prologo
Entro a mi cuarto y encuentro un preciosísimo vestido, no es muy pomposo, es casual, lo mandé a hacer hace 3 días. Es importante para hoy. Es demasiado Esperar 2 meses para ver a tu mejor amigo, tu único amigo. Yaleco es un terrícola, de la vía láctea. Aquí en Carsamo, los terrestres son considerados hechiceros, llenos de magia oscura, pero es no es verdad, al menos no en todos los caso y yo lo sé porque yo si soy una bruja, ya estaría muerta de no ser porque soy princesa de Claps, mi país. Mis padres me encubren todo, ellos también saben sobre Yaleco, incluso pasan horas hablando con Proetria Bramco, su padre.
Ellos, tienen una tecnología muy avanzada, con la capacidad de viajar a través de galaxias, cosa que nosotros no hemos desarrollado, seguimos en el régimen monárquico desde hace decenas de siglos; los terrestres y los carsómadas somos razas gemelas, implantadas en distintos planetas, la única diferencia, es que ellos desarrollaron uñas para cumplir con las funciones que su entorno demanda, en cambio nosotros no las necesitamos. Y pues ellos han avanzado mucho en cuanto temas políticos, culturales, sociales y tecnológicos. Ellos gozan de algo llamada democracia, donde el pueblo puede elegir a su líder, quien previamente eligió presentarse al cargo y no fue sometido intangiblemente a cargar con la responsabilidad de un país sin su consentimiento. Las culturas son respetadas y son libremente practicadas en su lugar de origen. A nivel social, todos tienen poder de palabra y libertad de expresión. Es respetado que dos hombres o dos mujeres se amen. Acabaron con la pobreza hace siglos y cuando algún país pasa por una crisis, todos lo ayudan. La mayoría de estas cosas no ocurren aquí, y de ser así, en menor proporción y a nivel tecnológico, creo que solo necesito recordar que viajan a través de galaxias por medio de agujeros de gusano, es así como nos encontraron.
***
Hace 13 años una nave aterrizó en el patio trasero de mi hogar. Yo tenía 3 años y me encontraba jugando en la piscina bajo la supervisión de mi niñera Natil. No me dejan ni dejaban salir del palacio, por lo que no conocía gente. Natil alarmada se desmayó crca de la piscina. Yo salí de la piscina a averiguar. Un niño y un señor bajaron de esa estructura metálica, que luego me enteré que su nombre era nave espacial. La curiosidad me llamaba me fui acercando lentamente a ese objeto y esas personas, hasta que el niño se fijó en mi presencia y jaló de los pantalones al señor. Me escondí y él me fue a buscar. Pronto la cosa se invirtió y era yo quien lo buscaba. Nos pasamos jugando toda la tarde. El señor se dirigió al palacio al estudio de mi padre. No era ni la primera ni última vez que lo hacía. Desde entonces, cada 34 de cada dos meses espero ansiosa a su llegada.
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Me pongo mi hermoso vestido púrpura que combina a la perfección con mis ojos lilas. Lo acompaño con aretes simples y un brazalete, me pongo unos zapatos negros chatos y por último amarro mi rebelde rubio cabello en un moño alto. Me encamino al único lugar donde estoy a salvo de los periodistas. Aquí no pueden entrar ya que se encuentra la piscina y por respeto a mi persona no deben verme bañándome y agradezco en serio que por lo menos me den esa privacidad. Aquí puedo practicar libremente mis hechizos, pensar y lo más importante, estar con Yaleco. Hoy habrá una fiesta justo aquí, con el "motivo" de que el embajador de Elova llega hoy, pero en realidad la organicé yo en honor a nuestros invitados que vienen de más lejos. Todos creen que Yaleco en un amigo del castillo, hijo del alguna amiga doncella de mamá. Siempre lleva puesto sus guantes y como la de hoy será una fiesta de disfraces, no habrá ningún problema en disimularlo. La nave aparece cuando está a unos dos metros de aterrizar. El señor Bramco baja primero, seguido de su hijo. Lleva puesto un pantalón de tela llamado jean y una polera de tela muy suave y liviana pero abrigadora, por lo que se la quita en seguida. Fija sus ojos grises en mi vestido y luego sonríe, porque él sabe que el morado es mi color favorito. El señor Bramco me saluda y luego se va a su junta. Yaleco se acerca y yo salgo corriendo a su encuentro. Me levanta del suelo y empieza a dar vueltas. Grito que me baje pero ignora mis súplicas. Cuando por fin estoy en el suelo, los dos estamos tan mareados que caemos en el suelo y empezamos a reír. Miro al verde atardecer, es bellísimo, pero me gustaría ver el de la tierra. Yaleco dice que tiene una gama de colorea que va desde el celeste al amarillo, pasa por el azul, morado, anaranjado y rojo. Debe ser una experiencia loquísima. Giro la cabeza y atrapo a un Yaleco mirándome con una sonrisa plantada en su moreno rostro. Le doy un beso en la frente y le ordeno que se pare, luego me paro yo. Debemos practicar para el baile. Una vez él me enseñó un vals de la tierra. Él me tomaba por la cintura y yo descansaba mis manos sobre sus hombros, pero aquí el baile es algo diferente. Se supone que él debe tomarme por el cuello y yo debo sujetar mi vestido para que no choree. Su baile es mucho mejor, y Yaleco no deja de criticar el nuestro, pero tradiciones son tradiciones y así debe ser para que nadie sospeche de él.
-Este baile es ridículo- no tarda mucho en llegar su queja, se nota que no está cómodo.
Pone sus manos en mi cintura y yo las mías sobre sus hombros, saca un dispositivo enrollado de su bolsillo y pone una canción lenta. - ¿así está mejor?- pregunto "mucho mejor" es su respuesta. Bailamos por todo el patio. Soy tan feliz, este baile a mí me encanta, no es su favorito, pero puedo notar que disfruta bailando conmigo. Se va oscureciendo y el tiempo pasa lento, eso me gusta. Me gustaría congelar el tiempo y que este momento se eterno. Estoy tan tranquila hasta que siento que nos observan y caigo en cuenta que Yaleco no lleva puesto sus guantes.
-¡Yaleco tus guantes!- estoy muy asustada.
-oh verdad.- mete sus manos en sus bolsillos y los saca, mientras yo miro frenéticamente a un lado y al otro buscando al espía. No encuentro nada- ¿pasa algo?- pregunta
-tan solo imaginé que nos miraban- dije quitándole importancia con un gesto de la mano- Yaleco, creo que ya debemos ir a alistarnos-
-sí, tienes razón- contesta. Nos vamos en direcciones opuestas por el castillo.
***
En mi habitación me espera mi doncella. Acaba de terminar mi vestido para esta noche, es preciosísimo. Simula el plumaje de un ave típica de la zona. Es blanco con un cinturón de piedras lilas y la falda es de plumas gigantes blancas que van de degradé hasta terminar en lila. Para la cabeza, el tocado tiene réplicas de las plumas de la cola pero en tamaño mucho más pequeño. Ella siempre piensa en mis preferencias. Es mi confidente y mejor amiga. Ella es la única en el castillo aparte de mis padres que sabe la verdadera procedencia de Yaleco. Después de agradecerle por el vestido empezamos a prepararnos. Le pedí expresamente a mi papá que estuviera invitada a la fiesta; por lo que tendremos que alistarnos a la par. Prácticamente le obligué a arreglarnos juntas. Estuvimos totalmente listas 10 minutos antes de la fiesta. Ella se fue antes, porque yo debo esperar que me anuncien.
Bajo por las escaleras y me encamino al salón. Allí espero que que el presentador se dé cuenta de mi presencia, mientras me fijo que Danielle está bailando con Yaleco. Eso me saca una sonrisa. Luego soy anunciada y todos me prestan atención. Bajo y voy directo a ellos. El disfraz de Danielle es una mariposa de colores. Es muy elegante, nadie me creería si le dijera que es mi doncella. Elegimos los trajes juntas y fue una buena decisión ara ser sincera. Yaleco está vestido de bufón. Se ve adorable. Está sonriendo, pero a medida que me acerco noto que su sonrisa no es sincera, esta fingiendo. Lo mira con cara preocupada y él sonríe más, indicándome que yo también lo haga. Le sigo la corriente. Luego Danielle se va a bailar con un invitado y nos quedamos solos, Yaleco me jala hasta estar fuera del alcance de oídos curiosos.
-algo malo va a pasar esta noche- dice rápidamente
-¿por qúe lo dices?- me estoy preocupando
--me estaba cambiando y por casualidad no cerré bien la puerta, oí la voz de un señor que hablaba con otro. Decían algo sobre que esta era la oportunidad perfecta para tomar el mando y que no podían esperar a esta noche- está pálido del susto. Le tomo la mano y lo llevo corriendo a mi papá. Allí se la suelto, pero él me la sujeta con fuerza por lo que retomo el agarre, rápidamente le digo lo que acabo de escuchar y mi padre llama a un guardia, pero ya es tarde. El primer ministro empieza con el tiroteo, seguido de muchos funcionarios y consejeros de la corte. Últimamente su salario se vio reducido para la financiación de un nuevo puente en una ciudad no muy conocida. Tienen atado a mi padre y a mi madre la tiene sujeta por el cuello. El ministro de para sobre una mesa y dice- hay un terrestre entre nosotros. Siempre lo hubo- todos entran en pánico. Debo salva r mis padres, pero Yaleco ni su padre están a salvo. Danielle se escabulle debajo de la mesa y me jala. Intento soltarme, pero es imposible. Me sigue jalando y me tapa la boca, me sube a una carrosa y ella misma empieza a manejar. Le grito que debemos volver por Yaleco y mis padres, pero mis gritos se ven ahogados por el tiroteo. Me lleva por el bosque y cuando estamos lo suficientemente lejos y perdidas, o al menos yo, para que pueda volver. Saca una varita de entre sus alas. Yo no sabía que ella también era una bruja. Me mira y me dice- lo lamento princesa, pero es necesario- me apunta al ojo izquierdo y siento que arde por un segundo, acto seguido ella misma se apunta a su ojo izquierdo y hace lo mismo, por la oscuridad no puedo ver lo que pasa. Me toma de la mano y desaparecemos.
Hola ^.^ pues no tengo nada que decir...
❤❤❤
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