Capitulo 26
Al despertar sentía su cabeza pesada, después de la llamada de Lisa termino por tomar una de las latas de cerveza dejadas de lado en post de disfrutar a sus hijos, la primera dio paso a una segunda y así hasta agotar su reserva, hacía mucho tiempo que no bebía esa cantidad y podía sentir como su cabeza quería explotar, algo que Lemuel pudo notar en su expresión perdida cuando intento despertarle después de encontrarlo tirado en el suelo fuera de la tienda.
- ¿Papá?
- (Cansado) ¿Qué?
- (Preocupado) ¿Estás bien?
- Lo estoy, lo estoy, es solo que había perdido la costumbre.
Lemuel observo las múltiples latas que rodeaban el cuerpo del adulto, conocía bien a esa persona para saber que algo no andaba bien.
- No me parece que realmente lo estés, ayer te veías feliz, bastante después de tanto tiempo.
- Son problemas míos Lemy, no te preocupes por esas cosas.
El tono serio y la expresión pétrea volvieron a su persona, casi como si hubiera dado un paso atrás después de ese agradable día, aquello hirió su corazón, no podía negarlo, por lo que tomo una bolsa y comenzó a recoger las latas vacías, si su padre no quería hablar o no quería avanzar era algo con lo que podía lidiar, lo había hecho por mucho tiempo, pero su hermanito había quedado muy ilusionado con ver a su padre demostrando sentimientos, sabía que tenía un sueño pesado y tendría ese tiempo para arreglar la escena, pero mientras tomaba otra de las latas su mano fue sostenida por la de Lincoln, quien le miraba con una expresión decaída.
- Perdón hijo, no debí responder de forma tan seca, déjame ayudarte con eso.
Mientras ambos comenzaban a recoger el pequeño desastre que había dejado el peliblanco durante la noche mantuvieron el silencio, Lincoln observaba detenidamente las cosas mientras pensaba en la razón de su descontrol nocturno, aquel mensaje casi críptico que había recibido de Lisa, de todo el tiempo que llevaban conversando era únicamente una relación por el beneficio de Lynn, hacia mucho tiempo que la castaña se había vuelto alguien sumamente difícil de llevar por sus cuadros depresivos o excesos de histeria, tenía momentos donde reforzaba sus creencias en talismanes como momentos donde podía estar al borde de ataques psicóticos, Lisa siempre comentaba que la monitoreaba, que suprimía lentamente las dosis para no crearle más trastornos, en el fondo él no le creía, siempre creyó que se mantenía como si de una niñera se tratase y que no tenía idea de como ayudar a Lynn, pero más temía que esta pudiese matarla o se matase si le quitaba lo que sea que le estuviese dando.
Varías veces le insistió en que la internase en un centro de adictos, pero Lisa siempre insistió en que podía solucionarlo, siempre con su ego de científica por sobre sus emociones.
Pero ahora el mensaje fue diferente, parecía que se había rendido, si eso era cierto... Lynn estando sola podría representar un peligro para ella y la gente a su alrededor.
Sin darse cuenta termino reventando con su agarre una pelota de plástico con la que habían jugado ayer en el agua.
- ¿Papá?
- Lem, ¿Tú crees que si cancelo estás vacaciones Logan me perdone?
La expresión del castaño se endureció mientras miraba la espalda del adulto.
- No deberías hacerlo, todo iba tan bien ayer, hoy puede ser otro gran día papá.
- En eso tienes razón, ayer fue un día realmente feliz.
Esa palabra, ese sentimiento.
- Papá. - Lemuel no dejo que Lincoln volviese a encerrarse en sus pensamientos, tirando de su camisa para obligarlo a voltearse. - Lo que sea que haya pasado anoche, ignóralo, por favor, no es el momento, estás aquí conmigo y Logan, se supone que hoy le dejarías hacer la fogata a él mientras contamos historias de miedo, ¿En serio te quieres perder eso por encerrarte otra vez en ti y alejarnos para no dañarnos?
- Es complicado Lemuel.
Al muchacho no le gustaba que le llamasen por su nombre, aun con la seriedad de su padre siempre le llamaba Lemy o Lem, tal como lo hacía su madre, eran contadas las ocasiones donde usaba su nombre completo y eran cuando su padre estaba tenso o enojado, algo que molesto todavía más al adolescente.
¿Por qué su diversión tenía que arruinarse de esa manera? Todo iba bien, eran unas vacaciones improvisadas perfectas, había visto una mejora en su padre como no la había visto en años, ¿Qué fue lo que paso cuando se durmió que provoco tal retroceso en su padre?
- (Molesto) ¿Es más complicado que decepcionarnos a nosotros una vez más?
Había rabia en su voz, pero había otro sentimiento aun más fuerte en esas palabras, un nudo en su garganta que agravo su voz mientras luchaba por decir el mensaje completo, una voz casi ahogada por sus sentimientos que comenzaron a acumularse en sus ojos, algo que limpio instantáneamente, sin darles posibilidad de desbordarse y caer por sus mejillas.
Todo eso pudo notarlo Lincoln, su hijo era fuerte, mucho más fuerte que él, había aguantado mucha de su mierda durante toda su vida, algo que provoco que tensara su puño y terminara dándose a si mismo un puñetazo con toda su fuerza, sorprendiendo a Lemuel quien apenas pudo reaccionar antes de ver como el adulto se golpeaba al punto de romperse el labio y dejar enrojecida toda la piel que su barba no ocultaba, solo para ver momentos después una leve sonrisa en su rostro.
- Tienes razón, vamos a preparar el desayuno.
- Papá...
- Me lo tenía merecido, tienes toda la razón Lem.
- Pero... pero...
Lincoln puso su mano sobre la cabeza de su hijo, aunque había crecido bastante seguía siendo más alto, agradeciendo internamente que hubiese crecido fuerte y saludable, revoloteando el cabello de este mientras el muchacho no terminaba de procesar lo que había ocurrido.
- Tú hermano despertara pronto, creo que sería bueno tener preparado algo antes que eso ocurra.
- Él... es un tronco para dormir.
- Entonces el olor a pescado asado lo despertara.
Soltando la cabeza del muchacho se encamino, casi como si hubiese fingido que nada de eso ocurrió, algo que el adolescente observo desde la distancia, sin moverse más que para girarse y contemplar a su padre terminar de recoger un poco de basura y sacar algo de lo que habían conseguido el día anterior.
- (Pensando) Será...
Nuevamente volvió a sentir como las lágrimas se acumulaban, pero limpió rápidamente sus ojos antes de esbozar una sonrisa y dirigirse con Lincoln, esperando que ese día continuase así, aunque fuese solo por esas vacaciones, pero que el padre que tanto recordaba y quería, volviese a estar junto a él.
Esa tarde, en cierta ciudad
El ambiente era cerrado, el hedor del cigarro inundaba la habitación y los agentes frente a ella no tenían expresión alguna, en parte le recordaban a su hermano por irónico que fuese, casi como ellos le estuvieran juzgando como lo hacía Lincoln, teniendo que morder su labio para evitar que la ironía le hiciese reír, más Lisa sabía en el fondo que no importaba si seguía manteniendo su rostro serio o hacía cualquier locura, esa gente estaba acostumbrada a cualquier clase de reacción, y si iba a ser encerrada de por vida al menos quería mantener lo único que le quedaba, su dignidad.
- Entonces, señorita Lisa, según la evidencia que usted nos proporcionó, asumo que sabe cuanto tiempo en cárcel está arriesgando.
- Unas 11 cadenas perpetuas, ¿No agente? - Pensando - Que irónico número.
El tipo se quito sus gafas, observando con la misma expresión pétrea a Lisa que había mantenido todo el tiempo que leía el expediente.
- Una mujer tan lista como usted y que mantuvo un perfil bajo durante tanto tiempo debería de entender lo grave que es eso, así que asumo usted está buscando algo.
- La pregunta es, ¿Qué busca usted de mí? En la lista de materiales y compuesto claramente hay algunos agentes prohibidos para la adquisición de una simple profesora, además de que hay registros de análisis genético que podrían interesarle a varias personas.
Un resoplido, aquel agente había tenido una reacción fuera de su papel, en su interior Lisa celebro aquella pequeña rotura de personaje.
- ¿No se está dando demasiadas atribuciones señorita Loud?
- Quiero ver esto como un negocio, si no fuera necesaria ya estaría camino a una de esas cárceles donde se olvidan de a quienes meten, ¿No?
- Nadie le esta garantizando que no terminara allí.
- Usted acaba de hacerlo.
- ¿Ah sí?
- En efecto, una amenaza tan burda como demostrar intencionalidad es un claro indicio que no lo haría, si no fuera el caso, usted solo hubiera terminado esta conversación allí.
- Jejeje, ya veo, así que así es como usted piensa las cosas.
- Si me entregue voluntariamente es por una sencilla razón, deseo salvar a una persona, la misma que está en esos informes.
Nuevamente otra reacción, pudo notar como algo en la mirada de aquel hombre cambio, su mirada seca había adquirido una suerte de intención, era casi como si hubiese sacado una navaja en su contra, Lisa sentía la necesidad de llevarse una mano al cuello, pero no podía perder en ese momento, esa era una batalla más por salvar a Lynn.
Era un todo o nada.
- Solo necesito salvarla, disponer de los recursos para salvar su cuerpo lo suficiente para que pueda vivir una larga vida, después de eso puede encerrarme en una celda hasta que me pudra, ya sea en una donde haya barrotes de metal o donde haya tubos de ensayo, no huiré.
- ¿Usted cree que puede ponernos condiciones en su situación?
- Incluso ustedes son una empresa, e incluso en una cárcel los prisioneros son activos, solo le estoy dando una oferta de inversión a largo plazo.
Lisa puso su mejor sonrisa en ese momento, era algo que no había hecho de forma natural en mucho tiempo y posiblemente fuese la peor carta de presentación a una oferta que había hecho en su vida, pero lo había puesto todo, se había jugado todo en ese momento, si fallaba en ese momento...
Pero la espera de aquel hombre mientras meditaba solo hacía que la tensión en su cuerpo aumentase, rogando que no viesen el sudor que comenzaba a correr por su frente.
- Con esa mente, ¿No le sería fácil idear un escape una vez le soltemos en un laboratorio?
En su interior Lisa celebro, las negociaciones habían entrado en un territorio favorable para ella.
Ella ya lo sabía, habían aceptado sus condiciones.
- ¿Y ser una fugitiva el resto de mi vida? Soy una mujer de ciencia, no de acción, no estoy perdiendo mucho si lo piensa bien, así que, ¿Por qué tendría que fugarme?
- Porque usted no es el ser tan racional que está mostrando ser. - La mano de Lisa se tensó en ese momento, nada de lo que había hecho había expuesto algo de humanidad, a menos que... - Podría haber llegado a nosotros en una mejor condición, pero usted misma nos ha demostrado que tiene asuntos pendientes, ¿O me va a decir que no pensó que el día que descubriera como salvar a su hermana dejaría que otra persona suministrase el tratamiento?
Lisa resistió su molestia, la estaban probando, tenía que ser eso.
- Mientras sepa que está bien es suficiente.
- ¿Y usted confiaría en que nosotros para mantenerla tranquila le mostrásemos alguna grabación o imagen? Usted es alguien capaz de dejarse llevar por los sentimientos, juzga las cosas y optimiza la situación, nos ve como una herramienta para salvar a su hermana y no estará conforme hasta que le vea con sus propios ojos, la única fuente confiable de información que usted posee, que ella se encuentra bien, algo que sabe perfectamente que no podríamos darle tal lujo, por lo que piensa trabajar lo suficiente para salvarla, armar un desastre para escaparse, ver a su hermana en buen estado y luego dejarse asesinar, ya que en esas condiciones el trato se acabaría y usted pasaría a ser una amenaza.
Lisa luchaba contra su propio instinto y reacciones para no mostrar señales que le dieran la razón a aquel sujeto, era un hecho, ella no esperaba vivir lo suficiente para que ver a Lynn prosperar, pero si lo suficiente para saber que estaría a salvo, no entendía como, pero aquel sujeto frente a ella le había leído completamente.
El control sobre la situación que poseía era una mera ilusión, aquel agente tenía el control.
- Solo... quiero salvar a mi hermana del error que cometí.
- Todo tiene un costo señorita Loud, claramente ya noto que su... oferta nos interesa, pero debe saber que las condiciones las vamos a poner nosotros, no usted, y si lo hace, digamos que podremos seguir negociando.
Lisa solo podía agachar su cabeza, pues lo tenía bastante claro.
Ella ya no tenía control sobre las decisiones que se tomasen.
La apuesta que había hecho... había fracasado rotundamente.
En ese momento, en cierto hospital
Para Benjamín, lo sucedido con Luna años atrás era un episodio que odiaba desde el fondo de su alma, las consecuencias en su matrimonio son algo que perdura hasta la fecha, después de todo casi no se casaron debido al problema que supuso Luna en su momento.
El solo pensamiento de que su vida se fracturase una vez más por la presencia de esa persona le revolvía el estómago, pero aun así, esta había usado algunas palabras que habían plantado una duda en su persona, una duda que le había carcomido durante mucho tiempo, su otro hijo, el muchacho que desconocía por completo, su hijo con Luna.
Era una duda que lo había consumido durante mucho tiempo, aunque su molestia inicial no le permitió pensar en ello y el estabilizar su relación con Luan junto a un recién nacido Lucio eran prioridad, con el paso de los años esa pregunta tomaba fuerza, quizás ya había pasado demasiado tiempo para poder hacer algo al respecto, cuando se entero de la fama de Luna no fue difícil investigar sobre ella pero nunca había información sobre alguna familia, ni padres, parejas o hijos, a escondidas de Luan había investigado a Luna para saber algo sobre el hijo que ella se había llevado en su vientre, algo que intento dejar de pensar cuando nació su segunda hija, que con el paso del tiempo creyó que quedaría de una buena vez en el olvido, pero nada de eso fue así, y ahora, aun cuando deseaba estar en su casa tranquilamente, se hallaba en el hospital, a las afueras de la habitación de la famosa cantante esperando a que no fuera sacado por un gorila guardaespaldas cuando alguien llamo su atención, permitiéndole entrar a la habitación de Luna para encontrarla consciente, adolorida, pero consciente, antes de salir y darles privacidad.
- Aunque no lo creas, rogaba por que fuese Luan.
- Ella no vendrá, y cualquier intento que hagas sería inútil, el odio que te tiene es demasiado grande para que unas disculpas y una paliza lo alivien.
- No puede estar enojada por siempre.
- Entonces no conoces bien a tu hermana.
- ¿Y tú qué? ¿Quieres ayudarme a hacer las paces con Luan?
- Eso no me interesa, en otras circunstancias no me hubiera molestado, pero tienes información que quiero.
Luna suspiro, entendía perfectamente a que se refería Benjamín.
- Creo que te debo una explicación.
- Y una mierda, respóndeme ahora mi pregunta.
- Solamente quiero hacer las paces con mi familia, eso incluye a mi... nuestro hijo.
- ¿Dónde está? Quiero al menos conocerlo.
- No estoy segura, tengo mis sospechas, pero eso es todo.
Benjamín pudo sentir como su sangre comenzó a hervir por la respuesta tan desinteresada de la mujer ante su pregunta, pero no iba a caer más bajo, no en esas condiciones y con tantas preguntas por hacer, por lo que contuvo su ira y volvió a dirigirse a Luna.
- ¿Por qué carajos dices eso?
- Tú fuiste el que no me dejo contar las cosas.
- Sabes que no me interesa conversar contigo después de lo que me hiciste.
- Lo sé, lo sé, créeme que te entiendo... fui tonta y cometí un error.
- Una persona con un mínimo de moral no viola al prometido de su hermana por mero despecho.
- ¿Y quieres que me siga lamentando por eso? Tuve que vivir muchos problemas luego de eso, no tienes idea cuanto sufrí por mi decisión.
- ¿Acaso quieres que te aplauda por haber sufrido luego de traicionar nuestra confianza? ¿Qué piense que eres una heroína por volver luego de todo y que tras una estúpida conversación todo se borrara como si nada? Así no funciona Luna.
- ¿Y crees que no lo sé? Hice cosas horribles Benny, abandonar a mi hijo fue una de ellas.
- ¿Q..Qué?
El castaño no sabía que era lo que más le enfurecía, el tono desinteresado con que la mujer lo había mencionado o el hecho de que no solo no le había bastado con casi destruir su relación, sino que había hecho eso con una vida inocente fruto de su propia estupidez.
- Dime que es una mentira Luna.
- No lo es, pero tengo una corazonada.
- ¿Corazonada? ¿Me dices que abandonaste a tú hijo y ahora solo tienes una corazonada?
- Él... iba a sufrir más conmigo.
- ¡Eres su madre por el amor de dios! ¡¿Cómo siquiera pudiste abandonarlo?!
- No estaba preparada, ¿Ok? Estaba asustada, confundida, no tenía dinero ni donde caer muerta, si no hubiese sido por Lincoln quien...
- ¿Lincoln? ¿Qué... tiene que ver Lincoln en todo esto?
La mujer comenzó a jugar con sus manos, todo lo anterior era algo que había meditado muchas veces, pensamientos fugaces que le quitaron el sueño más de una noche y se habían reforzado desde que había conocido a ese muchachito de pelo castaño, con esa mirada llena de vida, llena de felicidad, imaginar esas vivencias que solo había podido conocer gracias a las redes sociales del muchacho, pero que despertaban en ella un sentimiento como nunca antes había sentido, podía llamarlo corazonada, instinto, sexto sentido, no le importaba como, pero era como si el destino hubiese hecho su jugada y solo estuviese esperando que ella ocupase su turno.
- Yo... deje abandonado a Lemuel hace varios años... y Lincoln sabía de mi en ese entonces.
- Lemuel...
Benjamín dio un paso atrás, buscando algo a lo que aferrarse, pues no era la primera vez que Luna mencionaba ese nombre, peor cuando pensaba que conocía perfectamente a un muchacho con ese nombre, que tenia relación con su cuñado, que tenía la edad correspondiente.
- No me digas que...
- No estoy totalmente segura, pero lo presiento, Lemuel, ese chico que vive con Lincoln, no es su hijo, es mi... nuestro hijo.
Benjamín sentía como esas palabras resonaban en su mente, una pregunta que había guardado en su interior por más de una década comenzaba a tener una respuesta que no dejaba de resonar en su ser, no solo por la ironía de la respuesta, sino por lo que aquello significaba.
- Creo que como su madre merezco al menos conocer a mi hijo.
- ¿Estás completamente segura? ¿No es solo una muy increíble coincidencia?
- No lo sé, no estoy segura, pero... lo presiento, casi como si fuera algo instintivo, esa forma algo salvaje de vestir, ese cabello y color de ojos, mi instinto me lo dice.
- Pero... es el hijo de Lincoln, no tengo... no tienes... él ha sido su padre toda la vida, no podría...
- ¿Me ayudarías a confirmarlo?
Benjamín levanto la mirada, encontrándose con la de Luna, aun con el rostro magullado podía notar que la mirada de la mujer era sincera, era genuina curiosidad, una que el no podía evitar compartir, pues esa duda siempre existió, solo que jamás espero que la respuesta pudiese haber estado frente a él todo el tiempo.
- Si... te ayudo a confirmar que Lemy es mi hijo, ¿Qué piensas hacer?
- Soy su madre, tengo derecho a formar parte de su vida.
- Lo abandonaste, ¿No crees que perdiste ese derecho el día que te alejaste de su lado?
- Bueno, en ese momento yo... yo... no estaba bien Benjamín, yo...
- ¿No estabas bien? Conozco a Lemy desde que era un pequeño niño que apenas hablaba bien, él jamás siquiera cuestiono que Lincoln fuese su padre, él... dios... ¡¿Lo abandonaste de bebe?!
- No sabía que hacer con él, estaba sola y no tenía dinero, él solo lloraba y pedía comida, no era como lo fue cuando llegaban mis hermanas menores.
- ¡¿Crees que eso te da la razón de abandonar a un bebé?!
- Se que no lo hice bien.
- ¿Bien? ¡Lo que hiciste es horrible!
- Pero ahora puedo compensárselo.
- ¡Ahora que él no lo necesita!
- ¡Él siempre necesitara a su madre a su lado!
- (Furioso) ¡¡¡Su madre se llama Paige!!!
Aquella frase corto toda comunicación de esa habitación, Benjamín apenas podía contener la furia y asco que sentía en su interior al escuchar lo que Luna tenía que decir, la visión que tenía de si misma y las acciones que había hecho, todo era horrible, sentía asco, asco por haberla conocido, asco por haberse dejado timar por ella y por siquiera pensar en colaborar con ella para corroborar si ese muchacho era o no su hijo.
Nada de eso podía importarle ahora, Lincoln era un cuñado excelente, siempre había sido gentil con él y si tomo al pequeño tan joven, existía una posibilidad de que él supiese toda la realidad acerca del muchacho y aun así lo había acogido. Lo conocía desde hace tanto tiempo, había visto al peliblanco como padre, el amor que sentía por el muchacho no era el de alguien que cuida un muchacho por lastima, había dedicado su cuerpo y mente en criar de la mejor manera que su lastimado corazón pudo, y si solventar esa pequeña duda que tenía sobre su descendencia podía significar la destrucción de eso, él bien podría olvidarse de una buena vez que tenía más hijos además de su familia que había formado con Luan.
Pero para Luna, aquellas palabras solo oscurecieron su semblante, era un nombre que se había repetido bastante esos últimos días, uno que más de una vez habían salido en las imágenes que había posteado el muchacho en sus redes sociales, el nombre de la mujer que había tomado su puesto en el corazón del muchacho. Ella sabía perfectamente que sus acciones habían sido horribles pero quería, no, en ese punto necesitaba enmendar ese daño, negar lo que había hecho y olvidarse de todo no era el camino que ella buscaba, haber conocido a ese muchacho le hizo notar que era lo que faltaba en su vida, su instinto no podía fallar de esa manera, era como si el vínculo que debió haber formado cuando nació se hubiese reconstruido solo por conversar y ver su risueño rostro, algo que, por lo que estaba notando, el sujeto parado frente a ella no le iba a permitir continuar.
- Si eso es lo que piensas, supongo que no tenemos nada más que conversar.
- Y una mierda contigo Luna, no debiste volver.
- Lo hago porque amo a mi hijo.
- Si en realidad lo amas y realmente es Lemy, déjalo, es el mejor regalo que podrías darle.
Con esas palabras Benjamín salió de la habitación, sin importarle si Luna tenía más palabras para él o quería conciliar alguna otra cosa, no podía importarle menos, por lo que a paso veloz salió del edificio sin siquiera notar que alguien le había fotografiado al salir de la habitación de Luna.
Esa misma noche, ya en su casa, Benjamín observaba en silencio la televisión, su familia aun estaba conversando terminada la cena sobre cosas intrascendentales, cosas como el día que habían tenido o cosas así, le agradaba el hecho de que su esposa no siguiese con el pésimo humor que había tenido el día anterior pero su día había sido terminantemente arruinado por lo que había hecho, prefiriendo alejarse antes de que arruinara el ambiente.
- (Pensando) Lemy, Lemy podría ser mi hijo biológico, pero Lincoln siempre será su padre, siempre lo ha sido, ¿Qué podría yo ser en comparación? Él siempre ha estado para Lemy, es alguien de buena presencia, tiene un buen trabajo, los puede consentir cuanto quiere y aun así crío a dos niños de bien, incluso hoy en día honra la memoria de su pareja, aunque hayan pasado 15 años, ya sea como padre, pareja o persona él es superior en todo, ¿Cómo podría reclamarle algo sobre Lemy?
Su vista había abandonado el televisor, pensó que ver las noticias del día le ayudaría a distraerse, pero su mente se había perdido desde el comienzo en sus pensamientos, pensando en su cuñado, cuando sintió una palma en su espalda.
- ¿Qué te pasa Benny?
- Es... complicado.
- Sabes que puedes confiar en mí, es raro que estés tan desanimado y no me gusta verte así.
- Podría decir lo mismo de ti, ayer no fue un día agradable para nadie.
- Ni me lo digas, no esperaba que esa siquiera tuviera el descaro de volver a aparecerse por aquí.
- Es una descarada, pensar que volvería creyendo que todo estaba bien.
- ¿Hablan de la señora de ayer? - Liby se acercó a ambos, mirándolos con una expresión temerosa, aun recordando el descontrol de su madre ante la presencia de esa mujer.
- Lo que a mi me impresiona es que no era cualquier persona, - Dijo Lucio - Hablamos de una solista de gran calibre, vamos, ¿Por qué no nos dijeron que éramos familiares de alguien tan famoso?
- (Seria) ¿Siquiera creen que reconocemos a esa cosa como familiar nuestro? Es mejor que se olviden de ella.
- Eso es algo imposible, hablamos de una persona famosa.
- (Molesta) Ya sé lo que es y no me interesa, si no quieren estar castigados olvídense de ella, mejor, vayan a sus cuartos.
- ¿Esa es tu respuesta en vez de explicarnos por qué tanto odio?
- (Molesto) Lucio, no le faltes el respeto a tu madre.
- Tengo mis motivos para hacerlo, mamá actuó como loca ayer y ni siquiera hemos escuchado el porqué, siguen con eso de que se molestan y eso.
- Vete a tu cuarto, en serio.
- Tsk.
Preocupada, Liby no insistió ni se quejo de lo ocurrido, siguiendo a su hermano, mirando aun asustada a su madre, dejando a ambos adultos en soledad.
- Ahora me contesta de esa forma, ¿Qué sigue? ¿Ir a drogarse? ¿Juntarse con vagabundos?
- Vamos cariño, en parte tiene razón.
- ¿Acaso piensas contarles lo que te hizo?
- No todavía, aun creo que es un tema muy fuerte para ellos, además, por muy famosa que sea no es como si ellos tuvieran una forma de contactarse con ella y no tenemos forma de prohibirle escuchar la música de ella.
- Te juro que he intentado que la olvide, pero simplemente su gusto por ella es muy grande.
Luan se dejo caer en el sofá, sentía la cabeza demasiado pesada para seguir pensando en ello.
- Tanto tiempo sin saber directamente de ella y solo teniendo que tolerar su voz cuando a Lucio se le soltaban los audífonos para que apareciese en la puerta de mi casa, ¿Qué se cree?
- Al menos si tenemos suerte entendió con esa paliza y no volveremos a saber de ella.
- ...y en el ámbito del espectáculo, la famosa cantante Luna fue observada en un hospital del estado Pensilvania, según los informes, pareciese que sufrió un accidente, posiblemente un asalto del cual ella se niega a hablar o a poner alguna denuncia, bastante sospechoso si me preguntan.
- Bueno, cuando hablamos de artistas de su talla hay quienes buscan vender todo lo posible su imagen mientras algunos como ella intentan encerrarse, posiblemente por acciones que no pudiesen salir a la luz, ya sabes como son los famosos.
- Evidentemente, lo único que podemos saber es una cosa.
En ese momento, la imagen de Benjamín saliendo de la habitación fue mostrada, algo que la pareja pudo ver.
- ¿Quién es este hombre y porque entro tan casualmente donde Luna? Según testigos se oyeron algunas palabras entre ambos y algunos aseguran que podría ser un amant...
La televisión fue apagada por Luan en ese momento, quien no dirigió su mirada a su esposo.
- ¿Por qué fuiste?
- (Nervioso) Bueno... eso es porque...
- ¿Por qué fuiste donde Luna?
- Sigh, creo que sería peor si invento una excusa, sus últimas palabras fueron sobre el hijo que ella tuvo... mi otro hijo.
- ¿Y qué importa ese niño? Es un niño producto de un acto aberrante, no debería interesarte.
- Luna podrá ser el monstruo que quieras, lo comparto, pero... no negaré que tenía ganas de conocer a ese niño, al menos, ver que creció bien.
- Tiene los genes de esa perra, seguramente esta tirado en una zanja drogándose o que se yo.
- Eso... mira Luan, se que estás molesta, debí al menos haberte dicho que iría a conversar con Luna, pero seguramente te hubieras negado, y esa era una duda que quería quitarme.
- ¿Y qué? ¿Obtuviste lo que querías o te vas a arrastrar devuelta con ella porque te hizo una escena?
- Solamente me interesaba saber que había pasado y ya obtuve lo que quería, no me interesa volver a hablar con ella.
- ¿Y que con eso? Entonces vas a ir a ver a ese error.
Con cada palabra Benjamín podía sentir que su molestia aumentaba, sabía que Luna merecía todo el desprecio y odio de Luan, pero ese niño, sabiendo quién era muy probablemente, solo le molestaba.
- Eres insoportable cuando te pones así.
- ¿Y como quieres que me ponga? Ese niño representa...
- El punto más bajo y traicionero de tu vida, lo sé, no necesitas repetirlo cada vez. - Se levanta de su asiento.
- (Molesta) Benjamín.
- Solo iré al baño por dios, odio conversar cuando te pones en ese modo.
Luan intento tomar su mano para detenerlo y reanudar la conversación, pero jalo de su mano impidiendo el agarre y se dirigió hacia el baño, cerrando la puerta con seguro mientras lavaba su cara con agua helada, le daba la razón a querer quedarse callado, sabía que se volvería insufrible, él la amaba, pero aquella nula capacidad de manejo de sus emociones le desesperaba, sobre todo cuando ni siquiera era capaz de separar la existencia de una persona inocente de la de quien fue la que les había causado tal daño.
Podía escuchar las quejas de Luan, pero el ruido del agua lograba nulificar aquellas quejas en su mayoría, concentrándose en eso, en el sonido del agua, dejando que eso le permitiese pensar con una cabeza más fresca y lejos del odio que estaba acumulándose en su ser, por hablar con Luna, con Luan, con su hijo en su etapa rebelde, por no saber que hacer con su otro posible hijo, con su trabajo, su propia familia, sus problemas financieros, era como si todos los problemas parecían volcarse sobre él en ese momento, teniendo ganas de gritar y abandonarlo todo, pero el agua le ayudo, el sonido de como las cosas fluían le relajaba, comenzó lentamente a ordenar sus problemas, sus prioridades, hasta que finalmente pudo hallar como solucionar el problema más cercano que tenía.
- (Pensando) Supongo que debo partir hablando con mi cuñado, creo que debemos tener una larga charla.
Dejo el agua corriendo un rato más, no quería perder ese estado, una de las pocas cosas que lograba calmarlo cuando los problemas le agobiaban, afuera estaba su esposa descontrolada, sus hijos en sus propios mundos y todos los problemas, en ese momento, en ese lugar, era solo él... y nada más.
En ese momento, frente a cierto lago
- ¿Papá?
- Creo que llego el momento.
En ese momento, Lincoln tomo la navaja, algo que Lemuel y Logan miraron horrorizados.
- ¡¡¡No papá!!!
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