Simón

No sabía que decir, solo me acerqué a ella y la abracé. Me gustaba mucho sentirla en mis brazos. Yo estoy aquí para protegerla. Al principio se tensó pero luego pude sentir sus suaves manos acariciar mi espalda, ese acto hizo que temblara un poco.

— ¿Estás bien? — pregunté.

Esta sería nuestra primera conversación, nunca antes habíamos cruzado palabras, solo espero que me responda.

— Sí — respondió suavemente.

No sabía que más decir. Se formó un silencio entre nosotros pero dejenme decirles que no era para nada incómodo.

— Gracias — la escuché decir.

— ¿Por qué?

— Por haber venido a verme.

— Mi corazón me pedía a gritos que lo hiciera — toda aquélla oración salió sin pensarla ni analizarla.

Pude ver como se sonrojaba, se ve tan tierna y hermosa a la vez. Decidió agachar su rostro.

Me pongo a su altura, la tomo de la barbilla para así conectar miradas. Nuestra conexión es perfecta. Es hermosa, simplemente no puedo dejar de mirarla, me traen loco sus ojitos azules. No puedo evitar perderme en ellos.

— Simón — susurró para luego acercarse un poco a mi rostro
— ¿Qué me estás haciendo?

— No lo sé — acorté más la distancia — solo sé que mi corazón me pide a gritos que haga una cosa — no pude evitar mirar sus labios. Ella estaba haciendo lo mismo. Nuestros rostros están tan cerca que podía sentir su respiración chocar con la mía.

— Entonces hazle caso.

— ¿Segura?

No dijo nada y me besó. Un beso tierno y cálido. Me sentía flotar con ella. Todo es perfecto si ella está a mi lado, definitivamente estoy enamorado de esta rubia.

— ¿¡Qué mierda están
haciendo!? — nos separamos de golpe.

🖤