Capítulo 39
Los pasillos se encontraban desiertos, eso estaba bien. A esa hora los únicos que podían estar en ellos era los prefectos. Continuo con su vigilancia, la noche era abrumadora y el silencio caótico.
-Parece estar todo en orden- se dijo el rubio a punto de dar la vuelta para regresar a su sala común. O ese era el plan hasta que escucho no muy a lo lejos el sonido de un sollozo.
Fruncio el ceño, ¿Acaso era Myrtle La Llorona? No, ella en estos meses sólo se encontraba en los baños del segundo piso. Saltando lo que su subconsciente le decía se dirigió rumbo a donde provenían. Por una parte sentía una gran pena ya que en realidad de escuchaban llenos de tristeza pero por otra parte no podía dejarlo pasar, él también había roto alguna regla pero......
-¿Rose?- pregunto extrañado al ver ala pelirroja Granger sentada en el piso mientras abrazaba sus piernas y lloraba, a tal grado que su rostro parecía estar echo por lágrimas; atontado sacudió la cabeza un par de veces antes de quitarse la túnica, el frío era desorbitante y ella no usaba la suya, por lo que se la puso y poco después la envolvió entre sus brazos, quizás le propinaria un puñetazo pero eso no le importaba, tan sólo quería verla bien, tan sonriente y sin ninguna lágrima en sus pecosas mejillas.
Por su parte, Rose cuando sintió que alguien la cubría no le tomo ni la más mínima importancia tan sólo quería seguir llorando, sin que nadie más pudiera molestarla le valía que si se burlaban de ella, tan sólo quería llorar. Sintió como alguien la abrazaba y confundida miro hacía arriba encontrándose con los grises ojos de cierto rubio quien con sólo mirar el dolor que inyectaban aquellos ojos azules que tanto le encantaban su corazón rompió. Fueron los segundos más difíciles para ambos, no sabían con exactitud que era lo hacían o lo siguiente por pasar. Sin aviso alguno y para sorpresa del Slytherin, la joven tan sólo se aferró a él dejándose derrumbar mientras se permitía dejar salir todo lo que en esos momentos sentía. Quizás estuviera confundido por lo que ocurría en esos instantes pero sí estaba seguro de algo, que sin importar los futuros insultos, reclamos y probablemente golpes él no la volvería a dejar por nada del mundo.
Escucho como Scorpius decía palabras tranquilizantes de la misma manera en la que acariciaba si enmarañado cabello y trataba de averiguar la razón por la cual estaba así, por mucho que sus intenciones fueran buenas el recordarlo sólo hacia que el llanto regresará con más fuerza por lo tanto; Scorpius sólo se dedicaba a abrazarla e intentar calmarla. Rose tan sólo lo abrazaba y ocultaba su rostro en el pecho del rubio, sabía que ya había mojado la camisa del rubio tanto de mocos como por llorar y se sorprendía el hecho de que no le reclamará o se alejara de ella asqueado por su camisa. Quería y debía dejar dd llorar pero no podía, le dolía. Rose siempre supo que no todas las personas eran enternas ni todas las amistades sinceras y la pelirroja mejor que nadie lo sabía porque ya había pasado por ello, sin embargo, creía ciegamente que la suya si lo era. Qué Tom Riddle en verdad era su amigo pero al parecer eso únicamente ella lo pensaba. No debía llorar, Rose era una valiente leona que afrontaba todo a su paso y no cambiaría, si algo le agradecía infinitamente a Tom era haberla ayudado a quererse a sí misma. A comprender cuanto valía.
-Estoy bien- avisó separándose para poder secarse las lágrimas secas y húmedas que desprendía sus ojos hasta sus mejillas.
-¿Estas segura?- pregunto por lo que recibió un asentimiento como respuesta. Sin saber, sí hacia o no lo correcto tomo todo el aire que pudo y solto- ¿Porqué lloraban?
La pelirroja negó- por nada importante.
-Rose, todos deben estar en sus habitaciones- susurro.
-Lo siento, es que me perdi- si estúpidamente era cierto. Entre lágrimas y sollozos se distrajo sin saber el rumbo que tomaba- es que el viaje a Hogsmaede.
Fruncio el ceño cuado escucho la estruendoso carcajada del Rubio.
-Lo siento, en verdad lo siento- se disculpaba sin éxito alguno para recomponerse- mil disculpas Rose, es sólo que Albus me dijo que fuiste con a casa de los Potter
Sonrió con ternura, al ver el color carmesí en las precisas mejillas de la pelirroja. La habían descubierto.
-Descuida, en realidad no puedo imponerte un castigo por una mentirilla piadosa ¿cierto?- la pelirroja negó con una pequeña sonrisa. Cosa que hizo que el corazón del rubio quisiera salir de su pecho.
-¡Malfoy!- escucharon un grito de enojo y pasos detrás acercándose- ¿Qué carajos le has echo a Rose?- interrogó amenazante mientras sacaba la varita apuntando al rubio.
-¡Hugo, baja eso!- ordenó la joven
-¿Qué pasa Hugo?-oyeron a James quien al ver las mejillas lagrimosas y los ojos rojos de la gryffinfor se lanzó junto con Fred II y Albus con caballería.
-¿Porque Rose esta llorando?- pregunto Fred con el mismo tono que su primo menor.
-¿Qué te hizo Rose?- Albus parecía preocupado por su prima, algo que desde hace mucho no había visto.
-¡Si!- se apresuró a decir- ¡Ahora dejenlo! Él no me ha echo nada.
-¿Segura, Rosie?- interrogó Hugo con un gesto preocupado y molesto.
Rose afirmó, así como le recordó de que no debía llamarla de esa manera. -¿Entonces que te paso?- cuestionó esta vez Fred. Iba a hablar, pero alguien más intervino:
-¿Llorando de nuevo?- su pulso estaba a mil sentía su respiración se aceleraba cada vez más.
-Riddle, deberían estar en sus habitaciones- mencionó con seriedad Scorpius, ya había pasado bastante siendo compañeros de casa y seguía sin caerle ni un poquito.
-Es gracioso que a nosotros nos digas eso y a ello ¿que?- dijo obvio el azabache.
Matt quien se había percatado de las miradas asesinas que ambos slytherins se enviaban y las furtivas entre Tom y Rose decidió apaciguar las cosas.
-Calma chicos, mejor armemos una fiesta bomba en la sala común.
-Vamonos- ordenó Tom.
Con sequedad por primera vez la pelirroja se dirigió al azabache Riddle- ya sé que te hartó, pero nadie te ha dado el título del cabezón.- todos miraron confundido aquello, si se suponía que eran los mejores amigos
-Rosie- habló Frank- ¿De que hablas?
-De nada Frank- suspiro la pelirroja.
Debía conocer a Tom como para saber que el que daba la última palabra era él
-Rose y yo no somos amigos- decreto de manera fría.
Matt quien no comprendía, negó- ¿Qué dices? Mira Riddle si que eres pésimo en las bromas- intento reír. Todos los presentes abrían la boca como señal de que no comprendían nada. Alice miro a Bella para ver si habría la misma sorpresa en ella, pero no encontró ni una sola pizca. Después miro a su hermano y a Regulus, ya estaba comprendiendo las cosas.
-Tom ¿como puedes decir eso?- siguió Matt furioso.
-Es la verdad.- dijo neutral caminando.
-Riddle- escucho su nombre, se giro sobre si mismo esperando que Scorpius dijera algo.
-Eres un bastardo si no aprovechas la amistad de Rose- decreto el rubio.
Tom lo miro por el rabillo con una sonrisa arrogante- al parecer somo iguales ¿no crees?
-Hijo de .........- gritaron James y Fred al mismo tiempo.
-Nos vemos en la sala, Fawley- sin más que decir Tom junto con Bellatrix continuaron su camino.
-Rosie- se acercó Regulus. Por su parte Rose quien aguantaba las ganas de volver a llorar, los miró y sonrió.
-Descuiden. Estoy bien-
-Vamos Rosie- Frank abrazo a la pelirroja quien camino junto a ella y Alice y Matthew hacia su sala común. Seguidos muy hasta atrás por su Hugo.
Una vez llegando, la rubia espero a que su amiga pelirroja se durmiera para poder salir una vez más junto a su hermano y el castaño rumbo a las mazmorras.
No era difícil entrar, a esa hora la mayoría dormía. Entraron dispuestos a exigirle una respuesta a Tom por lo sucedido ¿Quién diría que una serpiente podría ser la misma caja de misterios
-Se lo que dirán.- dijo Tom al mismo tiempo que ellos pasaban a la habitación.- pero es necesario.
-¿Porque le dijiste eso, idiota?- exclamó Alice furiosa.
-Rose nos dijo lo que le dijiste ayer- siguió Frank.- ¿Cómo pudiste?
Bellatrix que hasta ese momento de había mantenido callada, respondió en lugat de Tom.
-Porque no lo hizo ¿cierto?- se dirigió esta vez a Riddle quien por primera vez rehuio de su mirada.- ¿Qué utilizaste?- continuo y sonrió. Debía disfrutar ese quizás único momento en donde tendría no sólo la razón, sino también el control.- Inteligente, en verdad inteligente.
-¿De que hablas Bella?- cuestionó Frank
-Fawley, Regulus ¿Ya lo dedujeron?- pregunto de nuevo, recibiendo una mirada confundida por parte del castaño y una afirmación de parte de su primo.
Suspiró- yo jamás le diría eso por que fuera cierto. Es por su bien.
-Nimueh la vio en el periódico- aclaró Bellatrix.- Y creanme que no le hizo nada de gracia. Si yo era una loca fanática por mi amo ella es peor. Esta obsesionada y destruirá todo a su paso para estar con Tom- ¿tan peligrosa era?- ella fue la que nos trajo de regreso así que sí. Es peligrosa y poderosa.
-Entonces si tú no le dijiste eso ayer. ¿Porqué ella nos lo dijo?- se quejó Alice- Y mira que Rose no es ninguna mentirosa, Riddle.
-Es obvio rubia- resoplo el azabache- inserte ese recuerdo a su mente y desapereci el original.
-Usaste el obliviate- afirmó con un movimiento de cabeza.
-Nimueh esta cerca de mi. Y lo que planea es grande. Bellatrix quiero que averigues lo que traman, si es necesario seduce a Rodolphus- ordenó. Por lo que la pelinegra asintió.-Y ustedes- señaló a los cuatro restantes- cuiden a Rose. No se alejen de ella ¿entendido?
-¿Tan grave es?
-Si Frank.- suspiro Bella- la Tercera Guerra Mágica esta a la vuelta de la esquina. Y no será local, esta será más grande que la segunda. ¿Porque creen que a los que nos revivieron no enviaron a los más colegios de magia más grandes del mundo?
-Para conseguir seguidores- dedujo Matt.
-Eso quiere decir..- inició Regulus
Tom frustrado por lo que una vez más ocasionaba, termino:
-Que vamos en desventaja por mas de 15 años-
-Exacto- afirmó Bellatrix- aunque no se que tan buena idea fue que hicieras eso Tom- dijo refiriéndose a Rose.
-Fue lo mejor. Créeme, yo estudié con Nimueh y era peor que tu Bella- aseguró- ella fue quien me ayudó con Myrtle.
-¿A matarla?- pregunto la rubia.
-Si-
-¿Vaya tanto odiaban a los muggles?- cuestiono Frank sintiendo pena por la fantasma.
-Eran otros tiempos. Y yo sólo pensaba en el poder- admitió- yo la mate por más o menos un accidente,ella estaba dónde y cuando no debía y yo lo aproveché. O eso creía- miradas confusas caían sobre él- Nimueh la mandó ahí cuando nos dimos cuenta de que esa "sangre sucia" había flechado a un sangre pura.
Tantos los gryffindors como los slytherins intercambiaron miradas entre ellos.
-¿Quien?- preguntaron al unísono.
-Es todo lo que diré. Descansen chicos.- finalizó.
No importa el dolor que te tengas, si es por esa persona especial en tu vida.
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