entro tambaleando a la casa y saco mis zapatos, tropiezo con la lámpara y volteo.

—shhh.

—¿eres tú, hyung? —jimin sale de su cuarto encendiendo la luz. yo entrecierro los ojos y me tambaleo agarrándome de la pared.

—no quería despertarte, chim. —me río— lo siento.

—no se preocupe, hyung de todas formas estaba despierto, estudiando. me llego un mensaje de jungkook-ssi diciendo que lo habían dejado enfrente al edificio y bajará a verificar que no se quedará dormido en el pasillo.

—estoy completamente consciente de lo que hago. —quito mi chqueta y me abanico con un cojin—. hace calor.

—¿qué estaban celebrando?

—quedé en el primer puesto en componer una canción.

—¿compone? ¡eso es genial, hyung! —sonríe— creo que debería tomar un baño.

él carraspea y yo arqueo una ceja. —¿qué estas insinuando?

—ooh, y-yo no estoy insinuando nada, hyung. perdón. —sonríe apenado.

—te estoy jodiendo. sé que debo bañarme, pero, antes debo preguntarte algo. —me acerco.

—lo que quiera, hyung.

—¿tienes algún problema porqué sea gay?

—obvio no, usted es un buen roomie. sus gustos no interfieren en nuestra amistad y compañerismo.

—entonces, ¿por qué me besaste la noche pasada?

—¿p-perdón? —ríe nervioso— hyung, no soy gay.

—no dije lo contrario. pero, ¿fue por curiosidad?

—no recuerdo haberlo besado. —se sonroja.

—bueno, luego puedo culpar al alcohol. —susurro para mi. agarro a jimin por sus hombros, lo pego a la pared y junto sus labios con los míos.

Por cosas como está es que yo escribo, me gusta leerlos.

gracias por tanto y perdón por tan poco.