Sus ojos. ¡Dios! ¡Son tan lindos! ¿Cómo no pude haberme dado cuenta antes? ¡Y sus labios! ¿Por qué tuve que salir corriendo como una idiota...

— Señorita Smith.

¡Ámbar! ¡Te iba a volver a besar! ¿Entiendes eso verdad? BESAR...

— ¡¡Señorita Smith!!

Pero claro tú como idiota sales corriendo de los nervios y toda hecha un tomate y lo peor es que lo dejaste solo ahí. ¿Cómo pudiste?

— ¡¡SEÑORITA SMITH!!

¡Mierda!

Estaba tan sumergida en mis pensamientos o más bien en una personita de ojitos de chocolate y aquélla sonrisa tierna...¡Genial me perdí otra vez! Golpeo mi frente. ¿Mierda Ámbar qué te pasa? ¡Deja de pensar en ese indio azteca!

— Su cuerpo estará aquí en el salón pero su mente está en otro lado.

Corrección, mi mente o mis pensamientos están en Simón...¡Hug! Golpeo mi frente nuevamente.

— Estoy aquí profesor — sonrió falsamente.

— Bien — sonrió — entonces digame que acabo de explicar.

¡Mierda!

🖤