81

Por fin hoy regresábamos a Argentina. Decidí llamar por última vez a Gastón y Matteo pero fué en vano porque seguían sin contestarme.

— Bien...solo espero no olvidarme de nada — hablé para mí sola.

Derrepente la puerta del baño se abre dejándome ver a Lunita, quién desde que Matteo se fué no la he vuelto a ver sonreír.

— Lunita — me le acerco — oye...

— No quiero hablar Ámbar — me hace a un lado y va en busca de sus maletas.

Hace dos días que he tratado de acercarme a ella para ver que es lo que le pasa pero ella simplemente me evita y me responde cortante y a la vez fríamente.
No será mi mejor amiga pero no me gusta verla así. Aunque no lo crean le he tomado cariño, uno porque es la mejor amiga de mi novio y dos porque es la novia de mi mejor amigo.
Simón también ha intentado hablar con ella pero ella le hace lo mismo que conmigo y realmente no lo entiendo. ¿Esta bien que a mí me ignore pero a Simón por qué? Es como su hermano, si supiera lo preocupado y angustiado que está por ella.
Ayer por la noche hablamos sobre el tema, hasta vi que sus ojos querían llorar al ver que Lunita lo ignoraba.

— Yo si quiero hablar contigo — me le acerco pero al parecer no le importó, ya que continuaba poniendo algunas cosas en su valija — ¿Lunita qué es lo que te pasa? Neta que me preocupas...te estoy hablando Luna — detengo su acto. Ella me mira seriamente a los ojos — okey, entiendo que no quieras hablar conmigo pero no le hagas lo mismo a Simón, él está preocupado por tí, le duele saber que tú estás mal. ¿Acaso no te das...

— ¿Te gusta Matteo?

— ¿Qué?

— ¡Respóndeme Ámbar!

— ¡Por supuesto que no, Luna! Matteo es como un hermano para mí. Yo amo a Simón.

— Él no te gusta pero tú si a él.

— ¿¡Qué!? Lunita te estás equivocando.

— ¡Matteo rompió conmigo! — veo como miles de lágrimas comenzaron a salir de sus ojos — me cortó...dice que ya no siente lo mismo por mí — su voz se comienza a quebrar — que siente todo por mí pero menos amor.

— Eso es imposible Luna. Matteo te ama.

— ¿Acaso estás sorda o qué? ¡Terminó conmigo Ámbar! ¡Puso fin a nuestra historia!

— ¡Aquí la única sorda eres tú! Sorda porque no escuchaste los latidos de su corazón ya que palpita por tí. Luna tú no tienes idea como se ponía cada vez que te veía, antes de que ustedes no fueran nada...no dejaba de hablar de tí, tú fuiste la única chica en su vida con la cuál, se mostró tal y como es — me le acerco más — Lunita, tú sabes muy bien como somos Matteo y yo. Creídos, un poco egoístas pero lo más peor es que no somos de demostrarnos tal y como somos ante los demás, solo verdaderos amigos nos conocen tal y como somos pero gracias a tí y a Simón, ya nos mostramos tal y como somos ante cualquier persona. Ustedes lograron romper esa barrera de creernos mejores que los demás, ese escudo donde nos escondíamos ambos.

— Tú no lo entiendes Ámbar — se sienta en la cama, mientras con sus dedos trata de secar sus lágrimas pero fué inútil, ya que unas nuevas volvían a salir con fuerza de sus ojos — yo sé que es verdad todo lo que has dicho pero...— agacha la mirada y yo decido sentarme a su lado y tomar una de sus manos, ella se sorprende y decide mirarme a los ojos — me dijo cosas horribles — vuelve a romper en llanto — y yo sentí que todo lo que me dijo era verdad...por más que me niegue a mí misma, sé que lo que dijo, él lo siente...ya no es el mismo de antes, él cambió mucho cuando tú...— calla y deja de mirarme.

— ¿Lunita aún piensas que a Matteo le gusto? — directa y clara. No responde y eso afirma mi duda — si realmente le gustara, ¿Tú crees que me andaría jodiendo con el tema de volver con Gastón? ¡No Luna! Matteo me ve como una hermana, grabatelo bien el cabeza.

— No lo sé Ámbar — ¡Diablos!

— ¿Sabes lo que me dijo antes de que se fuera? ¿Quieres saberlo? — me mira fijamente — me dijo que ya no intentaría separarme de Simón. Que entendió que soy feliz y amo a mi mexicano — aprieto un poco sus manos — él hizo todas esas estupideces porque piensa que con la persona que debería estar es con Gastón, lo hizo por él Luna. No porque yo le gustara...por favor entiende.

— Si fué así entonces porque...— vuelve a romper en llanto y no espere más para atraerla en mis brazos y así abrazarla fuertemente — no lo entiendo Ámbar — dice con la voz totalmente quebrada.

— ¡Es un idiota! ¡Un imbécil! ¡Un tarado! No te preocupes Lunita que yo cuando apenas pisemos Argentina, voy y le digo sus cuatro verdades.

— No tienes porque hacerlo.

— Lo voy hacer por tí — dejo de abrazarla y la miro a los
ojos — yo sé por lo que estás pasando, lo he vivido en carne propia cuando te rompen el corazón — cierro los ojos por un momento recordando cuándo Gastón dejó de hablarme después de una semana que se había ido a Italia...fué horrible — no sé exactamente lo que ha pasado entre ustedes. Tal vez esto te suene doloroso pero esto quizás significa que Matteo no es el indicado, yo sé que es duro tener que arrancarlo de tu corazón y de tu mente...será difícil pero no imposible. Hoy son días grises pero veras que de aquí en un mañana se prenderá poco a poquito una luz en el camino y tú tienes que dejar que esa luz entre en tí, que te ilumine, que se apodere completamente de tí. Luna yo sé que no somos muy amigas que digamos pero quiero que sepas que en mí tienes a alguien que siempre te va apoyar, con la que siempre puedes contar — sonrío.

— Gracias chulita.

— ¿Perdón? ¿Me has dicho
chuleta? — digo con gracia a lo que las dos reímos y luego nos dimos un fuerte abrazo.

...

Ya nos encontrábamos en el avión. Simón decidió sentarse con Lunita y me pareció una buena idea. Ellos dos tienen que conversar, son mejores amigos y se tienen el uno al otro y esa relación que hay entre ellos me parece maravillosa.

Yo por mi parte me encuentro sentada con mi abuelo quién por cierto no dejaba de mirarme. Sé que es difícil disimular con él, tal vez con papá pueda un poco pero con él imposible.

— ¿Mi niña qué es lo que te
pasa?

— Nada abuelo — respondo sin mirarle a los ojos.

— No me mientas Ámbar — se los dije, él me conoce a la perfección. Yo seguía en lo mío, que era mirar por la ventana del avión — algo te inquieta y quiero saber que es — me toma de la barbilla y hace que lo mire a los ojos — noto preocupación en tus ojitos...¿Es por Matteo?

— No abuelo...es sobre Gastón — tiene que saberlo.

— ¿Qué pasa con mi niño?

— Matteo me dijo que pensaba irse de Argentina para siempre y quién sabe a dónde.

— ¿Cómo?

— Es por eso que Matteo se regresó a Argentina primero porque apenas se enteró decidió hacerlo para evitar que Gastón se vuelva alejar de nosotros y ninguno de los dos me responde mis llamadas y los mensajes...es por eso que estoy así abuelo...tengo miedo de volverlo a perder y eso no significa que sienta algo por él, sino que me acabo de dar cuenta que ahora lo veo como un hermano. ¿Me entiendes?

No dice nada y me abraza, decidí cerrar los ojos y así evitar que alguna lágrima salga de mis ojos.

— Te entiendo mi niña — lo escuché susurrar.

En mi mente rondaba una pregunta y esa era; ¿En qué momento dejé de ver a Gastón como algo mucho más que un amigo? Y la respuesta era muy clara: Lo dejé de ver así cuando Simón apareció en mi vida.

El sonido de mi móvil interrumpió nuestro abrazo. Lo tomo y veo que era Delfi quién llamaba.

— ¿Delfi? ¿Dime, los encontrastes?

— No Am, fuimos a la casa de Matteo y nos dicen que no está.

— ¿¡Pero cómo!? Si él regresó a Buenos Aires hace dos días, ¿Ni siquiera se ha presentado en el Blake? ¿En el Roller?

— No Am. No lo hemos visto desde que se fué con ustedes a Perú — ¡Maldición!

— Delfi...tenemos que encontrarlo, él es el único que sabe donde se hospedaba Gastón. Tengo que saber si Gastón se ha ido...o no.

— Ámbar tienes que estar tranquila, por favor amiga. Escucha, Jazmín me está diciendo que podemos ir a los aeropuertos a preguntar si tal vez han salido de viaje o...

— No Delfi — interrumpo — ya hicieron suficiente.

— Am, neta podemos hacerlo...

— Ustedes ya hicieron bastante y realmente lo aprecio un montón. Gracias mis bellas, las amo un buen.

— Nosotras también te amamos Am, sabes que siempre podrás contar con nosotras — siempre — Ámbar por favor no estés triste ¿Sí?, verás que todo estará bien.

— Eso espero.

— Será así — siento que mi abuelo me toma de la mano, lo cual yo sonrío — ¿Ya estás llegando?

— En unas horas.

— Te esperamos en el aeropuerto entonces, ¿Va?

— Va. Tengo que colgar, las amo.

— Nosotras a tí — cuelgo.

Miro a mi abuelo y decido regalarle una sonrisa para luego colocar mi cabeza en su hombro.

Una hora después

Trataba de dormir pero no podía. El sonido de mi móvil me saca de mi insomnio. Era un mensaje.

~ WhatsApp ~

Bonito💕: ¿Amor, estás despierta?

Ámbar: ¿Tú tampoco puedes dormir?

Bonito💕: No tengo sueño amor. Luna está durmiendo.

Ámbar: Mi abuelo también...quisiera que estuvieras aquí conmigo.

Bonito💕: ¿Voy?

Ámbar: No amor, quédate ahí nomás. Lunita te necesita.

Bonito💕: Y yo te necesito a tí. Te extraño bonita.

Ámbar: Y yo a ti amor.

Bonito💕: ¿Sigues triste?

Ámbar: No te lo puedo negar.

Bonito💕: Ya no sigas así, por favor...no me gusta verte así, me duele.

Ámbar: Lo siento amor pero estaré tranquila cuando sepa algo de ellos.

Bonito💕: Todo irá bien amor, tienes que estar tranquila.

Ámbar: Lo mismo me dice Delfi.

Bonito💕: Y tiene mucha razón.

Ámbar: Es que no lo entiendo bonito. Si tan solo respondieran mis mensajes o llamadas, estaría tranquila...yo también formo parte de esa amistad, ¿Acaso no entienden que estoy preocupada por ellos? ¡No entiendo porque me excluyen!

Bonito💕: No digas eso bonita. Quizás no tienen muy claro las cosas.

Ámbar: ¿Tener claro qué?

Bonito💕: Sobre nuestro amor...quizás ellos aún no lo acepten. Sabes muy bien que Matteo me odia y bueno ni que decir de su amigo.

Ámbar: Matteo me dijo que ya ambos lo aceptaron pero si no es así lo tendrán que aceptar o sino nuestra amistad se termina para siempre.

Bonito💕: Tampoco tienes que llegar a extremos.

Ámbar: No Simón, neta que soy capaz de hacerlo porque si verdaderamente son como mis hermanos, si ambos me quieren, si ven realmente lo feliz que soy a tu lado. Ambos aceptarían nuestra relación.

Bonito💕: No olvides que para uno de ellos no es fácil aceptarlo.

Ámbar: Lo sé pero tendrá que aceptar que lo que tuvimos es historia, que ya no siento lo mismo que alguna vez sentí por él...que ahora lo veo como un hermano. Tiene que aceptar que yo quiero que seas el hombre de mi vida, que quiero que seas tú con el que me quiero casar, quiero que seas tú el padre de mis hijos...

Bonito💕: ¿Realmente quieres que sea el padre de tus hijos? Porque déjame decirte que yo quiero que seas la madre de mis hijos.

Ámbar: ...

Bonito💕: De seguro estás realmente sonrojada...¿Amor y cuántos hijos te gustaría tener?

Ámbar: ¡Simón!

Bonito💕: ¿Qué? Quiero saber cuántos hijos voy a tener púes...además para ir buscando los nombres.

Ámbar: ¿Y a tí? ¿Cuántos hijos te gustaría tener?

Bonito💕: Si es contigo, miles.

Ámbar: ¡Ah bueno! Entonces serás tú quien lleve la panza.

Bonito💕: ¿Y yo por qué?

Ámbar: Si quieres tener hartos hijos pues tú la llevarás.

Bonito💕: ¿Pero si yo soy el padre?

Ámbar: ¿Y eso que tiene que ver? Ya está decidido, serás tú quien lleve la panza.

Bonito💕 : Okey acepto el trato, solo con la condición que ya empecemos a prácticar.

Ámbar: ¡Mi amor!

...

Nos la pasamos chateando durante todo el vuelo y realmente era hermoso porque planificábamos nuestro futuro. Las horas pasaban y yo seguía con mi teléfono chateando con el amor de mi vida. Hubo momentos en que no podía dejar de reír al ver las fotos que mi novio me enviaba. Eran fotos de personas durmiendo y la neta que eran bien graciosas.

No había duda, solo él sabía como hacerme reír. Solo él, siempre él.

Entre risas recibo una llamada de Delfi, así que le escribo a mi mexicano que me espere un ratito.

— ¿Qué...pasa Delfi? — aún no podía dejar de reír.

— ¡Ámbar, Matteo se acaba de aparecer en el roller! — dejé de reír y presté atención a la llamada.

— ¿Segura? — pregunto con rapidez.

— Completamente. Ahora mismo lo estoy viendo sentado tomando un batido.

— ¿Le han hablado?

— No, aún no nos hemos acercado. Jazmín casi mete la pata.

— No se acerquen chicas, esto lo tengo que hablar con Matteo. Ya el avión está por aterrizar así que estoy ahí en minutos. Gracias por la información, las amo — cuelgo.

Le explico todo a mi bonito y también a mi padre pero al último le invente una excusa, solo para que me deje ir al roller.

...

— ¡Am! ¡Ya estás aquí! — corren hacia mí y me abrazan.

— ¡Aiii las extrañe mucho mis bellas! — les digo con una sonrisa.

— No te imaginas lo que nos hacías falta — dice Delfi.

— No hables por tí sola, por favor Delfina — le reprocha Jaz.

— Eh dicho “Nos” Jazmín — extrañaba verlas pelear por cualquier cosa.

— Hay como sea — dice Jaz y nuevamente me abraza — Am, realmente te necesite un buen. ¡Ayer salí con un chico y no supe que ponerme! ¿Puedes creerlo? ¡Simplemente se me nubló la mente! ¿Osea yo? Una chica chic...

— Jazmín ya luego le cuentas tus historias. Ámbar ahora tiene que hacer algo — le interrumpe Delfi.

— Exacto Jaz. ¿Dónde está él?

— ¡En los lookers! — respondieron ambas y yo asentí para luego dirigirme hacia el lugar.

Camino con rapidez y ahí estaba él poniéndose los patines.

— ¿¡Me puedes explicar porque no respondiste mis mensajes y mis llamadas!? — me ignora — ¡Matteo te estoy hablando! — sigue ignorándome, así que decidí quitarle uno de sus patines que llevaba en su mano derecha — responde — nada. Decidí sentarme a su lado — ¡Matteo no seas así! — no aguante más y lo abracé. Al principio se tensó un poco pero luego correspondió el abrazo — ¡Idiota! No te imaginas lo preocupada que estaba — le susurro.

Nos dejamos de abrazar y veo que junta sus manos con las mías.

— Lo siento pequeña — sonríe.

— ¿Dime que evitaste que Gastón se fuera? — tiene que decirme que sí — ¡Matteo por favor responde!

— Sé fué Ámbar — sentí que mi corazón dejó de latir por unos segundos.

— Mientes.

— Lo siento no pude hacer nada, lo intenté pero...no pude evitarlo.

— ¿A dónde? — sentía como mis ojos se llenaban de lágrimas — ¿A dónde se fué?

— No te lo pienso decir.

🖤

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top