Capítulo 4
-Rosie. Aún no entiendo porque nadie puede saber que estas aquí. ¿Qué fue lo que pasó?- pregunto el rubio recibiendo un codazo por parte de su hermana.
-Tú si que eres molesto Longbottom- hablo Riddle desesperado, no entendia que parte de "no estaba lista", no comprendía-
-Nadie te hablo a ti Riddle.- rodo los ojos al notar que ni siquiera lo miraba, al igual que la pelirroja se concentraba en su lectura.
-Él tiene razón Frank. Si Rosie no nos cuenta es porque no esta lista. Deja de presionarla.
-Lo lamento Rosie- el rubio se sentía ligeramente avergonzado, sus mejillas se tornaba carmesí.
-Descuida Frank- Rose Granger, había dejado de encerrarse en sí misma ya hablaba más con sus demás compañeros; sin embargo, aún no estaba segura para hablar sobre lo sucedido con su familia, temía que la juzgarán y la rechazaran -
-No pienses en esas cosas- Riddle seguía leyendo su libro, en ocasiones le sorprendía como él era capaz de leerla.
-Yo no entiendo Alice- su hermana lo observó- desde cuando Riddle se junta con nosotros, no se su......
-Yo no me junto con ustedes- interrumpió- ustedes se juntan conmigo. No digas cosas que no son. Pero conociendote es normal en ti.-
Frank se puso rojo del enojo, para él Riddle siempre había sido alguien arrogante y egocéntrico. Si, era el chico más popular del colegio, pero eso no le daba el derecho de tratar a los demás como inferiores, iba a protestar, si que lo haría.
-Tom- intervino la pelirroja cansada de la actitud de ambos, no había día en que no discutieran.
-Ya lo lamento- contestó sin importancia y regresar a su lectura.
-Riddle- se coloco frente a ellos un grupo de chicos, que al ser notados por Tom inclinaron la cabeza, como reverencia.
-¿Qué haces con ellos?- pregunto uno de los chicos, a lo que Tom enarco una ceja.
-No tengo porque darles explicaciones, así que váyanse.- ordenó para continuar con su lectura.
-Pero señor......- trato de quejarse una de las chicas.
Tom cerró el libro rodando los ojos y los miro- ¿acaso son sordos?- pregunto fríamente. Todos negaron y se disolvieron cada uno a caminos diferentes.
- Eso sí dio miedo- Frank seguía observando donde hace tan sólo unos segundos se encontraba aquel grupo.
-Calmate Longbottom, de igual forma, si fuera un mago tenebroso tendrían a Harry Popote para defenderlos- la pelirroja que se encontraba absorta en su lectura dejo su libro y soltó una gran carcajada.
-Riddle, no es Popote es Potter.- corrigió sin parar de reír.
-Lo que sea- contestó sin darle la mínima importancia.
-¿Y bueno que tal un partido de Quidditch?- hablo su amiga tratando de animar la situación, lo cual no logró y tenso más.
-Yo....yo.... no puedo.- Rose estaba nerviosa, hace mucho que dejó de jugar o más bien fue obligada a dejarlo.
-Pero si tu eres la cazadora de griffyndor- en algunas ocasiones Frank Longbottom era torpe para adivinar en que momento debía hablar y en cuál no.
Rose no lo culpaba, ella no les había contado su situación. Pero tan sólo recordar la razón por la cual había abandonado algo que amaba, la hizo enojar consigo misma ¿Porque era tan débil? Se preguntaba constantemente.
-Yo paso. No me gusta el Quidditch - la voz del azabache fue quién la sacó de aquel absurdo pensamiento.
-Será que no eres bueno en algo- el tono del rubio era divertido lo cual ocasionó que Tom lo mirará con ligera molestia por su tonta insinuación- tal vez seas pésimo volando y por eso.....
-Soy mejor que tú, eso es seguro- sonrió altanero, ambos se miraban con furia no permitirían que el otro lo avergonzara.
-Muestrame- reto Frank con la misma sonrisa. Ambas chicas se miraban entre si, preocupadas por lo ocurrido.
Los 4 se dirigieron al campo, cada uno tomó una escoba y la montó.
Frank mostraba un gran equilibrio en la escoba, rapidez, un poco de brusquedad y control. Sin duda manejaba a la perfección el vuelo.
En cambio Tom Riddle no sólo mostraba un gran equilibrio, su velocidad era mayor que la de su contrincante, su técnica era controlada y elegante. Símplemente impecable y sin duda sobre pasaba la perfección. Las chicas junto con otros espectadores que se habían formado observaban la escena con gritos, apoyando a su favorito.
Al bajar Frank estrecho su mano a la de él. -Vaya incluso eres bueno montando la escoba.
-Yo soy bueno en todo Longbottom- sonrió, pero esta vez no era su típica sonrisa altanera, lo cual sorprendió a la mayoría. En ella reflejaba lo divertido que había sido. Miro a la pelirroja que sonreía y negaba.
-Eres un gran volador- Rose miro a Tom quien caminaba a su lado.
-Por supuesto que lo soy - volvió a su tono arrogante de siempre. Cosa que hizo que la pelirroja rodará los ojos y negara, él no cambiaría.
-Algún día tendrás que afrontar tus miedos.
-Lo sé - contesto rendida, si comenzarán una pelea sobre el asunto ella perdería.
-Por lo menos ya no te encierras en ti misma. Eso es bueno.
-Es lo que intento. Gracias Tom- lo miro con ternura y se colocó de puntillas besando la mejilla de su compañero, quien paró al momento su caminata.
-¿Pasa algo?- pregunto ella al darse cuanta de la distancia en la que se encontraban.
El moreno camino a su lado y posó su mano en la maraña de la pelirroja- si, pasa que estas chaparra Granger- rió despeinandola.
-Oye!- se quejo- ¿sabes cuanto me cuesta controlarlo? Además yo no estoy chaparra. Lo que pasa es que tu eres muy alto.- susurro para no ser escuchada, lo cual falló
-¿Lo tenias controlado?- se burló- no quiero ni imaginarme como es en realidad.- despeino un poco más.
-¡Ya basta Riddle!- ese chico si que lograba sacarla de sus casillas.
-Debo irme. Ya terminaron las clases y debo asegurarme que todos se vayan a sus casas. Nos vemos al rato Posie Granger- dijo alejándose.
-Es tonto. Acaso no entiende que no me gusta que me digan así.- murmuró refunfuñada- Espera! ¿Dijo nos vemos al rato?- se pregunto exaltada eso no era posible.- Quizás si que esta loco- se dijo mientras salía rumbo a su casa.
-Riddle- Tom no pudo evitar poner los ojos en blanco al notar al mismo grupo de hace un rato delante de él.
-¿Qué quieren? Las clases han concluido.- dijo exasperante. Odiaba esta clase de cosas. Que le siguieran y tratará de entrometerse esperando algo para ellos.
-¿Qué hacías con la nueva? ¿Porque tanto interés en ella?- pregunto el mismo de hace rato.
Tom observó a ambos lados del pasillo, cuidando que no hubiera nadie más que él y sus acompañantes, al verificarlo tomo al chico y lo estrelló contra la pared.
-¿Quien eres tú para pedirme explicaciones?- a su mirada fria y penetrante se le agregó una mezcla de frustración y enojo- debo recordarles quien soy. Yo ordeno y usteds cumplen. ¿O lo han olvidado?- Todos negaron y soltó al chico, quien cayó al piso.
-Lo lamento mi señor.- se disculpó tratando de recuperar el aire.
-No me digan así, recuerden que no soy mi abuelo. Ahora váyanse y esto no paso ¿entendido?- todos asistieron y sin más salieron del colegio.
-Tú no cambias amigo mío- río una voz entre las sombras-
-Sal de ahí Fawley, mejor ayúdame para irme lo más pronto posible- de entre la sombras salió un chico alto como el azabache, su piel era clara aunque no tanto como la de su compañero, sus ojos ámbar y su cabello castaño con reflejos rubios.
-¿Porqué tanta prisa Riddle?- pregunto revisando las aulas y caminando detras de él.
- Delphini quiere que vayamos a cenar con Charlie Weasley- dijo como si fuera lo más obvio.
-Hablando de Charlie Weasley ¿Qué te traes con su sobrina?- Tom ni siquiera se inmutó en voltear a verlo, su vista estaba en frente ejerciendo su trabajo de prefecto.
- Eso no es asunto tuyo, mi amigo.- termino dejando al chico con la palabra en la boca, quien minutos después sonrió.
-Si que deseas aprovechar esta otra oportunidad.
-ROSIEE ¿puedes bajar?- grito su tío quien se hallaba en la sala.
-¿Qué pasa tío?- pregunto la pelirroja bajando las escaleras.
-Hoy tendremos visitas- contestó él con una sonrisa. Rose no pudo evitar notar el semblante serio de Teddy, lo cual preocupo a la pelirroja.
-¿Qué clase de visitas?- estaba temerosa, sentía que quizás su nervios se desplomaria. Pero eso cambio al ver como su tío arrojaba una almohada al metaformago, lo cual provocó que se riera.
-No asustes a Rose. Cuantas veces debo decirte que ellos no tienen la culpa, ellos no lo hicieron.
-Pero su padre si.- contrataco.
-Estas enojado, pero ellos ya han pagado suficiente por algo que no cometieron.
Teddy resoplo aun no muy convencido, fue en ese instante en que unos cuantos golpes resonaron contra la puerta.
-Compórtense - advirtió Charlie, más que nada al molesto Teddy que se hayaba cruzado de brazos como niño pequeño.
-Adelante. Pasen- invito su tío. Una bella mujer camino al interior de la casa, su cabello rubio platinado con las puntas azules se veía hermoso, su tonalidad de piel era blanca y sus labios pintados en un rojo carmín, sin duda una mujer hermosa. La siguiente figura que se adentró dejo con la boca abierta a la pelirroja.
-¿Riddle?- pregunto sin poderlo creer ¿Acaso su tío sabía de su existencia? Por su parte el azabache miro a la chica con la sonrisa que tanto lo caracterizaba.
-Veo que se conocen - Charlie los miro esperanzado.
-Somos compañeros- contestó Tom por los dos.-Posie ella es Delphini Riddle- señaló a la bella mujer- mi madre- susurro para así mismo.
-Mucho gusto- se acercó y estrecho su mano-
La cena paso tranquila, a excepción por las miradas furtivas de una personita que no dejaba de ver a los Riddle de manera despechada.
-Se te saldrán los ojos si nos sigues viendo de esa forma.- le dijo tranquilo a Teddy. Cosa que sorprendió a los demás.
-Tom, cariño déjalo. Sus motivos tendrá- trato de calmarlo su "madre".
-¿Así? Porque no me dices cuáles son esos motivos.
-Su gente asesinó a mis padres y a muchas personas- hablo el peli azul entre dientes.
Tom no se inmutó en cambiar su semblante, tomó un sorbo de su copa y luego lo miro directo a los ojos- ¿De verdad? Yo no recuerdo haber estado cuando eso paso, ni siquiera había nacido. A Delphini la ocultaron por casi toda su vida, salió hasta que acabó la guerra y tampoco la paso muy bien que digamos.-
-¿Y quién me dice que no son como él?- los demás miraban la escena. Delphini trató de detener esa absurda conversión, siendo Charlie quien se lo impidió.
-Te pondré un ejemplo fácil y sencillo. Tengo entendido que tu abuela perteneció a la familia Black ¿cierto?- el peli azul asintió- los Black eran una familia muy estricta sobre el linaje de sangre. Ahora dime, tu abuela a pesar de haber crecido conforme sus costumbres ¿fue igual que ellos?- el mago nego- ¿Sirius Black siguió de igual manera a su familia?
-No. Ellos eran diferentes.
-Exacto. Mi nombre es Tom Marvolo Riddle Gaunt. Ella es Delphini Riddle. Ninguno de los dos es Voldemort, ¿somos descendientes de él? Si, pero ¿eso nos hace ser igual?
Volvió a beber un sorbo de su copa con tranquilidad- Estoy cansado de que todo el mundo nos vea como los malos. Tomalo como una renuncia a ser villano anticipado.- Terminó.
El metaformago no tenía palabras. Lo que el chico decía era cierto, no eran culpables de nada, era injusto que los juzgara por algo que no habían cometido, ellos no eran él.
Todo el comedor quedo en absoluto silencio, Delphini daba miradas de disculpas por la actitud del joven.
-Creo que debemos ir.....
-No. Yo lo lamento. Tiene razón. Les ofrezco una disculpa.
-No te preocupes. Somos familia- sonrió la rubia azul.
-Cierto, eres hija de Bellatrix- al escuchar ese nombre la pelirroja abrió los ojos como platos y miro seguido a Tom quien se encogió de hombros.- muy bien entonces Tom es mi ¿primo?.
-Político - aclaró el.
Y sin más la velada continuó entre bromas y risas por parte de todos los presentes.
-¿Estas enojada?- pregunto situándose a lado de la pelirroja quien se hayaba sentada en el patio observando las estrellas.
-Por eso no querías decirme quien era tu abuela- afirmó.
-¿Qué esperabas? Que te dijera mi abuela fue la que torturó a tu madre en aquella guerra que mi abuelo provocó? De por sí, tú no confiabas en nadie, si te lo hubiera dicho quizás no estaría aquí a lado tuyo.
La pelirroja suspiro- tú no fuiste el responsable, no debes culparte por ello.
-Exacto- lo miro de reojo notando que de igual manera observaba el cielo nocturno, el viento golpeaba su cabello y la luz de la Luna iluminaba su fino y pálido rostro.- No eres culpable de nada. Quítate esa culpa que no te corresponde.
Fue en ese momento en que toda su atención fue dirigida a él- no me veas así Granger, te culpas porque los demás lo hicieron, al no escucharte lo decidieron, haciendo "justicia" por su cuenta. Lo sorprendente es que no veo odio en tus ojos.
-Son mi familia, no podría odiarlos aunque quisiera.- contestó ella encogiendose de hombros. Rose no odiaba a nadie sólo había aceptado su realidad, donde no podría ser feliz porque lastimaba a su familia. Lo mejor era olvidarla y aceptar esta otra oportunidad que le era brindada.
-Eres mejor de lo que crees ¿cuándo te darás cuenta?- sonrió sin que fuera notado; no quitaba su vista del cielo oscuro y estrellado, aunque sintiera la mirada de la pelirroja.
-Creo que Riddle le hará bien a nuestra pequeña- hablo orgulloso el pelirrojo quien miraba junto a los demás a los dos adolescentes sentados en el patio, uno rozando la mano del otro, sin percatarse.
No juzgues a los demás.
Nunca terminamos de conocer a las personas y cuando crees conocerlas, llega algo que te sorprende una vez más.
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