XX
Fue relativamente rápido, como si el destino lo hubiera planeado desde un principio, todos los planes que se habían marcado, tomarían su curso en el momento en que el Campeón, pisara las tierras de Kalos una vez más.
POKÉMON XY&Z
OTHER WAY TO BATTLE
XX
No había pasado demasiado tiempo, desde el incidente en que aquel postre propició una escena en una de las plazas de Lumiose, cuando lo impensable sucedió.
¿En qué momento?...
Estaban rodeados, una banda de varios integrantes vestidos de blanco y de gafas oscuras habían aparecido en todos los alrededores, mientras proclaman que en el nombre del Equipo Terminal, tomarían custodia de Ash Ketchum.
—¡No se lo lleven! ¡No se lo lleven! ¡Nooo! —Trataba con todas sus fuerzas de zafarse de los agarres Dawn, mientras observaba como poco a poco lo separaron de ella, sosteniéndolo de los brazos y doblegándolo hacia atrás para inmovilizarlo.
—¡Pikachuuu! —Cuando lo notó, había sido encerrado dentro de una esfera transparente, que brillaba luminosa con cada uno de sus ataques, sin permitir el efecto al exterior.
—¡Van a estar bien! ¡Vamos a estar bien! ¡Dawn créeme! —le gritó con el último aliento de sus labios, hasta el momento en que lo halaron hacia adelante violentamente, haciéndole perder el equilibrio, por lo que cayó arrodillado al piso, golpeándose la frente contra los azulejos del suelo.
—¡AHHHHHH! —gritó horrorizada la coordinadora al ver que aprovecharon la oportunidad de verlo tendido en el piso, para tomar impulso y pegarle una patada en el pecho, que lo dejó sin aire, cerrando los párpados con fuerza, mientras esperaba que el dolor pasara para tratar de reincorporarse, pero ese momento jamás llegó, recibió otra patada y otra más, haciéndolo rodar sobre sus brazos atados.
—¡Ash! ¡Ash! —gritaba desesperada, pero ella misma fue silenciada al colocarle una bolsa oscura sobre la cabeza.
Los ojos castaños alcanzaron a ver a la distancia, como la llevaron hacia una camioneta. Y esa... fue la última vez que la vio... —D... —terminó por perder la conciencia, para casi al mismo instante, ser recogido por otro par de hombres de blanco, que lo metieron en otra camioneta.
Mientras... desde un poco más lejos, los binoculares fueron bajados de la vista de la peliroja, con cierto dolor, por la escena.
—Parece que llegamos muy tarde...
—¿Pero quiénes se lo llevaron? ¿No éramos nosotros los encargados de darle la bienvenida? —los miró extrañado James.
—Estoy seguro que esto no fue cosa de la Agente Y... no señor... esto me da muy mala espinita. —asintió a sus propias palabras Meowth.
—Lo mejor será que... avisemos de esto a la jefa... digo... a la torpe...
.
.
.
Era feliz... No paraba de preguntarme si todo lo que me estaba pasando era realmente por pagar las culpas pasadas, ¿Qué fue eso tan terrible que hice?... verme obligado a todo el tiempo estar despierto, obligándome a decirme a mí mismo que encontraría la oportunidad de escapar, sólo para mantener las esperanzas vivas, brillantes... como el sol que no veía pasar ante mis ojos desde hace... ¿Cuánto tiempo llevo encerrado aquí?...
Serena... hasta en un momento como este en lo único que puedo pensar es en ti... en si podré volver a verte... ¿Si saldré vivo de esta?...
Lo único que quería era pasar al lado de mi novia el mayor tiempo posible... disfrutar de su aroma y su sencillez... ¿Pero es que acaso nada de eso se me era realmente permitido? La perdí... y ahora Dawn... y Pikachu...
Serena...
Sólo el amor podrá sacarnos de esto... ¿Puedes sentir mi amor?... ¿Sientes esta misma presión en el pecho?... ¡Serena! ¡¿Dónde estás?! Quiero decirte tantas cosas... que sepas... que sigo vivo...
—Que estoy aquí... —separó los labios pegados entre sí por la saliva casi seca del tiempo que ha pasado encerrado sin beber ningún líquido. —Sáquenme... —sollozó un par de veces para luego apretar los dientes y con todo su impulso levantarse y estrellarse de pecho contra las rejas de la celda donde estaba recluido desde que fue atrapado en la ciudad. Llevaba los ojos vendados y las manos atadas tras la espalda.
—Por fin reaccionaste... —escuchó la voz femenina fuera de los barrotes, por lo que se acercó rápido. Sabía que la había escuchado antes... ¿Pero dónde?...
"Por supuesto que no ha habido ningún malentendido Ash" "¿Y cuando estuvimos en lo oscurito mi amor?"
—Tú... —se separó un poco de los barrotes y se dio la vuelta al asociar sus recuerdos.
—Dudo mucho que algún conocido entrañable pueda venir hasta aquí... —le dijo entrecerrando los ojos con un tono lastimero en su voz.
—¿Qué es lo que quieres?...
—Sólo hablar un poco contigo...
—¿Hablar?... Yo no necesito hablar de nada... lo único que quiero es salir de aquí... —respondió cansado y con el tacto de sus pies, encontró el lugar donde se formaba la esquina donde había permanecido sentado y se recostó contra la pared.
—No... de eso nada, ¿Qué acaso no te has dado cuenta de lo que ha pasado?... Te han capturado, a partir de ese momento te convertiste en el juguete de quien quiera que lo seas, se pagó bastante por el derecho.
—¡¿Derecho?! ¿Por qué? ¡¿Para qué?!
—La respuesta es fácil... Se terminó el tiempo que una vez compraron para ti... todo lo que tú eres debe ser sometido a la ciencia, las transformaciones no son normales sabes, no interesa más que tu cuerpo, pero tu mente, tu alma, tu corazón... pueden ser quebrantados, destruidos...
Las palabras de la mujer, fruncieron el entrecejo del campeón, notándose preocupado, sin embargo, más que por él... lo que pudiera estar pasando con Pikachu y Dawn le estrujaba el pecho en desesperación, ¿los estarían tratando de la misma manera?... ¿Peor?... ¿Habrían logrado salvarse?...
—¿Dónde está Dawn?... —preguntó esperanzado de conocer la respuesta.
A lo que sólo obtuvo el sonido gélido de una risa de burla. —Esa es la menor de tus preocupaciones.
—Lo que quieren... ¡¿Acaso lo que quieren no es conmigo?! ¡¿Qué tienen que ver ellos en todo esto?! —gritó violento, por lo que la visitante dio un par de pasos hacia atrás y al ver que dejó de gritar esperando una respuesta, volvió a acercarse y le colocó una mano en la mejilla, tocando con sus uñas alargadas y filosas su piel. Ash apartó el rostro al instante, pero ella lo tomó ahora por la mandíbula entera, obligándolo a mantener el contacto.
—De aquí en más... no quiero volver a escuchar que los mencionas... y ¡Menos a ella! no puedes pensarla ni extrañarla, ¡Porque ahora tú ya no tienes derecho a nada!
—¡Eso es una estupidez! -empezó a defenderse pero fue recibido por una cachetada que le viró la cabeza a un lado.
—Ese será el menor de tus problemas... por el dinero que pagué tengo derecho a estar aquí... derecho sobre ti... que tengo pensado cobrar... en su momento... —le anunció despacio para que entendiera con firmeza cada una de sus aseveraciones.
—Estás loca... nadie puede comprar el derecho sobre nadie... —le respondió entre dientes, para luego escupir la sangre que le circulaba en la boca, luego que ella le impactara un anillo contra el labio al momento de la cachetada.
—¿Entonces esos servicios debo cobrárselos a Dawn... o mejor... a Serena? —respondió altanera, lo que le aceleró los latidos al pelinegro.
—¿Qué?... —temblaron sus cejas al escucharla. —¡Ni se te ocurra tocarlas! ¡A ninguna! Pero... ¿Por qué hablas de Serena?... ¿Está aquí?... ¡¿Serena está aquí?!
—Te lo diré si me besas...
—¿Qué?... —bajó el rostro ante la consigna.
—He esperado... tres largos años por este momento campeón... ¿vas a decepcionarme?... —aprovechó la posición de Ash con la espalda hacia la pared, para empujarlo contra esta. —Abre la boca
—No... —negó con la cabeza, sintiéndose acorralado.
—¡Que abras la maldita boca!
Pero no obtuvo la menor respuesta, por lo que se separó. —Está bien... solo porque hoy recién nos vemos no voy a forzarte... pero a esto le sumaremos otras cosas más... —le colocó la mano en la entrepierna y apretó de a poco, lo que no pudo soportar y al instante se viró sobre si mismo.
—Bueno... me conformaré con ellas... Pues si Dawn tiene novio... ¿puede tener novia no? —dijo y sin esperar que él respondiera empezó a caminar hacia la salida.
—¡¿Qué?! ¡No! ¡No metan a Dawn en esto! —caminó tras de ella, pero cuando estaba por salir de la celda, debido a su ceguera propiciada, no notó cuando dos sujetos vigilantes se le acercaron y empujaron de vuelta al interior.
—¡¿Qué no entendiste que no puedes salir de ahí?!
Cayó estrellándose contra el suelo, como le pasaba ya muy a menudo desde que entró por primera vez a ese lugar, se reincorporó rápido, pero al llegar de nuevo a la puerta estaba cerrada. —¡No lo hagas! ¡Si le tocas un solo cabello a Dawn te mato! —gritó pero ya no obtuvo respuesta alguna. —¡Sáquenme! ¡Sáquenme de aquí! ¡Maldita seaaa! —los quejidos de impotencia se apoderaron de su respiración. Necesitaba hacer algo... salir de ahí para buscarla y escapar juntos... No podía permitir que nada malo le sucediera... —Mierda... ¡Mierdaa!
Estando atrapado en medio de la oscuridad... perturbado por la mención de Serena en ese lugar, a veces, en medio del delirio de libertad, me imaginaba que podría volver atrás en el tiempo... hacia el momento de permanecer junto a Serena... estando sentados juntos bajo aquel árbol, donde nos dijimos que no habría nada que nos separara... que no debíamos ocultarnos nada... quería que ella entendiera que mis palabras eran verdad... que todo lo que le dije lo sentí... que si había alguna duda en su corazón podía compartirla conmigo... Tal vez, si lo hubiera hecho, nada esto estaría pasando...
¿Es que acaso ella no entendía cuanto la amaba?... la amo...
¿Por qué no confiaba en mí?...
Porque nuestro amor... el amor que ella sentía por mí es tan inmenso que nunca se detendría... ¿Entonces fue por eso?... ¿Por qué me ama?... Se guardó todo para ella como siempre hace... para protegerme... terminó envuelta en algo inimaginable...
Por un momento sentí que podía derrumbarme... Sin embargo, su sonrisa, sus palabras... Sus momentos... Toda ella, no me dejaron perderme jamás. Y es justo así como debe seguir siendo...
Ella dándome la fuerza para levantarme una y otra vez de ser necesario... eso es precisamente lo que ella significa, mi fuerza... la misma que hace latir mi corazón.
Se había quedado dormido contra los barrotes de la celda, como siempre, atormentado por la manera en como escapar... pero sobre todo... pensando que tal vez... solo tal vez... las palabras de Emilia serían realidad... y Serena se encontraría en ese lugar. Entonces tendría la oportunidad de volver a verla, debía rescatarla... para poder acabar con su dolor de una vez...
Dawn... significaba su apoyo... su base... y estaría eternamente agradecido con ella pero...
Volvió en sí, despacio, al sentir el tacto suave de una mano delicada sobre su mejilla.
La alguna vez pelimiel, había llegado hasta el lugar de la reclusión y arrodillada a su lado, le acarició el rostro, aprovechando que yacía dormido y aún con aquel vendaje sobre la mirada. Las lágrimas no se le contuvieron al verlo de esa manera. ¡¿Cómo es que todo por lo que trabajo se había ido al carajo?!
—¿Serena?... ¡Serena! ¡¿Serena eres tú?! —apretó fuerte la muñeca por la que logró atraparla a través de la reja —¡Por favor respóndeme!
El tacto de su piel sobre la suya parecía podría quemarla de continuar, asustado y desesperado por el encierro, pero sobre todo por la posibilidad de tenerla cerca. —¡¿También te agarraron?! ¡¿Te hicieron algo?!
Con la otra mano, la agente le soltó el agarre, para terminar enlazando sus dedos entre los suyos, por la necesidad de sentirlo... por lo menos una vez más... y aunque fuera en un momento como ese.
Sensación que el entrenador campeón percibió al instante, por lo que apretó con sus dedos el agarre también. Esbozando una pequeña sonrisita, que no entendía él mismo, su significado, para segundo siguiente, perder el agarre y quedar con la mano extendida hacia afuera de la celda.
—¿Serena?... —se puso de rodillas y juntó su pecho contra los barrotes —¡Serena! —para terminar poniéndose en pie.
¿Con qué cara le decía que sí? ¡¿Cómo le decía que era ella?! ¡¿Pero que nada de lo que había hecho, había valido la pena?! —por lo que se tapó la boca, para no dejar salir sonido y corrió lejos, mientras sus lágrimas se transformaron en furia, dirigida directamente con el jefe del equipo, al que acudió de inmediato.
Las puertas se abrieron de golpe, y entró apuntándole con su arma inmovilizadora.
—¡¿Por qué?! —gritó furiosa con todo lo que su garganta era capaz de expresar.
—Agente Y... bienvenida, tome asiento... —el hombre, cuya silueta se escondía tras el gran sillón, la observó entrar, pero no demostró resistencia alguna a recibirla.
—¡No diga tonterías!
—Solo era cuestión de tiempo...
—Hicimos un trato... —se limpió las lágrimas que le brotaban en medio de la ira. —Hice todo lo que me pidió... ¡¿Entonces por qué?!
—¿Cómo iba a utilizar un sujeto de pruebas en estado de gestación?... imposible...
—Le he dicho muchas veces que yo no lo sabía... y ese bebé... —sus manos temblaban al apuntarle.
—Es mi nieto... lo sé...
—¡Pero me dijo que él viviría en paz!
—El tiempo que pudiera...
—¡No! ¡¿Por qué no lo comprende?! ¡Era mi vida por la suya! ¡Y la ha tenido desde entonces!
—Y para ser justos ahora... te daré tu libertad si lo deseas... después de todo, tu función ha terminado. O Seguir... y comprender que todo lo que hacemos es con un propósito real...
—No... Usted... va a liberar a Ash ahora... ¡Ya!
—¿O si no qué?... ¿Mi dispararás?...
Fueron las últimas palabras que recordó. Al despertar en aquella cama de clínica empresarial, la misma que conocía muy bien por haberla visitado en varias ocasiones años atrás. Estaba aturdida por la descarga que había recibido, la inmovilizada había resultado ella.
Pero al ubicarse en tiempo y espacio, los ojos se le llenaron de lágrimas al darse cuenta que nada de lo que había hecho para salvarlo servía ahora. Sacrificar la felicidad de ambos... ella misma...
Terminó por llevarse la mano con que entrelazó sus dedos con los de él, a los labios. Luego como pudo se sentó sobre la cama, al ver entrar a alguien.
Y abrió los ojos enormes al ver el objeto que la recién entrada dejó sobre la mesa de al lado de su cama.
—Eso es...
La chica de largos cabellos oscuros, se sentó en la cama frente a ella.
—El anillo que te dije que él llevaba...
—Emilia... —la miró extrañada por su actitud sincera para luego tomar el mismo con los dedos y observarlo más de cerca. Era su anillo de compromiso. Lo llevó hasta su dedo anular izquierdo y se lo puso.
—¿Ash lo tenía?...
—Me dijeron que lo llevaba en la mano. Así que puedes estar tranquila... esa perra no te lo ha quitado...
—Pero... —la miró sin comprender.
—Aunque sigue estando buenísimo... más que antes... a la única que se lo pelearé es a ti... esa maldita no tiene tercera partida aquí. —Le colocó una mano en la cabeza y caminó para salir de la habitación, quedando esperando en el lumbral de la puerta.
—Lo mejor será que vayas a casa pronto... tu bebé no tiene la culpa de todo esto. Yo cuidaré al otro por ti.
.
.
.
Continuará...
xDDDDDDDDD
Ok acomodar todas las piezas de estos tres años perdidos, junto a los acontecimientos de ahorita no es fácil por lo que pido que disfruten lo que hay xDDD
Y... bueno, los que conocen mis otros trabajos sabrán que soy escritora de Acción, aventura y suspenso más de que fluff y drama xD por lo que parece que mi musa me sigue halando para ese lado.
Sé que el fic empezó como puro amor de pareja y puede que la acción no sea lo que esperaban terminar leyendo aquí. Pero si gustan seguir leyendo, son bienvenidos :D
Con respecto a lo del equipo terminal, pues sí, es el mismo de mi Fic Hall of fame, pero no es crossover, eso espero)? xD Porque lo único tan fuerte para separar a Serena de Ash era el ponerlo en peligro de muerte así que ya veré si pasa algo parecido a lo de Hall o no.
Jaja hay algunos de ustedes tanto en FF como en Wattpad que adivinan bien rápido mis planes xDDD soy tan obvia? Jajajaja
MUCHAS GRACIAS POR LEEEEER son inspiración!!
PD otra cosa que tengo en mente es... un acercamiento profundo entre Ash y Dawn, de forma... corporal... como parte del desenvolvimiento de la historia, pero no quiero herir susceptibilidades. Es que saben?, tengo un complejo que me encanta que todas quieran con el prota pero él solo con una xDD osea con Sere pues.
Así que qué opinan? Lo soportarían?...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top