observo a mi nuevo compañero de piso y muerdo mi labio. por qué, estoy seguro que los mismísimo dioses crearon a jimin en forma de castigo. además, lo mandaron para mi, ¿no? jimin es hermoso, y aunque me tomo un poco de tiempo verlo cuando entro en mi habitación, cuando se disipo el sueño y lo vi, de forma correctamente. sabía que estaba condenado.

—yoongi hyung, me voy primero. tengo clase.

—oh, bueno, nos vemos luego. —sonrío ampliamente. él se despide con una sonrisa y sale dejándome solo en nuestro apartamento, y aunque no he tenido un roomie desde hace unos sietes meses, por ser calificado por un rarito e infantil que aun ve dibujos animados, me gusta mi nuevo compañero. no, me gusta que jimin sea mi nuevo compañero. y espero que se quedé así por un largo tiempo.

entro a mi cuarto, enciendo la luz, veo alrededor de mi cuarto y observo mi decoración; muchos posters de anime pegados a la pared, uno que otro de algún rapero o banda de rock... algo común en adolescentes. pero, sorpresa, no soy un puto adolescente para la sociedad, ya estoy calificado como un adulto pero me vale verga porque soy libre de hacer lo que quiera con mi vida y de mis gustos "extraños".

camino a mi escritorio y enciendo mi computadora, busco el capitulo de estreno de mi anime favorito, naruto. y así es mi día a día, estar sentado enfrente de mi computadora viendo anime o componiendo una que otra pista o canción.

cuando levanto la vista y veo la hora, gimo y me levanto corriendo a buscar mi mochila. voy tarde de nuevo para arte y cultura, no quiero repetir está materia, de nuevo. agarro un pan tostado; ya duro, cabe aclarar porque era de mi desayuno y corro por los pasillos de la universidad.