Esa noche era especial, tranquila, iluminada con la luz de la Luna, estrellada, simplemente perfecta. O no para todos.

-No, por favor. Escuchenme.- se removia entre las sábanas- Perdón. No, se los suplico- cada vez la pelirroja se exaltaba más- Por favor. No pOR FAVOR NOOO-se despertó exaltada mientras las lágrimas recorrían todo su rostro.

-ROSE ¿Qué pasa?- entró rápidamente su tío Charlie encendiendo las luces, al ver como la pelirroja lloraba asustada se acercó a su lado y la envolvió protectoramente es sus brazos- tranquila. Sólo fue una pesadilla- susurro.

-Fue tan real- sollozo Rose, escuchando como su tío le susurraba palabras tranquilizadoras intentando calmarla.

-Nadie volverá a lastimarte. Lo prometo.

-Gracias. Gracias- lloró Rose escondiéndose en su pecho- gracias por no juzgarme y haber creído en mí. Gracias por traerme contigo y dejarme estar aquí.

-No tienes que agradecer mi niña y perdón por no haberte traído antes- dijo con la voz quebrada. No supo en que momento las lágrimas habían comenzado a salir recorriendo también sus mejillas. Le dolía ver a su sobrina así; lloro por ver como Rose una vez más volvía a romperse, le dolía ver como a su pequeña le había sido arrebatada gran parte de su alegría. Lloró por no poder hacer nada para que olvidará  todo lo que paso y por recordarlas el mismo. Aun podia recordar todo lo que él había visto el día que fue por ella.

-¿Qué pasa?- pregunto alarmada su sobrina Victore quien llegaba junto a su prometido Teddy Lupin, ambos con los cabellos alborotados y la ropa ligeramente desacomodada.

-¿Las pesadillas regresaron?- pregunto esta vez el mago con cabellos morados a lo que Rose y Charlie asistieron.

-Oh cariño- Victore se acercó a ella depositando un gran beso en su cabeza- tranquila, estamos para cuidarte. Ellos no podrán encontrarte. ¿verdad?- pregunto esta vez tomando la mano de su prometido y logrando que su tío se diera cuenta de su apariencia.

-¿Se puede saber dónde estaban y porque están con los cabellos  alborotados?- preguntó  enarcando una ceja, con tono autoritario, el cual los hizo estremecer.

Ambos chicos se encogieron de hombros y el cabello de Teddy comenzó a cambiar rápidamente de color (azul, morado, rosa, verde.....) cosa que divirtió a la pelirroja que no tardó en soltar una gran carcajada olvidándose de su pesadilla, aquella que solo era un mal recuerdo. Un recuerdo de hace no más un par de meses.

Los tres mayores salieron de su habitación, dos de ellos temiendo la reacción de Charlie al haber sido descubiertos. Al quedar lejos de Rose, su tío los miro con cara de pocos amigos y soltó un gran suspiro- lo dejaré pasar sólo porque hicieron reír a Rose.

-Tío ¿Cuánto tiempo crees.......?

-Han dejado de buscarla, despues de una semana- gruño el metaformago- No puedo creerlo.

-Por lo menos la dejarán en paz, ya no podrán lastimarla.- suspiro el mayor- ya inicie el trámite para pedir su custodia. Sólo espero que no tarde mucho y que  todo este en orden antes de que noten que esta aquí.

No entendian como podían tratar de esa manera a la chica, ni siquiera se habían dado cuenta de su desaparición hasta que la gran monarca de los Weasley pregunto por ella. ¿Tan poco les importaba? Sí Rose era una chica sencilla, maravillosa, alguien noble que ni siquiera era capaz de odiar a todos ellos, que alguna vez la lastimaron.

Desde que recibió aquella lechuza donde decía lo que estaba pasando con respecto a Rose y la familia Weasley, decidió tomar cartas en el asunto al ver que nadie más se hacía cargo, ni siquiera sus padres. Siendo apoyado por su sobrina y futuro sobrino, Victore y Tedd Lupin, fueron en busca de Rose; nunca dirían quien les había informado. Pero les estaban agradecidos.

Aquel día cuando Charlie decidió comprobar si lo que le habían dicho era cierto fue al adén 9 3/4,  al llegar le sorprendió y partió el corazón ver como era tratada su sobrina.

-ROSE GRANGEF WEASLEY. NO PUEDO CREER TU COMPORTAMIENTO- exclamó Hermione Granger sin importarle que todas las mirada fueran dirigidas a la joven para después darle la espalda, abrazando animadamente a Lily y Hugo. Ron, su padre la miraba  negando con la cabeza descepcionado para después de la misma manera ignorarla. Su padrino, Harry Potter la miraba como si quisiera  disculparse con ella.
Fue en ese momento que todos dieron e ignoraron a Rose, excluyendola como si fuera un bicho raro o peor que el mismo Voldemort.

La pelirroja Granger, observaba como todos sus primos eran colmados con cariño y mimos, dándoles uno que otro obsequio siendo pronto Navidad y Año Nuevo. Sin embargo, como siempre a ella no le tocaba nada. Sólo era una estorbo para su familia, alguien que solo merecía miradas y regaños severos.

¿Porque no se había quedado en el colegio a pasar las vacaciones navideñas? ¿Cuánto más podría aguantar esa situación?

Excluida de su familia camino tristemente, mientras las miradas y cuchicheos se posaban sobre ella. Mirando con tristeza como Scorpius Malfoy besaba a su prima Lily Potter y como el clan Weasley junto con otros espectadores aplaudían la escena.

Una mano en su hombro fue lo que la privó de la escena - Tío Charlie- miro sorprendida, hasta que fue envolvida en un fuerte abrazo (lo que en ese momento ella necesitaba).

-No los veas- Susurro, cubriendola con su cuerpo para que nadie más pudiera verla.- vamos.- Y sin más caminaron a la salida para subir al auto volador de su tío escondido en un callejón.

-¡Victore, Teddy!- exclamó sin comprender qué hacían ahí.

-Listo, vámonos- y Teddy encendió e invisibiliso, elevando el auto. No querian que descubrieran con quien se había ido Rose.

O al menos eso intentaron, porque cierto azabache contempló todo lo sucedido, intentó caminar rápido para ver a donde irían y al ver como invisibilisaban el coche lo comprendió todo, sin embargo no haría nada. Sabía que su ahijada estaria mejor con ellos. Sólo cerró los ojos y pidió perdón en un penumbre silencio.

-Rose- el pelirrojo mayor fue quien decidió acabar con el silencio. Y una vez obtenida su atención, prosiguió- ¿Qué fue lo que pasó? ¿Porque te trataron así?

La chica sólo negó mientras caía en llanto- Rose cariño, confía en nosotros- esta vez fue la rubia. Pero la pelirroja seguía negando.- ¿No hablaras?- preguntó el castaño Teddy, quien fruncio el ceño al verla negar de nuevo.

-¿Podemos usar la legeremancia?- pregunto su tío a lo que ella asintió.

Una vez adentro comprendieron todo lo ocurrido: viendo cada broma, represalia, regaño y más. Lo cuál solo los sorprendió e indigno.. Dejando a Charlie queriendo dar una paliza a sus hermanos, y más al estúpido de Ron.

-Rose, cariño ¿Estas lista para ir a Scholomance?- pregunto la rubia mientras observaba como la chica trataba de controlar su cabellera rebelde, heredada por su madre.

-Si, eso creo- terminó rindiendose, lo cual divirtió a su prima.

-Tranquila, se que es difícil empezar de nuevo, pero todo estará bien ¿si?

-Es raro no llevar uniforme, ni quedarse en el colegio, pero me gusta- sonrió tímidamente.- Y por lo que veo esta escuela inicia sus cursos antes que Hogwarts.

Sería el primer día de clases de Rose en una nueva escuela de magia en Rumanía, ahí culminaria su cuarto año e iniciaría sus estudios. Caminaba un poco pérdida y temerosa por los pasillos. El colegio era grande, aunque no tanto como Hogwarts. Miraba los pasillos pérdida en sus pensamientos, esperaba que ahí nadie la reconociera temía que su "familia" pudiera ir sólo para hacerle daño. Estaba tan exhorta en sus pensamientos que no notó que había alguien en frente y choco con esa persona.

-Oh lo lamento- bajo la mirada- soy nueva y no se muy bien por donde voy.- se disculpó vagamente al notar que el golpe había sido un tanto fuerte que él tenía un raspón en el brazo.

-Deberías fijarte por donde caminas- contestó tajante y le arrebató el papel con su horario- tu primera clase es runas y es el último salón del pasillo. Ahora si me permites debo ir a la enfermería. Adiós pecas- y continuo su camino sin que ella pudiera agradecerle.

-ROSE GRANGER WEASLEY- grito alguien a sus espaldas. Cosa que alertó a la pelirroja ¿y sí ya la habían encontrado? ¿Y sí iban por ella?

-Rosiee- gritaron una vez más saltando encima de ella.

-¿Alice?- miro expectante a la chica rubia que se encontraba a su lado- ¿Qué haces aquí?

- Estudio aquí tontita- río ante la cara de su amiga- veo que tú también. Veamos que te toca- dijo quitándole el horario- ¡Fantástico! tenemos las primeras clases juntas, vamos.- dijo alegre, jalando a la chica al aula. Una vez adentro ambas se sentaron en medio..- Que cruel fuiste- la miro haciendo puchero- dejaste de responder mis cartas.

¿Cartas? Eso era imposible, cuando Alice Longbottom se fue al extranjero, después de unos cuantos meses había dejado de escribirle o ¿no?

-Tú dejaste de escribirme- se defendió la pelirroja.

-Por supuesto que no- contrataco la rubia, sacando su pluma y un pergamino.

Ahora entendía todo.

-Quizás la lechuza se perdió - ¿encerio había dicho eso? Se reprendió mentalmente. No muy convencida la chica asintió. Rose se veía rara, asustada, triste, desconfiada y a la defensiva. Cosa que no le gustó ni un poco.

En Casa Granger Weasley

Habían pasado un par de meses desde que Rose se había ido. Pronto entrarian a Hogwarts. Sin embargo nada parecia haber cambiado.

-No sabes cuanto lamento el comportamiento de mi hija, Lily- hablo Hermione quien se hallaba sentada junto a las Potter.

-No te preocupes tía, algún día Rose dejará de hacerme daño- sonrió con falsa tristeza.

-Si, sólo espero que después de esto comprenda que no debe lastimarte. Creyó que escapando llamaría la atención, a veces dudo que sea nuestra hija Herms.

-Es lamentable, no se parece nada a ustedes, ni siquiera Hugo que es el menor se comporta de esa manera.- al ver el reloj, la pelirroja mayor se disculpo- lo lamento mucho se me ha echo tarde. Creen que Lily pueda quedarse hoy con ustedes. Ya saben para estar más tiempo con Hugo.

-Por supuesto- sonrió Hermione.

-¿Iras por Harry?-Pregunto Ron curioso.

-No, Harry a ido a una misión, iré a ver a Parvati y después por los chicos, James y Albus.

-Si quieres puedo llevarte- se ofreció el pelirrojo.

-NO- se apresuró Ginny y sin más salió por la chimenea.

Ninguno noto el semblante de la mujer, ya que todos se concentraban en la pequeña princesa de los Potter.

Por Fin Lily había logrado su cometido y eso le alegraba. Rose no volvería a ser una carga, ni para ella ni para SU familia.

Rumanía
Las clases habían transcurrido con normalidad y tranquilidad, o por lo menos eso parecía ya que la pelirroja no había vuelto hablar con nadie más aparte de su amiga Alice, pidiéndole que no dijera a nadie donde estaba, aunque ella se sorprendió aceptó y sin más la pelirroja se alejó.

Sólo faltaban dos clases más y acabaría, sin duda no era como Hogwarts, pero eso no le importaba, lo que quería era estudiar.
Llegó a su aula y se sentó hasta el frente como se había acostumbrado en los primeros años en Hogwarts, ya que en su último lo hacia atrás para evitar las malas bromas, como cuando le arrojaban objetos o hechizos por la espalda.

-Vaya, una vez más nos volvemos a ver- aquella voz la había conocido esa mañana.- veo que igual te gusta ser puntual y sentarte en frente- sonrió. Aquel chico tenía labios rosados, piel pálida, los ojos oscuros y su cabello era azabache incluso más que la de su tío. Y sus facciones eran finas, su cuerpo bien proporcionado y estatura alta, sin duda era un chico apuesto, demasiado apuesto.

-Se que estoy guapo, pero, Pecas podrías ser más discreta- sonrió arrogante. Se molesto al notar que ella no le prestaba atención- después de enviarme a la enfermería por lo menos podrías ponerme atención.

-Ya me disculpe. Y no me llamo pecas, mi nombre es Rose Gra...- se detuvo sabía que no podría cambiarse el apellido pero con tan sólo decirlo le hacía recordar a su familia. El azabache hizo seña de que prosiguiera.- Lo lamento, mi nombre es Rose Granger Weasley.

-Muy bien PECAS, mi nombre es Tom. Tom Marvolo Riddle Gaunt. Mucho gusto.- se presentó dando un apretón de mano.

Un momento! Ese era el nombre de!...........

Y de repente, ocurre. Algo se acciona. Notas su mirada, aquella donde alguna vez reflejo felicidad y te das cuenta que algo esta a punto de cambiar.