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Simón
— Solo te voy a pedir una cosa, de esta línea no pasas. ¿Entendiste? ¿O tu cerebro aún no procesa la información y quieres que te lo vuelva a repetir?
¿Golpearlo? Ganas no me faltaron pero por el momento me traté de contener. Uno porque no quiero causar un escándalo y dos porque no quiero arruinar las vacaciones de mi bonita con su familia.
Lo ignoré. Solo me dediqué a acomodar mi ropa en el pequeño ropero que se encontraba al lado de mi cama.
Se comporta peor que una niña, no sé como Luna lo soporta.
— ¿Sabes? — ¡Mierda! ¿No se puede quedar callado y dejar de joder? — calladito te ves más bonito guitarrista y así no tendría que soportar tu horrorosa voz.
— Oh si claro, por lo menos mi voz no mezcla diferentes acentos — susurré bajo y al parecer el idiota no escuchó.
Tomé unas prendas y me dirigí al baño dispuesto a cambiarme, ya que bajaríamos a cenar pero el fresa de Matteo se pone en frente de mí, interrumpiendo mi paso.
— ¿A dónde crees que vas? — no es lógico, al baño idiota — si piensas ir al baño, déjame decirte que yo lo haré primero.
— ¿Quieres dejar de joder Matteo? — respondí calmado — créeme que a mí tampoco me gusta la idea de tener que compartir cuarto con un idiota que se comporta peor que una chica, durante siete días.
— ¿Qué es lo que dijiste? — vaya el amiguito está sordo.
— No te lo pienso repetir. ¿Qué pasa? — lo miro fijamente — ¿Acaso tu cerebro aún no procesa la información? — frunce el ceño con molestia — ahora quítate — lo muevo de mi camino para así poder entrar al baño.
...
Ámbar
— Lunita, no me gusta para nada la idea de que Simón y Matteo compartan habitación.
Deja de acomodar su ropa y se sienta a mi lado.
— A mí tampoco chulita — bufa — sé que no le cae Simón pero también sé, que dejará de molestarlo.
¿Cómo me puede asegurar eso?
Conozco a Matteo desde que tengo memoria, sé como es su carácter, sé que también es un poco creído, sobresaliente y se cree el mejor en todo, al igual que yo, digo no por nada nos llaman “Los reyes de la pista” pero lo que no entiendo es porque le gusta molestar a las personas. Conmigo lo hace, pero no de mala forma como lo hace con mi Simón, seguro será porque siente celos de él, ya que es el mejor amigo de Luna.
Iba a contestarle pero el sonido de la puerta nos interrumpe.
— Pase — grita Lunita.
La puerta se abre dejando ver a una mucama.
— Disculpen señoritas pero vengo a informarles que la cena ya está lista y el señor Mauricio con su padre Alfredo las están esperando.
Ambas asentimos con una pequeña sonrisa. Tomé una campera y me la puse, ya que el frío me hacía temblar.
Salimos de nuestra habitación y comenzamos a caminar hacia las escaleras para así llegar hasta la sala.
— ¡Escúchame bien guitarrista idiota! — ¿Qué? — ¡Tú me vuelves hacer lo de anterior y te juro que me las pagarás!
Luna y yo nos miramos y aceleramos nuestros pasos para llegar hasta el lugar donde provenía la voz de Matteo.
— ¡Te estoy hablando imbécil!
Y ahí fué cuando vi como Matteo lo empuja con fuerza y hace que Simón se pegue el rostro con la pared.
— ¡Matteo! — grité molesta y corrí hacia Simón que se encontraba adolorido — ¿¡Pero que mierda te pasa!? — le grito furiosa.
Tomé a mi novio de las mejillas y pude ver como un moretón se tornaba verde en su rostro.
Sus manos se hicieron puño y estaba segura que quería golpearlo.
— No lo hagas — le susurro mirándolo fijamente a sus ojitos avellanas. Se tranquilizó.
— ¿Qué te pasa Matteo? — escuché la voz de Luna.
— Luna, no es lo que parece.
— ¿A no? No soy una idiota, vi como empujaste a Simón. ¿Qué te pasa Matteo? ¡Te desconozco! — pude ver como sus ojos se ponían llorosos — ¡Tú no eres así!
Le dice al borde de las lágrimas para luego acercarse a Simón a abrazarlo y susurrarle un “Perdón” y luego bajar las escaleras.
Matteo quiso ir detrás de ella pero yo lo detengo.
— Yo también te desconozco Matteo, ni sé quien es la persona que tengo al frente. Solo te digo una cosa — me acerco más a él — sabes muy bien cómo soy cuando estoy realmente furiosa, sabes de lo que soy capaz, así que te advierto, tú le vuelves a hacer algo a Simón y juro que aunque seas mi mejor amigo no tendré piedad de tí.
— ¿Qué acaso tu noviecito no puede defenderse solo? Oh no — sonríe burlón — ya sé, ¿Qué pasó guitarrista? ¿El golpe fué tan fuerte que te partió la lengua en dos?
— ¡Lo que se va a partir es tu maldita cara! — lo tomo de la mano y lo detengo.
Me acerco a él y acaricio sus mejillas para calmarlo.
¿Qué mierda le pasa a Matteo? ¿Por qué diablos se comporta así?
Le susurré que nos vayamos y él asintió pero antes me faltaba algo que hacer.
— Esto es por Simón — me acerco a Matteo para luego darle un tremendo patadón en su entrepierna.
Lo siento Lunita por dejar a tu noviecito sin descendencia pero se lo merecía. Si se meten con mi Simón, se meten conmigo.
🖤
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