10
Comenten porfas, porfas PORFAS.
SI NO COMENTAN, VUELVO DE DOS SEMANAS.
COMENTEEEEEEN 👹👹👹👹
Los amo <3
.
Si hubiera sido el Sunoo de la semana pasada, el que no estaba deprimido ni sabía de Minji, ese Sunoo habría admirado cómo Ni-ki lo defendía con una sonrisa para luego sostener su brazo con una sonrisa e ir a desayunar.
-No hagas un escándalo- dijo Sunoo, entrando a la cafetería.
Esa mañana, mientras se alistaba, pensó:
¿De qué sirve?
Si Ni-ki seguía fingiendo, iba a sufrir más... pero ¿Y si le gustaba cómo se sentía aún si fuera una mentira?
Talvez cuando deje de estar tan deprimido aceptaría los intentos de Ni-ki para hacerle creer esa mentira.
Pero en ese momento, cuando estaba tan inmerso en su depresión y su pena, solo quería estar en cama y no hacer absolutamente nada, siquiera tenía hambre para prepararse algo para saciarla.
-Ah... sí- Ni-ki terminó siguiendo a Sunoo hasta dentro de la cafetería -¿Esos chicos no te estaban molestando?- preguntó Ni-ki.
-¿Eso importa?- En verdad no le importaba nada en ese momento, hasta si lo atropellaban probablemente diría "Lo siento" y se iría.
-Claro que importa, eres--
-Sí, soy tu esposo.
No podía ni mirarlo, si lo miraba, olvidaría toda su tristeza y le creería de inmediato.
El alfa se quedó callado sin saber qué decir, con sus labios cerrados y pensando qué hacer para retomar alguna conversación, por suerte, les trajeron el menú para elegir qué desayunar ese día.
-¿Te gusta el café?- preguntó Ni-ki, puesto que Sunoo lo preparaba cada mañana.
-No mucho, es amargo- respondió viendo las otras opciones.
-Ah... pero todas las mañanas desayunamos café.
-Te gusta a ti ¿No? Lo tomo por eso.
-Oh... ah... entonces...¿Q-qué te gusta?- ¿Porqué se sentía así? Era una mezcla entre intimidación, nerviosismo y mucha culpa, cada vez que Sunoo lo trataba tan indiferente era como tener la mano en el aire esperando un "choca esos 5" que nunca es respondido, pero sí visto.
Solo estuvieron 10 días casados, pero en esos 10 días Sunoo había aprendido todo lo que podía de los gustos y preferencias de Ni-ki, su lado preferido para dormir, postres, almuerzos, lo que me molestaba de su trabajo, bebidas favoritas.
Pero Ni-ki no sabía absolutamente nada de Sunoo, este siempre cedía todo a Ni-ki, nunca le había preguntado qué le gustaba, porque Ni-ki elegía por ambos.
-Hoy nada, pero ya que estamos aquí pediré un té de Jamaica.
-Ah... ¿Y para comer?
-No tengo hambre.- dijo, sus palabras eran secas, pero su tono era algo deprimente lo cual sólo hacía que Ni-ki se sintiera peor consigo mismo.
-Oh...- se quedó callado y sentado tranquilamente en su lugar, sin saber qué decir.
-¿Tu quieres wafles con miel?- dijo Sunoo a lo cual el alfa se quedó aun más petrificado, sí se le había antojado eso ni bien vió el menú.
-Sí, ¿Cómo lo sabes?
-De todo lo que preparo en las mañanas, es lo primero que comes.
-¿Ah si?- ¿Cómo es que Sunoo se fijaba en todos los pequeños detalles? Él apenas se acordaba qué se compró para merendar en el trabajo.
-Sí, te gustan más con la miel de abeja porque la de maple es muy fuerte para acompañarlo con café con leche y la leche es mejor si es evaporado con algo de crema, así equilibra el café.
-No lo había notado...- no era una competencia de quién conocía más a quién, pero a pesar de no ser una competencia, iba perdiendo.
-Está bien, no es tan importante.
La mesera tomó su orden y pronto trajo el desayuno, Sunoo estaba tan perdido en sus pensamientos que no se dio cuenta del sufrimiento interno de Ni-ki por hacer todo lo que hizo ayer.
Cuando terminaron de desayunar, salieron a la calle otra vez, en esta ocasión, Sunoo no decía nada, cuando usualmente hubiera dicho de ir a otros lugares.
-¿Vamos a pasear?- Ni-ki con mucho miedo tomó la mano de Sunoo el cual se quedó quieto un momento -¿Es demasiado?- pregunto Ni-ki, soltando su mano.
-Ah.. y-yo...- sus mejillas estaban calientes -Con esto está bien- se sujetó del brazo de Ni-ki, aferrándose un poco a él.
Sabía que era mentira, sabía que era imposible que cambie de un día a otro... pero eso no cambiaba todo el amor que quería recibir, aún si todo era mentira, aún si fingía, estaba tan deprimido pero quería alguien a quien abrazar, alguien a quién besar, alguien que tomara su mano, alguien quien estuviera con él al desayunar, alguien que lavara los platos después de cocinar, alguien que levantara el sofá para poder limpiar debajo de él, alguien que cuidara de sus heridas... alguien...
-Navidad está cerca- dijo Ni-ki -¿Porqué no compramos un árbol?- hablo mientras caminaban lentamente.
-Sí... uno desmontable, pero no tenemos adornos.
-Igual los compramos, vamos- llevó a Sunoo a una gran tienda del hogar, donde por las épocas, tenía variedad de cosas navideñas.
Sunoo sonreía muy suavemente, aferrado al brazo de Ni-ki mientras entraban a la tienda, luego de que Ni-ki sacara un carrito de compras, empezaron a tomar cosas para su casa, algunos adornos navideños, uno que otro muñeco.
Se separaron un poco para ver algunas cosas, Sunoo vió un juego de dos muñequilla de nieve de porcelana, uno más grande que el otro, con la bufanda que tenían de adorno cubriendo a ambos.
Eran muy lindos, pero tenerlos en casa en ese momento talvez lo harían sentirse peor consigo, puesto que recordaría a Ni-ki.
Así que lo dejó en la estantería.
Luego de al rededor de casi dos horas, el carrito estaba lleno y tenían uno más donde estaba un gran cartón con el árbol que habían escogido y algunos adornos más.
-Ve a la fila, me olvidé de las luces- dijo Sunoo yendo rápidamente a traer la capital de luces que dejó por accidente hace sólo un minuto.
Mientras volvía, escuchó de nueva cuenta.
-¿Hay algo que tengas que hacer más tarde?- dijo un chico atrás de Ni-ki, colocando su mano encima de su brazo y subiéndolo un poco.
Era un omega muy lindo.
Sunoo se quedó atrás, sin que lo vieran y sin interrumpir.
-Estoy casado- Ni-ki retiró la mano de ese chico el cual se fue luego de decir "ah, ya veo", él alfa no había visto a Sunoo y aún sin verlo le dió su lugar.
El omega sonrió suavemente acercándose donde Ni-ki para volver a tomar su brazo con delicadeza.
Mientras colocaban las cosas en la cinta para pagarlas, Sunoo vio que en carrito estaban los muñequitos de nieve de porcelana que dejó hace un rato.
-Vi que los mirabas mucho, son lindos ¿No?- Ni-ki dijo, pues este vió cómo el omega volvió a dejarlos en el estante con un suspiro.
-Ni-ki...
-¿Si?
-Gracias- se colocó de puntillas dejando un beso en la mejilla del alfa para luego dedicarle una sonrisa.
Pese a todo lo que había sufrido esa mañana y ayer, las lágrimas que habían caído de sus ojos y todo lo que tuvo que sufrir, solo con ese pequeño detalle, Sunoo ya lo había perdonado.
Iba a creer en esa mentira, solo era un chico que quería amor.
Aunque las mentiras siempre son descubiertas, tarde o temprano.
Cami~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top