—...Así que crees que he robado las esmeraldas.

—¡No lo creo, los sé!—Grita el equidna enfurecido.

La murciélaga frunce el ceño molesta y baja volando de la rama del árbol donde se encontraba descansando.

—A ver, querido, ¿crees que si tuviera a esas pequeñas estaría aquí sin hacer nada en vez de estar dándoles amor y sacándoles brillo?

La contestación de Rouge deja a Knukles sin palabras. Él conocía a Rouge desde hace bastante tiempo y le resulta una chica muy molesta, no sólo por sus intentos de robar la esmeralda maestra sino también por sus incesantes flirteos hacía él. Esta siempre le hablaba cariñosamente y lo trataba como si fuera su novio para que él se pusiera nervioso. Ella es una chica sexy y atractiva y se aprovecha de esto para manipular a los hombres.

—¿Qué vamos a hacer, señor Knukles?—Cuestiona la conejita que había seguido a todo el grupo.

—Si les interesa...—Empieza la murciélaga poniendo una mano sobre su cadera—...sé quién puede tenerlas.

—¿En serio?—Pregunta Sonic intrigado por cómo acabaría esto.

—Si. Lo diré, pero antes quiero una disculpa del rojito—Replica lanzándole una pícara sonrisa al Knukles.

El equidna espera unos segundos antes de responder hasta que finalmente se rinde.

—L-lo... Lo s-siento—Murmura mientras intenta esconder un leve sonrojo que empezaba a manifestarse en sus mejillas.

—¿Cómo dices? No te oigo.—Continua Rouge a propósito.

—¡Siento haber pensado que habías robado las esmeraldas!—Grita con rabia sin poder aguantar más.

—Mejor. Ahora sí, la última vez que vi a mis pequeñas las llevaba el erizo de peinado extravagante.

—¿Silver?—Pregunta Amy adivinando a lo que se refería.

Hacía unas semanas que Silver y Blaze se habían instalado en Green Hill con la excusa de vigilar si Melphiles volvía a aparecer aunque todos sabían que ese asunto ya formaba parte del pasado. Blaze por primera vez en su vida había aprendido a confirmar en los demás y Silver ya había dejado de ser su único amigo. Tenían una vida más feliz y de eso es difícil despedirse aunque la gata no dejaba de ser alguien responsable que se tomaba en serio sus tareas por lo que sabía que era hora de volver a su puesto como princesa.

Los demás encontraron a Silver en la ciudad sentado en la acera, bebiendo un refresco tranquilamente hasta que la llegada sorpresa de sus amigos hace que se atragante.

—¿Q-qué pasa? ¿Por qué me miráis así? ¿He echo algo malo?—Pregunta inocentemente.

—Las esmeraldas.—Suelta el erizo azul que ya estaba perdiendo la paciencia.

—¿Ah?

—¡No te hagas el tonto, Rouge dijo que las cogiste!—Clama el equidna.

—Eso, yo te vi.

—¿Qué haces aún aquí?

—¿Qué pasa? Yo también quiero  ayudar a buscar mis esmeraldas.

—¿Qué ocurre aquí?—Interrumpe una gata color lavanda y ojos dorados al igual que su mejor amigo.

—Creemos que Silver tiene las esmeraldas Caos.—Explica Amy a lo cual Blaze se mantiene seria.

—Ah, si, yo le pedí que me las trajera.

—¿Eh?—Gruñe el zorro con la misma expresión de no entender nada que tienen sus compañeros.

—Quería examinar su poder así que le pedí a Silver que me hiciera le favor de traermelas. Mis disculpas si les he causado molestias.

—Uhm, bueno, está bien... Aunque deberías pedir permiso...—Se queja Knukles mientras cruza los brazos sobre su pecho.

—Te lo iba a decir pero tu te encontrabas durmiendo.—Salta el erizo alvino haciendo que los ojos del equidna se abrieran como platos.

—Menudo guardián.—Comenta el ojiverde con una sonrisa irónica

—¡Cállate!

—La verdad es que tiene razón—Sigue Silver—Cuando Blaze terminó, volví a Angel Islan para devolverlas pero aún seguías dormido.

—Espera, ¿las regrasaste?

—Claro, incluso dejé una nota.

—Ya veo que ocurre—Murmura el azulado pensando en voz alta.

—¿Que Knukles es el peor guardián de la historia?—Pregunta Rouge.

—Eso, y que también Eggman es el que tiene las esmeraldas.

—¿Está seguro, señor Sonic?

En el momento en el que la pequeña termina la frase, un enorme estallido suena en la distancia y una luz cegadora se proclama en dirección a la que se encuentra el laboratorio de Eggman.

—Estoy seguro.

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Holaaa... Me muero de sueño. La última vez que escribo de noche, se me ha caído el celular a la cara como veinte veces (escribo tumbada)

Este capítulo se lo dedico a mi nueva amiga Mia2032

En el siguiente capítulo empieza la acción, por desgracia no voy a tardar en subirlo porque tengo que terminar la maldita ova de Compañeros de Piso. El buen lemon lleva su tiempo :v

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