Capítulo 11
-Hola. ¿Este compartimiento está....?- pregunto Albus Potter entrando a un compartimiento.
-Estoy libre. Estoy solo- sonrió un chico de cabellos rubios platinados.
-¿Podemos?- pregunto a lo que el rubio asintió.
-Hola, me llamo Albus.
-Hola. Scorpius. Quiero decir que yo me llamo Scorpius. Tú eres Albus. Yo soy Scorpius. Y tú debes ser- hablo señalando a la pelirroja
El semblante de ella comenzó a ensombrecerse repentinamente- Rose- contestó con sequedad
-Hola, Rose ¿te apetece algo?- pregunto señalando todos los dulces que había alrededor de él, a lo que ella negó.
-Yo probaré alguna. Mi madre no me deja comerlas ¿Por cuál empezarían?- pregunto a lo que Rose negó dando un golpe a su primo y Scorp miró ingenuo.
-Fácil. Por los diablillos de pimienta, son los reyes de las golosinas. Son caramelos de menta los cuales te sacan humo por las orejas.
Albus tomo un caramelo y antes de probarlo sientio como la pelirroja vuelvia a golpearlo- ¿Quieres para de golpearme Rose?
-No te he echo nada.
El semblante del Rubio cambio a uno más serio- Te pega por mi culpa.
-¿De qué hablas?- pregunto el azabache.
-Mira, yo sé quien eres, así que lo justo es que tu también sepas quien soy yo.- el chico se quedo sin habla lo que le permitió continuar al rubio- Eres Albus Potter. Ella es Rose Granger- Weasley y yo soy Scorpius Malfoy
Se rumoran cosas sobre mi, pero les aseguró que es falso.
-¿Y cuales son?
-Albus, según el rumor Scorpius es hijo de Voldemort- respondió la pelirroja; pronto el lugar se inundó en un silencio incómodo mientras Todos los presentes se miraban- pero debe ser mentira... Porque.....Mira tiene nariz- en ese instante el compartimiento se llenó de risas, segundos después la pelirroja se nuevamente se puso sería, saliendo del compartimiento.
-Supongo que irás junto con ella- afirmo el rubio encogiendose de hombros.
-Me gustan los dulces- negó Albus sentandose junto a él y tomando un par. Segundos después miraron sorprendidos a la persona quien abria nuevamente la puerta. Rose aparecía cargada de ranas de chocolate.
-¿Podrían ayudarme?- pregunto tratando de que no se le cayera alguna. Scorpius rápidamente se dirigió a ella, ayudandole, tomando una cuantas. Rose tomó asiento mirando al rubio y sonriendole amigablemente- te hacían faltas las ranas de chocolate, después de todo no eres un gran fanático de las golosinas.
El rubio no podía evitar perderse en sus ojos azules como el océano intentaba contar las pecas apenas visibles las cuales eran esparcidas en su rostro.
-Sin duda una chica hermosa- pensó cierto rubio quién leía el Diario "El Profeta"- ¿Quien será él? - se preguntaba al observar la pequeña foto donde Rose salía con un azabache, sin duda nunca antes lo había visto- quizás lo conoció en Rumanía ¿Será su novio?-¿Porque se sentía de esa manera?- ALTO! Scorpius tú tienes novia y la amas con todo el corazón. No te debe importar Rose Granger porque la lastimó y es mala.- se tiró en su cama mirando el techo- eras mi mejor amiga.
Y de nuevo los recuerdos una vez más regresaron.
-Scorpius Malfoy- llama Neville Longbottom.
Al escuchar tal nombre El rubio sube y se sienta en el banco donde el profesor le coloca el sombrero seleccionador
-Miren ahí está el hijo de voldemort- se burló una chica de cabellos chocolate y el rostro apiñonado.
-Déjalo en paz, Chapman- reclamó la pelirroja.
-¡SLYTHERIN!- se escucho gritar al sombrero, sin duda era lo que el rubio esperaba.
-Gracias- artículo hacia la pelirroja quien sólo sonrió y asintió.
-Rose Granger- Weasley- dijo de nuevo el rubio Longbottom. La pelirroja temerosa al igual que su madre en su primer año se colocó en el asiento.
-GRYFFINDOR- todos en la mesa de tal casa aplaudieron y gritaron con euforia, aunque cierto platinado bajo la cabeza decepcionado, por alguna extraña razón tenía la esperanza de que compartieran la misma casa y así quizás tener la oportunidad de convertirse en amigos. Sin embargo, ahora eso se reducía a nada.
-SLYTHERIN- se escucho de nuevo, estaba tan concentrado en sus pensamientos que en ningún momento se percató de quien había sido escogido para pertenecer a su casa.
La cena había culminado, ahora todos caminaban hacia su sala común.- Las habitaciones en Slytherin sin duda son elegantes- se dijo al ver la gran habitación. Hasta que escucho una fuerte riña
-¿Que sucede aquí?- pregunto dándose paso.
-Malfoy ¿Cierto? Que bueno que llegaste, mi nombre es Marcus Flint y le estamos dando una lección a este Potter- el chico abrió mucho los ojos al ver que era Albus. Y sin pesarlo dos veces empujó al chico-
-Ven conmigo- dijo tendiendo una mano al azabache.
-Será mejor que hagas lo que diga o revivira a su padre- se burló otro chico.
Su estancia en el colegio no era tan buena, aunque ya se lo había esperado. Se encontraba sentado en un pasillo vacío observando la pared.
-¿No te sientes sólo?- pregunto una voz femenina quien se sentaba a un lado de él, al notar quien era no pudo evitar poner su cara de sorpresa- ¿Qué porque me miras así? ¿Tengo algo en la cara?- el rubio nego, pero no dijo nada, con lo cual la niña prosiguió- gracias por defender a mi primo.- el chico sólo le sonrió. Ambos se miraban, aunque el silencio inundaba el lugar no era para nada incómodo, incluso se podría decir que era bastante agradable.
Poco a poco el pasillo se fue llenando de alumnos quienes al verlos juntos sólo murmuraban, el rubio quien fue el primero en darse cuenta miró a la pelirroja que sólo se encogió de hombros incómoda por ser el centro de atención.
-Sabes los rumores ¿Cierto?- pregunto a lo que la niña asintió- entonces sabes que deberías alejarte sino quieres que hablen mal de ti.- sin más que decir el rubio se puso de pie, para alejarse de la ella.
Estaba a punto de dar vuelta, cuando sintió como un peso lo hacía perder el equilibrio, una vez en el piso al abrir los ojos noto como cierta niña pelirroja se encontraba encima de él.
-Seamos amigos- sonrió una vez más.
Nunca se hubiera imaginado que esa pequeña pelirroja entraría sin más a su vida, en esos momentos creyó que quizás para siempre.
-Mama creía que eras una chica buena, Rosie- dijo al observar el retrato familiar (donde salían sus padres y él)- que diría ella ahora de ti, de mí.
-Algún día una chica te querrá como lo mereces- decía una débil Astoria- y creo que será Rose.- sonrio débilmente tomando su pálida mejilla- Te Amo Scorpius, eres mi más grande tesoro hijo- sonrió.- ahora debo hablar con tu padre- el chico de 12 años beso la mejilla de su madre y salió dejándo solos a sus padres. Quien diría que esas serían las últimas palabras que le fueran dirigidas por su madre.
Lloraba la partida de su madre, sin duda era algo que dolía, siempre le fue dicho que no debía ser visto llorando pero esta vez no era algo que pudiera controlar, las lágrimas salían por si solas.
-Scorp- hablo alguien que tomaba su hombro, girandolo hacia ella para envolverlo en un fuerte abrazo- tranquilo, estamos aquí para apoyarte.
Todo fue tan rápido y sorpresivo que no noto en que momento había llegado ella. Sin dudarlo respondió a su abrazo desahogandose.
-Todo estará bien, lo prometo. No estas sólo porque siempre estaré contigo- lloró junto él.
-¿Lo prometes Rose?- pregunto él en un susurro.
-Lo prometo Scorpius- respondió ella con dulzura y unas cuántas lagrimas envolviendo sus ojos.
Su padre y Albus Potter se encontraban a lado de la parejita, que una vez separados se tomaron de la mano, para así darle fuerzas y poder decir el último adiós a su madre. Ambos rubios tomaron una rosa y la arrojaron dentro de la tumba. El más pequeño sin soltar la mano de su pelirroja amiga.
Ya habían comenzado nuevamente los cursos, pronto iniciarian las audiciones de quidditch.
-Deberias ir, a lo mejor logras convertirte en guardián- sonreía la pelirroja.
-Soy pésimo y lo sabes- negó el rubio
-Oh vamos, yo te ayudó- y sin más tomo de la manga al chico, dirigiéndose al campo
-Rose, nos meteremos en problemas- trató de detenerla su amigo.
-¿Y? ¿Qué es la vida sin un poco de problemas. Además nuestros padres todo el tiempo se metían con ellos. Hay que hacerles el honor- continuo ella.
-Tú si que estas loca Granger- sonrió ante la chica negando.
-No tanto, ten- dijo dandole una escoba. Ambos se montaron e iniciaron su práctica, cosa que al rubio le sorprendió dándose cuenta de que podría ser un gran buscador en vez de un guardián.
-¿Ves? Te lo dije- se burló ella- yo siempre tengo la razón-
-¿Qué fue lo que nos pasó Rosie?¿En qué momento cambiamos?- pregunto el rubio a la nada. Le dolía darse cuenta de lo cambiada que Rose estaba, se veaia feliz.- ¿Es por él?- se pregunto asimismo con una mano en el rostro. Al principio él había estado entre la espada y la pared; confiaba en su amiga, pero al conocer a Lily todo eso había cambiado.
-Scorpius, ¿podrías ayudarme en pociones?- pregunto la hermana pequeña de su mejor amigo.- es que Al se niega.
-Lily no es por mala onda, pero...
-Es por Rose ¿cierto? - comentó cabizbaja.
-Si, le has echo demasiado daño y la culpas por todo.- respondió cruzado de brazos.
-No es mi intención, lo lamento-
-No deberías disculparte conmigo, sino con ella.
-Lo haré si tu quieres, pero por lo que más quieras ayudame- suplicó
El chico asintió y sin más comenzó a brindarle su ayuda, todos los días se veían a escondidas, poco a poco el chico iba pasando más tiempo con Lily que con sus mejores amigos.
Sorprendentemente ella no era como creia, sino completamente diferente. Sincera, amable, detallista, graciosa, comprensible, hermosa. Era muchas cosas pero no se comparaba con lo que Rose significaba para él, Rose era su mejor amiga, pero sin duda también se la pasaba bien con Lily.
-Scorp - llegó la pequeña Potter- te tengo una sorpresa- el rubio la miro curioso a lo que ella más sonrió- por fin eh echo las pases con mi prima. Incluso me ha dicho que le gusta Lorcan- dijo dando pequeños saltitos.
En esos instantes pudo sintir como todo su mundo se le iba encima, su mueca de alegría cambio repentinamente por una de dolor y decepción, a lo que Lily lo miro preocupada.
-¿Tú la querías?- pregunto la chica tomando su mano, a lo que él asintió- ¿sabes? Cuando quieres a alguien debes dejarla ser feliz, pero no por ella te pierdas la oportunidad de serlo.- y sin más lo besó. El chico nunca supo porque, pero le correspondió. Al final Lily tenía razón. No podía aferrarse a Rose como algo más que su amiga. Debía dejarla ser feliz, sacarla de su mente y así lo haría.
Fue en este instante que ambos iniciaron una relación..
-Será un secreto, no te preocupes- aseguró Lily, quien lo cumplió por 1 año.
-Porque tenía que ser tu segunda opción, porque decirme eso cuando yo ya estaba enamorado de tu prima. Porque lastimarme y lastimar a Lily.
-Lily cariño ¿porque lloras?- pregunto a su novia quien se hallaba en un rincón del Castillo con lágrimas
-Rose, me dijo que va arrebatarte de mi lado- sollozo ella quien corría abrazar a su novio, fue en ese momento en que él se dio cuenta que Lily tenía parte del uniforme quemado.
-¿Fue ella?- pregunto con enojo evidente, a lo que su novia cabizbaja asintió.
¿Quién se creía Rose que era? ¿Sin duda todo lo que creyo era mentira? ¿Cómo pudo fijarse en un monstruo? ¿Porque era egoísta con su novia? Sin más la envolvió en un abrazo.
-Rose, No puedo creer que siga pensando en ti. ¿Porque tuve que conocerte? ¿Porque me fallaste? ¿Porque creí en ti?- miro el horizonte desde su ventana, donde arrojó el periódico al vacío.
Estaba seguro que él amaba a Lily Luna Potter, entonces, ¿Porque pensaba de nuevo en Rose?
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