Capitulo 9
La temporada estaba por acabar, ese era el último partido, empatados con diferencias que eran rápidamente rebasadas, siquiera un pequeño error de atención podía significar una brecha que difícilmente podrían cerrar más Lynn no estaba totalmente enfocada en aquel decisivo juego, pues no solo había tenido un invitado sorpresa, sino que este había llegado en a pocos minutos del final, pues no era muy difícil de distinguir más le lleno de muchas preguntas, por lo que comiéndose su propia risa es que termino los últimos minutos de aquel juego.
Una diferencia de 1 punto.
Tiro libre para ella, era solo cosa de encestar.
Era un todo o nada.
Pudo sentir un fuerte tirón en el momento que su brazo supero la altura de su cabeza tanto como en su pierna izquierda, por un momento creyó que no lo iba a lograr y cerro sus ojos.
Todos los espectadores comienzan a vitorear y solo abre sus ojos cuando siente que la elevan, habían ganado y todos estaban eufóricos, más su atención sobre esa victoria no duro más allá de los segundos iniciales pues tenía una pregunta sumamente importante que hacerle a un sujeto peliblanco que ni siquiera había llegado a la hora y traía una extraña sorpresa con él.
Cuando finalmente fue libre de sus compañeros y fanáticos, ignorando ese dolor punzante en su brazo y pierna, pudo acercarse a su hermano.
- 25 minutos tarde tontolon, más de la mitad del juego perdido.
- Perdona, no podía encontrar una niñera para Lem.
- Ajá... si, un bebé...
- No es lo que piensas, (Molesto) En serio.
- Bueno, se que no te he ido a visitar últimamente pero aparecer con un bebé así de la nada - Comienza a crujir sus nudillos - ¿Quieres volver esto una tradición?
- Es de Luna, no es mío.
- (Sorprendida) ¿Q..Qué? ¿Luna? ¿Cuando?
- Va a cumplir 2 años dentro de poco, mira, no te quiero dar los detalles ni aquí ni ahora, si quieres vamos a tomar algo o lo que sea pero no quiero hablar de esa estúpida.
- Hey... tranquilo amigo, que asustas al bebé.
- (Molesto) Solo... no hablemos de esa... esa...
- Ya, ya, vamos a tomar algo, yo invito.
- Pero tu equipo...
- Na, estarán bien, no es la última liga que les voy a dar.
- Bueno, si tu lo dices.
Con ello Lynn se encamino rápidamente para obtener sus pertenencias, era muy probable que en ese momento la entrenadora estuviera esperándola para irse todos juntos pero eso no le podía importar más que el hecho de aquella noticia de la que se acababa de enterar.
Desde hace años que la familia no se había podido reunir al completo en las festividades siendo el primero en desaparecer Lincoln, al año siguiente tanto Luna como Luan perdieron contacto y ni siquiera respondieron a los mensajes cuando intentaron contactarlas, al menos Luan al tiempo después se disculpo por ello y anuncio su embarazo pero fue muy cortante sobre la mera existencia de Luna, mencionando incluso que probablemente estaría tirada en una zanja completamente drogada mientras se revolcaba con el primer tipo que encontrase en la calle.
Eso preocupo a varios, sobre todo a los padres quienes inclusive lograron contactar con Sam y esta solo dijo que ella y Luna habían terminado.
Por lo que nadie sabia nada de Luna, ni siquiera si seguía viva y a comentarios de sus padres sobre lo dicho por su antigua novia y su hermana le daba un pésimo augurio.
Sobre todo por el hecho de que la edad de ese pequeño calzaba con la fecha de su desaparición.
Por lo que una vez tenía sus pertenencias consigo y había aplicado algo de crema para las zonas adoloridas se dirigió rápidamente donde su hermano. Una dolencia que llevaba un tiempo sintiendo no le iba a molestar para su objetivo, más cuando parecía ser algo tan delicado para ver reaccionar así al peliblanco.
Una vez se reencontraron comenzaron a platicar, para Lynn era obvio el esfuerzo sobrehumano que Lincoln estaba haciendo por tocar cualquier tema que no fuese el bebé que traía en brazos, conversaba sobre su clases, sobre su trabajo, preguntaba a Lynn por sus competiciones, del clima o sobre algún tema que fuese tendencia en las redes sociales por ridículo que fuese, al menos ahora ella podía entender el por que de la insistencia de su hermano por faltar a ese juego y en parte se lamentaba por ser tan insistente con ello.
Por ello era capaz de sentir incomodidad en él, pues ni siquiera llevaban la mitad de sus bebidas cuando el peliblanco ya no sabía como evitar más aquella obvia pregunta que la castaña llevaba al menos media hora queriendo realizar.
- Entonces... de Luna, ¿Eh?
El suspiro del hombre fue mayúsculo, al punto que su expresión se volvió tan severa que ponía nervioso al camarero que les estaba atendiendo.
- Sabes Linc, entre más tiempo te lo guardes peor va a ser, suéltalo ya.
- ...
- Puedes confiar en mi, no hablare, lo juro, recuerdas que puedes confiar en mi, ¿No?
Los ojos de ambos hermanos se encontraron en ese momento, el bebé por su parte intentaba jugaba con un pequeño peluche con forma de león pero seguía intimidado por la expresión de quien llevaba cargándolo todo el día.
- Su nombre es Lemuel y si, es de Luna, estuve en el día del parto.
- Osea... ¿Sabes donde esta Luna?
La mirada de Lincoln, a diferencia de su seriedad habitual o de las ligeras molestias que le causaba cada cierto tiempo, se había convertido en una expresión que por mero instinto Lynn se preparo para defenderse, casi como si estuviese dispuesto a matarle en ese mismo momento.
Esa mirada, aquellos ojos asesinos... nunca antes los había visto en su hermano, y solo rogaba no volver a hacerlo jamás.
- Si supiera donde esta en este momento iría y le rompería el cuello yo mismo.
Su tono fue golpeado, claramente tragándose la mayor parte de la furia que se almacenaba en su interior, más aquello se vio mitigado en el momento que el pequeño bebe castaño se puso a llorar.
- Oh, lo siento Lem - Comienza a jugar con él - Ya, ya, tranquilo.
- Para lo mucho que la odias se nota que quieres a ese pequeño.
- El no tiene la culpa de tener una zorra por madre.
- Oye, en serio que ya me estás preocupando, no volveré a insistir con eso pero, ¿Puedes decirme que fue lo que paso? Por favor.
El peliblanco le dio una última mirada al pequeño pecoso antes de volver a dejarlo ya más calmado en su silla alta una vez más, luego enfoco su vista en Lynn, quería acabar con ese tema de una vez y poder relajarse comentando de lo poco que pudo ver del juego de su hermana.
- Por respeto al niño no diré todo, pero básicamente un día llego Luna a mi casa rogándome que le diera un techo donde vivir debido a que estaba embarazada, nos negamos pero le dimos el dato de un arriendo en la ciudad que conocíamos y era barato, se fue a vivir allí y después del parto nos pedía que lo cuidáramos algunas noches o fines de semana.
- Espera, ¿Entonces todo este tiempo estuvo junto a ti?
- (Autoritario) Déjame terminar.
- O..Ok, lo siento.
- Bueno, lo que la muy... - La voz de Lincoln comenzaba a irritarse de nuevo pero se detuvo en cuanto pudo notar como el pequeño comenzaba a asustarse nuevamente - Ella simplemente desapareció un día, fui a visitarla para ver como estaba el bebé ya que no confiaba en ella y su alcoholismo, ese día no solo el departamento estaba abierto, sino que el pequeño estaba en su cuna junto a una nota de que se largaba de la ciudad.
La expresión de la castaña se congelo en ese momento, realmente le era difícil creer aquellas palabras aun viniendo de su hermano.
Sabía que Luna era un alma libre, llevada a sus propias creencias y gustos por sobre los estándares normales, pero sobrepasar la barrera de lo inmoral como lo era abandonar y de una forma tan horrible a su propio hijo era algo que no podía concebir.
- O..Oye Linc, si esto es una broma no es nada divertida.
- ¿Luzco como alguien que este bromeando?
- Hasta donde yo se perdiste esa capacidad hace mucho y también se que siempre has culpado muy seriamente a Luna por haberse ido cuando Lori tuvo a Loan, discúlpame pero no es algo que me pueda creer así de la nada, digo, ni siquiera sabía que ella tuviese un hijo.
- Eres libre de creerme o no pero esa es la verdad, lo que te conté paso hace aproximadamente dos semanas y desde allí que esta viviendo con nosotros.
- Pero... ¿Seguro que no es tu hijo? Tiene las pecas y tal como tu con el abuelo el pudo haber heredado el cabello de papá, si solo no quieres admitirlo no hay problema.
- (Enfadado) ¿Y por qué mentiría con algo así? Y peor, ¿Por qué te mentiría a ti al respecto?
- Pues... por qué somos familia, y Luna... (Suspiro) No haría algo así.
- Ajá - Se cruza de brazos - Entonces cuando te conté por lo que me hicieron pasar Lucy o Lola, ¿También creíste que era mentira?
- No... Claro que... no...
- Lynn.
- Oye, quisiera creerte totalmente de corazón, en serio, confió mucho en ti y te quiero pero entiende que ellas también son mis hermanas y también tienen parte de mi confianza, y tal como tú me han demostrado que puedo confiar en ellas, bueno, en Lola no, respecto a ella te creo totalmente, pero Lucy... se que es siniestra y todo, pero llegar a ese punto, no lo sé Linc.
- Yo solo te informo sobre lo que paso, ninguno de nosotros es un santo y ese "amor familiar" del que tanto hablaban Lynn y Rita es algo en que deje de creer hace mucho, si te quiero a ti o alguna otra es porque me lo demostraron con actos, y Luna ya me había fallado una vez antes, junto a lo que hizo ahora no tiene perdón - Se levanta y comienza a sacar su billetera - Por mi ella puede estarse pudriendo en una alcantarilla y a mi no me importaría.
Con eso deja su parte de los gastos en la mesa y comienza a tomar en brazos al inocente bebé que no sabía ni con quien estaba o donde se encontraba, solo sentía que debía refugiarse en el pecho de la persona que ahora le alzaba, Lynn solo observaba eso, quería refutarle aquella declaración de odio a su familia pero los recuerdos de reojo sobre el trato que veía en el muchacho se interponían en su pensamiento así que solo podía ver como el hombre se preparaba para marcharse, solo que este antes de partir se detuvo y sin mirarle le dijo.
- Yo abandone mi cariño por ella el día que ella abandono a su hijo.
Y con ello se fue del local, sin siquiera despedirse de ella.
Una vez en soledad a ella solo le quedaba pensar, pues otra duda se poso en su cabeza.
¿En quien confiaba más?
Ambos lados solo podían escupir insultos al otro cuando se tocaba el tema y ella intentaba ser imparcial pero cada día era más difícil, siempre tuvo esa idea en su cabeza que la familia era importante y si bien ella había sido ruda con todos sus hermanos siempre lo hizo en juego, era su carácter y nada escalo al nivel de abuso, o al menos eso creía ella, por lo que siempre se sintió orgullosa de su familia y la había amado, pues ya fuese solo ella o todas tenían un apellido del que enorgullecerse y por eso luchaba por ser la número uno.
Pero aquellas preguntas que hace tanto se había formulado ahora le habían explotado en la cara.
¿Acaso solo ella creía tan firmemente en la unión familiar? ¿No se supone que ella era la ruda en su familia como para ser de las pocas que aun creen en la coexistencia de los 13?
Realmente se sentía mal, le dolía la cabeza inclusive y el cansancio de su último partido al fin había golpeado seriamente a la deportista ahora que sus músculos se habían enfriado.
Aquella velada que se supone sería un momento sumamente grato definitivamente se había arruinado y ni siquiera sabía si ella era o fue por culpa de su hermano, más no le interesaba, solo quería volver a su cama y dormir, con aquel dolor en su cabeza y el efecto calmante sobre sus brazo y pierna desapareciendo ya tenía suficiente por el día y debía de estar descansada para el torneo de artes mixtas en el que se había inscrito dentro de pocos días, así que solo se limito a pedir su cuenta, pagar y retirarse.
Unas horas antes, Royal Woods
- Y con esa caja estamos listos, ¿No es un buen lugar nena?
- Es mucho más amplio que el garaje y tenemos diferentes habitaciones, es perfecto Bobby, ¿Y tú que opinas Lily?
- Opino que debieron pedirle ayuda a Lana y no a mi para su mudanza.
- Vamos, ¿Acaso te molestaba ayudar a tu hermana mayor en este nuevo paso en su vida?
- No, pero tenia mejores cosas que hacer.
- Eso fue literalmente un golpe bajo.
- Tómalo como quieras, iré a desempacar las cosas de Loan.
- Preferiría que me ayudaras con las cosas de Pancho, ella puede con sus propias cajas.
- Creo que Pancho ya tiene suficiente de tu ayuda hermana, así que iré a ayudar a Loan si no te molesta.
- (Fastidiada) Bien, recuerda que pediremos comida para cenar hoy así que si no estás junto a mi para cuando llame te abstienes a lo que escoja.
- Si, si, lo que digas.
Mientras Lori continuaba extrayendo cosas de una de las cajas Lily se dirigió a lo que desde ese día seria el cuarto compartido de ambos hermanos Santiago, observando como ambos niños se encontraban revisando una caja abierta en el piso, la cual Francisco, el segundo hijo de la pareja, apenas alcanzaba al estar sobre la punta de sus pies.
- ...por lo que yo me quedare con la que esta más lejos de la ventana, ¿O la prefieres tú?
El pequeño rubio solo negó con la cabeza, acto que fue seguido por una caricia de parte de la niña.
- Entonces la ventana es tuya.
- Vaya que se repartieron rápido las camas.
- (Tímida) Oh, lo siento tía, se que te dije que esperaríamos a que...
- No te preocupes jajaja, supongo que te gano la emoción.
Loan solo bajo la mirada mientras asentía tímidamente con la cabeza, Francisco se le arrimo en ese momento apegándose a ella.
- Bueno, una tarea menos, supongo que toca sacar las cosas.
- ¿No seria mejor esperar a que papá o mamá vengan?
- ¿Y no sería mejor si dejamos la habitación tal cual te guste a ti? Seguro que Lori tiene una visión rara de lo que necesitas.
- ¿Segura que puedo elegir como guardar?
- Por supuesto, ahora vamos que las cosas no se organizan solas.
Al terminar de mencionar Lily se acerco a su sobrina para comenzar a sacar las cosas relativamente pesadas de la caja que antes estaban observando pues temía que no pudiera sostenerlas bien y rompiera alguno de los juguetes ya sea de ella o del pequeño quien solo correteaba por ahí mientras daba uno que otro comentario de donde quería alguno de sus juguetes, era consciente que ella había nacido con una enfermedad que la hacia un poco más débil que alguien de su misma edad ya que se lo habían explicado un par de veces, lo que nunca le comentaron fue la razón por la que uno de sus brazos carecía de motricidad fina, pues más allá de tomar objetos o intentar usar sus dedos de forma burda le era sumamente difícil, llevándola a hacer prácticamente todo con su mano izquierda, a lo más había escuchado una vez a Lori quejarse que ella era tan delicada que ni dormir era algo que podía hacer bien. Asumía que siendo bebe se durmió sobre su brazo y debido a aquella enfermedad se lo había atrofiado... o eso le había teorizado Lisa.
Aun así intentaba estar el mayor tiempo posible con ella, era su sobrina, muy cercana en edad e incluso en apariencia al punto que cuando le preguntaban no temía decir que eran hermanas pues no le terminaba de agradar el titulo de tía.
- ¡Lily, ya estamos listos con el comedor! ¡¿Terminaste con la habitación?!
El grito repentino de Lori saco de su trance a Lily, la mayor parte de la habitación estaba lista y solo quedaban unos detalles correspondientes a la ropa de Francisco, ni siquiera se había dado cuenta cuando ambos pequeños habían desaparecido de su lado.
- (Voz baja) Pequeños bribones (A Lori) Ya estoy por terminar, solo me queda una caja.
- ¡Entonces ven para que pidamos la comida y luego terminas!
Ante eso soltó lo que tenía en las manos y se encamino al comedor.
El departamento no era el mejor, eso era fácil de distinguir pero no podía negar que era mejor que vivir en una cochera donde tenía que usar cortinas como separador de ambientes en varios casos, además que los niños tuvieran una habitación para ellos era ventajoso, no más rencillas entre su hermana y sus padres, mayor libertad... y aun así no le terminaba de convencer aquella decisión por parte de la pareja de abandonar el hogar.
- Pediremos pizza, ¿Algún ingrediente de tu agrado hermanita?
- Pues... aun no me decido, que escojan los menores primero.
- Ok, ¿De cual quieres Panchito?
- (Feliz) ¡Mucho queso!
- Jajaja, bien, una tradicional con extra queso de momento ¿Y tú Lily?
- Pregúntale primero a Loan.
- Esa niña nunca pide así que no vale la pena, ya dime que ingrediente quieres.
Lily se le quedo mirando unos momentos antes de girarse en dirección a Loan, quien solo miraba al piso al lado de ella.
- ¿Algún ingrediente que prefieras?
- (Voz baja) Me gusta el pepper...
- (Molesta) Lily, es en serio, no te va a responder e igual se lo va a comer, así que dime ya.
Ante aquella vociferación la pequeña se limito a agachar la cabeza mientras asentía y se alejaba hacia su habitación, acto que siguió por detrás el pequeño de cabellera rubia, Lily solo le devolvió una mirada fulminante la cual Lori directamente ignoro.
- ¿Vas a pedir o no?
- Quiero una con pepperoni.
- Bien, finalmente, ahora puedes ir a terminar lo que estabas haciendo, una vez cenemos te iré a dejar a casa, ¿Está bien?
- Le pregunte a papá y a mamá si podía quedarme hoy aquí y me dijeron que si, así que no te hagas problemas.
- Lily... tú sabes la razón por la que Bobby y yo nos mudamos.
- No molestare, dormiré junto a Loan así que no ocupare espacio.
- Oye hermanita, no me refiero a eso, sino que me refiero al hecho de que si salimos de ese garaje era porque necesitábamos nuestro espacio como familia lejos de casa y hoy se supone que sería la primera noche que eso ocurriría, ¿Nunca te has sentido asfixiada en tu propio hogar?
- ¿Tal como le paso a Lincoln?
El rostro de Lori en ese momento se transformo en una mueca de dolor y tristeza, pues era un tema que seguía molestándole en su corazón.
- Él... tenía que armas su vida Lily, es algo natural... además tenía una sería molestia por la que alejarse, en verdad que no podía hacer su vida tranquilamente por culpa de ella.
- Nunca fue su responsabilidad cuidar de Loan y lo sabes.
- Lo sé, y porque lo se, se que esa niña fue lo que lo hizo sobrepasarse.
- No me refería a eso, me refiero a que debes dejar de culparla a ella.
- Por favor, en toda esta ciudad nadie quiere cuidarla y por eso desgraciadamente tuve que exponer a mi hermanito a ella y mira lo que logre con ello, quien sabe donde esta ahora y todo por culpa de una mocosa que solo ocasiona problemas.
Esa clase de discusiones eran comunes entre ambas por lo que le daba igual a Lily ver aquella retorcida forma de no asumir una realidad, más el hecho de que esta no midiese el volumen con el que hablaba fue la última de sus preocupaciones en el momento en que un presentimiento cruzo por su cabeza, girándola rápidamente con el mayor de los temores de que la persona más mencionada en dicho encuentro hubiese escuchado, algo que para su desgracia alcanzo a notar como algunos dorados mechones de cabello se escondían por el marco de la puerta.
Lori al notarlo solo resoplo molesta y se encamino hasta el diminuto balcón para poder calmarse y aprovechar de hacer el pedido, mientras tanto Lily le dirigió una última mirada antes de encaminarse a la habitación.
- Y luego preguntas por que no me quería ir.
Dichas esas palabras se encamino rápidamente a la habitación de los pequeños, encontrando a una joven Loan con el rostro pegado a la almohada mientras su hermano menor acariciaba suavemente la espalda de esta, le encantaba ver lo unidos que eran ambos pero lo apreciaría mejor en otro contexto.
Tristemente, eso era una realidad más común de lo que le gustaría en aquella familia Santiago.
Por lo que, tal como acostumbraba, se dirigió donde la pequeña.
Solo para recordarle, nuevamente, que su nacimiento no fue un error.
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