Capítulo 41
La furia se apodero de él, le importaba una mierda que pudiera llevarlo a un castigo, ¿Cómo pudo no socorrer a Rose?
-Eres un maldito Riddle- escupió mientras azotaba al azabache contra de la pare.
-Scorpius- el grito desesperado de Rachel fue el que lo hizo dar cuenta del numerito que se estaba llevando el protagonismo. Todas las serpientes lo miraban con odio. ¿Su príncipe atacando a su rey? Eso sí que era nuevo.
-¡Basta Malfoy!- exigió euforica Melani Zabini- Todo esto es por la apeste de Rose Weasley ¿o no?
-NO LA LLAMES ASÍ- gritaron tanto el rubio como el azabache,dejando a mas de uno con la palidez retomando su rostro.
No importaba que todos estuvieran ahí o siquiera que la Directora llegará. Tan sólo le interesaba que Riddle le explicara- Tú me avisaste lo que pasaba con Rose- escupió suavemente para que nadie más que el azabache pudiera oírlo- ¿Porque carajo no fuiste tú?
-Scorpius, ya no se que pensar- susurro aquella tarde Lily Potter. Todo el problema con sus padres únicamente la hacían sengir una tristeza en su totalidad.- No sé que haré si mis papas se divorcian- lloró abrazando a su novio- duele que esto pase con mi familia- chillo- primero mis tíos y ahora mis padres ¿Qué seguirá después? ¿Sus abuelos?
No sabía que decir, lentamente correspondió el abrazo de la pelirroja menor- Lils tus padres se aman, lo sé. Y podrán con esto.
-Es culpa de tu padre Scorp, él sedujo a mi mamá- mascullo entre dientes.
Negó- no Lils, nadie obligó a tu mamá a hacerlo. Yo conozco a mi padre y no lo haría.
Odiaba que le llevarán la contra pero ella en verdad se había enamorado de ese rubio, por lo que se negaba a tener una discusión.
-Lo siento- las lágrimas se esparcian por sus mejillas dando a entender todo el dolor que sentía por la futura separación.
¿Porque debía pasarla esto a su familia perfecta? ¿Desde cuando se empezó a desmoronar? La repuesta era sencilla: Desde la llegada de su estúpida prima, Rose.
-No llores-pidió y es que en más de una ocasión alumnos de otras casas se acercaron para preguntar el porque de sus lágrimas, a nadie le gustaba ver a su princesa llorar. Porque por primera vez la princesa de los leones veía como su reino iniciaba descrebajandose gracias a la Leona que ella misma exilio.
Acariciaba su liso cabello cuando el reflejo de algo llamó su atención. Debía estar loco, las serpientes no entraban al Castillo, refiriéndose a una de verdad, a un animal; pero no, sus grises ojos veían como el animal se deslizaba por el piso hasta detenerse en un punto donde no pudiera ser vista por otra persona que no fuera él. Fue entonces que sus oscuros ojos se encontraron con los suyos y un dolor fluyo por su cabeza, de la misma manera en que escucho dentro de esta: Rose esta en peligro.
No necesito nada más que escuchar la primera palabra para separarse de Lily Luna Potter y correr en busca de la pecosa con pecas.
-¡Scorp! ¡Scorpius! ¡Scorpius Malfoy regresa aquí!
-Yo no tengo porque darte explicaciones- dijo Tom de forma fría, soltandose del agarre del rubio.- más te vale que esta vez cuides bien de Rose- advirtió de la misma manera, cerca de su oído para comenzar a subir las escaleras y detenerse a la mitad.
Miro a todos desde arriba, con el susurro más amenazante que nunca antes escucharon, se aclaró la garganta- No porque ya no le hablé a Rose Weasley significa que pueden molestarla, el que lo vuelva a hacer que se prepáre para enfrentar las consecuencias-. Finalizó para seguir con su camino.
Al entrar a su habitación se sentó en el borde de su cama, pasando sus manos por su cara con frustración. Podía ser la misma persona en carne y hueso pero algo en su interior también había cambiado rotundamente..
-¿Porque carajos tuvo que pasar esto?- se preguntó. Todo hubiera sido más fácil si esa pelirroja no hubiera llegado a su vida, porque le hizo comprender algo que jamás se imaginaria.
¿Porqué no era de nuevo aquel personaje cruel que fue en su vida pasada? Si pudiera responderse esa pregunta, quizás se contestaria que a pesar de ser una vez más producto de la armoternia, en esta ocasión sus papás se quedaron a su lado, no había crecido en un pobre orfanato donde él era el raro, tenía amigos desde pequeño y aprendió a como utilizar sus poderes independientemente de su propio beneficio, eso hacía mucho la diferencia; en especial teniendola a ella. No importaba si esa pecosa pelirroja no estaba con él mientras estuviera feliz y a salvo.
-Tom Riddle- llamó un profesor alto con barba ya y voz tranquila.
Un pequeño de 11 años más alto que un ñoño de su edad, de tez blanca y ojos oscuros; camino sin una pizca de miedo hacia el profesor que estaba con el sombrero en mano, el mismo que fue al orfanato. Dumbledore.
-¡Slytherin!- grito rápidamente y la mesa aplaudió con emoción.
Muchos y en especial muchas lo miraban, para ser un chico que por el apellido deducian que no estaba ta involucrado con el mundo mágico no tenía ni una pizca de miedo.
-Hola, mi nombre es Nimueh Yaxley- sonrió una pequeña.
-Tom Riddle.- respondió sin el menor interés.
-¿Eres hijo de un muggle?- cuestionó un chico de tercer año.
-No creo que lo sea. En Slytherin jamás a habido alguno- suspiro una chica y miro al azabache con coquetería. Ignorando se dedicó a ver de nuevo la selección hacia los de primer ingreso, aunque bien, ya únicamente faltaban un par de niños más.
No sabía la razón exacta o el origen de aquel sentimiento que comenzaba a instalarse en su interior, se supone que las serpientes eran de sangre fría pero en ese momento no parecía lo mismo para ella, porque aquel niño encantadoramente frío le daba calidad a su corazón. ¿Por cuanto tiempo continuaría así ese sentimiento hacia Tom Riddle?
-¿Quien es esa?- pregunto Bleir Selwin con burla señalando a esa pequeña temerosa y barrosa con unos enormes anteojos.
-No lo sé, pero por lo que veo quizás sea una muggle- escupió Walburga Black.
-Ya me dio asco- comentó un rubio que de inmediato apartó su plato de él.
Con total elegancia y cierta coquetería, se hizo su cabello hacia atrás- Vaya Malfoy, que delicado resultaste- se burló.
-Nimueh, cualquiera se asquearia con sólo verla- dijo secamente.
-¿Tú que opinas, Tom?- cuestionó al azabache que se hallaba pensativo ignorando todo lo que sus compañeros pudiesen discutir
Para Riddle, todo lo que saliera de sus bocas sin que él se los pidiera era basura. Siendo Slytherins, el veneno era lo que mejor se les daba. Necesitaba saber quien eran sus ancestros, pero ¿por donde buscar? Lo lógico es que su parte mágica se debía a su padre ya que si su madre hubiese sido bruja no hubiera muerto. Escucho que la castaña lo llamaba y tomó una cucharada de la fuente de patatas
-No es algo que me interese y menos si es de una sangre sucia- comentó restandole total importancia al asunto. A pesar de lo que hubiesen dicho antes todos asintieron y olvidaron a la ravenclaw.
Eran inicios de su cuarto año, ella caminaba junto a Ashton Lestrange por los pasillos buscando alguna distracción después de que Tom los corriese de su lado.
-No lo sé Nimueh, dudo mucho que Tom piense en ti más que en pensar en sus ancestros- susurro el segundo.
Con un aire seguro, la joven miro a su acompañante u sonrió- pero piensa en mi. Soy su mejor opción, todos lo saben. Soy sangre pura, al igual atractiva y nos gustan las mismas cosas así como odiamos otros muchos.
-¿Quien no odiaria a los Sangres sucias?- cuestionó el peli negro con rabia- sólo son animales.
-Lo sé, pero junto con Tom acabaremos con la conquista muggle e nosotros los magos dejaremos de escondernos para ser sus amos. Con Tom, todo eso será un echo.- sonrió.
Era cierto. Tom Riddle, a pesar de su corta edad se había convertido en el Rey de toda la casa de Slytherin, él cumpliría lo que Salazar se proponía. Los magos y brujas no debían esconderse, si no todo lo contrario; eran mucho más poderosos que los no magos y ya era hora de que lo demostrarán. Ashton Lestrange, estaba al tanto de los sentimientos de Nimueh Yaxley hacia su amigo y se alegran por ellos, pero...- ¿No crees que tus padres se opongan porque Riddle no es........
-¿Sangre Pura? - completo la joven. Y al verlo reír, soltó una risotada- sólo unos idiotas se atreverían a negarse a que su hija despose a alguien como él. Es el más inteligente de todo nuestro años, es más de todo Hogwarts. Tiene los mismos intereses que nosotros.- sonrió victoriosa para continuar- además, me eh encargado de hacerle saber a mi papi, todo, t-o-d-o lo bueno de Tom.
Continuaron su camino, mientras la plática de ambos chicos se hacía más amigable hasta que.....
-¿Bleir?- cuestionó él con cierto desconcierto mirando a todos lados. ¿Alguien la habría visto?
-¿Que narggles haces?- interrogó Nimueh jalando a la rubia hacia el rincón donde se aseguraba que nadie mas la pudiese ver.- no puedes llorar así, alguien podría verte ¿y que crees que pensarían de nosotros por tu culpa? Esto no le gustará a Tom.
-No necesito tus regaños Yaxley- chillo de nuevo, se sentía traicionada y perpleja. No podía ser cierto.
Ashton que se había asegurado de que nadie estuviese a punto de llegar o de escucharlos, se acercó a ambas chicas y le extendió un pañuelo a la rubia.
-Dinos ¿Qué paso?- ordenó el mismo.
-Abraxas me engaña- lloro.
Ambos rodaron los ojos, estaban al tanto ¿quién no lo haría? Con un golpe, la castaña calló la futura risa de su amigo.
-Pero tú eres aun así la oficial.- le recordó a su amiga.
-¿Qué hacen aquí escondidos?- pregunto la ronca voz de Abraxas quien llegaba a su lado junto a Riddle, quien con un movimiento de varita repuso el chillón aspecto de la Bleir.
-¿Quieres que piensen en que los slytherins somos débiles?- estaba molesto. Podía verse tanto en su voz como en su mirada.
La chica suspiro y con miedo miro al azabache- lo lamento, pero te aseguró que nadie me vio. Ni siquiera los cuadros- explicó.
Sin importarle la mirada de su novia, volvió a preguntarle que le pasaba; aunque no esperaba que la respuesta fuera otra pregunta:
-¿Dónde estabas?-
Rió, cosa que molestó más a la joven- con Mulciber, molestabamos a la llorona. Ya sabes que él lo encuentra desestrezante.
-¿Seguro?- pregunto de nuevo.
-Muy seguro. ¿Por?
En vez de contestar ella, Nimueh con desicion lo hizo- Selwin cree que la engañas con ella.
La estruendosa carcajada resono por todo el corredor- ¡por las barbas de Merlín, que asco!
Ojalá siempre hubiera pensado de esa manera por siempre, así no hubieran tenido que tomar cartas en el asunto. Porque, quien diría que ¿un Malfoy tendría tan bien guardado aquel secreto inclusive de su familia?
-¡Fuiste tú!¡Fuiste tú!- exclamó de modo furioso, intentando irse sobre el azabache y siendo el único que había logrado poner un dedo encima, con el golpe al estilo Muggle
-¡ABRAXAS!- gritaron Bleir y Nimueh antes de que el mismo Tom correspondiera de igual modo que su compañero.
Todos en la sala los rodeaban hasta que Mulciber junto a los Black y Lestrage lograron con amenazas y sobornos despejarla por completo. La furia que reflejaba Abraxas era debido al dolor que nunca antes había experimentado, ni siquiera con la muerte de su madre. Golpe tras golpe que Tom regresaba, una patada en la espinilla que en automático competía con un puño en el estómago.
-¿Fui yo que?- cuestionó Riddle al inmovilizarlo; la oscuridad, la burla y aquel brillo sin igual iluminaba su fría mirada.- ¿De qué me acusas?- exigió en el mismo tono. Uno frío junto el cual la burla y el sarcasmo.
Con un último intento, escupio- ¡tú la mataste!- grito en un susurro que el viento se llevaría porque en el transcurso nadie se enterara de esa verdad hasta cincuenta años después.- la asesinaste- lloró.
-No- respondió de la manera más normal- yo no la mate- escucho y la furia regreso con más potencia ¿Cómo podía decir que no? Estaba más que seguro que Tom Marvolo Riddle lo había echo? ¿Cómo? aun no estaba del todo seguro, pero si sabía que Slytherin tenía mucho que ver.
Con total frialdad, aseguró- tú la mataste- el rubio platinado negó varias veces- si, tú lo hiciste. Te dije que no jugaras conmigo, tus actos trajeron consecuencias Malfoy- continuó con el mismo tono.- Deberías agradecerme, te quite el peso de la llorona de encima- se aclaró la garganta y se puso una vez más de pie.- Soy generoso Malfoy pero dudo que me quieras de enemigo- finalizó para caminar hacia su habitación dejando ahí, tirado al orgulloso Abraxas Malfoy, llorando por ella por.su muerte.
-LARGO- grito hacia sus supuestos amigos. Bleir que hizo ademán de acercarse fue corrida como los demás. Nunca había comprendido el dolor, porque ello sólo era para las personas débiles o eso creía hasta el momento en que la perdió.
Mira por la ventana mientras bebía un vaso de agua dulce, los recuerdos la inundaban con un pesar u ansias. Lo extrañaba, sólo ina vez la había besado y añoraba que lo volviera a hacer.
《No importa cuanto te escondas, te escondan o te alejen porque voy a encontrarte y cumpliremos con el destino que alguna vez nos arrebataron. Conquistaremos el mundo y yo te ayudaré a estar en el cima》 pensaba Nimueh. Ella lo había amado desde siempre, quizás era esa locura parte de la demencia que compartían. Estaban hecho el uno para el otro, porque así lo habían querido sus ancestros. Sin embargo, cuando creyó que todo sería gozo entre ellos resultó que él no quería nada serio con ella, su único interés era hacer crecer su magia y dominar todo sobre las Artes oscuras; eso no importaba porque Nimueh lo esperaría el tiempo que fuera necesario. Ni siquiera sus padres con la obsesión de casarla con Franz Fawley lograron hacerla cambiar de opinión.
-¿Que piensas?- pregunto alguien interrumpiendo su pensamiento.
-Hola Rabastan- sonrió sin quitar si vista de donde estaba.- nada interesante.- afirmó.
-¿De verdad?- era más que obvio que no le creía ni un poco, pero eso era lo menos que le interesaba.
-Ajá. ¿Necesitabas algo?
-Hablar, por supuesto.
-Pues hazlo. Pero déjame antes, hacerte una pregunta a ti- al ver el asentimiento del hombre, se aclaró la voz- ¿Cuanto confías en Bellatrix?
Aquello era una total sorpresa para Rabastan Lestrage- mucha. Pero veo que tú no.
-¿Si Bellatrix encontrará a nuestro señor, crees que nos lo ocultaria?- ignoró su afirmación.
Nego- ella no es capaz de traicionar a nuestro amo. Deberías dejar los celos aun lado, para ser mayor que yo no logras controlar ese lado tuyo.
-No estoy celosa- intervino molesta Nimueh- no tengo porque, soy mucho más bella que ella y más pura.
Él rió con verdadera gracia, siempre sería un placer apoyar a su cuñada-sobrina- pero Bella es la madre de su hija. De Delphine, por cierto se parece a ambos- afirmó dándole otro periódico.
¡Matrimonio a la vuelta del caldero!
No hace mucho el compromiso del indomable dragón Weasley con la Delphine Riddle........
-Vaya. Con que mi pequeña hijastra se va a casar con uno de los traidores de sangre- sonrió Nimueh.
Rabastan se situó a un lado de la mujer y soltó- lo sé. No me quiero imaginar la cara que Bella pondrá cuando lo vea, los pelos se le caerán.
Nimueh rió- eso espero Rabastan, eso espero.
-Claro que si. Bellatrix es una purista de primera solo anda con ese Weasley por conveniencia.
-¿Crees?- Rabastan le dio una mirada dura- digo, él es sangre pura por lo menos.
-Lo es. Pero dudo que Bella......
-¿Qué tiene que ver mi hermosa mujers en su conversación?- llegó Rodolphus.
-Hablamos sobre su relación con Weasley- sonrió Nimueh.
Tan sólo rodó los ojos- Pobre de Bella. Estoy seguro que ya lo terminará o que estará huyendo de él. Nunca le fueron los traidores de sangre, ya ven lo de Sirius- se burló.
El amor que Rodolphus le tenía era auténtico. Incluso cuando creía que jamás la volvería a ver, ese sentimiento aun seguía ahí: en el instante en que Tonks lo tiró de su escoba, creyó que seria todo para él pero no, Bella llegó u lo ayudó. O el día en que la vio morir a pesar de todo su lealtad hacia su amo si ella ya no estaba no le importaba nada, su vida se sentía apagada a la espera de que llegarán y lo apresaran por siempre; Delphini estaba a salvo pero la suerte le.sonrió cuando de la nada Nimueh llegó e intervino por el.
Pensar que Bellatrix sería la misma no fue tan descabellado porque lo era, sin embargo, con lo que no contó fue que ella les daría una oportunidad a lo que como Black no pudo hacer.
-Por lo que me dicen, él esta muy emocionado con ella. Así que, Bella probablemente tendrá ganas de matarnos por huir de el tal Fred II.
En los pasillos de Hogwarts una pareja muy peculiar se besaba de manera lenta. Mientras el acariaba con la mano derecha su cabello y la izquierda la mantenía estrictamente en sí pequeña cintura; ella tan sólo mantenía sus manos en el pecho del chico.
-No sabes cuanto te quiero Bella- le susurró abrazandola con necesidad.- Creo que antes de ti estaba perdido- le susurró.
Bellatrix no pudo evitar tensarse un poco poco, comenzaba a sentir un pequeño cosquilleo y no estaba segura el porque- ¿Cuál es tu razón para insistir con lo mismo?- cuestiono la pelinegra con una ceja alzada.
-Por muchas razones Lestrange.- sonrió- creí que quedo claro en el lago- se encogió de los hombros.
-Quizas no me acuerdo- bromeó.
Con una sonrisa pícara Fred la tomo de las mejillas y abrió la boca fingiendo asombro- ¡Wow! ¿Bellatrix Lestrage haciendo una broma?
-suelta Weasley- se quejo, pero en verdad era que aquello le llegó a recordar a su molesto primo y le causaba ciergo cariño.
-Te vez muy linda. Creo que hemos aprendido algo del otro- se rió.- Bella, eres elegante, culta con una hermosa sonrisa, tu cabello es precioso y tu voz chillona me facina
Lo golpeó- no tengo voz chillona- gruño, Fred II sólo reía.
-La tienes pequeña- afirmó.- tu carácter es muy fuerte y tu orgullo mas. Creo que fue eso lo que llamo mi atención de ti, el misterio detrás de ti, eres sincera y no te importa si eso te causa problemas con los demás porque haces saber lo que piensas.
-Y tu eres muy paciente.- dijo sincera- y molesto.
-Tu cambiaste mi prespectiva de ver las cosas, no solo la mía. Gracias a ti y tus desplantes me di cuenta de cosas. Gracias Bella.
-¿Por?
-Por llegar a la vida de este bromista.- acarició su mejilla y le dio un besó de pico.
-Hola Fred- saludo Agnes con coquetería.
-Hola Agnes- saludo Fred II abrazando por la cintura a Bella.
Ambas chicas se Miraban con cierto recelo, una por el enojo de ver al chico que amaba con la serpiente más "sorberbia" de todas y la otro con la diversión que le ocasionba ver molesta a la estúpida águila.
-¿No vas tarde al entrenamiento? James te matará- cierto! En unos cuantos días seria el partido, en cambio no se arrepentia de haber pasado tiempo con su novia.- si gustas puedo acompañarte y le explicamos que me ayudabas con algunas cosas.
-No hace falta Lee- interrumpió Bella- yo puedo acompañarlo, además dudo mucho que les haga gracia que alguien de la casa contraria los vea entrenar
Posó sus ojos con molestia, sobre la peli negra quien le sonreía con superioridad y burla disfrazada- No te hablé a ti, Lestrange.- escupió- víbora entrometida.
-No, pero yo soy su novia y él ya va tarde a su entrenamiento, si nos quedamos a platicar contigo o a discutir lo meteras en más problemas con el Potter molesto.- explicó con calma, tomando de su impresionado "novio" para comenzar a caminar hacia el campo
Le hubiese gustado voltear para ver el seguro Pancho que la chica hacia, pero eso sólo seria delatarse y ella era lista como para permitir eso.
-Te gusta hacer enojar a Agnes- negó Fred con una pequeña sonrisa de lado.
-Es divertido- afirmo sin ningun remordimiento. Lo malo de eso era que si debia acompañarlo. 《Todo para molestar a Lee》
Una vez llegaron al campo, la joven se impresionó al ver a la mayoría de los integrantes practicar a excepción de:- ¿Y Granger?- se pregunto mientras la buscaba con la mirada, la impresión y una pequeña molestia junto las ganas de mofarse vino a ella cuando vio que al otro lado, en las gradas Matthew Fawley se encontraba junto a Melani Zabini 《Pobre payaso》
-¿No deberías estar practicando en lugar de espiar?- salto del susto sintiendo una pálida mano cubrir sus labios para no soltar un grito. Por una parte se encontraba agradecida u por otra con ganas de golpear al rubio. Alejandose de ver a Tom junto a Rachel, Chapman y sus primas para salír de la biblioteca la pecosa le dio un codazo en el estómago.
-Vaya Rose, olvidaba lo fuerte que eras- se quejo el rubio.
-Te lo tenías merecido Malfoy- rodó los ojos.
Scorpius subió las manos a modo de paz- lo sé y lo siento de verdad
-No estoy hablando de eso- exclamó Rose apresurada.- Además a ti que....
-Iban a descubrirte- Dijo mientras la tomaba del brazo y se dirigía a otro lugar que no fuera ahi.
-Sueltame- se quejaba la pelirroja aunque parecía que el Platinado era sordo ya que no obedecía.
-Vamos Granger, dime porque no vas a practicar si hoy les toca.
Subían escaleras- No creo que te importe- un suspiro salió de los pálidos labios del chico. Sabía que era normal que ella le hablará así pero aun así le dolía.
-Aun no confías en ellos ¿me equivoco?- no necesito escuchar una afirmación de su parte, con sólo ver sus azules ojos lo supo.
Quizás no le interesaría saber eso pero aun así se lo diría- ese dia yo estuve muy preocupado por ti demasiado preocupado- susurro preparándose para los futuros insultos de la pecosa.
-Mentiroso- escuchó- estoy segura que tú estuviste involucrado en ello.
-No.- murmuró, pero seguramente no le creería y a decir verdad no la culpaba.
-Da lo mismo Malfoy, sin cosas que ya pasaron- le resto importancia.
-Debes practicar- informó el rubio.
Con un bufido la pelirroja asintio no sin antes, agregar- pero no con ellos.
-Entonces que bueno que nuestra plática nos trajo hasta aqui- sonrió el rubio.
Rose miro a su alrededor y cayó a lo que se refería- El séptimo piso, ¿Acaso no estaba- tartamudeo al ver una puerta aparecer.
-Nuestro secresto- dijo con diversión mientras le guiñaba un ojo. Y negó con una sonrisa que desapareció al detenerse
-Tampoco confío en ti-
El rubio hizo un movimiento para hacerle saber que la entendía- entonces yo entraré primero.- dijo y abrió la puerta demostrandole que no había ningún truco. Por lo que insegura lo siguió, sorprendida de la manera en que el lugar se veía.
-Un campo de quidditch- dijo maravillada.
-Creo que aquí podrás practicar- sonrió Scorpius al ver la cara de Rose mientras se quitaba la túnica arremangaba sus mangas y le pasaba una escoba que se hallaba en el lugar- toma- la joven lo miro y agarró la escoba para quitarse la túnica.
-Odio la falda.- comentó.
-Podría darte mis pantalones- sugirió el slytherin.
Con incredulidad, la pelirroja cuestionó- entonces ¿Tú usarias mi falda? Porque no pienso verte en calzoncillos.
-Vamos Rose, no sería la primera vez. ¿O no recuerdas el lago?- pregunto con diversión, soltando una gran carcajada al verla sonrojarse. Estaba feliz de que en verdad lo recordará.
-¡Estas loca Weasley!- susurraba Scorpius quien seguía a la pelirroja. Ambos observaban a todos lados y se escabullian de los prefectos- Nos meteremos en problemas por tu culpa y yo te matare- amenazó pero la sonrisa de la niña le hacía saber que no le interesaba.
-No seas cobarde Scorp y si vuelves a llamarme así dile adiós a tu lindo pelo teñido.
-Que no es teñido- se quejó una vez más. Rose lo sabía, pero de igual manera estaba al tanto de que le gustaba hacer enojar a su amigo.
No le costó mucho convencer a su amigo de hacer esa locura con ella, así como tampoco les costó escabullirse y salir del castillo. Tanto la leona como la serpiente corrian y se deslizaban rumbo al lago negro en donde no esperaron muchp para quitarse las túnica y pijamas. Quedando él en únicamente boxer y saltando al agua.
-¿Qué pasa? ¿Acaso la Leona tiene miedo? Fue tu idea Weasley.
-Que no me llames así- se quejó de nuevo.- y no es eso. Sino que....- él la miro con confusión, mientras algo en su interior nacía una vez que vio el sonrojo en sus mejillas a la luz de la Luna.- volteate- demando, con una risa lo hizo.
La chica comenzó a quitarse la túnica, junto la pijama, mostrando así su bañador de una pieza y entrar al frío lago.
-¿Ya puedo voltear?- lo escucho pregunto por lo que afirmó.
-Vaya, piensas en todo.
-Por supuesto- dijo la niña con superioridad- soy Rose Grager Weasley.
-Muy bien Rose, podrás ser muy inteligente y con muy buenas notas pero no creo que seas mejor que yo en ¡guerra de agua!- grito arrojando un poco de agua al cuerpo de su amiga.
-Oh, no lo hiciste Malfoy- rió para hacer lo mismo que su amigo. Creando así una guerra nocturna de agua, las risas aunque quisieran callarlas era imposible porque la diversión era su detonante a todo lo que daba.
Ambos nadaban muy cerca de la orilla, tampoco estaban tan locos para adentrarse a aguas profundas de noche donde quizás fuese más peligroso, pero meterse al lago estaba prohibido ¿Qué otra alternativa les dejaron?
-Eres el primer chico que veo en boxers- se sonrojo la niña.
-Y tú la primera niña que veo en bañador- se rió.- gracias por ser tan molesta u obligarme a ser tu amigo- rió Scorpiu, ganándose otro chorro de agua junto a una sonrisa de su parte.
-Casi nos descubre Flich- sonrió un poco. En ese entonces estaban a finales de su primer año y ella lo obligaba a seguirlo siempre en sus ocurrencias.
-Corrimos en boxer y bañador- rió Scorpius- apenas y pudimos tomar nuestras cosas, más no ponernoslas.
La pecosa se encogió de hombros su sonrojo no era capaz de desaparecer. Sino todo lo contrario.
-Gracias- murmuró muy bajo, pero fue suficiente para que él la escuchará.
Se confundía-¿Porque?-
-Me salvaste de Booth-
-Oh eso no importa.
-Te castigaron- se apresuró.
-Bueno, hace tiempo hice algo horrible y jamás fui castigado por ello, supongo que es el karma- comentó el chico.- ahora a jugar. Pero debes admitir que me vería sexi usando falda.- se rieron.
-Uff, tendrías chicos de montones muchahon- continuó Rose.
-Lo sé, lo sé. Soy irresistible- en ese momento una gran canasta de tomates apareció a un lafo de la ojo azul quien lo miró con malicia.- No Rosie.
Ignoro el.echo de que la llamará así y mordió su labio mientras comenzaba a reír divertida.
-Veamos mi puntería- y arrojó el tomate dándole a un lado del chico.
-Que pésima es, por eso deberías practicar- se burlo- ¡Oye!- grito al sentir un tomataso dando en su rostro, exactamente en el puente de la nariz.
-¿Qué tal ahora?- era su turno de reírse.
Se quito el residuo que aun tenía en la cara y recibió otro justo en la frente, ensuciando su rubio y platinado cabello-Eso no es justo, yo no tengo como defenderme.
No importó que dijera porque los tomatasos aun seguían mientras las risas se unían a ello, ambos volaban por la sala como si jugaran al gato y al ratón. Rose tirándose jitomates mientras el intentaba pararlo con el bate que había hallado. Era un alivio que sólo estuvieran ellos dos porque finalmente había encontrado una manera de por lo menos tirarla o embarrar un tomate en el cabello de la joven al batirlo él mismo en el pelirrojo cabello de la pecosa oji azul.
-Ahora a practicar- su estómago dolía de tanto reír. Su cabello estaba casi tan rojo como el de Rose y su uniforme ni se dijera. Pero eso no importaba si así podía pasar tiempo con ella y volver a ganar su confianza junto a su cariño.
-Si- respondió. En ese instante una extraña clase de jugadores de madera parecieron en el aire- esto será divertido- dijo cómplice
-Bastante Granger- coincidió el joven quien había tomado la pocision de guardián u poco después había sido reemplazado por uno de esos jugadores.
-Hubiera ganado si no te hubieras pasado a buscador- bufo Rose.
-Soy bueno, gracias a una niña loca que siempre saltaba sobre mi.
-Lástima que te quedas corto para ser un amigo.- sintió un ligero arrepentimiento cuando lo vio bajar la mirada, por lo que se apresuro- pero eres buen novio, supongo.
-Gracias. Debería ir a verla. Ayer debió enojarse mucho.
-¿Porqué?- pregunto curiosa. 《Diablos Rose, no seas chismosa》se reprendió así misma por su pregunta.
-La deje con la palabra en la boca pero en mi defensa, tenía algo más importante que hacer.- dijo seguro de esto último.
-Deberías disculparte, creo- sonrió un poco.
-No, porque en verdad era más importante lo otro.- la miro a los ojos perdiéndose en ellos, siempre había sido así, cuando iniciaron su relación discutían porque culpaba a Rose de todo, cuando paso lo del beso la confusión u dolor de ser su juego lo inundó sin embargo, el perdón y una disculpa hubieran sido poco de lo que el planeaba decir hasta que vio que efectivamente ella "planeaba" las bromas y cuando él la sintió en peligro dejo a un lado su amor por la Leona menor que corrió por la rosa a su defensa.
-¿Ves? esto es más divertido que espiar a Riddle y a las chicas.- continuó con verdadera diversión. Iba a salir de la sala pero se detuvo unos pasos antes, se giro hacia ella y regreso.
-No me fío de que Booth, no te vigile- fruncio el ceño.
Rose soltó un resoplido y comentó- no voy a huir de él Malfoy.
《Regresamos a los apellidos》
-Bueno, no esta de más otro soldado.
-Esto no es una guerra- corrigió.
Scorpius se puso serio- No, pero sí él vuelve a intentar algo lo será.
Miro confundida al chico. Le era un poco incómodo todo estar con él, aunque también admitía que le había echo bien lo de hace un momento.
-Creo que iré al Comedor a comer.- Scorpius asintió u ambos salieron.
Fue una gran sorpresa cuando los vieron a ambos entrar juntos.
-Con cuidado Rose- dijo Scorpius acompañandola hasta la mesa de Slytherin a lado de sus amigos. Algo en él sintió una tranquilidad inmensa cuando vio de nuevo a Tom muy lejos de ella. Siempre hubo algo en el azabache que no le daba buena espina, sino lo contrario, aunque debía admitir que estaba agradecido de que cuidará tan bien a la pelirroja. Y sin dudarlo haría lo que le dijo, cuidaria de Rose como siempre lo debió hacer.
Camino hacia la mesa de los gryffindors en donde tomo asiento en medio de Albus y su novia Lily, quien esperaba qur la besara como cuando su prima no estaba pero lo único que recibió fue un: -Hola Lils.
-¿Qué hacías con la apeste?- cuestiono Dominique apurada.
Scorpius la ignoro por la manera en que la nombraba.
-No la llames asi- intervino molesto Hugo.
-¿Que les pasa? Por favor, debemos estar unidos. No me dejen- lloro la pequeña. Estaba furiosa, si que lo estaba. Sin embargo ella misma se encargaría de que todo volviera a ser como antes. Finalmente Riddle ya no estaba de su lado.
Su novio la abrazo, auque no con la misma intensidad que antes lo hacía. 《No sabes en la que te has metido primita》Si una vez logró derrocarla, lo haría de nuevo.
Se dice que "solo un verdadero cobarde deja ir a quien ama" pero no se dicen nunca las razones que te llevan a hacer aquello y lo valiente que he vuelves por ir en contra de lo que sientes. Si los actos traen consecuencias, es preferible que sean tuyas y no de otros.
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