Otra Historia de Halloween

Cuenta la leyenda que entre el anochecer del 31 de octubre y el amanecer del 1 de noviembre las almas tortuosas solían tomarse la calles adoquinadas en la antigüedad, reclamando por los cuerpos huéspedes de cálidas almas en paz, de almas vivas.

Hoy, cientos de años después, se celebra una festividad en honor a estos estrafalarios seres que vagaron por las antiquísimas calles y los desolados campos de una época ya lejana aterrorizando a los aldeanos y hasta a la misma realeza, o emperadores, o cualquier nombre para los cabezas del pueblo en cada cultura. Pero la festividad se ha tornado cómica, como una burla a las almas tortuosas condenadas a sufrir eternamente hasta que alguien decidiera ponerle fin a su estancia en tierra firme.

Muchos divagan sobre el origen de esta llamada fiesta, ya sea desde el año nuevo celta o unas brujas reinas, mas todas sus teorías y estudios son una mentira. Una mentira meticulosa y minuciosamente elaborada para ocultar la verdad, tan bien construida que pareciera que la mentira es la verdad. Se debe reconocer el gran trabajo que han hecho para enmascarar la inquietante verdad, aunque para llegar a esto costó la erradicación de la mayoría de las almas tortuosas que habitaban el mundo.

¿Que cómo sé que la leyenda que les he contado es la verdad? Porque yo soy una de las desgraciadas almas tortuosas que sigue vagando por su repulsivo mundo en donde se atacan unos contra otros a pesar de ser de la misna especie. Siempre me ha llamado la atención lo superior que es la raza humana y lo inferior que es su sociedad.

Con cada año que pasa se deshonra más y más nuestra memoria maldita. Entregando dulces a cambio de no arrojar papel higiénico al árbol de tu patio en lugar de entregar muñecos para poseer a cambio de no adueñarnos de sus frágiles cuerpos.

Y el día de hoy los he convocado aquí para que se enteren de los verdaderos seres que recorremos las calles a la par de ustedes, vestidos con ridículas prendas en un intento humillante por encarnarnos y otros que ni siquiera lo intentan. Te advierto que solo las personas con el valor suficiente son capaces de sobrevivir a la noche de brujas o, como nos gusta llamarla, nuestra noche de cacería.

El sol cae y la luz que refleja la luna nos permite distinguirnos unos de otros. El período de tiempo entre el anochecer y el amanecer del día siguiente la luna siempre tiene un brillo mucho más peculiar y mágico que permite esta cualidad. Solo nosotros nos podemos ver entre nosotros y a ustedes a la vez, somos seres incorporeos en su mayoría, en busca de un buen recipiente para poder vivir. Esa también ha sido la clave de mi lamentable supervivencia; si no posees una forma física, no pueden acabar con tu lamento eterno.

Las primeras almas vivientes comienzan a salir de sus moradas que los protegen. Ingenuos. Solo los humanos son lo suficientemente desprevenidos como para arrojarse a la oscuridad y sus seres sin ningún tipo de protección, algunos llevan un crucifijo o algún elemento de otra religión, pero lo que no saben es que no sirven para repeler a todas las almas tortuosas, alrededor del 15% de mi desfavorida especie se convirtió bajo el manto de la religión católica. Un exorcismo mal realizado, un crimen demasiado inhumano o una maldición de algún mago oscuro son solo unas de las formas de convertirse en un ser como yo, son unas de las millones de maneras de matar tu alma.

¿Sabes otra de las maneras más comunes? Cuando uno de nosotros posee a alguien como tú... no, como tú no; como alguien promedio de tu especie; alguien débil y con un toque de egoísmo en su organismo, ajeno a su alrededor y escéptico ante leyendas como la mía y, por más que actúen de manera frívola, su valor desaparece ante la primera señal de peligro. Cuando alguien como yo posee a un vivo como este, el recipiente se rompe de inmediato, generalmente deformando su rostro y debilitando su cuerpo hasta que es inservible. Si tienen suerte, la muerte llega rápido y la conversión es inmediata.

A mi lado pasó un niño pequeño disfrazado de lo que llaman un "vampiro" acompañado del que sería su hermano mayor. El pequeño me vio vagamente; los más susceptibles siempre tienen más facilidad para percibirnos. Esa fue la distracción perfecta para que un alma errante entrara en su cuerpo sin que se diera cuenta.

Los ojos de la criatura se abrieron exageradamente y perdió el color de su rostro, su hermano ya se había adelantado sin percatarse de la brutal escena que estaba experimentando el menor.

-Jim, apúrate ya -le dijo con un deje de desagrado sin voltearse a verlo.

-C-chris -llamó titubeante antes de que su labio temblara y se desplomara en el suelo ya inerte. Probablemente dirían que fue un ataque cardíaco.

El adolescente se volteó asustado y dos almas torturadas emergieron del cuerpo sin vida del niño; una nueva y confundida que le gritaba a su hermano cosas mientras este se desmoronaba, y una antigua que se marchó de inmediato en busca de otro posible recipiente, dejando una desgarradora escena a sus espaldas.

Seguí con mi camino por las calles y pasajes que deberían ser oscuros. A diferencia de los demás de mi especie, yo ya tenía fijado mi objetivo para ocupar su cuerpo.

Las calles se fueron llenando cada vez más de almas vivas y andantes físicamente. Las horas avanzaban y mi objetivo cada vez estaba más y más cerca.

Me crucé con una concentración de gente joven en una casa con un ruido muy potente que se escapaba desde el interior. Una reunión informal, creo que era el término que había escuchado durante mi estancia en esta tierra.

Pude ser testigo en primera fila de cómo una joven fue poseída mientras esta era cortejada por dos hombres. Una sacudida fue todo lo que experimentó, por lo que el caso más probable era que se convertiría en el nuevo cascarón de un alma tortuosa que podría tener forma física por el resto de la vida que le queda al cuerpo.

Porque sí, las almas como la mía solo duran en un cuerpo ajeno hasta que este caduca, lo que ocurre cuando terminamos de absorber el alma viva. Cuando el cuerpo ya no funciona, somos expulsados del organismo y nos vemos obligados a vagar de aquí para allá en busca de un nuevo ser que pueda servir como caparazón temporal, ya sea un juguete, un gato o un humano.

No permanecí mucho tiempo en aquel escenario debido a que mi futuro recipiente anfitrión me esperaba sin saber que lo hacía. Y no estaba en una reunión informal, donde suelen buscar mis compañeros de tortura; no, la persona a la que busco está en un lugar muy diferente.

Yo mismo ya había alojado en numerosos cuerpos de todas las formas y tamaños a lo largo de la historia, no sabría decir si soy una de las almas más antiguas aún existentes, pero espero que no sea así porque significaría que también soy la más errante y torturada de todas las almas, sean vivas o malditas.

Como te interesa a ti, estimado lector, solo hablaré de mis anfitriones humanos ya que la tendencia antropocéntrica de tu especie evita la capacidad de empatía con otras criaturas que podrían ser inferiores a ustedes en algunos aspectos, aunque lejanamente superiores en otros criterios.

Uno de los primeros cuerpos que recuerdo fue el de un campesino; tenía un corazón fuerte que le dio el valor suficiente para sobrevivir. Era alguien joven y me veía sumamente bien en aquel cuerpo, aunque a la gente le desagradara y desconcertaba el espíritu que manifestaba en contraposición con el aspecto físico que presentaba. A decir verdad, si yo no lo hubiera poseído, hubiera sido un muchacho muy agraciado. Pero no me arrepiento, porque pude coger un buen cuerpo antes de que lo tomara otro. Pasé buenos tiempos en esa forma y, como su alma buena parecía nunca cansarse de luchar, también perduré un período de tiempo bastante prolongado en el interior de aquella persona. Una buena época, sin dudas.

También tuve la forma de una anciana que trabajaba como cocinera en el castillo del rey de Alemania. Aquel cuerpo no me debió durar más de seis meses.

Tras ese fracaso, poseí a la reina, pero fallé así que seguí con probar con el rey y fue un total éxito.

Pasé por todos los continentes y por casi todos los países del mundo en distintas formas y, de tantas vueltas que di, ya no sé con exactitud en qué continente me encuentro. ¿Era América? ¿O ya había vuelto a Europa? No lo sabía.

Pero no todo fue éxito en mi existencia pasada como ser incorporeo y no tanto. Hubieron muchas decepciones entre medio, dejando una larga fila de almas malditas por mí a mis espaldas.

Médicos me llamaban por nombres de extrañas enfermedades, decían que era un paro cardíaco o respiratorio, incluso derrame cerebral, también provoqué un centenar de hogueras en donde acusaban a los cuerpos que abandoné voluntariamente por lo débiles que eran de brujería y pactos con Satanás.

En mi camino, un padre se interpuso en mi camino y lo traspasé con completo desinterés. Lo pude escuchar convulsionar con los gritos de fondo de sus hijos. Mi trabajo era un regalo para la humanidad, rompía la rutina.

Pero ya te he distraído lo suficiente. Al fin he llegado a mi objetivo, quien me espera al interior de la construcción frente a mí. Como podrás haberte dado cuenta a esta altura, mi objetivo es de tu repugnante especie.

Entré a través de las paredes y llegué hasta su morada. Esta persona no estaba celebrando como las demás la fecha. Esta persona podría tener el valor suficiente ya que la única persona más descuidada que la que se entrega despechadamente a la oscuridad y sus seres era la persona que permanecía en casa sola o desprevenida a pesar de todos los espíritus que acechaban en esta noche; para hacer eso se requería de una gran valentía.

Me adentré en el interior del artilugio que sabía tomaría al cabo de un momento. A partir de esto ya solo puedo hacer predicciones. Predicciones que sé que serán cumplidas.

La persona tomará el artilugio en el que estoy alojado. Leerá el relato que he escrito al poseer a la persona adecuada unos momentos antes de emprender mi rumbo que he narrado. Al llegar a esta parte, comenzará a sospechar. Ahora dudará. Probablemente mire a los lados o deje de leer ya.

Pero, si continuas leyendo mis palabras, debes saber que ya me he pasado a tu cuerpo, muy lentamente para que no lo sientas, al estar en contacto me fui traspasando de a poco y a esta altura ya es demasiado tarde para ti. Estoy convencido de que tu cuerpo será de mi agrado. Estoy convencido de que sobrevivirás a la conversión y, si no es así, la respuesta llegará en tan solo unos momentos. Tal vez te detecten un paro cardíaco o piensen que fue envenenamiento, con los humanos nunca se sabe.

El proceso de cambio se extiende por doce horas, en ese tiempo tu alma viva se estará enfrentando la mía maldita tratando de sacarme, aunque sea imposible.

Así que, veamos si tienes el valor para sobrevivir.

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