9 de Enero 2008
Wisconsin/Milwaukee

48 horas desde la última vez que vi al tal Miller. Siento un desagrado por el en estos momentos por su forma de actuar este lunes. Fue un comportamiento muy infantil.

Entre a la casa y solo mire a mi padre parado en medio del pasillo con una mirada severa. Esto no eran buenas noticias.

-Arréglate saldremos esta noche.

Sabía que significaba y no era para nada bueno. Asentí y a mala gana fui subiendo por aquellas escaleras hasta el cuarto.

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La fina tela de las medias se deslizaba lentamente por las largas piernas de Katherine acompañadas de una falda de látex color rojo que no dejaba mucho a la imaginación, ella solo podía ver el contraste de las prendas negras y rojas que la acompañaban. Sonrió levemente al recordar que eran las únicas prendas decentes que tenía.
Se levanto de la cama y se calzo unos tacones de aguja negros y le siguió el top de látex rojo que cubrió el simple encaje de la ropa interior. Se miro en el espejo y no se reconocía, así como muchas veces que se miraba en el gran espejo.

Labios rojos, rímel y un poco de base fue suficiente para hacerla ver espectacular. La brocha paso por su parpado dejando ese destello dorado. Verse de esa manera se le hacia tan denigrante pero aun así le gustaba la sensación de ser alguien diferente esa noche.

Baje las escaleras donde mi padre me esperaba con una amplia sonrisa al verme, era la única ocasión en la que parecíamos un "linda" familia. salimos y nos montamos en un precioso Toyota Camry rojo. Si mi vida no era tan mala a simple vista, pero todo esto era ganado bajo engaños y juegos sucios.
El motor rugió y con ello mis ganas de escapara de las garras del hombre que en vez de respirar fuma y salimos disparados mientras las calles de Milwaukee, luces y edificios se elevaban en lo alto de la ciudad y el freso aire entraba por las ventanas semi abiertas del auto. Lo mas impresionante fue cuando ante nosotros el famoso "Potawatomi" que nos recibía con su fachada de cuadros led llenando el lugar de colores que se reflejaban en los cristales del auto.

Al bajar la gente se fijaba meramente en mi y en mi apariencia fuera de lo común, este lugar ya nos conocía por lo tanto no nos pedían la estúpida credencial para entrar a estos lugares. así que mi padre decidió desde un inicio ir a las tragamonedas pues ningún otro juego de este lugar se le daba. Bufe y lo mire marchar, el jugaba yo hacia el trabajo difícil. Estúpidos padres. Pedí minutos antes de entrar al área un cambio de quinientos dólares por fichas el cual no me negaron.

Entre y pase junto a varias filas de tragamonedas, las mesas de black Jack, y entonces nos detuvimos junto a la ruleta. Escrute el local examinando las diferentes mesas de póker, hasta que me fije en la que jugaban los hombres de mas edad.
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Perros viejos de casino.

Camine hasta la mesa, con mi sonrisa más encantadora.
Este tipo de personas olían a los casa fortunas, como yo a kilómetros, pero tenia dos cosas a favor que cubrían el engaño: juventud... y un par de tetas.

-Buenas noches, caballeros ¿ Les importaría si me uno a ustedes?

No me miraron y prosiguieron.

-Claro, muñeca. Coge un asiento y se una chica.

-Quiero jugar - dije, mientras acomodaba la falda de látex rojo-. No hay mucha acción en el Black Jack.

Uno de los hombres me miro incrédulo y con un puro en la boca dijo:

- Esta es una mesa de póker, princesa. Prueba suerte en una reluciente maquina tragamonedas.

Tome asiento en el único sitio vacío y cruce las piernas con gran ostentación.

-Siempre quise jugar al póker en un casino. Y tengo todas estas fichas...- dije, al tiempo que dejaba mis fichas sobre la mesa-, y soy muy buena por internet.

Los cinco hombres miraron mis fichas y después a mí.

-Hay una apuesta mínima, encanto -dijo el crupier.

-¿De cuánto?

-Quinientos, tesoro. Mira..., no quiero que llores y te lleves un mal sabor así que mejor ve a jugar en una tragamonedas muñeca.

Empuje mis fichas hacia adelante, encogiéndome de hombros tal y como una inocente chica de universidad apostando todos sus ahorros antes de darse cuenta de que perderá todo. Los hombres se miraron, pero no insistieron. El crupier se encogió de hombros y barajeo.

-Soy Thomson - dijo uno de los hombres con mejor apariencia, tendiéndome la mano. Cuando se la estreche señalo a los demás-. Smith, Marcus, Joe y Mathew.

Levante la vista al último mencionado y este mismo me giño un ojo y yo sonreí pícaramente. Ya teníamos a nuestra víctima.

Asentí y esperé con falsa excitación a que repartieran la primera mano. Las primeras rondas las perdí apropósito, pero en la tercera ya me encontraba ganándole a los hombres de mayor edad quienes en un momento empezaron a sospechar y a dudar respecto a quien era y si era verdad lo que yo había dicho. Thomson fue el primero en darse cuenta.

-¿Ha dicho que juegas por internet? - pregunto.

-Y con mi padre.

-¿Eres de aquí? - pregunto Marcus.

-Justamente señores.

-Esta no es una simple jugadora online. De eso estoy seguro - mascullo Joe.

Unas horas después les había ganado a esos veteranos de las apuestas quedándome con sus trecientos cuarenta dólares en la mesa, y empezaron a sudar.

- No voy - comento Smith tirando las cartas en la mesa.

-¿Caballeros?

-Siéntate, Vanessa Selbst - dijo Marcus-. Vamos a recuperar nuestro dinero. No nos gusta que nos estafen.

-Les deseo lo peor - Sonreí.

El bote estaba en dieciséis mil dolares, el mas alto de la noche, y me lo jugaba a todo o nada.

-Nunca he visto una jugada tan perfecta. Y no tienes ningún tic, Mathew ¿ te has dado
cuenta?- comento Jon.

-Me eh fijado. Ni se rasca, ni sonríe, ni siquiera hay cambio alguno en su mirada. No es natural. Todos tiene un tic que los delata.

Yo sonreí ampliamente y no les preste atención asi que seguimos jugando un poco mas. Cuando menos pensé una muchedumbre se había reunido a nuestro alrededor aplaudía cuando enseñé mis cartas. Smith era el único que podía acercarse a mi con una tercia. Nada que mi escalera de color no pudiera batir.

-¡Increíble!- dijo Joe, lanzando su pareja sobre la mesa.

-Me retiro - Gruño Marcus, antes de largarse y marcharse de la mesa.

Mientras que Thomson  se veía mas alegre.

-Después de esta noche, me puedo morir tranquilo Me he enfrentado a un contrincante de verdadera altura. Ha sido un placer.

Me levante de la mesa mientras recogía las ganancias con ayuda de mi padre quien en algún momento se había acercado a mi. Solo para esto tenía el descaro de mostrar su rostro. Pero la noche era larga y llena de, alcohol, sexo y apuestas.

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10 de Enero 2008
Wisconsin/Milwaukee

Al entrar a la casa me dolían los pies y sentía mi cabeza explotar, sentía que en cualquier momento caería rendida en medio del suelo de la casa. Pero no fue así pues logre llegar a mi cuarto donde me tire en la cama no sin antes a ver me desecho de los tacones y las molestas medias. Así fue como por fin caí rendida en la cama para dejar que el sueño me consumiera por ese día. No tenia muchas ganas de ir a la escuela así que no seria ningún problema que no apareciera después de todo ya era la costumbre para mi faltar un largo periodo de días a la escuela.

Las horas pasaron y Katherine no mostraba señales de querer levantarse, pero como la suerte nunca esta del lado de las personas que lo necesitan su padre entro abruptamente a su cuarto despertándola.

-Jornada de trabajo niña

Bufe y a mala manera me levante para darme una ducha rápida y dejar que el agua resbalara por mi cuerpo para quitar todos los sucesos de la noche pasada. Ya era tanta la costumbre de salir por las noches a buscar el dinero necesario para mantener a esta basura de familia peor siempre recordaba que por el único motivo que lo hacia era por Emma quien nunca se enteraba de mis trabajos provisionales que mi "Padre" conseguía para poder mantener este lugar. Un nuevo vestido apareció en mi cuerpo de color negro con una abertura en el centro del estomago para mostrar mi pequeño ombligo.

Salimos minutos después de que yo estuviera lista en busca de un nuevo casino donde no ser reconocidos después de la gran hazaña de ayer.

---------- » «12:30 pm» « ------------

La noche era buena hasta el momento pues había ganado 3 juegos de black Jack y 2 de poker con unas ganancias de 350 a 650 dólares sobre la mesa. Pero algo fue diferente esa noche pues un agradable chico me había invitado una copa como siempre lo hacían pero el lugar y la hora no fueron las mejores pues a lo lejos pude ver como entraba Jon con un semblante de pocos amigos en busca de alguien y para mi mala suerte si era yo. Miré al chico el cual me miraba extraño en busca de una respuesta a lo que yo solo pude pronunciar un simple "Lo siento" en ese momento el impacto del puño de Jon contra la cara del otro sujeto alarmo a las personas sentadas en la barra y a algunos jugadores que se encontraban en las mesas.

-¡¡¡Zorra!!!! - el grito de el me alarmo asi que me levante.

-Jon tranquilo no es lo que cree...

Y una cachetada fue lo que recibí en respuesta, esto ya no era bonito. Me tomo del brazo con brusquedad y me saco del local. Mi padre nos siguió y se interpuso entre ambos.

-Muchacho esto son negocios no lo tomes a mal. Luego podrás apañártela

Trague saliva y a los dos los mire con un odio que se podía ver en mis ojos. Jon me miro y se acercó para tomarme del cuello y besarme de una forma brusca. Yo solo me dejé y cuando se separó sentí como su agarre se alejaba de mi cuello y nuevamente podía tomar aire con facilidad.

- De esta no te salvas ¿entendiste?

Asentí y eso fue mas que suficiente para que se marchara por la acera de la calle sin rumbo definido. Cerré los ojos y me contuve de llorar mi padre me tomo de la mano y tiro de mi con fuerza para meterme al carro a lo cual yo negué y me liberé de el abruptamente.

Corrí con todo y tacón mientras las lágrimas de impotencia salían de mis ojos y sentía como el aire se acababa por el esfuerzo. Mire atrás de mi y me asegure de que ellos no me seguían así que saque mi celular y marque el número de Luke algo agitada.

Uno, dos, tres veces sonó hasta que un adormilado Luke contesto. Con voz temblorosa y a punto de quiebre hable.

>Necesito que vengas por mi, estoy en North Prospect Avenue. Por favor ven rápido...<

Comente mientras me soltaba en llanto y la llamada se cortaba.