Capítulo 5

-¿Quien soy?- pregunto una dulce voz-

-¿Rose?- se pregunto el rubio mentalmente.

-¿Quien soy?- pregunto la chica que hasta ese entonces era su única amiga.

-Albus Potter- contestó divertido.

-¿Es encerio?- pregunto indignada aquella voz. Scorpius la jaló hacia frente logrando que la chica cayera en sus piernas y sin más comenzó hacerle cosquillas.

-jajajaj Basta, basta. Por Merlín me rindo. Jajaja Basta

-Granger sabía que eras tú- rió negando- tu aroma a vainilla y canela te delata.

-¡Diablos! Y recuerda es Rosie- ambos se miraron serios por un instante para después reír mientras ella tomaba una de sus ranas de chocolate.

Con ella los momentos siempre eran buenos, desde que llegó fue la única chica quien lo veía por quien era y no por ser hijo de un mortifago. Había sido gracias a Rose Granger y Albus Potter que los demás decidieron darse la oportunidad para conocerlo.

-Eresssss....... Lily-  sonrió.

Su novia se posó frente él sentándose en sus piernas le sonrió y lo besó. Fue en ese instante que Scorpius sintió culpabilidad al recordar a Rose, eran amigos, ella había sido mejor amiga. Siempre creyó en ella a pesar de que sus compañeros le advertían que era un error, sin embargo, él no les creía. -Que equivocado estaba- se regaló.
Rose Granger Weasley había lastimado en diversas ocasiones a su novia, haciéndola llorar gravemente. ¿Cómo podía tan sólo recordarla? Decididó enterró aquel recuerdo junto los demás. Lily Potter era su novia, la chica con la que quería pasar el resto de su vida, ella era sincera y pura todo lo contrario a su ex amiga.

-¿Te pasa algo Scor?- pregunto la pequeña pelirroja con ternura y preocupación.

-No Lils. Sólo quería pedirte perdón.

-¿Perdón? ¿Porque?- tenía que ser incrédula.

- Yo por mucho tiempo no te creí, siempre defendí a Granger. No me daba cuenta de lo que pasaba- hablo entre dientes cada vez que recordaba el rostro lleno de lágrimas de su novia, le hervia la sangre- yo debí protegerte.

-Shhh...- lo calló la chica quien lo miraba con comprensión y "amor"- eso ya es pasado. Ella ya no esta, no podrá lastimarme- bajo la mirada con "tristeza" cosa que fue percibida, ya que su agarre fue más fuerte- pero sé qué si regresa ustedes volveran a protegerme. Porque son mi familia.

-No lo dudes- Scorpius abrazo a la pelirroja como si no hubiera mañana. Amaba tanto a esa chica que nunca podría perdonarse no haber creído en ella. Por su lado, Lily sonreía con orgullo, él estaba perdidamente enamorado de ella estaba segura que él no dudaría en lo que ella le dijera. Ahora nadie interrumpiria su bello y enterno "amor"

-Ey! ¿Qué le haces a mi hermanita?- grito James Potter quien llegaba junto a Fred y Dominique quienes reían. Lily sólo rodó los ojos mientras Scorpius se encogió de hombros.

-Eres ciego o que hermanito. Somos novios- hablo recalcando la última palabra.

- Tú aun estas muy chiquita para tener novio- río el chico recibiendo un golpe por parte de su hermana- Auch! Lily! Si que pegas fuerte.

-Lo que pasa es que eres un debilucho Jamie- río Fred.

-¡Cállate!- gruño el chico

-¿Ya vieron a la nueva? Esta como quiere.

-Hombres- rodo los ojos la rubia.

-Cierto. Malfoy queremos que nos la presentes.

-¿Es encerio? No les da miedo su nombre.

-¿Porqué?  Quizás simplemente el tipo quería recordar a su loca ex esposa. Tal ves él si la queria- contestó Fred a su pequeña prima.

- Si quieren, de echo ahí viene. Lestrange- una bella chica de piel de porcelana, se acercó a ellos, sus rizos oscuros caían como una hermosa cascada hasta la mitad de la espalda. De estatura mediana y dedos largos. Sin duda era una chica muy hermosa como elegante.

-¿Qué sucede Malfoy?- sonrió a los presentes.

-Quería presentarte a mis amigos

-Oh, ya se quienes son. Mucho gusto, Bellatrix Lestrange. ¿Ustedes no temen de mi nombre?- pregunto tiernamente

-Por supuesto que no ¿Porque lo haríamos? Esa loca murió hace mucho, a manos de nuestra abuela.

La chica decidió tragarse su orgullo y dejarlo pasar, odiaba recordar esa humillación- Bueno debo irme, hasta luego.- sonrió y dio la espalda una vez sola y lejos de ellos- Idiotas. Deberían temer.


La biblioteca se encontraba solitaria, los únicos habitantes eran ellos y la bibliotecaria.

-¿Quieres volar conmigo?- pregunto Riddle quien se hayaba junto a la pelirroja elaborando un resumen de pociones curativas.

Rose lo miro alzando una ceja-¿Es encerio Riddle?

-¿Porqué no debería serlo? Los trabajos y los exámenes nos indudaron.  Sería bueno distraerse un rato.

-Yo no vuelo desde hace un año- bajo la mirada tratando de contener aquellas lágrimas.

Tom no dijo nada y continuó con sus deberes.

-¿Que te hicieron Posie?-


E

l mundo muggle había sido  escondite para una pareja de amantes poco común.

- Draco, cada vez se me hace más difícil verte.

-¿Porqué?- pregungo el rubio quien servía dos vasos de whisky de fuego y entregaba uno a la pelirroja.

- Siento que sospechan, ya algunos me han visto platicar a menudo contigo

-Si quieres podemos dejarlo hasta aquí.- fue directo.

Por alguna extraña razón eso le hizo sentir gran tristeza a la pelirroja-NO- se apresuró

-¿No?- pregunto alzando una ceja

-Quiero seguir viendote, pero- Ginny no sabía lo que sentía amaba a Harry siempre lo había echo, sin embargo no quería perder a Malfoy.

-De acuerdo, hagamos algo. Si alguien te pregunta sólo dile que es por un proyecto. Que me estas aconsejando.

-Podrías colaborar con el P.E.D.D.O- exclamó Ginny dando pequeños saltitos.

-¿Qué? - eso no era parte de su plan

-Si. Sería bastante creíble, como tú y Herms no se llevaban bien no sabías como acercarte a ofrecer tu ayuda. Por favor, no quiero que esto acabe- hablo besando el cuello blanco de Draco.

-Bien,  tú  ganas. Pero tendrás que hacerte responsable de lo que suceda, ¿entendido?- la pelirroja asintio para después besarse con pasión y entregarse al deseo.

El rubio no creía lo que haría, ¿Porque había aceptado? ¿Por no querer terminar este juego con Ginny Weasley? O ¿Porqué ahora tenía una excusa para acercarse a la castaña? De cualquier manera ya no había marcha atrás. Atacó el cuello de la pelirroja dejando algunas marcas que quizás después le reprocharia porque ahora sólo pedía más de él.


-Señora Granger- hablo una chica baja de cabellos rosas.

-Dime Amalia.

-La buscan-

-¿Quien? Lo que pasa es que estoy un poco ocupada.- no quitaba los ojos de los papeles, había perdido un inversionista en el P.E.D.D.O ¿Ahora que es lo haría?

-Yo Granger. Es importante- entró el rubio con la frente en alto.

-Puedes retirarte Amelia, gracias- la chica asintió y se retiró.

-Vaya Granger, si que te va bien. No se porque tanto trabajo si siempre fuiste cumplida.

-Lo soy Malfoy, ¿gustas tomar asiento?- él aceptó y se sentó en frente de ella- bien, no tengo mucho tiempo. Así que, ve al grano.

-¿Y dices que eres cumplida?- rio un poco- que te tiene tan ajetreada Señora Rata de Biblioteca.

Hermione rodó los ojos- necesito inversionistas para el P.E.D.D.O ¿contento? Ahora si sólo vienes a molestarme, te agradecería q.....

No pudo concluir la frase ya que el rubio se le adelanto- Hoy es tu día de suerte, yo seré tu inversionista y puedo hablar con Nott y Zabinni para que apoyen, además vengo a proponerte un proyecto más- la castaña lo miro incrédula enarcando una ceja.  A lo que él sólo sonrió altaneramente.

-Tom ¿a donde vamos?- pregunto Rose quien se encontraba con los ojos vendados, Tom era quien la guiaba agarrando sus manos para que no pudiera caerse.

-Accio escoba- susurro él sin que la pelirroja lo escuchara- confundus- susurro nuevamente pero esta vez a la pelirroja, en ese pequeño lapso de tiempo con cuidado y rapidez subió a la bruja frente a él en la escoba.-Agárrate bien Posie.

-RIDDLE TE VOY A MATAR- ella ya sabía donde o en que estaba montada; para su mala suerte ya era demasiado tarde, estaba en el cielo.

-Sólo agárrate bien y no te quites la venda, confía en mi. ¿Puedo ir un poco más rápido?- Rose asintió y Tom empezó a volar con velocidad.

Su escoba parecía exorcizada, no quería responderle, era el primer partido: gryffindor vs Slytherin. La altura era considerablemente alta y sus compañeros de equipo gritaban.

-Rose ¿Qué pasa?

-No seee- su escoba daba vueltas y más vueltas. Y sin aviso alguno giró estando ella boca abajo, el pánico se comenzaba apoderar de ella.- Ayuda!- grito esperando a que alguien fuera a su auxilio, pero nada. La escoba se agitaba cada vez más, quería tirarla.  ¡Su Propia Escoba Quería Tirarla!

Volvía a dar giros y vueltas por si sola, ya no podía sostenerse más, un dedo fuera, dos dedos fuera, tres dedos fuera.......... y una Bludger terminó con el trabajo, provocando que esta cayera. Nadie la había ayudado, sólo escuchaba algunos gritos horrorizados y muchas otras risas, en especial las que nunca hubiera creído oír. Cuando despertó miro a su lado donde se hallaba la capitana del equipo.

-ESTAS LOCA ¿A que querías jugar? PERDIMOS Eras la princesa del equipo, de la casa y ahora no eres nada. Estas fuera Granger.

-Olvidate de eso- susurro esa voz madura y ronca.- Siente la libertad acariciar tu rostro, escucha el canto de los elementos y vive el momento.-

Rose olvido todo, comenzó por escuchar como las aves cantaban, el sonido del viento que golpeaba ligeramente su rostro y lo fresco que se sentía, dejando de tensarse. Fue entonces que el azabache retiro la venda de sus ojos, mostrándole un paisaje hermoso, el atardecer tenía una mezcla de colores espectacular los cuales se reflejaban en el gran mar.

-¿Lista?- ella lo miro confundida y Tom soltó la escoba siendo ella quien inició por manejarla. Su vuelo era controlado, libre y veloz. Era casi perfecto como el de Tom.  Por fin volvía a sentirse libre.

Al bajar, aterrizaron cerca de una lago en un bello y pequeño bosque donde  se encontraron con pelirrojo y una rubia azul quienes los esperaban muy sonrientes.

-Tío!- la pelirroja corrió hacia Charlie abrazandolo.

-Hola Rosie- dijo correspondiendole el abrazo.- que tal el paseo.

-Muy bien gracias. Hola Delphi- sonrió.

-¿Qué tal?  Lamentamos interrumpir, pero Charlie te tiene una sorpresa. Debemos irnos.- y sin más jaló a Tom quien sólo atino a sonreirle antes de marcharse..

-Creí que temias al vuelo-

-Y demasiado- aclaró la pelirroja- pero Tom me ha ayudado con eso. De echo él me ha ayudado en muchas cosas.

-Es un gran chico. A sufrido bastante a causa de su nombre, sin embargo ahí lo tienes- ambos caminaban si un rumbo fijo,  según la pelirroja. Fue en ese momento en que ambos se detuvieron quedando Rose con la boca abierta.

-¿Te gustan?- pregunto señalando  al centro donde se hallaban dos hipogrifos.

-Son hermosos- los miraba sonriente  a una distancia adecuada.

-Tranquila, acercate- la ánimo su tío- despacio- a unos cuantos metros- ahora inclina un poco tu cabeza en señal de respeto y levanta la mano para saber si te da permiso de tocarlo.- Rose obedeció, al segundo el Hipogrifo acarició parte de su cara con su mano.

-Muy bien Rosie- felicitó el pelirrojo- ven demos un paseo- invito ayudándole a subir- con cuidado ellos son demasiado sensibles- Rose asintió y acarició con cariño su plumaje. Ambos hipogrifos se elevaron por los aires, de nuevo el viento acariciaba lentamente su rostro.

-Esto es increíble- grito a su tío.

-Me alegra que lo disfrutes.- sonrió, Rose no pudo quitar la vista de su tío, él era lo que buscaba, un padre, su familia.

Al llegar a casa, ambos prepararon la cena, Victoire y Teddy habían salido nuevamente de viaje a Inglaterra

-Vaya si quedaron ricos los hot cakes. Ten tu nutella- tendió el pelirrojo

-Gracias- sonrió tiernamente la pelirroja- tío.- el hombre la miro esperando a que hablará.- de verdad te agradezco que me trajeras contigo, lamentó haberte causado algún inconveniente con esto o algún problema.

-Rose, mirame- la chica lo miro directo a los ojos- tú nunca serás un problema para mi. Yo te quiero como a una hija, y si debo admitir que cuando me enteré me fue difícil creerlo y más difícil  aceptarlo. Pero no iba a permitir que acabarán contigo que te destruyeran sólo por un capricho. ¿Sabes? Si hubiera tenido una hija, me hubiese gustado que fuera igual a ti- sonrió sinceramente, y es que realmente pensaba lo que dijo- Yo voy a cuidarte, confiare y te escucharé. Siempre estaré para ti, tu eres mi pequeña princesa.

La pelirroja no podía estar más feliz, había encontrado un lugar donde era querida, donde no la juzgaban. Victoire y Teddy confiaban en ella y la protegían, tanto que siempre viajaban sólo para estar a su lado y pronto se irían a vivir con ellos.

Pero su tío Charlie era diferente, en el veía aquella figura que había necesitado hace mucho siendole negada. En él veía a una figura paterna. Desde que llegó hace algunos meses hasta ahorita, Charlie la había cuidado, en cada pesadilla él estaba ahí velando su sueño. La escuchaba, Platicaba y se tomaba el tiempo por ella, sin duda era diferente a su padre.

-Rosie, cariño ¿estás bien?- pregunto su tío quien la veía preocupado. La chica asintió y corrió hacia su el.

-PAPA- grito siendo abrazada por él. 

Victoire y Teddy que iban llegando observaron la escena con ternura, sin duda Charlie estaba haciendo un gran trabajo.

-¿Qué esperan?- pregunto su tío al percatarse de su llegada- Vengan aquí - invito abriendo más los brazos, ninguno dudo sólo se unieron.

Sin duda no cambiaria ese  momento por nada del mundo, por fin sabía a donde pertenecia y era ahí con ellos. Con la hermosa familia que se había ganado.

Si no te quieren. No les llores. Porque no muy lejos habrá alguien que te ame de la manera  que lo mereces. No sufras por quien no lo vale y vive con los que te quieren a su lado.

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