duda nada era como antes.
-Mira quiénes han llegado- grito Delphi con emoción- Regulus y Matthew .- sin embargo el chico ya no estaba.
-¿Paso algo?- pregunto un pelinegro. Era muy parecido a quien alguna vez hubiera conocido como Sirius Black, sólo que era un poco más bajo, delegado y un poco pálido a comparación de Sirius. Sus ojos eran del color del mismo acero.
-Lo mismo de siempre Regulus- suspiró agotada.
-No te preocupes, ya sé le pasara. Él realmente está aprovechando esta oportunidad.- suspiró el castaño.
-Por cierto ¿ya conocieron a la sobrina de Charlie?- sonrió con ternura. El castaño asintió y el peli negro negó.
Tom miraba desde la ventana como varias familias caminaban juntas de la mano. Sus rostros se veían felices y sin culpas. ¿Todos cometían errores, cierto? Algunos peores que otras. Él siempre cargaria con ellos, gracias a su nombre. ¿Pero porqué el debía ser diferente a los demás?
-¿En que piensas galán?- pregungo el castaño sonriente, seguido de su acompañante.
-¿Qué te importa Fawley?- el moreno no quitaba su mirada del ventanal- Black ¿cuando llegaste?
-Hoy por la mañana- respondió el
-Esas cosas tuyas a veces me dan miedo- hablo el castaño fingiendo una cara de miedo.
-Jajaja que gracioso- dijo sarcástico el azabache quien por fin voletaba a verlos.
-Deberías olvidarte del pasado.- suspiró Regulus.
Tom enmarcó una ceja y se acercó a él elegante e intimidante- ¿Asi? Y dime Black, ¿Tú lo has echo?- el chico bajo la mirada- ¿Has olvidado lo sucedido con kreacher ? ¿Haz olvidado a Sirius?- al no obtener respuesta sonrió con superioridad y de manera elegante se sentó en su silla.
-No, pero no te guardo rencor. Incluso te consideró mi amigo- lo miró de nuevo.
-Vaya chicos. El ambiente se siente pesado - intervino su amigo. No le gustaba para nada el camino que tomaba esta conversación. Los dos de habían equivocado, pero por azares del destino de nuevo estaban aquí y siendo entrelazados sus caminos. ¿Quien diría que él conocería a Lord Voldemort y a Regulus Arcturus Black? Y lo más importante que serían amigos. Él no juzgaba a nadie, por lo contrario él y Regulus lo cuidaban y seguían, no por conveniencia o miedo, sino por quien ahora era.
-Son buenos aliados.- sonrió arrogante, a lo que sus dos compañeros se unieron, sabían que eso era su manera de decir amigos, y de pronto los tres chicos cambiaron de tema, conversando sobre diferentes trivialidades.
No todos los recuerdos terminan siendo felices, pero como los errores, de alguno debes aprender.
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