Eggman
El sol había caído por completo. Ya podían apreciarse unas cuantas estrellas en el cielo nocturno. Cierto chico permanecía sentado en las escaleras de la entrada al gimnasio donde se celebraba la fiesta, vistiendo un elegante traje negro. Estaba impaciente, no veía el momento en el que su pareja al fin llegara.
Pasaron los minutos y se pone en pie ansioso al escuchar unos pasos viniendo hacia él, pero de desilusiona un poc al ver que no era Amy sino tres viejas amigas.
—¿Sonic? ¡Cuanto tiempo sin verte!—exclama Natalie saludandolo—pensamos que habías vuelto a tu dimensión.
—Si...se supone que volveremos esta noche...
—¿Vienes al baile?—cuestiona Sam con curiosidad.
—Ajá, pero Amy aún no ha llegado.
—Eso es raro, nosotras hemos sido las últimas en salir de la residencia—Explica Juli.—Quizás haya tenido un problema.
Mientras tanto, los amigos de Sonic se encontraban reunidos en la sala de estar de la residencia de los chicos. Todos descansaban sobre los numerosos sillones viendo la televisión con cara de estar aburridos, excepto Tails, quien se entretenía colocando las esmeraldas del Caos en el potal.
De pronto, una de las ventanas se abre y entra Rouge de un salto. Esta cae en el suelo y jadea cansada.
—¿Cómo has entrado?-pregunta Blaze sorprendida.
—Ahora no tengo alas, así que obviamente he entrado trepando. La puerta estaba bloqueada—responde señalando la entrada que estaba tapada con varios muebles.
—La hemos bloqueado por alguna razón—contesta Knukles con desprecio—¿Qué diablos quieres ahora?
—No te pongas tan chulo conmigo, el pequeñín me dijo que el portal podría crear un vórtice si no regresabamos todos. Así que em cierto modo me deberías dar las gracias por estar aquí.
—¿¡Disculpa!?—exclama el pelirrojo enfurecido—¡Nos pusiste en un grabe apuro el otro día! Casi lo echas todo a perder.
—No es mi culpa, para ese entonces aún creía que era una simple humana. Eggman me lo pidió.
—¿Esa es tu excusa?
—Knukles, déjala ya, tiene razón.—le interrumpe Tails—Rouge, ¿sabes donde está Eggman ahora?
—Precisamente venía para eso. Acabo de venir del laboratorio y no se encontraba ahí...
—¿Y no has pensado que podría encontrarse en otro lugar?—cuestiona Shadow con desprecio.
—Si me dejarías terminar...
—Continúa, Rouge—le pide Blaze en tono serio.
—A ver, el caso es que cuendo entré en el laboratorio todo estaba destruido. Era como si un tornado hubiera pasadp por allí.
—No me imagino a cara huevo metiéndose en una pelea—comenta Silver.
—El suele usar robots para luchar...—opina la pequeña Cream.
—O quizás haya sido una broma, una gamberrada, o ha habido un accidente...Espera. —dice Tails pasándose frete a, la ventana—¿Cream, que acabas de decir?
—¿Él suele usar robots para...?
—¡Eso es! ¡Un robot!—grita el joven del cabello rubio.—Puede que nosotros no seamos los mismos aquí pero él sigue siendo un científico malvado, y...teniendo el laboratorio, disponían del material suficiente para construir algo contra nosotros.
—¿Cómo estás tan seguro de esto?—pregunta Shadow disimulando su interés.
—¿Por qué no lo miras tú mismo?—contesta sin apartar la vista de la ventana.
Todos se asomaron para ver las enormes pisadas de robot en el suelo de las calles del campus. El camino de huellas se dirigía hacía el gimnasio, dejando un paso de farolas, arbustos y murallas desteuidas. Estaba claro que Eggman había sacado la artillería pesada.
—tenemos que advertir a Sonic.—propone Silver.
—¿Y cómo exactamente? Se negó a llevar celular.
—luchemos contra él.
—Que buena idea, un montón de adolescentes ridículos contra un enorme robot...—responde Rouge con sarcasmo ante el comentario de Knukles—Sí a pesar de cambiar de cuerpo eres tan idiota como siempre.
En ese momento, Sonic se encontraba corriendo hacia la residencia de las chicas ya que estaba preocupado por Amy. Este frena en seco al encontrarse cara a cara con un enorme robot.
—Qué suerte, me acabas de ahorrar medio camino hasta la bobada de fiesta esa. Puede que este armatoste sea fuerte pero es muy lento.—parlotea mientras le da palmaditas al robot—En fin, prepárate para tu fin y eso, blah, blah, blah, por cierto, estás muy elegante.
—Si crees que voy a huir por no tener mis poderes estás muy equivocado.
—Oh, verás, Sonic, después de tantos años peleando contra ti...
—Querrás decir perdiendo contra mí...
—¡Cállate! Agg...por ese motivo es que he querido asegurar mi victoria esta vez.—auncia pulsando un botón.
El robot se mueve abriendo su puño un poco dejando ver a una chica con un hermoso vestido rojo.
—¡Sonic!—grita Amy intentando zafarse de las garras de la máquina de metal.
Sonic miró al doctor y dejó salir de sus labios un gruñido de enfado.
—No me hago responsable de lo que pueda pasarle si haces algo. —insinua con una sonrisa triunfal—Dicen que el cuerpo de las personas es más delicado que el los animales. Espero que no le haga demasiado daño...
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