¿Un martillo?
-Enhorabuena por tu victoria, Sonic.-Dice el pequeño de cabello rubio de forna animada.
-ya...
-Vamos, alegrate. No han dejado salir de la escuela, habéis ganada un partido, Knukles ha recuperado su memoria...
-Ejem, ya, sobre eso...-Interrumpe Knukles apoyando lis codos sobre la mesa.-¿Podéis volver a explicarme todo esto?
-Ya te lo hemos contado tres veces-se queja Blaze rodando los ojos.
El grupo de amigos se encontraba reunido en la bolera del centro comercial, sentado en una de las mesas de la cafetería te esta, pues planeaban celebrar el exitoso día con unas hamburguesas. Muchos chicos de la misma edad que ellos se paseaban por allí aquella noche ya que al ser fin de semana, todos tenían permiso para salir del colegio interno, además que el centro comercial era el sitio más frecuentado por los jóvenes. Por esta razón, no era demasiado raro que cierto grupo de animadoras coincidiera en la misma cafetería que Sonic y sus amigos.
-El partido a estado muy interesante hoy, por primera vez no me he quedado dormida en los descansos-Comenta una de la chicas a la vez que se aplica carmín sobre sus labios de forma coqueta-¿No creéis que los nuevos fichajes son super monos?
-Totalmente, el chico del cabello azul...¿Cómo se llamaba? Es muy lindo.
Al decir esto, Amy casi se atraganta con su refresco. Sus compañeras la miran extrañadas.
-S-se llama Sonic. El chico...si...ese es...su nombre...-improvisa para romper el silencio que se había formado.
-Vaya, Amy, deberías hablar con Sonic...
-Si...para decirle que estás loca por el.-Insinúa una de las animadoras con una sonrisa pícara, al igual que las otras.
La pelirosa se sonroja y mira hacia abajo avergonzada.
-O-oye, no es verdad, no me gusta...
-¡Mira, pero si está ahí!-Exclama señalando una de las mesas al lado de las máquinas de bolas. Acto seguido todas las adolescentes empiezan a chillar como cualquier chica en el concierto de un cantante pop de moda.-¡Tía, tienes que decirle algo!
-¡Felicitale por el partido!-Sugiere una.
Mientras Amy era acosada por sus amigas, Tails se dio cuenta del grupo de chicas que gritaba.
-¿Esas son las animadoras?
-Si-responde Blaze-Amy me dijo que saldrían esta noche.
Al oír el nombre de Amy, Sonic no pudo evitar volverse sin pensar a la dirección que había señalado Tails. Justo en ese instante, sus miradas se cruzaron, haciendo que el tiempo se paralizase para ellos dos.
-Bueno no, ha estado mal...¿Volvemos ya o jugamos otra partida a los bolos?-Pregunta Silver pagando su parte de la cuenta.
-Yo estoy cansado, mejor volvemos ya que dentro de nada pasa el toque de queda.-dice el rubio mirando su reloj-Vamos, Sonic....¿Sonic?
-¿Mm? Ah, sisi, ya voy...Espera. En realidad...prefiero quedarme un rato más, para despejarme, ya sabes.
-Como quieras, pero no tardes demasiado, ¿De acuerdo?
-No te preocupes-le asegura.
Mientras tanto, en la mesa de la chicas, ya todas habían cambiado de tema. Ahora discutían sobre maquillaje o sobre música. Sea lo que fuese, Amy no le prestaba atención pues estaba entretenida mirando a Sonic disimuladamente, es más, no se dio cuenta de que se iban hasta que sus amigas empezaron a levantarse de sus respectivos asientos.
-Date prisa, Amy, que se nos hace tarde.
-¿Eeh? ¿Que pasa? ¿Y-ya ha pasado el toque de queda?
-Que va, aún falta media hora para eso. Vamos a ir a dar una última vuelta por las tiendas.
-Oh, pues a mi no me apetece nada...
-Ah, ¿No?
-No, ya me he comprado esta nueva diadema, no quiero gastar más de la cuenta...
-Está bien. Buscanos si cambias de idea.-Dicen despidiendose.
La chica ve a las demás alejándose y suspira. Luego se levanta tranquilamente tras colgar su bolso sobre su hombro. Le echa una rápida mirada a Sonic la cual la convence para ir finalmente a saludarlo.
-Buen partido.
-Wow, gracias. No pude saludarte antes con tanta gente.
-Bueno, pues aquí estoy...
-Pues...hola-Dice con una tímida sonrisa-Por cierto, me gustó el baile.
-Gracias, aunque no lo había ensayado lo suficiente. ¿Sabes por que, no?
- Mmmm...¿Porque te encanta pintar decoración para obras de teatro?
-Tonto. En fin, yo ya me voy.
-¡Espera!-Exclama agarrandole del brazo-Te invito a jugar a lo que tú quieras. ¿Siempre dices que yo tengo la culpa de que te castigaran, verdad? Pues déjame compensarte.
-¿Y cómo vas a hacerlo?-Cuestiona alzando una ceja a la vez que se cruza de brazos.
-¿Por qué no empiezas por desahogarte?
El chico no le dejó tiempo para que preguntara a qué se refería, la llevó directamente hasta una gran maquina cuadrada con agujeros en la parte superior.
-¿Qué es esto?-pregunta curiosa.
-Ahora lo verás-Responde poniendole en las manos un pequeño mazo de plástico.
-¿Un martillo?-Sonic sonríe y mete una moneda en la máquina. De pronto, todo el cubo se ilumina y de los agujeros comienzan a salir unos topos.-¡Ya lo entiendo, tengo que golpearlos!-Exclama ilusionada.
Minutos después, la pareja paseaba de vuelta a la escuela por un camino iluminado vagamente con la luz de las farolas.
-¿Y te fijaste en la cara del dependiente cuando vio la cantidad de tikets que sacaste en una sola partida?-rie Sonic.
-Ha sido épico, jamás imaginé que ese juego era tan divertido. Era como si llevara toda la vida dándole martillazos a unos topos.
-No exactamente, pero algo parecido...
-Ah, si, sobre eso...quería preguntarte algo.
-Claro, dime.
-Pues...El primer día, cuando te conocí...Dijiste que veníamos de un lugar llamado Mabiu o algo así...y que eramos erizos. ¿No?
-Es Mobius en realidad, pero sí, continúa.
-Si, yo me preguntaba...quiero decir, ¿Por qué estabas tan seguro de que yo era una eriza? ¿Como me reconociste?
-Era obvio. Pelo rosa, vestido rojo...
-Cualquier chica puede teñirse el pelo y llevar un vestido rojo.
-Ya, pero no todas tienen esa sonrisa.
Amy se paró en seco y su cara se puso roja. Sonic se dio cuenta de lo que acababa de decir y se avergonzó por ello.
-P-perdona, ahora mismo pensarás que estoy loco.
-No...es muy bonito.
De nuevo, ambos se sostenían la mirada, sin apenas pestañear. Cuando quisieron darse cuenta, sus rostros estaban cercas uno del otro, en la posición perfecta, en el momento perfecto. Solo hizo falta que la chica cerrase sus ojos, reclamando lo que se moría de ganas por probar desde el primer momento en que lo vio. Sonic se inclinó finalmente posando sus labios sobre los de ella mientras se preguntaba a sí mismo si realmente esto lo hacía para devolverle a su amiga la memoria o porque realmente sentía algo por ella.
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