Un hombre gordo con un abundante bigote se paseaba por los pasillos rodeados de aulas, dirigiéndose a su próxima clase cuando una profesora le detiene.

—Buenos días, señor Robotnik.—Dice alegremente—No nos han presentado aún, soy Mery, la profesora de teatro.

—Felicidades—Responde desinteresadamente. Este intenta seguir su camino pero le vuelve a parar.

—Verá, le quería hablar de la obra primavera, o más bien del decorado. He pensado que usted, al ser nuevo por aquí, podría aprovechar esta oportunidad para acercarse más a los alumnos.

—No me importa llevarme bien con esos gamberros, gracias.

—¡Ejem!—La señora se coloca frente a él con un cartel publicitario de la obra.—En realidad, el departamento ha decidido que usted debería encargarse de dirigir el montaje del decorado de las obras escolares, ya que no ha sido voluntario en ningún evento desde que llegó—Explica forzando una sonrisa.

Eggman deja escapar un gruñido de desaprobación y le arranca el folleto de sus manos para luego darse la vuelta y entrar en su clase.

—¡Ha sido un placer!—Grita la profesora.

—¡Todos a vuestros sitios!—Grita el malhumorado maestro al entrar en el salón. Los alumnos hacen caso y guardan silencio. Todos habían notado lo enfurecido que estaba su profesor y todos cruzaban los dedos rezando para que no les pusiera un examen sorpresa.—Muy bien, a ver. ¿Quién de vosotros se ofrece voluntario para hacer el decorado de una estupidez de obra?—Ninguno de los adolescentes se atreve a mover un músculo, un silencio pesado inunda la sala—Lo que esperaba. De acuerdo. ¡Hedgehog!

El grito que da hace que Sonic se despierte de un salto de la siesta que se estaba dando al final del salón.

—¿Q-que? ¡presente!

Pequeñas risas se escuchan por parte de sus compañeros.

—Tú vas a hacerlo.

—¿Eh? ¿Por qué? ¿Qué he echo?

—Nada, simplemente me caes mal. Y vosotros tres también lo haréis—Dice mirando a Amy, Blaze y Silver.—Tomárselo como una extensión de vuestro castigo. Ahora abrir el libro por la página...

Eggman comienza a escribir en la pizarra mientras todos sacan su material, excepto Amy, quien había dedicado unos segundos de su tiempo a lanzarle una fría mirada de Sonic.

—Pss, Tails...—Susurra el peliazul al pequeño que se sienta frente a él.

—No pienso prestarte los deberes—Responde intuyendo la pregunta.

—No es eso, solo quería preguntarte en qué lio me he metido ahora.

—Ah, bueno, al parecer vais a montar el decorado de una obra.

—Oh, no es tan malo. Así podré pasar más tiempo con Amy. Siento que me tiene un poco de odio.

—ya, yo también lo he notado.

—ya...—Susurra mirando a la chica prestado atención a la clase—... Oye, Tails ¿me dejas tus deberes?

Horas después, en la entrada del gimnasio...

—Vamos, hemos estado juntos muy poco tiempo.

—Lo siento, tengo entrenamiento de animadoras.

—No sé para que diablos te uniste a esas locas bailarinas.

—Tú siempre tan cascarrabias...—Responde con una sonrisa.

La chica se aparta un mechón de pelo rubio de la cara, ya que le tapaba uno de sus brillantes ojos azules los cuales miraban con ternura a su acompañante.

—Nos vemos luego—anuncio el joven dándole un beso en la mejilla a su pareja.

Ella se despide y sube las escaleras que llevan al gimnasio. Justo al entrar, su teléfono móvil hace un pequeño sonido.

Amy: dile a las demás que no puedo asistir al entrenamiento... Tengo que ir a ocuparme del decorado de una obra #sigocastigada :c