Capítulo 46

Capítulo dedicado a sweetmoonlight5, Felicidades por haber ganado el mini- concurso en Instagram.

Caldero Chorreante, 13:03 hras.

Miraba asustada una de las chimeneas, intercambiando su castaña mirada con la puerta. Temía que esto fuera una mala idea, por un momento se vio en una lucha interna en decidir sí debía irse antes de que él apareciera o esperarlo. Era un hecho que debían hablar, después de todo, lo que compartían era más importante que cualquier miedo, además de que ella era una Gryffindor. Era su deber hacer honor a su antigua casa del colegio.

—No va a venir.

—Lo siento, tuve algunas cosas que solucionar en el misterio. — escucho a la voz que tanto la hizo sentir. Subió la mirada, encontrándose con aquel cabello azabache y ojos verdes cubiertos por un par de anteojos circulares

La pelirroja hizo un asentimiento de cabeza, y murmuró:

—Siento molestarte.

No tenía cara para hablar con él de frente, pero era necesario por su familia.

—No hay problema, ¿qué me quieres decir? — preguntó el niño que vivió con tono desinteresado. — ¿Acaso me vienes a pedir el divorcio?

Ginny se sorprendió al escuchar tal cosa, ¿divorcio? No, al menos ella no lo pediría.

—Al menos si tu quieres....

—Es que no entiendo, Ginny — la cortó, Harry . —¿Porque? ¿Porque no me dijiste que algo pasaba? Pudimos solucionarlo, ¿Sabes?

—Yo...

Al parecer, Harry Potter necesitaba desahogar todo porque volvió a interrumpirla de nuevo:

—Lo peor fue cuando con todo tu descaro te atreviste a insultar a Herms, dime, ¿tan importante era para ti tu aventura?

Podía ver la furia y el dolor en esa mirada clara que tanto amaba. Quizás nunca la entendería y no la culpaba, después de todo, ella tampoco se comprendía.

—Harry, no es así. Yo te amaba, pero nuestra relación paso a la cotidianeidad y conformismo. Ya no había un beso, los abrazos comenzaban a ser inexistentes, las únicas veces que nos veíamos "bien" era cuando toda la familia estaba reunida, habíamos perdido esa chispa...

—Y decidiste que perdimos todo — dijo con decepción.

Rápidamente ladeo la cabeza — No, aunque no me lo creas, yo te amo. Me equivoque, ¿si? — lloró — lamentablemente me di cuenta demasiado tarde de mi error. No soy perfecta como tú o como mis hijos, y no quiero ni voy a meterlos a ellos.

—Entonces no lo hagas.

—Sólo, quería decir que lo siento.

En ese momento, ambos observaron a las personas que entraban al lugar: Hermione Granger y Draco Malfoy. Tanto el rubio como la castaña se tomaban de las manos, riéndose y con la mirada de un par de enamorados, después de todo, eso eran.

—Me sentí culpable, ¿sabes? — comento de la nada —. Creí que yo fui la que ocasionó su separación, que yo fui quien hizo que su matrimonio se terminará.
El azabache sólo un suspiro — quizás sea cierto, pero igual debes tomar en cuenta algo, que las acciones de Ron también contribuyeron a ello. Rose...

—No menciones su nombre — dijo con molestia. —. No, después del de todo el daño que le ha hecho a mi hija.

Harry negó con melancolía, ahora el culpable era el.

—Ginny — Lo miro. —, no, eso no es verdad. Rose no hizo nada.

—¿Qué es lo que dices? Harry...

Harry se puso de pie, observando su reloj — Lo siento, en otro momento te lo explicare, ahora, debo irme.

Saco dinero de su bolsillo y dejó en la mesa algunos knuts para pagar el café de la pelirroja.

—Nos vemos.

—Adiós.

Ginny Potter observó la marcha del azabache para después dirigir la mirada hacia la pareja. Se sintió como una basura por todo lo que había echo. Ella había lanzado a Hermione a los brazos de Draco, por su culpa el matrimonio de su hermano quedó arruinado. No podía ni siquiera ver a sus hijos a la cara. Harry era demasiado lindo para no odiarla y ella demasiado estúpida por todo lo que hizo.

¿Que debía pasar para darse cuenta de la perfecta familia que tenía?

Tomó su bolso, intercambiando miradas con una castaña. No había odio en ella, al contrario, lo que había era lástima. ¿Porque la miraba así? No tenía que hacerlo

Sin decir nada, sonreír o hacer algo como saludarla, se marchó.

—¿Estás bien? — le preguntó Draco a su castaña.

Hermione afirmó con un movimiento de cabeza mientras sentía los besos del rubio sobre su rostro. No le importaban las miradas de los expectantes de su alrededor, tampoco los murmullos después de todo, ella ya era una mujer madura que podía decidir con quien compartir su vida. Admitía que lo que había sentido por Ronald siempre seguiría ahí como un hermoso recuerdo, después de todo, había sido con ese mismo pelirrojo con el que vivió cosas extraordinarias, la persona con la que experimentó por primera vez celos, uno de sus dos mejores amigos y sobre todo, el padre de sus dos primeros hijos.

¿Cómo olvidar a Ronald Weasley?

Exacto, imposible. Lo quería, pero ya no de la misma manera en que alguna vez lo hizo.

— Hermione. — le hablo una voz femenina, interrumpiendo sus pensamientos.

La castaña se volteó, quedando un poco sorprendida al ver delante de ella a Daphne Nott, acompañada junto a su esposo. ¿En que momento había llegado con ellos?

— ¿Estas bien? — preguntó esta vez el rubio que tanto amaba, se veía preocupado.

Hermanos Granger, no creí en las segundas oportunidad. Si hace más de veinte años, alguien le hubiera dicho que terminaría locamente enamorada de Draco Malfoy, y que tendría hijos con él, la hubieran tenido que llevar a Azkaban por lanzarle un crucios al pobre loco que se atreviera. ¿Quién lo hubiera dicho, el Mortifago y la heroína de guerra?

— Lo estoy.

— Hola Mione.

— Luna.

Por una fracción de segundo, pudieron notar el drástico cambio del ambiente ante la llegada del matrimonio Scamander, Rolf y Luna.

—Que sorpresa verlos aquí. — mencionó la rubia con la dulce voz que siempre la caracterizó.

—¿Cómo haz estado, Luna?

La mirada de la mujer se ensombreció un poco, miro a su marido y aquel brillo de ilusión volvió a ella. Ocasionando una oleada de celos en el castaño Nott, ¿Alguna vez desearon tanto un gira tiempos? ¿Qué es lo que hubieras hecho con él?

—Bien, ¿cómo están los bebés, chicos? 

Luna Logevood, ahora, Scamander había madurado, sin embargo, a pesar de eso, continuaba manteniendo los mismos orbes llenos de inocencia. ¿Qué es lo que un corazón roto traía?

—Muy bien, trató de convencer a Draco que veamos a un médico muggle, pero él se empeña a tratar sólo con medimagos.

—Herms, ya te dije que no conozco todos esos aparatos extraños.

—Pero le prometiste a Scorpius tener un celular — reprochó la castaña al hombre

—Uy hermano. — se burlo Theodore Nott.

Draco le decido una mirada fulminante a su amiga, la cuál, en lugar de callarlo sólo provocó una carcajada más estruendosa. —Es diferente, aquel aparato no le hará daño a mi hijo, ¿cómo sabré que sus máquinas y esos muggles son competentes? Lo que menos deseo es arriesgarte a ti y a los gemelos.

—Yo conozco a un amigo que es medimago y tiene conocimientos muggles — habló por primera vez Rolf — podría pasarles el contacto para agendar una cita, si les agrada pueden darle continuación al embarazo de Herms con él.

Castaño, alto y delgado, muy parecido a Newt Scamander. ¿Cómo podía alguien como él estar casado con su Luna? Eran tantas cosas que pasaban por su cabeza que no era capaz de pensar racionalmente, lo único que quería era golpearlo fuertemente, alejarlo de ella y llevársela lejos.

¿Por qué lo habían descubierto con ese giratiempos?

—Muchas gracias Rolf — sonrió Hermione antes de que Draco se negará.

—Hoy mismo le enviaré una lechuza si están de acuerdo.

—Eso sería maravilloso, Rolf.

—Fue un gusto verlos de nuevo, pero debemos reunirnos con Neville y Hana, al parecer uno de nuestros ahijados ha tenido un comportamiento extraño.

—Tranquila, cariño. — acarició su rubio y ondulado cabello. — Alice y Frank estan bien, charlar con amigos no es nada malo.

—Cierto, pero si ellos hicieron algo malo les diré a mis amigos que les roben sus calcetines.

—No creo que a McGonagall le agrade eso. — el matrimonio no sólo se veía feliz, sino, también enamorado. —Hasta luego.

Lentamente la pareja camino por el establecimiento, hasta llegar frente a los propietarios a quienes no duraron en abrazar. Fue en ese momento en que Hermione Granger entrelazo todas y cada una de las piezas, Theodore Nott seguía Amando a su amiga; posó su mirada encima de Dapnhe Nott, inspeccionando los celos y la incomodidad en sus ojos, intercambio una mirada con su rubio, quien sólo se limitó a asentir e intentar mediar las cosas entre su cuñada y su amigo.

—Yo soy tu esposa, la madre de tus hijos.

—Chicos, les importaría tener su discusión en su casa.

Pasando su mano por su castaño cabello, su amigo asintió —¿Tienen planes para hoy?

—Si, Molly nos invito más tarde a la madriguera.

—Al parecer Delphini y Charlie tienen un anuncio importante — comentó Draco, bebiendo una cerveza de mantequilla que un elfo les había llevado.

—Supongo que la fecha de su boda, o nos dirán que serán padrinos del hijo de Victore y Teddy.

Draco asintió con un movimiento de cabeza, observando a su castaña como lo más hermoso que existiera en el mundo.

HOGWARTS, BOSQUE PROHIBIDO. 17:23 HRS.

Bienvenido, milord.

El viento golpeaba sobre ellos, el eco de los animales y bestias del bosque prohibido creaban un suave susurro dentro de sus tímpanos.

Solos ellos dos.

—Nimueh

Sólo Morgana sabía cuánto había añorado que llegará aquel día.
Miles de sensaciones volaban por cada parte de su cuerpo, la alegría que sintió en ese momento era algo indescriptible, él esta ahí delante de ella, mirándola con aquellos oscuros y temibles ojos su señor estaba vivo delante de ahí.

—No sabes cuánto te he buscado, por un momento creí que no volvería a verlo, mi señor. 

Gobernar, regresaremos al poder. 

Una y otra vez, es voz siseaba en su mente, se volvería loco. 

Tortura, muerte, poder. 

—¿Esta bien, mi señor?

No, no lo estaba en lo absoluto, el dolor de la cabeza y el ardor que recorría todo su cuerpo era abrumador. Ansiaba el dolor y el poder que en su otra vida tuvo, impregnar el miedo a los demás. 

—Eso no te interesa.— su cuerpo hervía de tal forma que sudaba. 

—Creí que jamás iba a encontrarlo.— se acerco a Tom, mirándolo con una adoración que incluso llegaba a dar miedo y acarició su mejilla — Él día en que Delphine y Marvolo escaparon contigo, creí que te había perdido. 

La mano del azabache se fue directo a la de ella,—Nunca me perdiste. Ni hace 18 años como tampoco ahorita. 

El corazón de ella paró en un segundo, sin embargo, todo rastro de emoción cambio radicalmente cuando Tom la aprto de su pálida piel,— No seas estúpida, jamás me has tenido. 

—Veo que haz perdido parte de tu carisma, Tom, aún recuerdo cuando en nuestros años en Hogwarts todas iban detrás de ti. — comentó con recelos, al recordar todas aquellas escenas donde Tom Riddle había sido encantador, claro, solo para sus fines. Pero ellas se creían el centro de su universo.—  Aunque, ahora que veo, tú sigues siendo uno. Ya veo porque Bellatrix hizo lo que hizo, una relación con un traidor, veo que la traidora termino siendo ella. 

—No, de hecho, considero que es muy leal a mí. — dijo con la voz aterciopelada y aristocrática que tanto lo caracterizaba. 

—Nos oculto que estabas aquí.— rechino los dientes. 

—Mi estimada Nimueh,— sonrió sin gracia— ¿Quién te dijo que yo quería que lo supieran?

Tom er fuerte, no podía dejarle ver su debilidad a ella, menos, cuando ya sabía su ubicación, no sabía con exactitud cuanto había crecido su poder, pero el hecho de hacerlo revivir a él y a varios de sus antiguos seguidores significaba demasiado. Además, no volvería a cometer el mismos error de confiarse, ya dos veces había perecido por ello y no pensaba regresar  lo mismo, antes de que su vida terminará se aseguraría de mantener a salvo a Rose Granger.

—Hay algo en ti que no me puedo explicar, cambiaste en algo.— comento con curiosidad, al ver el semblante severo, la chica supo que probablemente no sería buena idea hacerlo enojar, aunque por otro lado, ansiaba ver el poder de su señor.— Dime, ¿que tal te educo, Delphine?

—Estupendamente. 

—Creo que debes sentirte decepcionado de ella, ¿cierto, Riddle?. No se parece a ti, ni a l estúpida de Bellatrix— ella no lo sabía, pero estaba llegando al límite de su paciencia— es débil, a pesar de que su nucleo magico sea poderoso su visión es pátetica. 

—Dime, 'cuáles son tus planes?— necesitaba sacarle toda la información posible. Nimueh, estaba más de 15 años delante de ellos, quizás eso pudiese mantenerlo un paso más equilibrados. 

La sonrisa de la joven se esbozó sobre sus labios. Tom la observo, seguía tan hermosa como sus años en el colegio, su cabello caía ordenadamente, sus ojos y sus rasgos finos que podían engañar a los ilusos pensando que ella podría ser la más tierna y buena del planeta. Nimueh era igual que él, su atractivo lo usaba para sus propios beneficios, convirtiendolos a ambos en unos perfectos mentirosos, maestros en el arte de la mentira. 

—Nuestras fuerzas son más grandes que nunca, Tom.— ella haría que su señor y el mor de su vida, se sintiera orgulloso de ella. — Gigantes, criaturas marinasy magos en diferentes lados del mundo. La Ministra Granger ni Harry Potter sabrán que los golpeó, seguramente cuando se enteren ya estarán muertos. 

Los sentidos de ambos magos tenebrosos se alertaron al escuchar el crujido de las ramas y el eco lejano de un par de voces, ambos sacaron la varita y la joven sonrió. 

—Creo que Rodolphus estará encantado de saber que su pequeña esposa es una traidor que oculto a su señor. — no esperaba, odiaba a Bellatix y sería ella quien le daría a Idara todo para destruirla.

—Me parece perfecto, pero hay un problema. 

Con confusión, Nimueh miro a Tom— ¿Cuál?— pregunto. 

—Que no planeo permitir que reveles nada. Crucio— el golpe estremeció su cuerpo mientras que el dolor arremetía sin ninguna tregua en cada partícula de su ser, volviéndose cada vez menos sosportable.

Fue entonces que lo vio..., aquel carmesí recorriendo el iris de sus ojos en combinación con el deseo y la satisfacción. Verla retorserce ahí bajo sus pies le recordó a Tom lo que significaba la tortura, el anhelo de como él se ve sobre los demás. El significado de su vida al ser superior a cualquier mago.

Él era Lord Voldemort, el mejor mago tenebroso de todos los tiempos.

—Crucio.

Nimueh lo sabía, probablemente las cosas no estaban completamente perdidas, aún podia ver esa sed de poder en los orbes de su amo. Aun existía él dentro de ese cuerpo superficial.

Lord Voldemort vivía.

...muerte.... matala Tom... demuestra que aun somos inflexibles, demuestrale que seguimos siendo los más poderosos y esta vez nadie podra venxernos. No seas débil, Tom Riddle, nosotros somos los más poderosos.

Aquellas palabras llamaban y exigían,  el poder que corría por las venas se impregnaba de una manera violenta y arrebatadora, su voz lo controlaba. Su verdadero ser no tardaría en salir a la luz y él no se lo impediría, no quería hacerlo.

—¿Riddle? — esa voz.

Tom se giró y miró sin ninguna expresión a los dos jóvenes detrás del árbol, había escuchado pasos y risas, su plan era asesinarlos, o bien, cruciarlos y aplicarles un obliviate pero no se imaginó su serían ellos.

—¿Qué haces? — preguntó la pelirroja sin creer lo que pasaba delante de sus ojos.

—Nada que sea asunto tuyo.

Los ojos azules de Rose y los grises de Scorpius bajaron hasta encontrarse con el cuerpo apenas consciente de Nimueh. Jamás la habían visto, su dolor se reflejaba en sus rasgos y la mentira pasó por completo desapercibida.

—Tom, ¿qué le has hecho a esa chica?

—Vete, Rose.

La voz exigía una víctima, él quería torturar y volverse a sentír él. Probablemente era un demente y le encantaba serlo, en su primera vida él nació siendo un ser sin amor, convirtiéndose en el enemigo de la muerte y el servidor del demonio, mientras en su segunda vida, olvidó quien fue y era en realidad.

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