Eso, comenten... comenten...

¿Requieren actualización?
Pues yo demando comentón.

COMENTEEEEEEN 👹👹👹👹

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Luego de que los labios de Sunoo chocaron contra la mejilla de Ni-ki, este se quedó inmóvil al rededor de 10 segundos.

Ni-ki por primera vez en toda su vida sintió el nerviosismo de un adolescente de 15 años luego de besar a alguien, solo que esta vez Ni-ki tenía 25 y no fue choque de labios siquiera, sino solo su mejilla con los suaves y pomposo labios de Sunoo.

¿Porqué se sentía así? Si ni en su beso de bodas había sentido eso, era una sensación rara que le pedía desde el interior querer estar con ese omega, era maldita mente extraño.

-Ah... ¿P-puedes darme otro?- Ni-ki pidió, mirando ahora a Sunoo con sus ojos iluminados por la nueva sensación que acababa de conocer.

Sunoo en verdad, había caído otra vez.

Tu te disculpaste por lo que pasó... ¿No?

Se volvió a colocar de puntillas y esta vez, besar su otra mejilla, esta vez, un poco más largo que la anterior vez.

-¿Te gusta eso?- preguntó Sunoo mirando a Ni-ki con una sonrisa.

-Se siente lindo- dijo el alfa con sinceridad, a punto de devolverle el beso en la mejilla, pero la que atendía la caja los interrumpió.

-Disculpe... hay más personas en la fila- puesto que aun no habían pagado -¿Efectivo o tarjeta?

-Ah, tarjeta por favor- Ni-ki colocó a Sunoo del otro lado, donde solo debía esperar, puesto que él estaba colocando todas las cosas a bolsas.

Luego de que llevaron las bolsas hasta fuera del supermercado de hogar, el alfa dejó a Sunoo en la puerta diciendo que lo espere hasta que traiga su auto y poder colocar todo en la parte trasera.

Sunoo no tuvo que siquiera levantar una sola bolsa, Ni-ki no le dejó, pero si abrió su puerta de copiloto y la cerró cuando entró.

Mientras Ni-ki daba la vuelta al auto para entrar al auto y de paso meter algunas cosas más, Sunoo comenzó a pensar:

¿Y si estaba con ella porque yo no le di lo suficiente?

Sunoo, desde que se casaron, no agarro su mano o le dio un beso en la mejilla como ese día, pero al ver la reacción de Ni-ki con ese choque de labios y piel, tuvo eso como variable.

Es mi culpa que se haya ido con ella.

Talvez Ni-ki si lo quería pero como no dio lo suficiente, tuvo que buscarlo en otra persona, peor no pasaba nada, ahora se lo daría, ella solo fue por ese momento, estaba bien.

-¿Vamos a almorzar? Ya es medio día- dijo Ni-ki entrando al lugar del piloto.

-Sí, vamos- el omega le dedicó una sonrisa.

-¿A dónde quieres ir?

-Ah... ¿A dónde quieres ir tú?- Sunoo dijo, hace mucho que no salía a comer algo.

-Pues la verdad... mi comida favorita es la que tu preparas, pero hoy quiero que descanses de hacer cosas en casa, así que ¿Se te antoja algo?- esas palabras hicieron que el omega se cohibiera, ¿Tanto así le gustaba su comida?

-Ah... p-podemos ir por unas hamburguesas talvez- dijo suavemente -Jungwon me dijo que hay un lugar por la segunda avenida.

-Entonces vamos- Ni-ki empezó a conducir, mirando a Sunoo de vez en cuando mientras manejaba, si que era muy lindo.

Pasaron frente a una guardería de niños y mientras dejaban a las personas pasar, el alfa vió a Sunoo mirando con una sonrisa a los niños que lo miraban a él.

Si tenemos hijos, estoy seguro que serán hermosos.

Pensó Ni-ki fugazmente mientras volvía a manejar, pero frenó en seco luego de darse cuenta de su propio pensamiento ¿Hijos? Si él en toda su vida había dicho una y otra vez que no los quería... pero una niña con los ojos de Sunoo y su sonrisa, combinado a sus propios lunares y su cabello, su hija sería muy linda.

-¿Pasó algo?- Sunoo dijo tocando la mano de Ni-ki que estaba en el manubrio.

-¿Eh?- volteó a ver a Sunoo, ¿¡Porqué ahora se veía más lindo de cuando se casaron!? No lo entendía, en verdad que no lo entendía.

-Te detuviste en seco, me asustaste- dijo Sunoo.

-Ah... N-no es nada... solo recordé que... ah... se nos acabó el...- la belleza de Sunoo lo dejaba anonadado, sus largas pestañas, sus suaves pecas que adornaban sus mejillas, era hermoso.

-El...- Sunoo dijo esperando que siguiera lo que iba a decir.

-¡Jabon de manos!- sentía sus orejas calientes y sus manos nerviosas.

-Ah, sí, pero podemos comprarlo luego, no hay prisa.

-Sí, cierto, cierto- y volvió a conducir sin decir absolutamente nada más.

Luego de eso, cuando llegaron al lugar donde iban a almorzar.

Sunoo se sintió no como un sueño, no era como un cuento de hadas, era la realidad, aún se sentía como si tuviera que luchar por se una opción, como si diera por sentado que habían más detrás de él, pero en ese momento de la realidad, se sentía como la primera opción.

Cosa que él no pedía, no pedía ser la primera opción, pedía ser una opción, pedía sentirse como si tuviera la oportunidad de ser escogido.

Justo en ese momento, donde Ni-ki dijo.

"Ah, yo quiero una hamburguesa doble y mi ESPOSO quiere una hawaiana"

Se sintió querido, se sintió elegido, se sintió feliz y ese momento era el que en su mente estaría grabado, no el engaño, no las lágrimas, no las ganas de gritar, no los sollozos ahogados, sino ese momento en el que Ni-ki al salir del restaurante tomó su mano para ir a pasear mientras la primera nevada del año comenzaba.

Era como si siempre hubiesen sido pareja, como si lo del día anterior hubiera sido un mal sueño.

Eran como un matrimonio.

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-¿Entonces cómo?- Ni-ki preguntaba mientras estaba con guantes de cocina, un delantal y música de limpieza de fondo.

-Tienes que hacerlo con la parte suave, el vidrio se raya- Sunoo explicó con la misma vestimenta.

Era un jueves, dos días después de que habían ido a comprar el árbol de navidad.

Por las nevadas, el trabajo de Ni-ki se cancelo ese día así que aprovecharian para limpiar la casa y decorarla como Sunoo había planeado el día anterior.

-Ohhh, ya entendí- dijo Ni-ki limpiando con la parte suave de una esponja especial -Así es mucho más fácil.

Sunoo sonrió mientras se sacaba los guantes y se ponía a desempolvar algunas cosas en la sala.

Ya que Sunoo mantenía su hogar tan limpio, no había mucho que limpiar, a penas se tardaron poco más de una hora limpiando con mucha calma.

-Bien, ahora la parte más tardada- ambos se miraron y luego miraron las 3 cajas de adornos, la gran caja donde estaba el árbol de navidad y la bolsas y bolsas con adornos para la casa misma.

Pasaron al menos dos horas donde por fin acabaron con los adornos de casa y todavía faltaba el árbol.

-¿Descanso?- Dijo Ni-ki acostándose en el sofá.

-Bien, descanso- dijo Sunoo sacándose el delantal, saliendo al segundo patio, puesto que comenzó a nevar.

La parte del jardín donde tenía flores estaba protegida para que no se congele en las nevadas.

Sunoo miraba el cielo blanco con una sonrisa, hacía frío, sí y era algo que llegaba hasta casi sus huesos pero por mucho era una de las nevadas donde, en tema romántico, se sintió más cálido en su vida.

Ni-ki, aunque solo fueron dos días, actuaba como un verdadero esposo y eso lo hacía tan feliz, tanto que había olvidado por completo las lágrimas que había soltado.

-¿No te hace frío?- preguntó Ni-ki desde atrás de él, apresándolo en su chaqueta de invierno, regalandole de su calor a Sunoo.

-Ahora no- respondió el omega con una sonrisa.

Ni-ki desvió un poco la mirada, viendo que las ramas de los árboles estaban llenándose de nieve, talvez pronto deberían sacudirlas.

Mientras Sunoo se colocó de puntillas para volver a besar su mejilla.

Pero en el momento en que Ni-ki se giró a Sunoo para avisarle sobre la nieve en las ramas, Sunoo se aventuro a besar su piel.

Y aunque fue un choque totalmente torpe y de mitad de sus labios, aunque fue algo fuerte como para hacer una pequeña herida en los labios de Sunoo.

Para Ni-ki fue mejor que la sensación luego de que Sunoo besó su mejilla por primera vez hace dos días.

Fue el primer beso que tuvieron luego de su boda, y eso que el beso de su boda fue solo un choque de labios para Ni-ki y en ese momento, se sentía como un choque de mundos.

¿Qué le estaba pasando?

De aquí va a haber más drama, es un historia mía ¿Creen que solo iba a ser eso? Nah

Va a haber mucha trama todavía. PERO COMENTEN.

Cami~