Capitulo 13

- Vamos, con más fuerza.

- ¡Ahhh!

- Tú puedes, solo es un poco más.

- ¡Ahhh!

- ¡Vamos, puja! ¡¡¡Puja!!!

- ¡¡¡Ahhh!!!

- ¡Ya casi esta!

- ¡Vamos papá, puja más fuerte!

- ¡¡¡En vez de darme ánimos ayúdenme a empujar!!!

En ese momento el niño y la embarazada de prominente estomago se miraron extrañados, como si aquellas palabras careciesen de significado lógico dichas por el peliblanco quien ya tenía la totalidad de su rostro enrojecido mientras movía el ultimo de los nuevos muebles en la habitación del niño, ahora acomodada para la vivencia de dos personas.

Paige solo negó con la cabeza aquellas palabras mientras Lemuel observaba con una pequeña risa esbozándose en su boca.

- ¿Quieres que una embarazada empuje un mueble pesado? Ya no hay caballerosidad.

- ¡¡¡Que caballerosidad ni que nada, no me ayudaron en nada hoy!!!

- Pero papá, yo estoy chiquito y tu me dijiste que los que estamos chiquitos no podemos hacer esas cosas.

- Y en eso tiene mucha razón tu padre Lemy, imagínate se te cae algo o te golpearas.

- Claro, y papá también me dijo que hay que cuidar a mamá ya que esta en un estado delicado, más cuando mi hermanito está junto a mamá.

- ¡¡¡Pudieron ayudarme con... Ahhh... las cosas pe... que... ÑAAAAS!!!

Y con aquel ultimo impulso el peliblanco logro posicionar el último de los muebles en la posición que habían designado por consenso grupal, apoyándose este mientras intentaba recuperar el aire perdido y gotas de sudor caían por el pelaje de su barbilla y nariz.

- Ah... Ah... no se supone... ah... ah... que lo hiciera... ah... ah... solo.

- Cariño, creo que deberías de hacer algo más de ejercicio.

- Soy un simple... ah... ah... banquero, no me... ah... ah... pidas eso.

- No pongas de excusa tu trabajo de escritorio con tu condición física.

- Si papá, podrías ser más como la tía Lynn.

Aun cuando estaba cansado y seguía luchando contra las bocanadas de aire que su cuerpo le pedía Lincoln bajo la mirada y observo la diminuta zona húmeda que se había producido en la alfombra culpa de su sudor, enfocándose en esta mientras las gotas seguían cayendo cada pocos momentos.

Era una situación cuanto menos curiosa, Lynn fue la primera de sus hermanas a las que comento que iba a ser padre "otra vez", notando la reacción eufórica de esta en un impulso de alegría que se contagio incluso a contarle a Luan, pues esta al ya estar enterada de su ubicación no valía la pena ocultarlo, también intento comentarles a sus dos hermanas menores, las cuales seguían sin responder ninguno de sus mensajes.

Estaba preocupado por estas, pero según Lynn ambas estaban bien, solo que tenían sus propios serios problemas de los cuales lo mejor que podía hacer era mantenerse lejos, algo que, si bien una parte de él agradecía después del temor que le produjo el hecho de filtrar información suya a "su familia", el resto de su ser quería estar cerca de aquellas muchachas a las cuales aún guardaba un gran afecto.

Pero su mente estaba enfocada precisamente en aquella dualidad de Lynn que no lograba comprender, verla tan feliz un día, tan misteriosa en otro, llena de secretos e intentando apartarle de su vida mientras había ocasiones que bastaba con una llamada casual para tenerla en la puerta de su hogar con alguna botella de una bebida alcohólica y una enorme sonrisa boba exigiendo su atención en una velada agradable.

Más... esto no era tan común, desde aquella vez que había ingresado a su hogar derribando la puerta algo se había creado entre ellos, él lo podía sentir perfectamente, no por nada era la hermana con la que se llevaba mejor y (creía al menos) conocer mejor.

Como si sus palabras cayeran en un extraño vacío mientras aquella muchacha que comenzaba a acumular más y más triunfos al punto de llamar la atención de la prensa internacional intentaba enfocarse en su totalidad en lo que ella había escogido para su futuro mientras parecía funcionar con el doble de intensidad que en el pasado.

Tristemente, era un futuro en el que parecía... el ya no tenia un espacio desde donde siquiera sentarse para apoyarla.

Algo que podía notar en momentos como ese, pues ella había prometido llegar para ayudarle.

Pero... nadie llego.

- Ella es ella, tiene su vida Lem, yo soy yo, sigo mi propio ritmo.

- Pero no quiero que un día no te puedas mover de la cama.

- Mañana mi espalda me va a matar, te lo aseguro.

- No seas exagerado Linc, imagina a Lem le atraiga algún deporte en el futuro, ¿Dejarías a tu hijo sin un padre que lo anime?

- Nunca fui muy bueno en los deportes.

- Nunca es tarde, ¿No crees eso Lemy?

- (Risueño) Si.

- Ese es el espíritu niño, ahora vamos a preparar la cena, tu padre se ganó un respiro.

- ¿Queeeee? Pero si es el momento perfecto para derribarlo.

- No Lemy, deja que se reponga.

- Pero mamá...

- Sin peros, deja a tu padre descansar.

Ambos en ese momento salieron de la habitación mientras el hombre mucho más repuesto agradecía el, aunque escaso, silencio en el que ahora se encontraba. Quería pensar sobre su hermana y aquella distancia, incluso saco su móvil en un efímero sueño de encontrar, aunque fuese, una llamada perdida de la castaña, quizás un intento de escusarse o entrar a pedirle perdón directamente ya que no era la primera vez donde simplemente no se presentaba.

Más, aunque estaba a un botón de intentar llamarle, algo, una sensación que no podía describir se había apoderado de su pensamiento y aquello le impedía terminar de cerrar aquella parte de su extremidad.

¿Qué iba a decirle si llamase?

"Oye, te estuve esperando para mover los muebles y armar algunas cosas, gracias por nada".

Podía pensar en una formas más agradable de decirlo, también una más brusca, había múltiples opciones, pero todas tenían algo en común, unas preguntas que se hacían en su cabeza:

"¿Realmente tengo el derecho de preguntarle?"

"¿Realmente... ella me sigue considerando parte de su familia?"

Una confianza de tantos años, un sentimiento que no podía expresar ni equiparar... era uno de sus mayores confidentes junto a su hermano de otra madre y la futura madre de su hijo... ¿Qué había pasado allí que aquella fuerte confianza se hallaba derruida?

Era algo que no podía entender, solo sabía que le costaba confiar... desde que las pequeñas habían traído a esa hermana que intentaba endulzar la vida con bromas que muchas veces ni entendía.

Una a la que temía pensando en su primogénito.

Una que curiosamente ahora aparecía en el identificador de entrada de llamadas de su móvil reemplazando aquel contacto que no se atrevió a marcar.

- ¿Luan?

- Hola hermanito, ¿Qué tal te sabe el día?

- ¿Me sabe? Eh... yo...

- ¿Estás en tu hogar?

- Eh... ¿Sí?

- Perfecto, entonces ábreme por favor.

- ¿Eh?

La llamada se corto en ese instante, fue sorpresivo para él al punto que no sabía realmente como reaccionar antes de que el grito de su novia le alertara que alguien se hallaba en la puerta de acceso, algo que asumía no era otra que la muchacha que acababa de sacarle de aquel trance para cuestionarse que estaba pasando.

- ¡Luan! ¡Que milagro!

- Hola cuñada – Ambas mujeres en ese momento se abrazaron, Luan teniendo especial cuidado de no apretar con fuerza el vientre de la muchacha.

- ¡Lucio!

- ¡Lemy! – Ambos niños en ese momento se dieron un fuerte choque de manos, o al menos con toda la fuerza que ambos contaban.

- ¿Y Lincoln? No quiero ser el único que se quede sin dupla – Fue lo que pudo decir con algo de tristeza Benny al fijarse que en la sala de estar la única persona con la que podía hacer pareja de saludo no se hallaba.

- Papá esta en mi cuarto, debe seguir cansado y por eso no ha venido.

- No sonaba tan cansado cuando le llame hace unos segundos.

- Bueno, debió ya reponer su aire, aunque creo que debe de estarse cambiando la camisa, estaba todo sudado recién.

- ¿Sudado? – La respuesta de la pareja castaña fue totalmente sincronizada, algo que causo risa en el muchacho que los acompañaba.

- Papá hoy termino de armar las cosas para mi hermanito y acomodar mi cuarto para su llegada – La voz de Lemuel estaba cargada de un extraño orgullo por la llegada de alguien más pequeño que él.

- Quiero verlo, los gustos de Lincoln siempre fueron peculiares y no me extrañaría si todo el cuarto tiene temática de Ace Savvy.

- (Susurrando) Ni que ese enmallado le ganara a un robot.

Lincoln seguía en el cuarto del niño escuchando como la conversación comenzaba a tomar cuerpo, dando algunos comentarios entre la pareja que lograban sacar más de una carcajada a los niños y una que otra a la embarazada.

Eso era algo que le agradaba, pero a su vez le hacía sentirse en parte solo.

Le hacia cuestionarse si realmente ese era su lugar, bien podían estar siguiendo el resto de su familia sus caminos tal como el lo hizo en su momento, cuando se vio en la necesidad de huir de todo ello con el fin de calmar el dolor de su alma... pero ahora...

Sus hermanitas menores parecía que no querían entrar en contacto con él.

Su hermana más cercana parecía estar totalmente enfocada en apartarle de su vida.

Incluso dentro de su propio nuevo núcleo familiar parecía no tener un lugar, podían pasarla perfectamente bien sin él, por más que su hermana le hubiese venido a visitar con solo aquel revoltoso niño de salvaje melena y la persona en quien decidió depositar su vida eran suficientes para llenar el hueco que alguna vez pudo generar en su familia.

Por lo que no valía ni la pena salir de ese lugar, solo debía dejar que el buen ambiente que se estaba creando se mantuviese así, sin sus pesares, sin su dolor.

Sin que el pudiese involucrarse y arruinarlo.

Tal como llevaba haciéndolo desde muy pequeño.

Siendo solo... otra historia más dentro de ese mundo lleno de gente maravillosa.

Por lo que se apoyo con calma en la pared mientras esbozaba una muy diminuta, pero sin un ápice de felicidad, sonrisa.

- Supongo que si me ducho y cambio de ropa antes de ir con ellos no les impo...

Ni siquiera pudo terminar su frase cuando la puerta se abrió casi de golpe, notándose como la chica de jeans azules y camisa color amarillo le miraba fijamente.

- Lincoln, no seas mal anfitrión y ven a unirte de una vez.

- (Extrañado) ¿Luan?

- La única, incomparable y sexi Luan a tu servicio hermanito, ahora deja de ser descortés y ven de una vez.

- Pero... yo...

- Oye, se que llegamos sin avisar ni nada, pero es que necesitaba verte con urgencia y contarte algo, incluso trajimos algo de comida para celebrar.

- Luan, me refiero a...

- Si, si, es tu casa ya lo sé, no es como cuando éramos niños y bla bla bla, pero ven conmigo que Lucio extraño a su tío y Benny necesita hablar de sus cosas otakus con alguien que sepa del tema.

- Luan...

- Ya, si necesitas cambiarte la cami... ¿Lincoln?

La chica de coleta café en ese momento se fijo en algo a lo que no había puesto atención desde que había llegado al inmueble, pues estaba tan absorta en su felicidad y en intentar compartirla con aquel hermanito menor que por tanto tiempo extraño y ahora tenia que abrazar de puntillas que no había reparado en fijarse bien en cómo se encontraba este.

Era aquella expresión de piedra que había adquirido sin que ella se diese cuenta, una que había prometido romper en algún momento con sus bromas, aquella seriedad inexpugnable que tanto caracterizaba al adulto de cabello blanco, pero algo era diferente... algo que no comprendía como no se había fijado en el segundo que irrumpió en el cuarto.

Pues, aun cuando aquel rostro no representaba dolor, una traicionera lágrima se había escapado por su ojo derecho.

- ¿Estás bien Lincoln?

- ¿Yo... realmente soy necesario?

- (Sorprendida) ¿De que me...? Lincoln, ¿De qué hablas?

- ¿Realmente me quieres como alguien de tu familia? ¿No solo estás aquí por lastima u otra cosa?

- Lincoln... ¿Cómo...?

- No es algo ridículo, es algo que vi durante mucho tiempo, viendo como algunos de mis amigos se alejaban, como algunos compañeros preferían mantener la distancia, como mi misma familia me veía como si fuera una peste, como a quienes realmente quería me daban la espalda... ¿Realmente estás aquí por mi Luan?

- Hermanito... yo cla...

- ¿Incluso cuando en el pasado admitiste decir que llegaste a sentir vergüenza de mí? Por ser... solo yo... solo... Lincoln y ya.

Un silencio envolvió el ambiente, uno que era ligeramente disfrutado por las conversaciones que alcanzaban a colarse ligeramente en el cuarto proveniente del la amigable charla de los niños y la conversación entre las parejas de ambos hermanos provocando que aquel momento fuera solo de ellos dos, sin que nadie más se diese cuenta, más aquel silencio, ese tiempo... Lincoln se dedicó única y exclusivamente a una cosa: pensar.

Encerrándose en aquella oscura caverna que llamaba mente.

Más Luan no tardó mucho en romper aquel funesto silencio.

- ¿Es eso tu problema? ¿No te sientes querido? Pues, déjame decirte que el que parece que no se quiere... eres tú – La muchacha comenzó a caminar muy lentamente en dirección a su hermano menor – La gente en la vida va cambiando, de la noche a la mañana uno de tus mejores amigos se puede transformar en un completo extraño, un conocido en un enemigo o desconocido en una persona por la que darías tu vida, más... siempre hay una constancia, y es que tienes a tu familia para estar y apoyarte siempre que quieras o lo necesites, algo que me di cuenta tanto por las buenas como por las malas.

La muchacha se acerco a su hermano quien le observaba fijamente antes de envolverlo en un abrazo y hablarle con un tono casi maternal.

- No sabes el dolor que me produjo perderte una vez hermanito, lo mucho que me torturo el no saber nada de ti y pensar en todas las ocasiones en que solo con la mirada me pedias auxilio mientras yo creía que todo estaba bien... o al menos lo suficiente para enfocarme únicamente en mi propia vida, eres alguien grandioso Lincoln, y puede que me halla tardado mucho en darme cuenta de eso o que hace mucho debí decirte lo siguiente, pero... eres maravilloso tal como eres y me siento muy orgullosa de ser tu hermana mayor.

Las palabras solo habían brotado de la boca de la chica sin detenerse mayormente a pensarlas, era su corazón hablando por ella y los pensamientos que, durante tanto tiempo, maduro en su mente en la lejanía de un miembro importante para su familia, pero que ahora tenia frente a ella, sufriendo algo que jamás pudo ver antes, algo que ella sentía pudo ayudar hace mucho y quizás las cosas hubieran sido diferentes.

Por eso ahora envolvía sus brazos con toda la fuerza que podía sobre su hermano, intentar transmitirle algo de la felicidad que por tanto tiempo le cegó y que sentía en el fondo de su corazón, su hermano necesitaba.

¿Qué tanto daño pudo causarle no solo la familia, sino la vida, para que pensase así?

El tenía bastante a su pensar, un núcleo familiar que le amaba (si no consideraba al resto de sus hermanas), un trabajo estable y con buen futuro, un estilo de vida apacible lleno de tranquilidad, pero su corazón no había sanado, todo aquello que pudo escuchar de Lily y Lynn cuando se sinceraron respecto a Lincoln y ella ni siquiera quería creer en un comienzo habían herido más de lo que había imaginado al muchacho, uno que pese a estar rodeado de gente se sentía solo.

Por eso ni, aunque en un principio sintió el rechazo de Lincoln lo soltó.

Quizás no fuera tan fuerte como Lynn, pero si era bastante alto, soltarse de ella no le debería de haber costado tanto.

Y aun así seguía siendo abrazado.

Hasta que dejo de pelear.

Y sus brazos lentamente comenzaron a envolverle a ella.

Quedando en un silencio lleno de calma, pero también cargado de amor.

Uno que sin más palabras... comenzaba a sanar una herida que había sido abierta hace más tiempo del que ninguno podía siquiera imaginar.


Unas horas después

Aquel momento se mantuvo el tiempo suficiente para que ambas parejas se cuestionasen el que hacían los hermanos tanto tiempo apartados, pero en el momento en que los encontraron abrazados simplemente les dejaron ser, pues el rostro serio del hombre reflejaba una extraña calma mientras se encontraba atrapado en los brazos de su hermana, algo que sabían era su momento y ellos no debían interrumpir.

No fue hasta que pasaron varios minutos adicionales que Luan regreso donde los demás para contarles que Lincoln había decidido darse una ducha antes de acompañarles que comenzaron a preparar aquella celebración improvisada, pues al final la familia de castaños se encontraba allí con la sorpresa de que estos se iban a mudar a aquella ciudad aprovechando una buena oferta laboral que le habían ofrecido a Benny, permitiendo que ambas familias pudiesen compartir más, alegrando sobre todo a Lemuel quien apreciaba enormemente las visitas de su "primo".

Paige había mirado con algo de preocupación a su pareja, pero este no lucia aquel rostro lleno de incertidumbre que era usual en las visitas de su aquella hermana, sino era una extraña calma que ya ni siquiera recordaba ver en presencia del resto de la familia de este, por lo que ni siquiera se quejo cuando vio que Lincoln comenzaba a pasarse de copas, sabía bien de la tensión que debió estar pasando y verle disfrutar tanto con la hermana de este le agradaba, además de que le era gracioso comenzar a escucharle decir incongruencias con aquella voz pesada que el hombre cargaba por lo que sus conversaciones con su cuñado le daban mucha risa en aquellos intentos de pronunciar nombres de otras culturas con una lengua adormecida por el alcohol.

La celebración se alargo considerablemente, más quienes más parecieron disfrutarla no fueron otros sino aquel dupla de hermanos al punto de que sus parejas decidieron que se recostaran de una vez, pues tanto Benny como Paige querían descansar y tener a 4 personas con mentalidad de niño no les agradaba mucho, más cuando la muchacha estaba embarazada.

Por lo que mientras esta preparaba café para conversar con su cuñado de forma más relajada, este llevaba al peliblanco y la madre de su hijo a la habitación para que durmiesen.

En su estado etílico, ambos hermanos solo se miraban entre causales risas torpes al mirarse, comentando alguna tontería como si fueran dos niños pequeños antes de reírse de forma boba a las incoherencias, cosa que le agraciaba doblemente a Luan pues aquellas frases no encajaban con el rostro serio de su hermano menor.

No fue hasta que un suspiro fue producido por Luan que aquellas torpes risas se detuvieron provocando que ambos se observaran fijamente en un inusual silencio.

- Siempre fuiste tan lindo hermanito, no sabes cuanto me dolió no verte – La muchacha llevo con una enorme calma una de sus manos hasta la mejilla del peliblanco, acariciándola suavemente - Y al fin te tengo junto a mí.

La voz de la chica era cálida, reconfortante, una muestra de cariño natural hacia la persona que tenía en frente, algo que Lincoln pudo sentir que le calaba profundamente en aquel vacío que guardaba en lo profundo de su corazón, por lo que movió sus manos con las que envolvió tan suave y cariñosamente como esas palabras el cuerpo de la chica con la que había compartido gran parte de su infancia y ahora, cama.

- Yo siempre quise a mi familia Luan.

- Entonces... ¿Ahora me quieres?

- Jamás deje de hacerlo.

La chica solo se dejó acurrucar por los brazos que la envolvían, sintiendo el suave aroma de su hermano combinado con los ligeros rastros etílicos de la junta que había acabado para ellos desde que ingresaron a ese cuarto, desde que se dejaron caer en la suavidad de esa cama.

Ella veía con inmensa alegría a aquel chico que durante tanto le acompaño, casi al punto de que sus ojos comenzaran a llenarse de cálidas lágrimas, más sabía perfectamente que no era el mismo niño pequeño al que había más de una vez protegido de las pesadillas o consolado por un mal día en la escuela, ahora era todo un adulto quien le veía con tanto cariño como protección, sintiéndose segura dentro de ese abrazo, dejándose llevar por esa endulzada mirada de aquellos ojos de esmeralda.

Sus manos se acercaron nuevamente al rostro de este, poco acostumbrada a la ligera comezón que la barba de este le produjo le hacía pensar que definitivamente ya no era ese pequeño hermanito de sus recuerdos, más la dulzura que transmitían sus manos ahora que acariciaban las mejillas espolvoreadas en pecas al hombre satisfacía el deseo y amor de ambos.

Acercando lentamente sus rostros ligeramente acalorados mientras se perdían en los ojos del otro, embriagados no solo por aquellas sustancias consumidas sino por aquel sentimiento que brotaba de sus corazones y cautivaba enormemente al otro.

Centrándose solamente en el otro, dejando de lado todos los demás problemas o situaciones.

Siendo solo ellos dos esa noche.

- Te amo Lincoln.

- Y yo a ti Luan.


La mañana siguiente, casa Loud

- Hola mamá, ¿Qué tal han estado?

- Bien Lynn, me alegra que nos visites después de tanto tiempo, ¿Cómo has estado?

- ¿Yo? Genial, estoy por clasificar con el equipo de baloncesto para una copa que se celebrara en Washington, no es nada tan importante, pero sigue siendo un logro más para mi legado.

- No sabes lo orgullosa que me eso me deja, pero te has estado alimentando bien, ¿Verdad?

- Claro, sino estos bebes no tendrían este tamaño – Dijo antes de besar sus dos brazos – Pero bueno, como han estado por aquí, el otro día intente hablar con Lisa y no me contesto.

La expresión de alegría de Rita cambio drásticamente en ese momento, incluso Lynn pudo notarlo y ella misma sabía que no era tan buena para leer a la gente, Lincoln podría ser una diferencia ya que al haber compartido tanto con el podía intuirlo, pero el resto de la gente...

- Están castigadas.

- ¿Castigadas? ¿Quiénes?

- Lily y Lisa.

- Mamá, están por cumplir un año castigadas, tienes que dejarlas libres de una vez.

- No hasta que me digan donde esta Lincoln.

- ¿Y crees que la mejor forma de convencerlas es quitarles su libertad?

- Libertad tienen, solo que no la misma de antes, es el colmo que esta familia guarde cosas así sabiendo el estado en el que nos encontramos tu padre y yo.

- (Pensando) Serán... (A Rita) Asumo que si Lisa no me ha contestado es porque tienes su teléfono.

- Cancele el servicio de internet para ser precisos.

- Eso... es cruel, ¿Y si Lily tiene que hacer alguna investigación para la escuela?

- Por favor, Lisa es una biblioteca móvil, si están taaaan unidas en esto de los secretos bien puede ayudarle en la escuela también, mi decisión es definitiva hasta que me digan donde está mi muchacho.

- Estas siendo irracional mamá.

- Estoy siendo justa contra una mentira tan grande.

- ¿Y si Lincoln tenia sus razones para desaparecer?

- ¿Te vas a poner de su lado otra vez? Estoy empezando a creer que sabes perfectamente donde esta Lincoln y solo finges no saber nada, sino estarías tan indignada como yo y no las verías tan bien.

- Se los he dicho un millón de veces, no tengo idea donde está y si lo supiera yo misma iría y lo traería a casa, aunque tuviera que usar la fuerza, pero también respeto que por algo decidió alejarse y ya es bastante mayor como para saber lo que hace.

- (Indignada) ¿Tú hermano menor esta desaparecido de hace muchos años y solo lo aceptaras como si nada cuando sabes perfectamente quien conoce su ubicación?

- (Seria) Respeto a mi hermano como alguien que desde muy temprana edad fue bastante maduro y que mis hermanitas menores saben lo que están haciendo, ahora si me disculpas iré donde Lisa, me debe unos billetes desde la última vez que los visite y quiero que me pague.

Lynn comenzó a caminar hacia la escalera ignorando completamente las exigencias de la matriarca Loud debido a la molestia que aquella discusión le había generado, no era la primera vez que discutían por el tema, pero continuarlo solo haría que los ánimos empeoraran todavía más por lo que la decisión de ignorarla era la mejor a su criterio.

Además, ya había pasado una considerable cantidad de tiempo desde su última dosis y ya comenzaba a sentir cansado el cuerpo, necesitaba ver a Lisa de una buena vez.

Por lo que una vez llego a la habitación de la muchacha, aquella de la que jamás termino saliendo incluso logrando que Lily obtuviera la habitación que algún día le perteneció a ella y a su oscura hermanita en el proceso con tal de que su laboratorio no se viera entorpecido por cambios banales, una habitación que para su suerte la puerta ya se encontraba abierta esperándola, muy probablemente gracias a que Lisa debió de escucharle en el momento en que llego y discutió con su madre.

Y allí encontró a la castaña de lentes, con una mirada seria puesta en el monitor mientras tecleaba a gran velocidad ignorando por completo a su visitante a la cual solo le señalo su cama, una que sería su mesa de operaciones improvisada.

- Disculpa la poca hospitalidad Lynn – Al decir esto la puerta se cerró automáticamente tras ella, encerrándolas a ambas en la habitación antes de que se encendiese una pequeña luz verde sobre esta - Necesito resolver unas anomalías imprevistas antes de que comencemos una vez más el proceso para la revitalización de las células de tu cuerpo.

- Debiste avisarme cuando mamá les quito la señal de internet, pude contratarte un plan personal para mantenernos en contacto.

- Negativo, primero actuó y luego nos informó, y la inexistente libertad en la que estamos sometidas nos impide efectuar medidas poder acceder a comunicarme contigo, y sé que ignorarías completamente una petición salida de un número desconocido por lo que emplear los dispositivos de mis conocidos en la escuela también hubiera sido infructuoso.

- Para sonar tan mecánica al hablar creo que estas resentida por ello.

- Me es indiferente – El sonido metálico en el teclado se detuvo bruscamente, momento en el que la muchacha aprovecho de ajustar sus lentes y mirar fijamente a su hermana – Mis preocupaciones están orientadas en otra cosa actualmente.

- ¿Qué el castigo siga ahí?

- Me refiero a las últimas pruebas que hice en tu sangre, los resultados no son... buenos.

- Lisa, ¿De que hablas? Yo estoy bien.

- Lynn, te lo pido no como científica, sino como tu hermana – Algo inusual ocurrió en ese momento, algo que Lynn o tal vez ningún miembro de la familia estaba acostumbrado a ver en la su hermana científica, y esa era una mirada carente de aquella neutralidad, sino que era un rostro cargado de preocupación al cual se sumo que se quitase los anteojos, encontrándose con sus ojos directamente – Por favor, dime exactamente como te sientes, no me mientas.

Lincoln, Lucy y Lisa eran probablemente las personas más serias que conocía, siempre con tonos mecánicos al hablar y dificultad para expresar lo que sentían al punto que para ella sacarles alguna otra emoción era una señal, de victoria, pero ver tal grado de preocupación en la voz de la chica de bata blanca le causo un golpe tan duro como el que le provoco cuando estuvo frente a la puerta del hogar de su hermanito y fue incapaz de golpearla para pasar una tarde acompañándole a armar el hogar de su nuevo hijo.

- Lisa... yo... estoy bien.

- Lynn, mis pruebas indican que...

- No creo que sean lo mismo, mi cuerpo ha asimilado bien lo que sea que me inyectas.

- Esto no es una broma ni algo que puedas hacer con fuerza de voluntad, tu vida puede correr riesgo sí mis estudios están en lo correcto.

- Entonces, ¿Qué quieres que haga? ¿Qué te diga que me siento mal para que dejes de darme la dosis mensual? Tengo varios torneos para esta temporada.

- ¡Puedes quedar lisiada de por vida o morir estúpida!

Lisa estaba agitada, claramente la situación le estaba superando y el hecho de saber que su investigación solo apuntaba a que voló demasiado cerca del sol y ahora se estaba quemando solo le complicaba más, pues desde un principio sabía que la incertidumbre era alta y aun así sus ansias de investigación junto al apoyo de Lynn para probar su tesis nublaron su juicio ahora le estaban atacando.

Si se negaba a administrarle otra dosis era probable que Lynn no respondiera bien, quizás hasta alejarse de ella y no poder seguir evaluándola, evitando que pudiese estudiar a fondo el daño en su cuerpo debido a la inestabilidad hormonal que se había producido en su cuerpo dándole bruscos cambios de personalidad cada ciertos periodos de tiempo sumado al espíritu terco de su hermana deportista, pero si seguía suministrándole aquella sustancia era probable que el daño siguiese aumentando aunque ganaría la posibilidad de tener la oportunidad de seguirla de cerca.

En ese momento sabía que el castigo solo empeoraba sus posibilidades, ni siquiera contaba con el hecho de tener a la brevedad la posibilidad de contactarse de forma discreta o que el castigo empeorase exponencialmente al punto de ni siquiera poder contactar con su hermana.

Podría decirles a sus padres lo que ocurría con Lynn, indiferente de todos los problemas que les pudieran caer a ambas tanto familiar como socialmente si el secreto llegaba a escaparse de ese circulo familiar, más considerando que si se enterase Lola podría usarlo como arma de chantaje considerando que Lynn tenía recursos.

O bien... podía hacer que levantaran el castigo impuesto, solo necesitaba decir una oración para lograr aquello... y ganarse probablemente el odio y desconfianza de su hermano por el resto de su vida.

La situación era complicada, el tiempo no estaba a su favor y las mismas personalidades de su familia no ayudaban.

Tenia que tomar una decisión y asumir las consecuencias de esta.

- Lynn, prométeme que, si te sientes mal o siquiera algo extraña, me llamaras inmediatamente.

- Bien, bien, te llamare.

- Lo otro, si logro salir de esta casa, me darás cobijo en tu hogar y no le dirás a nadie.

- (Extrañada) Claro... ¿Pero mas vas a dar la dosis?

- Sigh, si Lynn, solo dame un momento.

El resto del tiempo que le tomo a Lisa administrar aquella "medicina" en el cuerpo de su hermana y que esta se sintiese una vez más revitalizada fue ligeramente silenciosa, pues los intentos de conversar de Lynn eran sepultados tras el silencio total de su hermana menor al punto que las siguientes palabras que escucho de esta fue cuando se estaba despidiendo de la familia para dirigirse a su propio hogar.

El resto de la tarde paso rápidamente, la cena llego antes de que pudiese siquiera darse cuenta y tal como las ocasiones anteriores podía sentirse la enemistad entre ella y Lily contra sus padres y viceversa.

Las gemelas ni siquiera se encontraban presentes, ambas habían anunciado que esa noche no se quedarían en el hogar quedando únicamente esos dos bandos enfrentados comiendo en total silencio, uno del que Lisa difícilmente participaba, pues seguía pensando en su hermana Lynn.

O por lo menos hasta que logro reunir los suficientes ánimos de hablar.

- ¿Este ridículo castigo va a terminar pronto?

- No es ridículo jovencita, todavía no te mandas sola y aunque pudieras tus acciones son completamente reprochables.

- Necesito acceso a internet, mis investigaciones se detendrán si no entro en contacto con algunos socios de las universidades de...

- No me importa, tu hermana y tu están cometiendo un acto horrible y no se quedará sin penalización.

- (Susurrando) Y luego preguntan por qué Lincoln se fue.

Lily había hablado casi en susurro, pero el entrenado oído de la matriarca del hogar fue capaz de escucharlo.

- (Molesta) Jovencita, esa no es forma de referirte a tus padres.

- (Molesta) Si hicieran un buen trabajo como padres podría sentirme orgullosa o a gusto siquiera con ustedes, pero solo he visto varios ejemplos de lo mal que hacen las cosas.

- Hacemos lo que es mejor para ustedes, no lo entenderás hasta que tu misma tengas a tus hijos.

- Solo sabes hacernos infelices, tal como lo hiciste con Lincoln.

- (Molesto) Suficiente, aumentaremos su castigo.

- ¡No me extraña, solo saben hacer eso!

- ¡Jovencita, vete a tu...!

- ¡¡¡Basta!!!

No solo fue el grito, sino el fuerte golpe que dio con ambas manos a la mesa lo que asusto a los padres y Lily, pues la repentina acción de Lisa corto de golpe la discusión a la cual los ánimos estaban subiendo agresivamente rápido, esa era la disposición que menos necesitaba Lisa, no cuando necesitaba priorizar el estado de Lynn.

Por lo que ese estúpido castigo no podía empeorar.

De hecho... no podía existir.

- ¡¡¡Esto ya es ridículo!!! ¡¡¡¿Quieren saber dónde está Lincoln?!!! ¡¡¡Bien, se los voy a decir si terminan con esta estupidez ahora mismo!!!

- (Furiosa) ¡¡¡Lisa!!!

- ¡¡¡Cállate Lily!!!

Ambas hermanas compartían mucho, desde su más tierna infancia siempre estuvieron juntas no solo porque compartían habitación, sino porque pese a sus gustos dispares tenían un equilibrio y cooperación mutua que les permitía formar un lazo de amistad y hermandad, un pacto en el que se habían prometido cooperación en sus secretos y aventuras.

Uno que Lisa sabía perfectamente, sería traicionar profundamente a su hermanita menor.

- Esta es una estupidez que va a acabar ahora lo quieras o no.

- Pero... Lincoln va a...

- En este momento, no importa Lincoln.

Lily tuvo suficiente en ese momento, el shock repentino le había golpeado profundamente sabiendo que el no se los perdonaría, era evidente, más ahora que conociendo sus pensamientos y sentimientos por su familia más la llegada de aquel bebé lo que menos necesitaba era la presencia de esos dos adultos en su vida, no después de tanto tiempo.

Por lo que sabia perfectamente que su relación con Lincoln, indiferente de quien fuera la culpable, se rompería con ambas de forma irremediable.

Posiblemente perdiendo a su hermano, quizás de forma definitiva.

Una vez más.

- (Desesperada) Lisa, si les dices yo...

- La decisión ya está tomada.

Aquella mirada fría se lo dijo todo, Lily no espero a saber más detalles o siquiera escuchar a Lisa conversar con la ansiosa pareja que más que priorizar el cómo se destruía el lazo entre ellas estaba absorta por escuchar la dirección de uno de sus hijos perdidos.

Ni siquiera termino su cena, ni siquiera miro a la cara a Lisa, Lynn o Rita.

Solo se encerró en su habitación, queriendo olvidar toda aquella horrible situación.

Esperando que su mayor miedo no se volviese realidad y todo ese cariño que tanto se había esforzado en construir, se destruyera tan fácilmente por su hermana en un acto de egoísmo total.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top